—¿Mierda, ¿cómo haces siempre para dar en el clavo?

Preguntó Febe observando la caravana, es que no tenía nada del otro mundo y aún así era perfecta.

—Magia —contestó JungKook con una sonrisa mientras la ayudaba a cargar su maleta.

Febe fue la primera en entrar y observó el pequeño, no tan pequeño, espacio que compartirían. Una cama de sábanas negras descansaba junto a dos ventanas corredizas. Bajo la cama se podían observar algunas gavetas y a un lado una pequeña cocina, en las que se podía observar un fregadero y un microondas. Caminó algunos pasos más dando con un espacio rectangular y corrió la puerta negra para notar que era una pequeña ducha. Febe no entendía nada acerca de las caravanas y nunca había tenido la oportunidad de estar en una. Y para ella todo ahí dentro aunque le era conocido era como estar observando un minimuseo donde todo le causaba extrema curiosidad.

Sintió los brazos de JungKook cubrirla por la espalda y su respiración golpeaba la piel sensible de su cuello provocando que  la piel de su nuca se erizara levemente.

—¿Te gusta?

Febe levantó sus manos hacia los brazos de JungKook y se dejó arrecostar un poco en el pecho del pelinegro.

—Es perfecta. Podríamos vivir aquí —dijo en broma a pesar de que las palabras tenían un peso.

—Te gustaría vivir conmigo? —susurró JungKook debido a la cercanía.

—¿Me soportarías?

—Hasta el final.

—¿Hasta que terminemos? —volvió a preguntar.

JungKook hundió su rostro en el hueco entre su cuello y su hombro y sintió su leve olor a vainillas casi imperceptible, sabía que ella odiaba los perfumes y se rociaba muy poca cantidad.

—Solo... quédate conmigo hasta el final.

Febe acarició los brazos de JungKook que la cubrían y se dio la vuelta para quedar frente a él. Levantó una de sus manos a su rostro e hizo un recorrido con su índice sobre su nariz, luego sus labios e inclinándose un poco besó su nariz.

—¿Estuviste aquí ayer?

—Ayer falté a clases porque debía limpiar la caravana —Febe escuchó todo lo que decía con su cabeza pegada al pecho de JungKook, podía sentir como vibraba cada vez que hablaba—. Es de mamá, tendíamos a viajar mucho en ella cuando era más joven. Hace unos años ya que no la utilizábamos. También necesitaba ir a obtener es gas licuado.

—¿Y eso que es? —preguntó levantando la cabeza para observarlo.

—Mmm, pues con lo que funcionará la ducha y la cocina, también la calefacción pero estamos en verano.

Febe asintió comprendiendo.

—Y ¿lista?

—¿Para qué? —JungKook dejó de abrazarla y tomó su mano para llevarla con él hasta la parte delantera de la caravana donde conduciría. Y Febe lo seguía sin chistar.

—Pues... si estamos en una caravana es para ir a donde querramos. ¿Escojo yo o tú?

—Sorprendeme.

—Encantado.

Febe se sentó a su lado en el asiento del copiloto y aun así miraba a todos lados con suma curiosidad.

—¿Haz conducido antes la caravana?

—Unas dos veces, por el resto siempre ha sido Jin —JungKook se acomodó en el asiento del conductor y comenzó a conducir para llegar a su próximo destino.

—Podríamos comer en algunos restaurantes. Así nos ahorramos cocinar. Aunque traje ramen, papá me dijo que trajera un poco conmigo.

—También traje ayer cuando vine —continuó JungKook riendo— al menos comida no nos faltará.

—Somos unos glotones.

—Uffff, imposible de negar.

Febe se rió y se acomodó un poco más en el asiento para observar a JungKook.

—Por cierto, creo que nunca te pregunté. ¿Por qué tienes tantos piercings?

—Oh ¿no te agradan?

¿Que si no le agradaban? Mierda a Febe le parecían totalmente sexys.

—Me agradan. Eres como un Harry Potter sexy, nerd con piercings.

—Mmm así que soy sexy —se tomó unos segundos para mirarla y fastidiarla un poco moviendo ambas cejas de arriba a abajo.

—No he dicho eso.

—Oh claro que si, pude escuchar perfectamente el Harry Potter sexy nerd.

—Buscaré el opening de Harry Potter para ponértelo de tono de llamada.

—~Cambiando el tema~

—¡En fin! ¡Tus piercings!

—Pues... la verdad no hay una historia especial. Mamá me dejaba, Jin no. Lo cual es gracioso, porque se supone que ya con el permiso de mamá podía pero sin embargo me sentía con la culpa y no podía. Uno de esos días tuve una discusión con Hyung y en venganza terminé perforándome la ceja —señaló su ceja derecha y a Febe no le hacia falta mirar para saber de que piercing hablaba. Conocía cada una de las perforaciones de su rostro. Una en la ceja izquierda, en el labio inferior el lado derecho, en la curvatura de la nariz y sabía que tenía otro en el frenillo del labio superior— Por el resto ya no se trataba de rebeldía o algo por el estilo. Simplemente porque me gustaban.

—Para mí nunca me han llamado la atención los piercings sin embargo sí los tatuajes. Cuando tenía 15 quise hacerme uno pero papá no me lo permitió. Bueno ni ahora con 18 años me lo permite —concluyó riendo.

—¿Que querías hacerte?

—Mmm pues no era nada del otro mundo solo una flor muy linda que había visto. La verdad es que le doy gracias a papá por ni dejarme, soy muy insegura a diario podría cambiar de parecer. Hoy en día esa flor me sigue pareciendo linda pero hasta ahí.

—Por eso lo tatuajes además de ser lindos estéticamente deben de tener un mínimo significado para la persona que se lo hará.

Febe asintió.

—¿Que te tatuarías tú?

—Mmm, pues una canción importante para mí, alguna frase o diseño que me identifique.

—¿Cómo gafitas al estilo Harry Potter? —Jungkook se rió.

—¿Y tú te tatuarías la cicatriz?

—Oh serían tatuajes de parejas. Pero no me identifica.

—Pero si tiene una importancia para ti —Le guiñó rápido el ojo y Febe estiró su pierna para golpear levemente a JungKook.

Quince minutos más tardes la caravana se detuvo y Febe se incorporó en el asiento para ver donde se encontraban.

—Y... hemos llegado —JungKook quitó su cinturón de seguridad y abrió la puerta delantera para bajar de la caravana.

—¿Qué es qué es qué es? —Febe habría bajado más rápido si no se hubiera trabado para sacar el cinturón pero una vez lo hizo corrió bordeando la caravana por al frente hasta quedar al lado de JungKook—Joder.

El paisaje que se mostraba frente a ella eran grandes árboles otoñales y varias mesitas de camping. Un poco al final se podía observar un río tranquilo seguir la suave corriente. Todo era tan hermoso que tal parecía salido de un cuadro.

—¿Un pícnic? —preguntó JungKook mas proponiendo que interrogando y Febe asintió eufórica corriendo adentro de la caravana en busca de comida— Hey Hey, Febe te vas a caer.

El pelinegro entró tras ella a la caravana y la ayudó a preparar algunos sandwiches y fruta picada.

—Lo tenías todo planeado mmm. Incluso trajiste fruta ayer.

—Tal vez si que lo tenía un poco planeado —sonrió haciendo dos bolitas de sus mejillas y alcanzó rápidamente el trozo de sandía pinchado en el tenedor que Febe tenia la intención de comer.

—¡Ya! ¡JK!

Él chico sacó su lengua y cuando fue a alcanzar otro trozo Febe tomó el recipiente y volteandose impidió que JungKook tomara algún pedazo. Pensaba en correr pero estaban aun dentro de la caravana y se le haría complicado. Y  para salir tendría que pasar por el pelinegro que literalmente estaba bloqueando el paso a la puerta.

JungKook se lo pensó, sabía que podían comenzar una guerra por el recipiente y de seguro la fruta terminaría volando por los aires. Decidió ir por lo más sutil y lo que más nervioso le ponía. Rodeó a Febe con sus brazos y colocó la cabeza sobre su hombro.

—¿Esta es tu táctica?

—¿No es muy buena?

—Estoy nerviosa así que es genial.

JungKook no puedo evitar reírse y Febe aprovechó su distracción para girarse.

—Anda vamos afuera.

—Mm mm —JungKook negó y señaló el recipiente aún en manos de Febe— Mi trocito.

Febe suspiró rindiéndose, al final iban a comer ambos.

—Vaaale —pinchó la fruta y la acercó a los labios de JungKook. Oh vaya, no se había percatado de que hacía un acto tan de parejas hasta que vio la sonrisa del chico frente a ella.

—Estás rojita —continuó riéndose y se acercó dos pasos más cerca de Febe hasta que pudo poner ambas de sus manos en el mueble tras ella acorralandola por completo. Febe levantó una ceja y JungKook hizo el mismo movimiento. —Ahora es cuando te ataco a besos.

Y Febe fue la primera en inclinarse para besarlo.

Le dedico este capi a SofiMin0093 por siempre ser tan linda conmigo desde que la conozco, aprecio mucho tenerte como amiga, gracias por todo bebita. Espero que te haya gustado el capítulo.