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Yoongi gruñó bajito al sentir como Hoseok se meneaba encima de su regazo, montándolo enérgicamente en busca de su propio placer. El omega peliazul simplemente se dejó hacer, completamente acostado sobre el colchón mientras Hoseok se complacía a su gusto con su polla y sin parecer ni un poco cansado.

Yoongi, por su parte, estaba tan exhausto después de tres días atendiendo el celo del menor, que para ese momento simplemente gozaba de haberse convertido en el inmóvil juguete sexual del pelirrojo, quién parecía totalmente satisfecho de usar el cuerpo de Yoongi a su gusto y para su propio placer.

"¿Omega?" murmuró Hoseok, inclinando su pecho hacia el frente para acercar su rostro al del mayor, pero sin dejar de mover sus caderas.

"¿Mhm?"

"Eres mío, mi omega" gruñó, antes de morderle el cuello con algo de fuerza.

Yoongi gimió agudamente, sintiendo como su polla entraba y salía de la húmeda y estirada entrada del menor. Hoseok, por su parte, gruñó contra la piel del omega peliazul mientras seguía mordiéndolo, apretando con fuerza sus dientes hasta que se sintió satisfecho. Con lentitud se alejó y admiró con deleite en sus dorados ojos la pequeña marca que había dejado sobre el cuello del omega peliazul.

Satisfecho con la vista, Hoseok continuó saltando sobre el miembro de Yoongi, sus caderas moviéndose ágilmente de arriba a abajo para conseguir alcanzar su punto dulce desde aquella posición. Sus uñas se enterraron sobre el pecho plano y pálido de Yoongi para sostenerse y evitar caer, mientras observaba con deleite como éste gemía bajito bajo sus magistrales movimientos.

No sabía por qué, pero le encantaba tener el dominio sobre Yoongi para someterlo a su antojo aún cuando él era el que estaba siendo penetrado.

La docilidad de su omega le encantaba, joder.

Gimió alto y apretó su agujero alrededor de la erección de Yoongi, viendo enseguida como éste se ahogaba con su propia saliva ante el placer que nubló sus sentidos. Él mismo se sentía rozar el cielo pues aunque la polla omega de Yoongi no era de un tamaño descomunal como la de los alfas, era lo suficientemente gruesa y larga como para tocar todos los lugares correctos en su interior al enterrarse profundo en él.

Y, aunque no podía anudarlo, Yoongi le había brindado los orgasmos más placenteros de su corta existencia.

"¡Hobi, oh, Hobi!"

El omega pelirrojo no pudo evitar correrse con fuerza al escuchar a su omega gemir su nombre con tanta lujuria impregnada en su voz. Sintió su cuerpo languidecer ante su liberación y se recostó perezosamente sobre el delgado pecho del mayor, sintiendo como la polla de éste seguía dura y bien enterrada en su húmedo agujero.

"¿Estás agotado, mh?" murmuró Yoongi mientras le abrazaba por la cintura con cariño.

"S-si, necesito una siesta" susurró Hoseok de vuelta, sus párpados sintiéndose pesados.

"Bien, descansa, cielo. Ésta fue tu última ola de calor"

Y Hoseok asintió antes de remover sus caderas lo suficiente como para que la erección de Yoongi saliera de su interior. Se sentía algo culpable de recordar que Yoongi no había podido correrse correctamente mientras le ayudó en su celo, pero se prometió mentalmente recompensarselo en cuanto despertara de su siesta.

Así que, con algunos planes en mente, se quedó dormido profundamente sobre el pecho de su omega.

Una extraña sensación húmeda fue lo que despertó a Yoongi, quién dejó escapar un suspiro de satisfacción aun con los ojos cerrados. Todavía tenía la mente nublada por el sueño y las extremidades flojas y descoordinadas, por ello le tomó unos segundos notar que el tacto húmedo sobre su cuello en realidad se trataba de unos labios que besaban su piel con extrema dedicación.

Un gemido abandonó su boca a la par del escalofrío que recorrió su espalda, abrió los ojos con lentitud encontrándose con una mata de pelo rojizo frente a sus narices. Parpadeó desorientado y frotó sus ojos con su puño derecho para alejar la soñolencia, después miró de nuevo hacia abajo para captar que la cabeza de cierto omega pelirrojo permanecía oculta contra su cuello, mientras unos labios besaban con delicadeza cada tramo de piel sensible.

"¿Hobi?" murmuró confundido, en respuesta obtuvo una lamida sobre su manzana de Adán. "¿Q-qué haces?"

Hoseok tarareó contra su piel y repartió un camino de besos desde la base de su garganta hasta llegar al lóbulo de su oreja derecha, allí depositó otro húmedo beso antes de sonreír.

"Hyung me cuidó tan bien durante mi celo" ronroneó el omega pelirrojo con voz ronca, justo sobre la oreja del mayor. "Pero se preocupó tanto por mi placer que no le importó no haberse corrido más de tres veces durante todo mi ciclo" murmuró, acariciando la piel de debajo de su oreja con la punta de la nariz. "Me siento culpable, ¿puede dejar que éste dongsaeng se haga cargo de hyung?"

Yoongi sintió todo su rostro calentarse ante las palabras del menor, podría apostar que en ese momento toda la piel de su rostro se había enrojecido gracias a la vergüenza pero aún así se obligó a asentir tímidamente al pedido del menor.

"¿Puede responder en voz alta, hyung? Quiero asegurarme de su permiso" murmuró de nuevo, mientras sus labios volvían a rozar la mejilla del peliazul.

Yoongi inhaló aire fuertemente para tomar valor, su pecho hinchandose ante sus pulmones llenos antes de cerrar los ojos y carraspear bajito.

"S-si, si puedes, Hobi" susurró, con voz tan bajita y apenada que si no fuese por la cercanía, Hoseok no habría podido escucharlo.

"Gracias, hyung, prometo cuidar bien de ti" aseguró, antes de depositar un dulce beso sobre los labios de Yoongi.

Después de eso, Hoseok se apoyó sobre sus rodillas y acomodó las piernas del peliazul a cada lado de su cadera para quedar posicionado entre sus esbeltos muslos. Recorrió con la mirada el cuerpo frente a él y agradeció que ambos aún estuviesen desnudos por la actividad de hace unas horas, pues en ese momento por fin podía apreciar con detenimiento el bonito cuerpo de Min Yoongi, sin los síntomas del celo nublando su juicio.

Oh, su omega era tan precioso, que afortunado era.

"Quiero que sostenga esto por mi, ¿si?" pidió Hoseok, tomando la mano de Yoongi para depositar un pequeño control sobre su palma.

"¿Qué es esto, Hobi?" cuestionó el mayor, su ceño fruncido y sus ojos curiosos clavados en el dispositivo.

"Es el control de un vibrador" respondió con simpleza, antes de inclinarse para apoyar sus manos a cada lado de la cabeza del mayor.

Yoongi volvió a sentir sus mejillas arder y alzó sus ojos con timidez para observar la sonrisa lasciva que se estiraba en aquellos labios en forma de corazón.

"¿Y dónde está el vibrador?" preguntó bajito, el calor de su bochorno extendiéndose hasta sus orejas.

"Dentro de mi" confesó Hoseok, antes de acercar su boca a la del mayor para besarle.

Yoongi soltó un suspiro al sentir como la lengua de Hoseok inmediatamente invadía su cavidad bucal, sus ojos se cerraron con deleite al sentir aquel húmedo musculo frotarse contra el suyo mientras sus labios se rozaban en un beso hambriento. Su cabeza se calentó ante aquella danza de labios y su piel hormigueó ante el deseo que se extendió por todo su torrente sanguíneo. Aferró los brazos alrededor del cuello de Hoseok y lo jaló contra su cuerpo para obligarlo a quedar pecho con pecho.

Se olvidó de sostener el control del vibrador y lo dejó a un lado de la almohada para que sus dedos pudiesen enredarse entre aquellos mechones rojizos. No dudó en succionar con suavidad el labio inferior de Hoseok cuando tuvo la oportunidad, antes de continuar lamiendo cada parte de aquella cálida boca.

El chasquido de sus labios chocando unos contra otros inundaba la habitación, a la par de los suspiros y jadeos que escapaban de vez en cuando cada que se separaban algunos segundos para recuperar el aliento. Yoongi ahogó un gemido cuando Hoseok se separó de él, sus párpados cayeron levemente en una mirada perezosa y no puso resistencia cuando los dedos de Hoseok apretaron suavemente sus mejillas para instarlo a sacar la lengua.

Obedientemente, dejó su rosada y pomposa lengua descansar sobre su labio inferior para dejarlo a la vista del omega pelirrojo, quién no tardó en inclinar su rostro para atrapar aquel suave músculo entre sus labios y chuparlo cuidadosamente.

Yoongi gimió roncamente ante aquel gesto tan obsceno, arqueando su espalda mientras su miembro se endurecía más contra su muslo.

"Sabes tan dulce" ronroneó Hoseok, dejando ir su boca para comenzar a trazar besos por toda la piel de su cuello.

Yoongi expulsó todo el aire de sus pulmones por la nariz, cerró los ojos y ladeó la cabeza para darle más espacio a Hoseok. Sintió los labios llenos del menor besar su piel, acompañado de lamidas y pequeños mordiscos que probablemente le dejarían una marca rojiza. Y mientras su cuello era prácticamente devorado por los hambrientos labios de Hoseok, una delgada mano se deslizaba por su abdomen, acariciando la piel pálida por debajo de su ombligo.

Su piel se erizó ante el tacto de aquellos dedos trazando caminos imaginarios sobre la parte blanda de su vientre, su agujero incluso goteó lubricante ante la excitación y la expectativa. Las caricias descendieron más al sur de su cuerpo, pasando por su pelvis hasta detenerse justo sobre su polla hinchada y goteante.

La palma cálida de Hoseok rodeó su longitud, comenzando a acariciar de arriba abajo con una lentitud tortuosa. Yoongi soltó un quejido bajo y meneó sus caderas en busca de acelerar el roce, pero Hoseok no se lo permitió. En cambio, una mano firme se aferró a su cadera y lo obligó a quedarse quieto contra el colchón.

Las caricias sobre su polla continuaron en ese ritmo lento, el presemen que se fugaba por la punta ayudó a que los movimientos de la mano de Hoseok fuesen más fluidos y provocaban que, con cada subida y bajada, un sonido acuoso inundara la habitación.

"H-hobi, por favor..." rogó, su voz sonando tan débil que sintió vergüenza por si mismo.

El omega pelirrojo lo observó con detenimiento unos segundos antes de que el movimiento de muñeca aumentara de velocidad. Yoongi arqueó la espalda ante el estímulo y se perdió entre las sensaciones que le regalaban aquellos dedos. Podía sentir el pulgar de Hoseok acariciando su glande, esparciendo sus fluidos por toda su erección, podía sentir la presión de aquella palma que sostenía el tronco de su miembro y la deliciosa fricción que se creaba por los movimientos de arriba abajo.

Sintió su vientre cosquillear ante la conocida sensación de su orgasmo pero, antes de que pudiese correrse, Hoseok soltó su polla y descendió incluso más al sur de su cuerpo, allá dónde la humedad se deslizaba por su ansioso agujero y manchaba sus muslos.

Un gemido más agudo de lo normal abandonó la boca de Yoongi al sentir un dedo acariciar alrededor de los bordes de su entrada y, casi al instante, más lubricante natural humedeció su interior.

"Éstas tan húmedo para mi, hyung" tarareó Hoseok con un tono que delataba su deleite.

Yoongi sintió un dedo presionarse tentativamente sobre su agujero y él cerró los ojos a la espera, pero nada entró. Desesperado, trató de perseguir el tacto para empujarse él mismo contra ese dígito pero Hoseok retiró su mano al instante.

"Hobi, por favor, Hobi" sollozó, su rostro rojo de la vergüenza al tener que suplicar en voz alta.

"¿Si, hyung?" preguntó el menor, como si no supiese lo que Yoongi quería.

Daba igual, si Hoseok quería escuchar a Yoongi suplicar, entonces Yoongi lo complacería.

"T-tus dedos, por favor" pidió con la voz rota y necesitada.

"A sus órdenes, hyung"

Yoongi gimió satisfecho al sentir como uno de los falanges de Hoseok se abrían camino dentro de su entrada, presionando su cálido y suave interior levemente. Suspiró, tratando de acostumbrarse a la ligera incomodidad y cuando lo hizo, no dudó en menear sus caderas para indicarle a Hoseok que podía continuar.

Mientras ese dígito lo preparaba, los labios de Hoseok volvieron a la carga contra su pecho y clavículas, besando y mordisqueando aquella pálida piel hasta dejarla llena de manchitas rojizas. Y Yoongi simplemente se dejó hacer, totalmente entregado y confiado en las manos del omega menor. Para cuando se vino a dar cuenta, tenía tres dedos bombeando en su entrada, yendo tan profundo que hasta los nudillos de Hoseok chocaban contra sus glúteos y se empapaban con su lubricante.

Hoseok torció los dedos dentro de Yoongi, esforzándose por presionar su punto dulce con cada movimiento y sonrió satisfecho al sentir como las paredes flexibles y húmedas del mayor se apretaban alrededor de sus dígitos, delatando sus ansias.

"¿Hyung?" llamó, inclinando su rostro para dejar un par de besos en la mejilla ruborizada de Yoongi.

"¿Mhn?"

"¿Se siente bien? ¿Duele algo?" preguntó con ternura, mirando atentamente las expresiones del mayor en busca de algún signo de incomodidad o dolor.

Yoongi abrió los ojos y miró conmovido a Hoseok, una sonrisa dulce se perfiló en sus finos labios antes de alzar sus manos para así poder sostener las mejillas del pelirrojo.

"Estoy bien, mi omega me está cuidando perfectamente" murmuró, dejando un par de besitos en la nariz de Hoseok.

Y no mentía, bajo las manos de Hoseok se sentía tan seguro y cuidado, incluso hasta sentía como si con cada toque Hoseok lo estuviese adorando como a un Dios.

"¿Puedes follarme ahora?" pidió, con el corazón latiendo agitado dentro de su pecho.

"Lo que hyung desee" concedió el menor, sacando sus dedos del interior de Yoongi con lentitud.

Yoongi suspiró profundamente al sentir el vacío, pero no pudo quejarse pues rápidamente sintió las manos delgadas de Hoseok sobre sus rodillas, separandolas lo suficiente como para acomodarse entre sus húmedos muslos. Los ojos de Yoongi se cerraron al sentir aquel pedazo de carne caliente frotarse contra su entrada, antes de que se presionara lentamente, invadiendo aquel anillo de músculos con tal lentitud que Yoongi podía describir cada una de las sensaciones que invadieron su cuerpo ante la fricción entre sus sensibles pieles.

Cada tramo de piel en su cuerpo se erizó al sentir como su agujero era expandido, ajustándose perfectamente a la longitud de Hoseok. Se sorprendió un poco al notar que, para ser un omega, Hoseok no tenía un tamaño tan pequeño, de hecho, bien podría compararse con un beta ante sus dotes.

Cuando sintió a Hoseok completamente enterrado en su interior no pudo evitar soltar un quejido bajo. No dolía, pues Hoseok lo había estirado correctamente, pero aún así era incómodo, quizás lo normal para la sensación de un intruso en un espacio tan estrecho.

"¿Bien?" preguntó Hoseok, apoyando sus codos a cada lado de los hombros de Min para evitar aplastarlo por completo.

"Mhn, solo un poco raro"

Hoseok asintió y beso sus párpados y mejillas, como si estuviese disculpándose por causarle incomodidad. Yoongi sonrió y llevó sus brazos hacia el cuello de Hoseok para aferrarse a él, ante ese movimiento el pelirrojo empujó sus caderas tentativamente, presionando deliciosamente las paredes internas del mayor. Yoongi soltó un gemido ahogado contra el oído del pelirrojo y enredó sus piernas alrededor de las caderas de Hoseok para acercarlo más a su cuerpo.

Tomando eso como una señal, Hoseok retrocedió con sus caderas, sacando solo la mitad de su miembro antes de volver a ingresar de una sola embestida. Yoongi jadeó entrecortado y sus dedos apretaron los cabellos rojizos en la nuca de Hoseok, quién repitió el movimiento de caderas con la misma lentitud de antes.

Cada empuje de las caderas de Hoseok, Yoongi sentía un escalofrío recorrerle la espalda, además el flequillo ya se le había pegado a la frente por culpa del sudor que se aglomeraba en su piel enrojecida, sus labios hinchados se abrían para soltar gemidos roncos cada tanto y el chasquido de las pieles chocando invadía cada rincón de la habitación. Aún así, el ritmo era demasiado lento para su gusto, pero no se atrevía a pedirle a Hoseok que acelerara, demasiado avergonzado como para expresarlo en voz alta.

Trató de empujar sus caderas para acelerar las embestidas, pero las manos de Hoseok no tardaron en deslizarse hasta su cintura para mantenerlo quieto. Ante eso, el borde de sus ojos se inundaron de lágrimas y se sintió un poco ridículo por sentirse así de frustrado por algo tan trivial.

"¿Hyung? ¿Lo estoy lastimando?" preguntó Hoseok al mirarlo a la cara, Yoongi negó.

"No, es que... yo... uh" balbuceó torpemente, antes de soltar el cuello de Hoseok para cubrir su rostro con sus palmas. "Hobi, mhn, yo quiero que..."

"¿Qué quieres, hyung? Pídelo y te lo daré" aseguró el pelirrojo, presionando sus labios contra la mejilla caliente del mayor.

"¿Puedes ir más rápido? ¿Más fuerte?" el susurro salió amortiguado por las manos en su cara, pero Hoseok lo escuchó perfectamente.

Jung no necesitó que se lo dijeran dos veces, rápidamente sus caderas aumentaron la velocidad y, por consecuencia, el ruido de sus caderas impactándose contra los glúteos del mayor se volvió más alto. Yoongi abrió los labios, gimiendo ruidosamente al sentir como la polla de Hoseok taladraba con mayor fuerza y potencia en su interior, presionando todos los lugares correctos para sacarle ruidos vergonzosos.

Las manos pálidas de Yoongi fueron a parar a las sabanas para aferrarse a ellas, su cuerpo meciendose de arriba abajo con cada estocada que Hoseok le proporcionaba, su cuerpo llenándose de escalofríos y cosquilleos cada que el miembro de Hoseok chocaba perfectamente contra su punto dulce.

Podía escuchar perfectamente los gruñidos y jadeos de Hoseok, quién permanecía con la frente pegada a su pecho mientras le embestia con tal ímpetu que la cama chirriaba bajo de ellos. Fue en ese momento que se acordó del control del vibrador y, recordando que él mismo no se había logrado correr solo con penetrar a Hoseok durante su celo, no dudó en buscarlo a tientas con sus dedos.

Una vez lo recuperó, le echó una mirada al omega menor que le follaba tan deliciosamente sin darse cuenta de sus intenciones y, sonriendo para si mismo, presionó el pequeño botón para activarlo.

"U-uh, hyung" gimoteó Hoseok, sus caderas deteniéndose momentáneamente ante la vibración inesperada dentro de su propio agujero.

"Mhn, mi omega también necesita correrse" susurró, dejando de lado el control para poder acariciar los cabellos húmedos por el sudor de Hoseok.

Jung tragó saliva y simplemente dejó un beso húmedo sobre el cuello de Yoongi como agradecimiento, antes de reanudar el vaivén de sus caderas, esta vez incluso más fuerte que antes. Yoongi, por su parte, pudo notar como el miembro en su interior pareció endurecerse más y con cada estocada lo sentía palpitar dentro de él.

Complacido con la idea de que no era el único disfrutando, cerró los ojos nuevamente y deslizó sus manos por los anchos hombros de Hoseok, acariciando aquella piel que parecía arder bajo sus dedos ansiosos. Su recorrido continuó por la cintura estrecha del menor, hasta llegar a los glúteos firmes del pelirrojo, a los cuales les dió un ligero apretón para empujar a Hoseok más profundo. Hoseok gruñó ante su gesto y Yoongi sonrió al sentir contra la yema de sus dedos la humedad que se escapaba por el agujero de Hoseok.

Amasó el trasero ajeno con sus dedos, probablemente quedarían las huellas sobre la piel ajena. Después de unos segundos, regresó sus manos al cuello de Hoseok y se entregó por completo a la sensación placentera que recorría su cuerpo y que provocaba que los dedos de sus pies se escogieran.

"¿Hyung?" jadeó Hoseok contra la piel de su clavícula.

"¿S-si?"

"¿Podemos cambiar de posición?" preguntó, con los dientes apretados y la voz ronca.

Una sensación de cosquilleo en su nuca y cuero cabelludo hizo que Yoongi se encogiera al analizar la pregunta del menor, su desatendido miembro se sacudió contra su cadera ante la excitación y no dudó en asentir rápidamente.

Ante su afirmativa, Hoseok detuvo sus movimientos de cadera y salió lentamente del interior de Yoongi, se acomodó sobre sus rodillas antes de agarrar las estrechas caderas ajenas y, con suavidad, lo acomodó de tal manera que Yoongi quedó apoyado sobre sus manos y rodillas.

Recorrió con la vista el cuerpo delante de él y sonrió lascivamente al observar la entrada rosada e hinchada del mayor, la cual parecía contraerse temblorosamente ante el vacío. Sin dudarlo, se inclinó para presionar un beso en ese punto maltratado y flexible, provocando que los hombros de Yoongi se sacudieran mientras un gemido débil escapaba de sus labios.

Se alejó, lamiendo la poca humedad que había quedado en sus labios por el lubricante que se desbordaba por los bordes de aquel agujero y se acercó un poco más al cuerpo de Yoongi para presionar su boca abierta sobre los hombros tan blancos como la porcelana, lamió y mordisqueo aquella suave piel, mientras una de sus manos descendía para sostener el miembro erecto de Yoongi. Bombeó un par de veces, apretando su puño alrededor del glande cubierto de presemen, antes de alinear su propia erección contra la entrada de Yoongi.

Se deslizó dentro y pudo sentir como las paredes internas, totalmente resbaladizas y cálidas, se apretaban deliciosamente alrededor de su erección, succionandolo como si no quisiera dejarlo salir nunca más. Con un gruñido bajo, comenzó a golpear sus caderas contra los glúteos del mayor mientras sus manos se aferraban a la fina cintura ajena. Un extraño deseo le invadió y no se privó de complacerlo así que, inclinándose un poco para atrás, observó como su miembro salía y entraba de aquel agujero maltratado, mientras por los muslos de Yoongi se escurría lubricante natural, el cual hacia todo el acto tan húmedo que los sonidos acuosos no se detenían.

Complacido, cerró los ojos y apretó los dientes, totalmente abrumado por el doble placer que inundaba su cuerpo pues, la vibración dentro de sus sensibles paredes anales y la presión del estrecho agujero de Yoongi alrededor de su polla, estaban haciendo que rozara el cielo con los dedos.

Yoongi, por su parte, no pudo soportar más su peso con sus brazos y dejó que sus hombros y rostro descansaran contra el colchón, dejando su cadera lo suficientemente elevada como para que Hoseok pudiera seguir penetrandolo sin problemas. Gimió ruidosamente al sentir como en esa posición su miembro se frotaba contra las sabanas debajo de su cuerpo y pronto reconoció el conocido cosquilleo que se extendía por todo su vientre bajo, anunciando que pronto llegaría al orgasmo.

Y al parecer no era el único, pues el agarre sobre sus caderas se intensificó y las embestidas contra su agujero se volvieron erráticas y desordenadas. Así pudo sentir como su punto dulce era presionado una y otra vez, provocando que el aire se atorara en su garganta y que la saliva se deslizara por sus labios hasta llegar a su mandíbula, convirtiéndose en un verdadero desastre.

Todo el placer se arremolinó en el sur de su cuerpo, tanto que sus ojos se cerraron con fuerza y sus manos se aferraron a las sabanas, totalmente sobrecargado por las intensas sensaciones que se sintió estallar.

Y lo hizo, el orgasmo le golpeó tan fuerte que su mente se quedó en blando y un par de lágrimas rodaron por sus ruborizadas mejillas.

Gimió, totalmente sobreestimulado al sentir como Hoseok continuaba follandolo a través de su orgasmo. A tientas, buscó el control del vibrador y aumentó la intensidad, sintiendo como Hoseok se sobresaltaba detrás de él y soltaba un gemido alto y agudo. Justo después, pudo sentir como su interior era llenado por un líquido viscoso y, aunque no hubo nudo que los dejara atrapados, Hoseok no se retiró.

Se quedaron así por un tiempo, con sus cuerpos unidos y sus pieles tocándose, tratando de recuperar el aliento con suspiros entrecortados.

"¿Hyung? ¿Estás bien?" murmuró Hoseok, mientras sus labios se frotaban contra la glándula de olor del omega mayor.

"Si, ¿tú?" jadeó Yoongi, ladeando su rostro para darle más acceso al pelirrojo.

"Perfectamente" aseguró, antes de olfatear los cabellos desordenados del mayor.

Una sonrisa creció en su rostro sin poder evitarlo al descubrir que Yoongi olía por completo a él, la fragancia a chocolate opacando por completo el aroma a menta.

"¿Hyung?" volvió a llamarlo, mientras se retiraba lentamente del interior del peliazul.

"¿Mhn?"

"Te amo, muchísimo"

El silencio duró un par de segundos, antes de que Yoongi se diera la vuelta lo más rápido que su agotado cuerpo se lo permitió y, sin previo aviso, lo atrapó en un abrazo apretado.

"Yo también te amo, Hobi" murmuró contra el cuello del menor, sin importarle ni un poco que sus pieles pegajosas se tocaran.

Hoseok sonrió y, después de limpiarse y sacar el vibrador de su interior, se acomodó correctamente para poder abrazar la cintura del mayor por la espalda, dejando que su nariz se hundiera en los cabellos azulinos del mayor y sus extremidades agotadas se enredaran alrededor del bonito omega entre sus brazos.

Allí, con el aroma de ambos bailando en el aire, tanto Yoongi como Hoseok fueron conscientes de lo mucho que se amaban.

Hoseok soltó un quejido en cuanto sintió el peso de un brazo caer alrededor de sus hombros, miró hacia su derecha para encontrarse con la mirada divertida de cierto alfa cachetón.

"¡Hola, Hoseokie hyung!" saludó el rubio, mientras juntaba sus mejillas juntas en un gesto demasiado empalagoso.

"Aish, Jimin, aléjate" se quejó, colocando sus manos en el rostro del alfa para apartarlo.

"¿Qué? ¿Por qué? ¿Ya no quieres a este lindo dongsaeng?" lloriqueó falsamente, mientras se aferraba más a los hombros de Hoseok.

"Apestas a tu alfa, eww" acusó, arrugando la nariz ante el intenso aroma a alfa que desprendía la piel del rubio.

"¡Oye! Taehyungie huele muy bien" defendió el otro, dejándolo ir por fin.

"Claro que no, me va a asesinar el olfato"

"¡Hyung, yo no me quejo del olor de Yoongi hyung que traes encima!" reprochó el alfa y Hoseok no dudó en pellizcarle el brazo.

"Cierra la boca o te patearé el trasero" amenazó, mientras caminaba más rápido a través de los pasillos.

"Que agresivo, esa no es forma de tratar a un dulce dongsaeng como yo" gimoteó, fingiendo secarse lágrimas imaginarias.

Hoseok rodó los ojos y atravesó las puertas de la cafetería, buscando rápidamente la vista de cierta cabellera azulina entre el mar de gente que almorzaba alrededor. No tardó mucho en encontrarlo ni mucho menos se tardó en caminar hasta él, haciendo caso omiso de las burlas que Jimin profesaba a su lado.

"Yoongi hyung, quiteme a esta sanguijuela de encima" pidió en cuanto se dejó caer al lado del asiento del omega mayor.

"¡Oye, hyung malo! ¡No seas grosero!" exclamó Jimin, mientras tomaba asiento al lado de Taehyung.

"Deja en paz a Hoseok hyung, Jimin-ah" regañó Namjoon, sin levantar la mirada de su libro de Historia.

"Pero es divertido verlo enojado" murmuró el rubio con los brazos cruzados.

"Cuando Hoseok hyung te patee el trasero no vengas a pedirme ayuda" se burló Jungkook, quién permanecía con la mejilla apoyada en el hombro del beta moreno.

"No te necesito, tengo a Taehyungie para que me proteja, ¿verdad, alfa?" preguntó, mirando al susodicho con una sonrisa caprichosa en el rostro.

"Yo te protejo Jimin, pero la verdad no quiero que Hoseok hyung también me patee" se rió el alfa castaño, Jimin le miró ofendido. "¡Pero prometo cuidar tu trasero después de la paliza!" bromeó, abrazando contra su pecho al alfa más bajo.

"¡Tonto!"

Ni Yoongi ni Hoseok intervinieron en aquella juguetona discusión, en cambio, se sumieron en su propio mundo, susurrandose secretos al oído mientras se abrazaban con total libertad en medio de aquella concurrida cafetería. Meses atrás no hubiesen imaginado que podrían estar así de juntos en la escuela y sin tener imbéciles acosándolos, ahora podían sostener sus manos y besar sus labios sin miedo a que alguien los molestase.

"¿Yoongi-ssi?" la voz de Seokjin llegó detrás de ellos y el aludido rápidamente volteó para mirar a su hyung.

"¿Qué sucede, Jin hyung?" preguntó, sonriendole al beta mayor.

"La maestra me pidió que te entregara esto" confesó, extendiéndole un folleto que Yoongi no tardó en tomar.

"¿Qué es esto?" murmuró, echándole un vistazo al pedazo de papel.

"Es un folleto de información de la Universidad Nacional de Seúl, la maestra dijo que tienes potencial para aplicar para una beca" respondió, tomando asiento al lado de Jungkook.

Yoongi parpadeó sorprendido y, hasta ese momento, cayó en cuenta de que faltaba poco para que su último año escolar terminara.

"Oh, gracias, le echaré un vistazo luego" prometió, antes de guardar el folleto dentro de su bolsillo.

"¿Y bien? ¿Qué harás después de la graduación?" preguntó Seokjin, mientras le robaba un pedazo de pizza a Jeon.

"Mhn, no lo había pensado" suspiró, rascando su mejilla con nerviosismo. "Todavía debo pensar a que Universidad aplicar y si será necesario mudarme de Daegu"

Ante esas palabras, Hoseok se dió cuenta de algo importante: su hyung debía continuar su vida y, probablemente, lejos de él. Aquel pensamiento provocó que su pecho se apretara, pero no se atrevió a decir cómo se sentía en voz alta, no quería sonar egoísta.

Después de todo, su hyung tenía que avanzar a la Universidad y no podía frenarse nada más para esperar a que él terminara el colegio. Por primera vez, esa pequeña diferencia de edad se sintió enorme para su enamorado corazón.

En esos pensamientos estaba sumido cuando la voz de Yoongi llamó su atención.

"Lo único que sé es que quiero estar con Hobi, quizás vivir juntos" confesó el peliazul, sorprendiendo a Jung.

Al girar su rostro rápidamente, se encontró con el rostro sonriente de su hyung y le fue imposible no devolversela con cariño, pues aquel simple gesto le prometía algo tácitamente: Ellos iban a estar juntos mucho más tiempo, incluso después de la graduación, incluso aunque ambos eran omegas, incluso si la naturaleza no los quería juntos.

Si, realmente no les importaba nada más que el amor que se tenían.





buenassss

fueron casi 4K de puro
smut así que espero un beso
o un aplauso por este logro XD

es de mi agrado informarles
que a esto solo le queda el
final y el epílogo, así que preparen
los pañuelos para despedirse
de rdc aaa /llora

en fin, Gracias por esperarme
y gracias por votar, los amooo

# # fairyoongis

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