028
Libertad. Una sensación que nunca pensó sentir. Una sensación que le fue arrebatada por su propio padre en cuanto presentó como omega.
Libertad. Aquella que la señora Jung le había devuelto hace al menos dos semanas cuando logró que su padre fuese arrestado.
El hombre fue detenido en prisión preventiva por un par de días, esperando a que llegara la hora de su juicio, pues tanto su madre como la señora Jung habían presentado cargos por agresión. Aunque aquello era lo último que pasó por la cabeza de Yoongi cuando había estado demasiado preocupado por Chaeyoung.
Su pequeña hermana estuvo siendo monitoreada desde su llegada al hospital, dónde le sacaron cientos de radiografías y tomografías para asegurarse de que el golpe en su cabeza no había provocado daños cerebrales o repercusiones motrices.
Gracias a la Diosa Luna, el golpe solo provocó una contusión y en menos de cuatro días había sido dada de alta para regresar a casa con ellos. Sin embargo, la calma no fue instantánea, pues casi una semana después, el juicio de su padre empezó.
El estrés que aquel evento provocó en Yoongi hizo que su lobo se aislara y se mantuviera en reposo, sin manifestarse en ningún momento. Fue casi como si lo hubiese perdido, pero Yoongi lo podía sentir allí, temeroso en lo más profundo de su pecho.
Cuando se presentaron en el tribunal, los nervios se le enroscaban en el estómago como si sus intestinos estuviesen atados. Sus palmas sudaban en frío y su cuerpo tan tenso como una cuerda.
El juicio fue relativamente largo, el abogado que la señora Jung había contratado rebatía cada uno de los argumentos del abogado de su padre. Aunque ciertamente el miedo seguía ahí, Yoongi temía que el juez simplemente quisiera declarar inocente a su padre por el simple hecho de ser un alfa.
Fue un alivio extremo cuando el juez dictó su orden, diciendo:
"Declaro a Min Eunwoo culpable por los cargos de violencia familiar hacia su omega e hijos, condenándolo a quince años de prisión" y el estruendo del martillo resonó en los oídos de Yoongi como un sonido de victoria.
Fue como si una tonelada de acero se levantara de sus pechos, dejándoles respirar con calma de nuevo. Él y su madre se hundieron en los brazos del otro, llorando de alivio al ver como los oficiales se llevaban a Eunwoo lejos de ellos.
"Todo estará mejor de ahora en adelante" consoló Junghwa, mirando con dulzura a ambos omegas Min.
"G-gracias Junghwa-ssi, sin usted no habríamos podido-" sollozo Moonbyul, mientras sentía a su hijo aferrarse a su costado con fuerza.
"No hay nada que agradecer, ahora ustedes son como parte de mi familia" aseguró, su sonrisa tranquila calmando el llanto de los Min.
Entonces ahora si, Min Yoongi y su madre pudieron disfrutar de la ansiada felicidad al lado de Chaeyoung. Por fin pudiendo disfrutar de lo que significaba vivir en familia y en paz, después de lo que parecía una eternidad acorralados.
"Entonces, ¿cuando vas a presentarme a tu madre, hyung?" preguntó Hoseok, mientras le pasaba un brazo a Yoongi por encima de los hombros.
"Primero que nada, hola Hoseok" rió, pues había sido interceptado con esa pregunta nada más entrar al colegio. "Segunda, en unos días te invitaré a casa, lo juro, solo estamos ocupados sacando cosas inservibles de casa"
Como respuesta obtuvo un beso sobre la sien, los labios de Hoseok transmitiendo su entendimiento tras sus palabras. Porque con "cosas inservibles" se refería a todo aquello que había pertenecido a su padre, pues ni él ni su madre querían seguir conservando objetos que se los recordara.
"¡Esta bien! Ya quiero conocerla, ojalá me ame como Chaeyoung" suspiró el pelirrojo con ilusión, Yoongi rió ante sus palabras.
"Lo hará. Todos te aman al conocerte, Hobi" aseguró, girando el rostro para poder dejar un besito suave sobre la mejilla del menor.
Ambos caminaron juntos hasta que se vieron obligados a separar sus caminos. Yoongi se permitió robarle un pequeño beso a Hoseok antes de huir en dirección a las aulas de último año. Por su parte, Hoseok sonrió enternecido por el gesto del mayor y caminó con pereza hasta su propio salón, suspirando con hastío al recordar que su primera clase de ese día era Literatura.
Oh, Diosa Luna, en serio odiaba esa clase.
Entró con pereza al salón y se sentó en su banco habitual, viendo como rápidamente Namjoon le saludaba con una sonrisa de hoyuelos incluidos.
"¿Por qué la cara larga? Pensé que Yoongi hyung volvía hoy" murmuro Kim, al notar su puchero y su ceño fruncido.
"Si, hoy regresó a clases" suspiro Hoseok, apoyando su mejilla contra su palma mientras miraba el vacío pizarrón. "Pero Literatura me pone de malas, no deberían dejar que den esta clase tan temprano" gimoteó berrinchudo, Namjoon se rió.
Aunque en realidad su malestar iba más allá de la clase que tanta pereza le daba. Esa mañana se había despertado con un terrible dolor de cabeza que lograba ponerle de mal humor.
"No hagas berrinche, mejor piensa en que vas a desayunar con tu novio en el receso" alentó el beta moreno, dándole ligeras palmaditas en la espalda.
La sonrisa en los labios de Hoseok fue automática. Ese día tanto los amigos de Hoseok como los de Yoongi iban a compartir el receso juntos, aprovechando que Jimin y Taehyung también querían pasar tiempo juntos.
Ah, su día pintaba para ser el mejor.
"Buenos días jóvenes, hoy evaluaré su proyecto final"
Bueno, eso si sobrevivía a la odiosa clase de Literatura y a su terrible dolor de cabeza.
Mierda, había olvidado hacer el maldito proyecto.
Hoseok suspiró contento en cuanto la campana sonó anunciando el comienzo del receso. Con una rapidez envidiable comenzó a guardar sus cosas dentro de su mochila, antes de salir como rayo del salón, ignorando olímpicamente los llamados de Namjoon.
Atravesó los pasillos atestados de alumnos, empujando hombros de ser necesario pues le urgía reunirse con su novio. Había una ansía que picaba en la palma de sus manos que no sabía como nombrar pero mejor se concentró en llegar a la cafetería.
Al empujar las puertas dobles del lugar, fue instantáneo que el aroma a menta y jazmines llegara a su nariz a pesar de la considerable distancia. Caminó hasta donde su novio peliazul se encontraba ya sentado con su almuerzo y no tardó en sentarse a su lado sin avisar.
"¡Woah! Hola, Hobi" saludó Yoongi, parpadeando sorprendido ante el abrazo inesperado que el pelirrojo le dió.
"Hola, hyung, lo extrañe" murmuro, con su frente presionada contra el hombro del mayor.
Sintió como Yoongi acariciaba los cabellos lacios de su nuca con cariño y se relajó enseguida bajo su tacto, tanto que un ronroneo terminó abandonando sus labios sin permiso.
"Hoseok hyung está mimoso hoy, ¿eh?" dijo Jungkook, mirando con diversión la actitud cariñosa del pelirrojo.
"Dejalo Jungkookie, hyung no vió a su novio en casi una semana" bromeó Jimin, mirando con ternura como Hoseok trataba de ocultarse bajo el brazo de Yoongi.
"Cállense ustedes dos o pateare sus traseros alfas de aquí a Londres" gruñó Hoseok, aunque su gruñido salió bajito y modorro.
Los alfas rieron ante la amenaza pero Hoseok no pudo escuchar si siguieron burlándose de él pues estaba demasiado ocupado olfateando el cuello de Yoongi en busca de su adictivo aroma.
"¿Estas bien, Hobi?" fue la voz de Min quién logró sacarle de su burbuja.
Hoseok resoplo, provocándole cosquillas al mayor pero no respondió. De repente siendo demasiado consciente del bochorno que acumulaba su cuerpo con el pasar de los minutos.
"Hoseokie se ve mal" murmuró Namjoon, aunque Hoseok no pudo ver qué expresión tenía pues seguía con la cara enterrada en el cuello de Yoongi.
"¿Te sientes mal?" preguntó Seokjin, frunciendo el ceño ante el silencio de Hoseok.
"Esta bastante rojo" añadió Taehyung con evidente preocupación reflejada en su voz.
El pelirrojo gimoteó bajito, sintiéndose demasiado incómodo bajo la mirada de los otros seis presentes. Aferró sus manos a la camiseta de Yoongi y restregó el rostro contra la fuente de aroma del omega mayor.
Sin embargo, de repente el dulce olor de Yoongi no fue lo que su lobo exigió sentir.
"¿Hobi...?" murmuro Yoongi, tocando la frente del menor con su dorso.
Hoseok se removió y, ante el movimiento, el aroma a chocolate y rosas explotó a su alrededor como una ola embravecida. Las feromonas envolvieron a Yoongi, quién sintió su estómago cosquillear al sentir la urgencia que transmitían.
Fue entonces que todos se dieron cuenta de lo que realmente le pasaba a Hoseok.
"Mhm, alfa" jadeo el pelirrojo, restregando su mejilla con insistencia en el cuello de Yoongi.
Pero Yoongi no olía a alfa y el lobo de Hoseok gruño disgustado ante eso.
Por su lado, Yoongi entró en pánico al reconocer el aroma a celo que comenzó a desprender la piel de Hoseok cada vez con más intensidad.
"Hoseok está en celo" jadeo Yoongi, apretando su agarre sobre la cintura de su novio y enviándoles una mirada de advertencia a los tres alfas de la mesa.
"Vamos, te ayudaré a llevarlo a la enfermería" se ofreció Namjoon, mientras se levantaba de su asiento.
Rápidamente el beta tomó a Hoseok en brazos para sacarlo lo más rápido posible de la cafetería, bajo la atenta mirada fe todos los que habían notado el aroma a celo.
Gracias al cielo, ningún alfa se levantó para querer reclamar al pobre omega en celo. Si hubiese pasado, Yoongi no hubiese sabido como defender a su indefenso novio de una horda de alfas.
El omega peliazul corrió tras Namjoon, suspirando de alivio en cuanto llegaron a la enfermería. Vió como el beta de hoyuelos colocaba a Hoseok sobre la camilla mientras la enfermera, Soora, revisaba al pelirrojo con cuidado.
"Apenas ha iniciado" informó la mujer, mientras caminaba a su escritorio. "Llamaré a sus padres, no se preocupen"
"¿Puedo quedarme aquí hasta que vengan por él?" pregunto Yoongi, tomando asiento al lado de la camilla donde descansaba un inquieto Hoseok.
"Claro"
Ante la afirmativa, Yoongi miró con atención a su novio. Su piel estaba enrojecida y sudorosa por culpa de la fiebre, sus orbes usualmente marrones ahora estaban iluminados de un fuerte color dorado que delataba la presencia de su lobo. Además, su cuerpo entero temblaba ante los espasmos en su vientre y la parte trasera de sus pantalones se había humedecido por culpa del lubricante natural que segregaba su entrada.
"¿Qué dijiste?" preguntó Yoongi, levantándose de su asiento para acercarse a Hoseok, pues éste había dicho algo y por estar embobado no había escuchado bien.
Hoseok gimoteó bajito y sin aviso le tomó la mano para llevársela a la mejilla y restregarse contra ella. Yoongi sintió su pecho calentarse ante el gesto, pero el sentimiento le duró poco cuando Hoseok gruño y apartó su mano con molestia.
"¿Qué pasa, Hobi?" murmuro, inclinándose para acercar su rostro al del menor.
"Alfa, necesito tus cachorros" sollozó, revolviéndose con dolor sobre la camilla.
Las palabras del omega pelirrojo fueron como un puñetazo en el pecho de Yoongi, quién retrocedió por acto reflejo. Sabía que era la naturaleza hablando por Hoseok, sabía que era su lobo quién le exigía un alfa para pasar su celo pero, aun así, sintió su corazón apachurrarse al ver a su novio clamar por un nudo que él no podría darle.
"Alfa, alfa, alfa" sollozó Hoseok con más fuerza, entonces le miró con sus desenfocados ojos dorados. "Tú no eres un alfa" le gruñó, con aparente molestia.
Yoongi, de repente, recordó que la naturaleza no estaba del lado de su relación por un detalle que, en algún punto, ya había olvidado.
Ambos eran omegas. No podían satisfacer sus celos por más que quisieran.
Darse cuenta fue como recibir un puñetazo en la cara.
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