O9.
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Taehyung sintió su ojo derecho palpitar en irritación cuando un poco de tomate le cayó sobre el cabello, su rostro volviéndose mortalmente serio mientras dirigía una mirada molesta en dirección a sus dos amigos.
Seokjin y Jimin detuvieron su ridícula discusión, sus rostros palideciendo al ver la expresión infernal del omega.
Kim Taehyung raramente se enojaba, siempre era todo sonrisas adorables y carcajadas ruidosas, pero cuando lo molestabas podías ver al diablo personificado en su mirada y eso solo ocurría de dos formas: si jodías en su camino sobre la danza o eras un total grano en el culo.
Seokjin y Jimin eran la segunda justo en ese momento.
"¡Perdón Tae!" chillaron ambos mientras cubrían sus rostros en modo de defensa.
Cualquiera que los viera se reiría al ver a dos fuertes alfas totalmente aterrados por la simple mirada de un omega, pero bueno se trataba de Taehyung y ese lindo chico podía quebrarles algo de un golpe.
Después de todo su físico era increíble gracias a su dedicación a la danza.
"Son unos revoltosos, llevan todo el receso siendo un jodido grano en el culo" gruño el castaño mientras apartaba el pedazo de tomate de su cabello con una mueca de disgusto, odiaba el tomate. "Si no se comportan yo jodidamente voy a rebanarles la cara con una motosierra, par de idiotas" amenazó con esos grandes ojos destilando enojo.
Ambos alfas asintieron al instante, porque aunque Taehyung no poseía una motosierra ellos apreciaban su integridad física y no tentarían a su suerte, no eran tan tontos.
"Bien, ahora continúen comiendo, necesitan comer para durar lo que resta del día" añadió relajando su expresión y remplazando su tono molesto por uno meloso y enérgico.
Taehyung era... peligroso.
Sus amigos lo sabían, era tan dulce la mayor parte del tiempo pero al final podría resultar un diablillo si lograbas oprimir sus botones incorrectos. Su dualidad era algo sorprendente de ver.
"Woah, ahora me das miedo TaeTae" la voz de Jungkook llamó la atención de todos los presentes en la mesa.
El aludido sintió todos los colores del arcoiris teñir sus mejillas en ese momento, la vergüenza de haber utilizado un lenguaje tan grosero frente al otro omega reflejándose en el rubor que subía hasta sus orejitas.
Y, ¿que mierda?
Si bien no solía ser alguien agresivo verbalmente alguna que otra vez se le escapaban maldiciones, como cualquier adolescente normal, y aunque no era realmente ingenioso en el arte de insultar sabía decirlas.
¡Pero decirlas frente a su querido rubiecito de ojitos grandes y brillantes era tan vergonzoso!
Él quería ser un omega adorable frente a Jungkook y bueno, ahora el menor le había escuchado amenazar con una motosierra a sus amigos.
Eso no era tierno.
"J-Jungkookie" gimió avergonzado mientras giraba un poco sobre su asiento para enfocar la mirada divertida del menor. "¿Que haces aquí? ¡Tú nunca almuerza en la cafetería!" chillo con un puchero en los labios mientras cubría con sus manos la piel ruborizada de sus cachetitos.
"Hola Hyungie, yo también estoy feliz de verte, gracias" respondió con sarcasmo mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho.
Taehyung se quejó casi a punto de hacer un berrinche, llevaba tres días sin ver al menor después de su linda cita en la heladería, pues tal y como predijo había pescado un jodido resfriado por salir tan descubierto en pleno otoño, y ese no era el reencuentro que tenía planeado.
Tres días en cama gracias a la fiebre fueron la consecuencia de querer lucirse frente al rubiecito y para su desgracia eso había hecho que no pudiera ir a la escuela para poder verlo al final de las clases.
Ah, y estudiar como el buen chico que era, obviamente.
"¿Que haces aquí Koo?" preguntó, mirándole con pequeños ojos avergonzados, ignorando la manera en la que Seokjin y Jimin cuchicheaban a sus espaldas.
Par de alfas tontos, ugh.
"Uh, mh, bueno yo estaba algo preocupado" confesó el menor con timidez. "No veniste a clase dos días y temía que te haya pasado algo cuando regresabas de nuestra ci- ¡salida!" se corrigió al instante, sus mejillas normalmente pálidas se tiñeron de un rosa suavecito mientras rascaba uno de sus brazos con nerviosismo.
Taehyung sonrió, sus dientes apresando su labio inferior en un intento por reprimir su felicidad, más fue en vano. Todo su rostro se iluminó ante las palabras del de tez blanquecina, de repente olvidando la gente a su alrededor y solo enfocándose en el lindo chico frente a él.
Ah, era tan dulce, su dulce dongsaeng.
"Oh, no debiste preocuparse tanto, solo pesque un resfriado" explicó con una risita encantadora saliendo de sus labios. "Sin embargo, gracias por preocuparte por mi" añadió, sus ojos resplandeciendo en felicidad.
Jungkook sintió sus piernas temblar ligeramente ante aquella vista, mierda, Taehyung en serio era bonito.
"No agradezcas por ello, somos amigos y entre omegas nos cuidamos, ¿recuerdas?" dijo, la complicidad de sus palabras ante aquella frase siendo evidente.
"Lo recuerdo" asintió el castaño, su estómago cosquilleando un poco con emoción. "Cuando hagamos nuestros deberes hoy te pasaré mi número, para que no vuelvas a preocuparte si falto por tantos días" dijo rápidamente y Jungkook le sonrió ladino, casi coqueto.
Y dios, estaban a mitad de la cafetería, con los amigos de Taehyung a sus espaldas pero ¿que mierda? Taehyung iba a aceptar ese coqueteo si era Jungkook quien estaba haciéndolo.
"Más despacio velocista" la voz de Jimin llegó a sus oídos, la burbuja en la que ambos omegas se habían refugiado rompiéndose al instante.
Taehyung tensó los hombros un poco, la sonrisa borrandose de su rostro al ver como Jungkook daba un pequeño paso hacia atrás ante la interrupción del alfa, como si apenas hubiese caído en cuenta de la presencia de sus dos amigos.
"Con que tú eres el famoso Jungkookie" exclamó Jimin de nuevo, lo último diciéndolo con un tono agudo y soñador, claramente en un vago intento por imitar la voz de Taehyung.
El castaño se ruborizó ante las obvias intenciones por avergonzarlo y rápidamente se giró, tomando una papa frita de paso y metiéndola dentro de los labios del alfa menor para callarlo.
"Hm, si, yo soy Jeon Jungkook" se presentó reverenciando un poco frente a los chicos.
"No le hagas caso a Jiminie, es un tonto inoportuno" intervino Seokjin, una sonrisa nerviosa ante la presencia del amigo de ese alfa de su clase.
"Uh, son alfas" soltó inconscientemente mientras arrugaba su nariz ante los potentes aromas de los chicos.
"Eso ya lo sabía" murmuro Seokjin con su ceño fruncido, algo ofendido por el tono usado y el rechazo a su olor. "Ya nos conocíamos, les ayude a limpiar junto a Yoongi" recordó con obviedad, aunque el nombre del otro alfa sabiendo picante en su lengua.
"Lo sé, e-es solo que ese día no apestabas tanto a alfa" susurró dando otro paso atrás, su rostro serio.
"Estaba usando supresores, por los rastros de mi celo" susurró ofendido, su ceño fruncido y sus mejillas ruborizadas al tener que explicar aquello.
"Ah, con razón, es muy intenso ahora" la expresión del menor era incomoda, sus hombros hundidos un poco. "Deberías usarlo siempre y tu amigo también, sus olores son-"
"Ugh, vámonos Jimin, no vaya a ser que nos pateen en el culo por oler a alfa" rezongo el pelirosa con sarcasmo, levantándose de su asiento mientras tomaba sus cosas y jalaba la manga del otro alfa.
Taehyung miró en silencio como Jimin apretaba los labios duramente antes de levantarse junto al alfa mayor, ambos retirándose de la cafetería con grandes zancadas y tuvo que parpadear para reaccionar.
¿Que mierda había pasado?
Miró enseguida a Jungkook, quien tenía los ojos enormemente abiertos y sus rodillas temblando por la escena, igual de sorprendido que él.
Entonces recordó algo importante, oh su querido Seokjin debía sentirse humillado.
"Jungkook, ¿qué-?" trató de preguntar pero fue interrumpido por la temblorosa mano del omega, quien había cubierto sus labios con la palma de su mano.
"No hablemos aquí, vayamos a la biblioteca" susurró el omega algo avergonzado.
Taehyung torció los labios, faltaban menos de cinco minutos para que sonara la campana para reanudar las clases, pero igual terminó recogiendo su mochila del suelo y caminando al lado del avergonzado omega de cabellera rubia.
¿Qué más daba? De todos modos sería su primera falta del bimestre, saltarse una clase para escuchar a Jungkook no le haría mal.
Caminaron hacia la Biblioteca en silencio, la tensión y la incomodidad haciendo acto de presencia por primera vez entre ellos y a Taehyung definitivamente no le gustó eso. Cuando llegaron ingresaron en silencio y se dirigieron a una de las mesas de estudio bajo la atenta mirada de la beta bibliotecaria.
"Lamento haber dicho eso" susurró Jungkook mientras abría su libro de Historia para disimular un poco. "Yo-, mi intensión no era ofender a tus amigos" se lamentó mientras apretaba sus dedos sobre las tapas del libro.
Taehyung suspiro, negando un poco ya que las disculpas no debían ser para él sino para Seokjin y Jimin, pero aún así estiró su mano para acariciar la mejilla pálida del menor.
"Tranquilo, si te disculpas con ellos todo se arreglará, Seokjin y Jimin no son de guardar rencores" aseguró con un tono suave, tratando de no hacerlo sentir peor.
"Cuando los vea lo haré" prometió bajando la mirada hacia su regazo, siendo incapaz de mirar a los ojos al castaño. "Es solo que no estoy acostumbrado a rodearme de alfas" explicó tímidamente, sus labios apretándose un poco con amargura.
"Pero Yoongi-"
"Desde que se dió cuenta que los olores de los alfas me incomodan suele usar neutralizador todos los días para acercarse a mi" explicó, su sonrisa siendo adorable al mencionar el tierno acto de su mejor amigo.
"Oh, eso es-, es lindo" murmuro Taehyung algo cohibido, los alfas no solían ocultar sus olores, era como un insulto a su jerarquía.
Yoongi realmente apreciaba a su amigo.
"Pero, ¿por qué le incomodan tanto los alfas? Digo, yo no soy fan de esos tarados pero tampoco huyo de sus presencias" dijo confundido, le parecía algo extraña la manera en que Jungkook huía de la presencia de los alfas.
"Papá me mataría si llego a casa oliendo a alfa" confesó, sus grandes ojos humedecidos por las lágrimas retenidas y sus hombros temblorosos ante el llanto que quería salir.
Taehyung sintió su cuerpo tensarse ante las palabras del mayor, su ceño se frunció y sintió un nudo incómodo crecer en su garganta al pensar en el padre de Jungkook, ¿qué tan anticuado tenías que ser para golpear a un omega por siquiera oler a un alfa?
Los olores de las demás personas podían pegarse a tu ropa con facilidad aún si no fuesen precisamente pareja. Varias veces había terminado apestando a Seokjin o Jimin por un simple abrazo o por sentarse a su lado cuando estaban transpirando después de un partido de baloncesto. Que aromas ajenos se impregnaran en algún lugar o la ropa era de lo más normal, ¿qué diablos le pasaba al señor Jeon?
"Jungkook, eso es tonto, no puedes huir de un alfa solo porque puede marcarte con su olor accidentalmente" susurró preocupado y vió como el menor soltaba una risa nasal.
"Creeme que lo sé Taehyung, pero mi padre contrabajo acepta que no soy el único omega varón de la tierra" soltó con rabia, sus manos apretándose sobre el libro tan fuerte que sus nudillos se volvieron blancos. "Pensar en que un hombre como yo desea una polla en el culo durante el celo es una aberración a sus ojos"
"Tu padre es un cavernícola" gruño Taehyung algo bastante molesto.
¿Que mierda pasaba por la mente de ese hombre? ¿Acaso se había quedado en la edad media donde los omegas varones casi no existían porque eran ejecutados y las omegas mujeres solo eran incubadoras y sin derechos? Era estúpido odiarlos, ellos no elegían su jerarquía, ellos no elegían poseer un lobo inferior a los demás ni mucho menos pedían poder engendrar vida en sus vientres.
Los omegas varones existían, eran igual de normales que las omegas mujeres y ambos géneros merecían un buen trato.
Taehyung de repente quiso tener enfrente al padre de Jungkook para darle un buen golpe en el rostro. Quizás así su cerebro funcionaria mejor.
"Te sorprendería saber cuan cavernícola es" rió Jungkook con amargura, sus manos temblando al subir hasta el cuello alto de su suéter.
Taehyung sintió su estómago hundirse hasta el fondo al observar el cuero negro cubriendo desde las clavículas hasta la mitad del cuello de Jungkook, el material grueso y pesado luciendo incómodo a simple vista y el pequeño candadito detrás de la nuca del mayor le hizo saber que era ese artefacto.
Un collar anti lazos.
Años atrás aquellos accesorios eran obligatorios en los omegas, evitaban que cualquier alfa en la calle pudiese marcar a un omega indefenso aunque también eran usados para demostrar que los omegas eran la raza débil, usados en los omegas esclavos para señalar que ya tenían un amo y nadie podía marcarlos.
Simplemente escalofriante.
"¿Qué diablos? ¡Esto ni siquiera debería seguir existiendo!" exclamó Taehyung, ganándose el siseo de la bibliotecaria para que bajara el tono de su voz.
Las manos del castaño se acercaron con lentitud hasta el collar, su mirada pidiendo permiso para poder tocarlo y cuando obtuvo un asentimiento sus dedos se posaron sobre el rígido material.
Esa mierda debía ser incómoda.
"Esto es inhumano, inaceptable" se lamentó mientras subía sus dedos hasta la mejilla del menor para sostener su rostro. "¿Por qué lo traes puesto Koo?" preguntó incrédulo y Jungkook apretó los labios en un rictus amargo.
"Porque salí el fin de semana sin avisar" soltó, su tono tembloroso y casi roto demostrando lo cansado que estaba mentalmente de solo recordarlo.
"¿Te pusieron esto después de nuestra cita?" jadeo sintiéndose culpable.
Si tan solo él no hubiese sugerido salir, Jungkook no tendría qué...
"Mi padre es un idiota, me pone esto cada que encuentra una excusa mínima" rodó los ojos mientras colocaba su mano encima de la de Taehyung. "Una vez me lo puso porque uno de mis primos dijo que mi aroma de omega era lindo, mi primo tenía diez años"
"Dios Jungkook, ¿cómo puedes soportar eso?" exclamó en un susurro el mayor, sus ojos tristes mirando la expresión resignada del contrario.
"Porque mi mamá y mi hermana no merecen lidiar solas con ese hombre" respondió con simpleza, su sonrisa triste siendo demasiado para el sensible corazón de Taehyung.
"Eres tan valiente y fuerte, yo no sé si sería capaz de soportar algo así" susurró Taehyung, de repente sintiéndose tonto por creer que su vida era complicada solo porque su mamá quería conseguirle un alfa.
Sus problemas parecían un sueño al lado de los de Jungkook y ciertamente era tan irónico.
Mientras que en casa de Taehyung le hacían la vida imposible porque no conseguía un alfa, en la casa de Jungkook le harían la vida imposible si tan siquiera pensaba acercarse a un alfa.
Una completa mierda.
"No digas eso Hyungie, ¿recuerdas quien fue mi valiente omega que me defendió de Taeyeon aún cuando nadie más se atrevió?" murmuró dibujando una sonrisa en sus labios. "Tú golpeaste a un alfa para defenderme, ¿eso no es valiente?"
Taehyung sintió sus mejillas enrojecer y alzó un libro al azar de los que estaban regados por la mesa para ocultar su bochorno, pronto escuchando la risa enternecida de Jungkook ante su timidez.
"Todos somos valientes a nuestra manera hyungie"
Y Taehyung le creyó, porque cuando le miró de nuevo se sintió valiente e invencible, tanto que no dudó en acercarse al rostro del menor para dejar un fugaz beso sobre la mejilla del rubiecito, tan rápido y efímero que Jungkook apenas y pudo procesarlo.
"Lo somos, somos valientes"
Y Jungkook se permitió sonreír, con sus mejillas sonrojadas y su estómago explotando en mariposas porque ¡Diablos! Taehyung le había dado un besito tan tierno, pero lo más importante, estaban en eso juntos.
Si, juntos, eran valientes.
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