Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

27

—Te lo explico de una forma más fácil. Te hablan de tres cosas así que deben de ser tres variables, X, Y, Z y te dan un total por lo que debes igualar la primera ecuación al total quedando X + Y + Z= 1800 —le explicó JungKook siendo paciente. Febe preguntaba demasiadas cosas cuando no debía.

—¿Y si no tengo un total?

Y ahí estaba otra vez.

—La igualas a cero, pero este no es el caso. En este problema nos dan uno —Febe asintió lentamente y miró los apuntes que había hecho JungKook cuando otra duda llegó a su mente. Abrió la boca para preguntar pero el pelinegro al darse cuenta de sus intenciones la interrumpió rápidamente— Halla las otras dos ecuaciones y me las enseñas una vez las tengas hechas para que no tengas que trabajar con ecuaciones erróneas.

Febe dejó el lápiz sobre el mesa y arrastró su silla más cerca de JungKook.

—¿Por qué eres tan inteligente? No pareces. —le acusó entrecerrando sus ojos.

JungKook realmente era un contraste increíble. Con aquellos piercings en su rostro y perforaciones en sus orejas, con sus lentes redondos y después de todo medio nerd.

El pelinegro se encogió de hombros, no se consideraba alguien demasiado inteligente pero si le gustaba estudiar y se esforzaba para sacar buenas calificaciones.

—No es tan complicado. Te puedo asegurar que es una de las preguntas más fáciles del exámen.

Febe se encontraba terminado su temporada de exámenes. Supo que necesitaba de la ayuda de alguien más con matemáticas y aprovechó la oportunidad de que JungKook, al ser de un grado superior y de que fuera bueno en todas las asignaturas a excepción del inglés, podía ayudarla. Si bien, el chico ya había terminado su temporada de exámenes hace una semana con notas sobresalientes.

Febe dio un suspiro al aire sintiéndose frustrada. JungKook le había resuelto la ecuación más fácil, las otras dos eran un dolor de cabeza.

—Descansemos un rato ¿si?— dijo levantandose de la silla y echándose sobre su propia cama. Estar sentada en aquella silla durante 4 horas ya le estaba comenzando a causar dolor en ciertas partes.

—Bien, pero tienes que terminar esto luego —señaló los apuntes y se cruzó de brazos poniéndose en pie.

—Prometido. Ahora ven aquí —golpeó el lado vacío de su cama y corrió algunas almohadas para dejarle un espacio al pelinegro.

JungKook se echó a su lado y Febe apoyó la cabeza en su pecho colocando una de sus manos sobre su torso. JungKook se sentía calentito y su pecho subía y bajaba lentamente dando una sensación de tranquilidad. Febe podía dormir así sin problema alguno y más cuando el pelinegro acariciaba su cabello de esa forma.

—JungKook...

—Mmm —su pecho vibró al hablar bajo su tacto y se percató del bajo sonido de su corazón contra su pecho.

—Nunca he ido a tu casa.

JungKook rió.

—Ni he conocido a tu madre.

—Ambas se llevarían muy bien. Tienen mucho en común, como ese gusto raro por las películas de terror y de ciencia ficción.

Febe asintió con una sonrisa. Ambos compartían el hecho de que vivían con un solo padre.

—Algun día te llevaré a conocerla.

Y la puerta de su habitación se abrió. Ambos se sentaron rápidamente sobre la cama (a pesar de que no estaban haciendo nada indebido) sintiéndose asustados.

—Emm... ¿que están haciendo? —preguntó el señor Kim con los ojos entrecerrados.

—¿Des... cansando? —dudó Febe si aquello iba a ser una respuesta que satisfaciera a su padre.

—No me dijiste que tendrías visita hoy.

—Te dejé una nota en la nevera papá.

—Mmm —el hombre asintió lentamente analizando la situación y JungKook continuaba callado— es preocupante dos adolescentes solos en una casa y oh, más preocupante aún cuando uno de esos adolescentes es mi hija.

—Papá... —Febe puso los ojos en blanco levantándose de la cama— No exageres tanto. Mira ahí —señaló los apuntes— JungKook me estaba ayudando con matemáticas.

Febe golpeó el hombro de JungKook con su mano para que hablara.

—Soy de un año superior y ya he terminado mis exámenes. Puedo ayudarla en algunas materias.

La trigueña le sonrió a su padre luciendo angelical.

—Compré carne, bajen en un rato a comer.

Y se fue dejando la puerta semi abierta. 

—¿Sabes? Le agradas mucho.

—¿En serio?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro