O6.
Jungkook caminó por el pasillo con rapidez, su cuerpo esquivando a la gente de su alrededor casi por completo, sin ganas de tener aromas ajenos pegados a su ropa. Suspiro más tranquilo cuando llegó al jardín delantero del colegio, donde siempre se reunía con sus amigos en las mesas exteriores. Caminó lentamente hasta ellos y se sentó en la banca con pereza, rápidamente obteniendo la atención de sus amigos.
"¡Jungkookie!" exclamó Hoseok, un beta de bonitos labios con el que compartía clases. "¿Ya te sientes mejor, mh?" preguntó suavemente y el de cabellos rubios asintió.
"Si hyung, solo era un dolor de estómago" respondió, restándole importancia.
"¿Qué tienes, Kookie?" preguntó Yoongi, un alfa de un grado mayor con el que se llevaba muy bien, mientras miraba con preocupación al omega.
"Oh nada importante hyung, solo tenía dolor de estómago pero ya estoy bien" aseguró sonriendo un poco para tranquilizar al alfa.
Yoongi asintió antes de pasar su brazo sobre los hombros del omega para acercarlo en un abrazo, Jungkook rápidamente sintió la nariz del alfa olfatear su cabello en un gesto protector que buscaba comprobar su bienestar, el menor lo hubiese apartado si no fuera porque Yoongi solía usar supresores para esconder su olor y así no dejarlo apestando a alfa cuando lo abrazaba de manera imprevista.
"Ya, ya, no abuses" se quejó el omega mientras se removía entre los brazos del alfa, él no era fan del contacto físico.
"Eres como un conejito arisco, no me dejas darte amor" Yoongi respondió con exagerada indignación mientras cubría su rostro dramáticamente.
"Vuelve a llamarme conejito y cortaré tu nudo" amenazó seriamente y riendo internamente al ver como el alfa lloriqueaba mientras cubría su entrepierna.
Tan infantil.
"Por cierto hyung, hoy no me iré con usted en el bus" anunció Jungkook con su mirada clavada en Hoseok, quién fruncio el ceño ante lo dicho.
"¿Qué? ¿Estas seguro?" Hoseok le preguntó, con su voz denotando preocupación, pues el mayor solía llevar al omega hasta su casa para evitar que algún alfa idiota intentará algo.
"Si, iré al centro comercial con alguien más" aclaró sin mirar a los ojos al beta, Hoseok alzó su ceja con curiosidad.
"¿Saldras con un alfa?" Yoongi cuestionó con algo de incredulidad pues conocía a su menor y Jeon Jungkook jamás salía con alfas, con trabajo y le dejaba a él acercarse.
El pequeño de cabellos rubios encogió uno de sus hombros y negó, levantó la mirada algo avergonzado y sonrió levemente dejando al descubierto sus adorables dientes delanteros.
"Saldré con Taehyung-hyung, el omega que me defendió de Taeyeon" murmuro simplemente y Hoseok no pudo ignorar el leve rubor que cubría las mejillas del omega.
El beta lo miró intrigado, sumamente curioso ante la reacción de Jungkook al contar aquello. Es decir, el omega estaba actuando tímido y sonriente ante el solo pensamiento de salir con otro omega que conocía de apenas dos días.
Hoseok sonrió de medio lado al llegar a su propia conclusión y asintió más tranquilo.
"Esta bien Jungookie, solo tengan cuidado, ¿de acuerdo?" pidió suavemente y Jungkook asintió enérgicamente.
"Ese tal Taehyung debe ser muy interesante, ¿no, bonito?" Yoongi dijo con una mirada pícara en su rostro, siendo más obvio de lo que Hoseok hubiese sido.
El beta pateó la pierna del pelinegro por debajo de la mesa sacándole un quejido exagerado y Jungkook se ruborizó al instante e infló las mejillas para disimular su nerviosismo.
Al parecer su entusiasmo por Taehyung era tan obvio que hasta el despistado de Yoongi lo había notado.
No es como que se esforzara por disimularlo tampoco.
"Si, Taehyung-hyung es muy interesante" por fin respondió encogiéndose de hombros.
Tan interesante que le robaba los suspiros, pero eso no era algo de la incumbencia de sus amigos.
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El castaño sonrió con entusiasmo cuando miró a Jungkook acercarse, sus manos jugueteando entre ellas por el claro nerviosismo que le embargaba y para cuando ambos estuvieron frente a frente sintió como su estómago cosquilleaba ligeramente.
Oh, con que así se sentían las dichosas mariposas en el estómago.
"Hola Koo, ¿cómo estuvieron tus clases hoy?" saludó intentando entablar rápidamente una conversación.
"Aburridas como siempre" se lamentó el menor con un pequeño mohín en los labios. "El profesor de Literatura siempre me hace querer dormir" añadió mientras rascaba su nuca.
"Uh, me pasa con la profesora de Metodología, su voz es tan lenta que me he dormido al menos tres veces a media clase" rió avergonzado logrando sacar una pequeña carcajada de la boca del bonito omega.
Taehyung observó a Jungkook maravillado, los ojitos grandes del menor formaban dos medias lunas cuando sonreía y pequeñas arrugitas adornaban los costados de estos, sus mejillas se abultaban y se pintaban de rosado, sus carcajadas eran un poco ruidosas pero sumamente adorables.
Taehyung se sentía abrumado ante tanta lindura y apenas habían cruzado palabras.
"Bueno, empecemos con esta porquería para ir por ese helado" murmuro Jungkook al terminar de reír.
El menor tomó las escobas que tenía a un lado y le hizo una seña con la cabeza para que él tomara los trapeadores y la cubeta. Rápidamente se internaron en uno de los salones y comenzaron con su tarea de limpiar y acomodar.
El proceso fue rápido, los minutos parecían pasar volando y se sentían cómodos alrededor del otro. En un punto, Taehyung colocó algo de música para rellenar el silencio que no sabían cómo evitar y ambos se unieron nuevamente en un desafinado canto que les sacó varias risas cómplices.
Al cabo de una hora y media habían terminado de limpiar todos los salones y sonrieron felices al ver que por fin podrían irse de allí. Se encargaron de volver a guardar los utensilios de limpieza en el cuarto del conserje y caminaron hacia la salida de inmediato.
"Oh, debemos darnos prisa si no queremos que la lluvia nos gane" Taehyung dijo mientras apuntaba al nublado cielo que amenazaba con llover en cualquier momento.
"Me gusta mojarme bajo la lluvia" murmuro Jungkook sonriendo tímidamente ante la mirada del mayor. "Lo sé, suena súper cliché pero realmente me gusta la sensación" rió suavemente y Taehyung mordió su labio inferior mientras le miraba con enormes ojos brillantes.
Se sentía tan ¿encantado?
No sabía cómo describir aquel sentimiento que le embargaba cada que veía a Jungkook sonreír de esa manera tan linda, hacia su corazón latir de forma rápida y, oh, las jodidas mariposas parecían convertirse en manadas de elefantes cada que provocaba las risas del mayor.
Era indescriptible, un sentimiento tan ajeno y abrumador, no sabía que era ni cómo reaccionar ante el pero era maravilloso.
Taehyung estaba dispuesto a descubrir de qué se trataba solo si era provocado por Jeon Jungkook.
"Andando Koo, te llevaré a la mejor heladería de Seúl" aseguró el castaño antes de tomar la muñeca del mayor para empezar a correr por la vereda.
Jungkook se quejó un poquito, no muy entusiasmado de correr pues solía fatigarse muy rápido pero fue inevitable no relajarse cuando escuchó la traviesa risa de Taehyung inundar el momento. La risa del mayor era suave y contagiosa, le parecía sumamente adorable.
Después de dos cuadras reanudaron con la caminata pues ambos omegas terminaron cansados por la veloz carrera, sus pasos eran lentos y perezosos y sus respiraciones algo aceleradas.
"Fue mala idea lo de correr" jadeo Taehyung mientras posaba su mano en su pecho en un intento por recobrar el aliento.
"Oh dios, siento que hice el suficiente ejercicio para todo un año" Jungkook se quejó mientras paseaba su mano por su frente en un intento por limpiar el sudor que se había aglomerado en su nívea piel.
"¿No sueles hacer ejercicio, Koo?" preguntó curioso mientras miraba las mejillas ruborizadas del menor gracias al esfuerzo.
"No, soy muy malo para los deportes y tengo muy mala resistencia" dijo encogiéndose de hombros. "Además a mi padre no le gusta que tenga músculos, dice que me veo raro" susurro, su ceño frunciendose ligeramente ante la mención de aquel hombre.
"A mis padres tampoco les gusta que me ejercite" contó el más alto con una mueca de tristeza en sus facciones. "Pero lo hago a escondidas de todas formas, no puedo descuidar mi condición"
"¿No? ¿Por qué?" preguntó curioso, su mirada interesada clavada en el dulce rostro del omega más alto.
"Me gusta bailar y podría decirse que soy bailarín, así que necesito estar en forma para ello" confesó, sus mejillas prontamente se cubrieron de un suave color rojizo ante la atenta y maravillada mirada de Jungkook.
"¡Bailas! ¡Eso es increíble!" exclamó incrédulo mientras sus dientecitos se mostraban gracias a la enorme sonrisa que portaba su rostro.
"Bueno, no soy profesional pero hago el intento" murmuro tímidamente, su mano derecha cubriendo una de sus sonrosadas mejillas en un intento por disimular su nerviosismo.
"Deberías enseñarme como bailas algún día" sugirió Jungkook, su tono no muy seguro pero su mirada ilusionada demostrando lo mucho que deseaba verle bailar.
"Si, un día de estos te mostraré"
Y en ese momento se dieron cuenta de que ya habían llegado al centro comercial, ingresaron inmediatamente y deambularon por las tiendas por un par de minutos, tonteando y conversando trivialidades antes de dirigirse a su verdadero destino.
Fue entonces que cayeron en cuenta de que Taehyung nunca había soltado la muñeca del menor y para ese momento sus manos se encontraban entrelazadas por acto reflejo. Se miraron avergonzados y Taehyung hizo amago de apartar su mano rápidamente pero Jungkook no se lo permitió, en cambio, apretó el agarre y le sonrió tímidamente incitándole a no soltarlo.
"Esta bien, no me molesta sostenerte" susurró Jungkook, su mirada viajando hacia abajo para mirar como su mano casi era cubrida por la del mayor, debido a su tamaño más grande.
Taehyung sintió su ritmo cardiaco desbocarse dentro de su pecho ante aquellas palabras, su corazón golpeando rápidamente su caja torácica de una forma que incluso temía que Jungkook pudiera escuchar el alocado sonido de su corazón.
Reanudaron la caminata de esa manera, sus manos entrelazadas sin motivo aparente, sonrisas tímidas perfilando sus dulce belfos, sonrojos abarcando todo sus rostros y sus corazones latiendo contentos y casi al unísono.
"¡Ta-da!" exclamó Taehyung emocionado mientras señalaba su heladería favorita en cuanto llegaron.
Frente a ellos estaba un pequeño local, quizás ante la vista de otros no lucia especial pero en cuanto posabas los ojos sobre el letrero de la puerta encontrabas la diferencia que tenía esa heladería del resto.
Era una zona libre de alfas.
Jungkook alzó las cejas sorprendido, confundido de nunca haber escuchado de ese lugar, mientras sentía un montón de emociones embargarle al pensar que Taehyung le había llevado allí. El significado de su acto sintiéndose como una agradable calidez en el pecho y pronto sintió hasta ganas de llorar.
Taehyung era un omega así cómo él, conocía lo que él podría sentir o padecer por el simple hecho de pertenecer a su misma jerarquía y eso solo podía hacerlo más especial.
Taehyung le entendía y quería hacerle sentir seguro.
"Mamá solía traerme aquí cuando recién presenté como omega, quería que confiara en ella así que pensó que este lugar sería perfecto para eso" relató el castaño empezando a caminar para entrar al local. "Claro, eso fue antes de que le entrara la idea de que necesito un alfa antes de entrar a la Universidad" agregó rodando los ojos con algo de disgusto.
Jungkook sonrió con algo de tristeza, su padre lo que menos quería era que se emparejara y tuviera cachorros.
Decía que aquello era antinatural.
Ambos entraron al lugar y al instante Jungkook sintió sus hombros relajarse, los aromas dulzones pero agradables bailaban en el aire de manera armoniosa y relajante. Las paredes estaban pintadas de un suave color durazno y había estantes repletos de figuritas de porcelana en forma de gatitos y libros de todo tipo. Alrededor también habían mesas redondas donde varios clientes, omegas obviamente, charlaban con tranquilidad y armonía.
No fue sorpresa para Jungkook descubrir que habían varios clientes que portaban una marca de dientes cicatrizadas, obviando el hecho de que eran omegas con lazos rotos.
"¡Taehyungie! Que lindo verte por aquí después de tanto" una mujer de largos cabellos azabaches atados en una coleta alta saludó con entusiasmo.
"Hola Chae noona" respondió el castaño mientras se apoyaba contra el mostrador para mirar los sabores que se mostraban a través de la vitrina. "Me da un helado de menta y otro de... ¿De que sabor quieres Koo?" preguntó, girandose levemente para observar al menor.
Jungkook lo pensó durante unos segundos pero solo bastó que inhalara un poco para decidir el sabor que quería probar.
"Chocolate" respondió rápidamente.
Esperaron unos cuantos minutos a que sus pedidos estuviesen listos y cuando se los entregaron Taehyung sacó de su mochila su cartera para poder pagar. Una vez pagado ambos salieron de nuevo de aquella heladería pues Jungkook no podía llegar más tarde de lo usual, prometiendo ir en otra ocasión para poder disfrutar de su helado dentro de aquel lugar tan agradable.
"¿Te gusta el helado de chocolate? ¡Es demasiado dulce!" exclamó Taehyung arrugando la nariz ante la vista de la bola de nieve que Jungkook degustaba"
"Suelo preferir el de vainilla" confesó el pequeño de cabellos rubios antes de morder su labio. "Pero hoy lo elegí porque me gusta tu olor y tú hueles a chocolate" murmuro avergonzado logrando que el mayor se ruborizara.
"Es curioso, ¿sabes?" murmuro Taehyung sin levantar la mirada del suelo. "El helado de menta es mi favorito y tú hueles a menta"
Jungkook abrió la boca dispuesto a contestar aquello con cualquier cursilería que se le viniera a la mente, más sin embargo, no logró decir nada pues alguien terminó chocando contra Taehyung haciendo que éste tirara su helado al suelo.
"¡Fijate, anormal!" bramó alguien frente a todo el rostro de Taehyung.
Ambos miraron con enormes ojos sorprendidos al enorme alfa que se encontraba frente a ellos, el aroma amargo que desprendía el hombre delatando la molestia que sentía y Jungkook sintió sus piernas temblar al ver las enormes manos del mastodonte siendo empuñadas.
"No me grites, idiota" reclamó Taehyung, su ceño algo fruncido en un intento por querer verse firme, pero sus hombros estaban encogidos delatando lo asustado que estaba.
"¿Idiota? Omega insolente, ¿dónde está tu alfa? Para exigirle que te enseñe a comportarte" gruño con enojo sacándole un escalofrío.
Taehyung apretó la mandíbula en un intento por reprimir las ganas de agachar la cabeza ante la presencia de alguien de mayor poder, su lobo gimoteando ante la presencia de un alfa que apestaba a dominancia pero negándose a ceder con facilidad.
Era un omega fuerte, no podía doblegarse tan fácil, no podía...
El alfa gruño más potente al no obtener respuesta y Taehyung tembló entero, sus piernas pareciendo gelatina ante el temblor que poseían, cerró los ojos resignándose a la idea de volver a humillarse y colapsar frente a un alfa, pero antes de que pudiese ladear el cuello en señal de sumisión una mano se apretó en su cintura manteniéndolo en pie.
"Él no tiene alfa y tampoco te debe respeto a ti, imbécil" siseo Jungkook mientras enseñaba los dientes amenazante y soltaba su helado dejándolo caer al suelo.
Jungkook estaba dispuesto a clavar sus finos colmillos en la yugular del tipo si se atrevía a someter a Taehyung.
El hombre les miró asqueado, sus ojos negros escaneándolos por completo y su rostro arrugándose en disgusto cuando vió como el omega de cabello castaño frotaba su nariz en el hombro de Jungkook en busca de librarse del exuberante olor del alfa.
"Par de anormales" se quejó el hombre antes de pasar de largo no sin antes chocar su hombro contra el del menor casi haciéndole caer.
Jungkook respiró pesadamente en cuanto el desconocido se alejó, su corazón latiendo desbocado en su pecho y su lobo gimiendo aterrado dentro de él, pero aún cuando quería ocultarse y llorar prefirió mantenerse firme y observar como Taehyung parecía querer encogerse sobre si mismo para poder ocultarse en el pecho del mayor.
"Tranquilo Hyung, ya se fue" aseguró acariciando la espalda del mayor para tranquilizarlo.
Taehyung suspiro enderezándose para poder mirar a Jungkook pues había tenido que encorvar un poco su cuerpo para poder estar a la altura del pecho del más bajito.
"Gracias por defenderme, Koo" susurró con las mejillas ruborizadas en vergüenza.
"No tienes nada que agradecer, entre omegas nos protegemos, ¿recuerdas?" murmuro sonriendo suavemente mientras acariciaba con una mano la mejilla del más alto. "Fue lindo venir hoy contigo pero debo ir a casa o mis padres me mataran" un puchero se delineó en los labios de Taehyung ante sus palabras.
"¿Puedo acompañarte hasta su casa? No quiero que se vayas solo" susurró mientras encogía uno de sus hombros tímidamente.
"Puedes acompañarme a la parada del bus Hyung, eso sería más que suficiente" aseguró el rubiecito antes de tomar la mano de Taehyung para caminar fuera del centro comercial.
Ambos salieron del lugar dándose cuenta de que pequeñas gotas de agua caían del cielo en una suave llovizna que amenazaba con empeorar en unos minutos. Rápidamente se refugiaron bajo el pequeño techo de la parada de autobuses y esperaron en silencio por la llegada del vehículo, sus manos entrelazadas y sus aromas mezclándose sin darse cuenta.
"Nos vemos mañana, Jungkookie" Taehyung dijo al ver como el bus se acercaba hacia donde estaban.
"Nos vemos mañanas TaeTae hyungie" dijo, tomando por sorpresa al mayor por el apodo pero éste no tuvo tiempo de decir algo cuando Jungkook se elevó sobre las puntas de sus pies para poder besar su mejilla.
Taehyung se quedó paralizado mirando como el menor prácticamente huía dentro del bus, su lobo removiéndose dentro de su pecho y su pulso cardiaco acelerándose peligrosamente.
Jeon Jungkook le había besado la mejilla. A él. A Kim Taehyung. Un omega.
"Me gusta, Jungkookie me gusta"
Y no se privó de soltar una risa extasiada al pensar en aquello.
Jeon Jungkook le gustaba y no le importaba una mierda que fuese un omega como él.
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