025
Hoseok parpadeo confundido en cuanto observó como su madre golpeaba suavemente con su puño la madera de su puerta. Dejó de lado los ejercicios matemáticos que estaba resolviendo de su tarea y la miró con una de sus cejas alzadas en una clara expresión de interrogación.
"¿Puedo pasar?" la mujer preguntó, mirándole de una manera que Hoseok no supo como interpretar.
La pregunta le tomó por sorpresa. Su madre había estado reacia a quedarse a solas con él después del incidente anterior, había estado incluso evitando a su padre y a su hermana, pasando tiempo sola y aislada de su propia familia, por lo cual Hoseok no podía decidir si aquella visita inesperada podría tratarse de algo bueno o malo.
Rogaba que fuese bueno.
"Claro, adelante" terminó respondiendo mientras cerraba su libro y guardaba su lápiz para poder prestarle total atención a la presencia de su madre.
La vió ingresar a su habitación en silencio, incluso estuvo tentado de soltar una risita nerviosa al ver como la mujer deambulaba indecisa por el cuarto sin saber donde sentarse, aunque su expresión estoica y seria no combinaba con su aparente torpeza corporal. Al final, su madre terminó sentada en uno de los bordes del colchón, a unos cuantos metros de él.
"¿Y bien? ¿Qué te trae por aquí?" preguntó el pelirrojo, tratando de sonar tranquilo aunque por dentro estaba temblando de los nervios.
Su madre exhaló ante su pregunta y clavó la mirada en el suelo para evitar mirarle a los ojos. Su semblante era totalmente algo intimidante, con su ceño ligeramente fruncido y sus ojos tan duros e inexpresivos como nunca imaginó contemplarlos.
"Sé que no he sido la mejor madre" comenzó a través de un suspiro bajo. "Sé que cuando eras cachorro te incitaba a tenerme confianza y la conseguí, pero que desde que presentaste como omega solo la he roto más y más arruinando nuestro vínculo" agregó, su aroma incluso siendo denso, delatando lo tensa que estaba. "Y sobretodo, sé que mi reacción hacia tu nueva relación no fue la mejor, pero en serio estaba tan cegada" se lamentó, levantando la mirada por fin y mirándole atentamente.
"M-mama..." exhaló, sus labios temblando involuntariamente ante las ganas que tenía de llorar.
Nunca pensó ver a su madre así, sus palabras eran arrepentidas pero su rostro no reflejaba absolutamente nada. Tan contradictorio que le apretaba las entrañas dolorosamente.
"Hobi..." y al pronunciar ese apodo, su expresión se suavizó, demostrando vulnerabilidad y por fin dejando atrás su falsa dureza. "¿Puedes disculparme? No debí poner mis deseos por encima de ti, tú eres lo más importante para mi" murmuró, estirando su brazo lo suficiente para sostener con cuidado la mejilla de su hijo.
Hoseok ladeó su rostro, restregando su mejilla contra la palma de su madre en un gesto mimoso mientras la miraba con un puchero en los labios.
"No quiero que te disculpes mamá, solo quiero que me aceptes tal y como soy" susurró, su voz temblando ligeramente.
Junghwa se quedó en silencio, simplemente contemplando a su hijo nuevamente con ojos serios. Hoseok, por su lado, sintió esos segundos en silencio eternos, su corazón retumbando en sus oídos con rapidez, la expectativa ante la respuesta de su madre creciendo con cada pequeño segundo transcurrido.
Tenía miedo, tenía miedo de que su madre se negara a aceptarlo a pesar de lo mucho que lo amaba, temía que le dijera anormal, que le dijera...
"Ya no me importa a quién ames. Sea alfa, beta u omega Hobi, lo importante es que te cuide y te ame" aseguró, sus ojos firmes mientras sus manos sostenían el rostro del omega pelirrojo con seguridad. "Ya cometí el error de tratar de elegir por ti, ya no pienso cometer el mismo error dos veces"
Y Hoseok no pudo contener todos los sentimientos que le desbordaban en ese momento, simplemente se abalanzó hacia su madre para abrazarla y accidentalmente ambos cayeron al suelo por no medir su fuerza. Escuchó a su madre reír (oh dios, su madre estaba riendo de nuevo) mientras le sostenía con ternura y Hoseok se permitió restregar la mejilla contra la fuente de aroma de su madre, empapandose de sus feromonas maternas como cuando tenía ocho años y no podía asistir a la escuela solo sin que su mami lo marcara con su olor.
"Gracias mamá, gracias" murmuro, con su frente apoyada en el cuello de su madre, sintiendo las dulces feromonas maternales que su madre liberó solo para consolarle.
"No me agradezcas por quererte Hobi" susurró Junghwa, acariciando suavemente la nuca de su hijo con sus dedos.
Hoseok le sonrió y apretó más su abrazo a su alrededor, sintiendo su mente flotar y su cuerpo relajado, se sentía tan irreal, tan bueno para ser verdad. Por un momento pensó en que quizás era un sueño, pero las cariñosas feromonas de su madre que flotaban a su alrededor resguardándolo eran reales, muy reales.
"¿Hobi?" murmuro su madre, sus labios rozandole la sien delicadamente sin querer.
Hoseok hizo un ruidito con la garganta para indicarle que le escuchaba, sus ojos perezosos apenas abiertos por la comodidad que sentía, si seguía así podría quedarse dormido entre los brazos de su madre.
"¿Cómo se llama tu novio?" preguntó y con ello disipó la pereza del cuerpo de Hoseok, quién se reincorporó tan rápido que casi se hizo daño.
Las mejillas redonditas del omega pelirrojo no tardaron en teñirse de carmín, un color tan intenso que casi se asemejaba al tinte de su cabello. Por su parte, Junghwa miró en silencio a su hijo, esperando pacientemente a que el menor respondiera a su pregunta.
"É-él se llama Yoongi" por fin dijo, después de casi un minuto balbuceando abochornado.
Junghwa sonrió tenuemente y estiró su brazo para revolver los suaves cabellos rojos de su hijo. Le llenaba el pecho de satisfacción ver que su pequeño aún confiaba lo suficiente en ella como para hablarle sobre su novio.
Su novio omega, woah, aún sonaba algo increíble en su mente.
"¿Te hace feliz, cariño? ¿Te cuida y te procura?" preguntó la mujer, con su mirada cálida siguiendo cada reacción del adolescente.
Hoseok abrió la boca, dispuesto a responder afirmativamente ante la pregunta. Sin embargo, cerró los labios y se quedó en silencio, mirando el suelo distraídamente.
Si, era feliz con Yoongi. Si, Yoongi le cuidaba y procuraba. Pero estar con Yoongi le traía infelicidad por culpa de sus compañeros, estar con Yoongi a veces los ponía en peligro.
Suspiró, dándose cuenta de que era complicado.
"Si, él lo hace" terminó por responder, mientras se sentaba sobre el suelo y apoyaba su espalda contra la cama. "Yoongi es un buen chico, es el omega más bonito de todos" exhaló con la mirada perdida, su mente rememorando cada buen recuerdo al lado del peliazul.
Su madre se acomodó a su lado, hombro con hombro, y tomó una de sus manos entre las suyas para dejar suaves caricias sobre el dorso.
"¿Pasa algo con él, cariño? Pareces preocupado" preguntó Junghwa, siendo cuidadosa.
No sabía nada de la relación de su hijo por lo que temía hacer una pregunta fuera de lugar. Debía ser precavida si quería obtener la plena confianza de su hijo.
"Uh, bueno..." su voz sonó insegura. No sabía si decirle a su madre todo el asunto del colegio, tenía miedo.
"Confía en mi cariño, no importa qué sea, voy a cuidarte" aseguró la mujer, elevando la mano de Hoseok hasta sus labios para dejar un besito allí en el dorso.
El corazón del pelirrojo se llenó de una plenitud y calidez inexplicable, en ese momento supo que podía confiar en ella, porque ella era la única que podía salvarle del acoso que estaban recibiendo. No más farsas y mentiras, solo su madre protegiéndolo de los otros.
"En la escuela nos acosaban algunos alfas..." comenzó a susurrar con la mirada baja, al instante pudo sentir el cuerpo de su madre tensandose. "Nos acosaban porque según ellos eramos defectuosos, anormales"
Sus ojos se llenaron de lágrimas de repente, recordando algunas de las veces en que los alumnos a su alrededor le miraban de mala forma y tiraban comentarios mordaces. Las veces en las que se burlaban en su rostro y Yoongi tenía que fingir estar al lado de Jimin para que los rumores se calmaran.
"Mi novio, él con tal de protegerme de las burlas comenzó a fingir que salía con mi amigo Jimin" siguió diciendo, mientras su madre le rodeaba los hombros en un abrazo reconfortante. "Pero es tan agotador mami, estoy cansado de fingir que no somos novios, estoy cansado de aguantar las ganas de tomar su mano y besarlo, estoy harto de no poder decirle al mundo que somos novios" terminó su frase sollozando mientras volvía a hundir el rostro en el cuello de su madre.
Su madre no tardar en sisearle bajito, tratando de consolarlo mientras acariciaba con sus dedos gentiles los cabellos sedosos del menor.
"No voy a permitir que sigas sufriendo, cariño" prometió Junghwa, su mandíbula fuertemente apretada para evitar gruñir.
Su lobo, aquel animal sobreprotector, buscaba eliminar la infelicidad y todo lo que le hiciese daño a su pequeño Hobi.
"No volverás a llorar por amar a quién amas, cielo. Ni por mi culpa ni por la de esos tontos de tu escuela, así que dejaselo a mami" murmuro, sellando sus palabras con un suave besito en la frente del pelirrojo.
"Gracias mami" dijo, sorbiendo su nariz torpemente.
De repente, todo el peso sobre sus hombros se disipó. Quizás parecía un niño dejando que su madre arreglara sus problemas pero, ¿qué más podía hacer? Tenía diecisiete años y tantos problemas solo por amar a alguien.
"Bien, ya no te preocupes por eso" tranquilizó la omega mayor antes de separarse lo suficiente como para mirar a los oscuros orbes de su hijo. "Ahora, ¿qué dices si mañana me presentas a ese Yoongi, mh? Podríamos ir a tomar un helado a ese local que te gusta cuando salgas de la escuela" ofreció sonriente, Hoseok le devolvió el gesto ilusionado.
"Si, estoy seguro de que él te amará" suspiro emocionado.
Ya quería que fuese el momento de presentarlos, ya quería que todo se arreglara en su corta vida.
Hoseok sonrió enorme, con la emoción burbujeando en el fondo de su estómago cálidamente. Yoongi estaba frente a él, sonriendo igual de emocionado, con las esponjosas mejillas coloreadas de un bonito carmín.
"¡Claro que quiero conocerla!" exclamó Yoongi, casi saltando sobre su lugar con entusiasmo.
"¡Genial! Ella está muy emocionada por conocerte" suspiro Hoseok, totalmente feliz con la idea.
Sin embargo, el semblante del peliazul se volvió ligeramente preocupado y Hoseok frunció el ceño ante el suave aroma nervioso que Yoongi exudó.
"¿Qué pasa, Yoongi hyung?" murmuró confundido, mientras caminaba junto al mayor hacia la salida de la escuela.
"¿Y si no le caigo bien?" jadeo el mayor totalmente mortificado.
Hoseok no pudo evitar soltar una risotada, a lo que Yoongi rápidamente formuló un puchero y le miró con reproche.
"¡No te burles, Hobi!" se quejó indignado, mientras frenaba su caminar y cruzaba sus brazos por encima de su pecho.
Hoseok también se detuvo y le sonrió abiertamente, mostrando sus dientes y luciendo esos adorables hoyuelos al lado de su boca.
"Hyung, ella va a amarte, te lo puedo jurar" aseguró, acercándose al cuerpo del peliazul para acariciar su hombro con cariño.
Yoongi le devolvió la mirada, fundiendose bajo los ojos achocolatados del menor. Casi se sintió en un trance, totalmente hipnotizado con el aura y belleza de su novio. Tuvo el impulso de acercarse y estrellar sus labios en un beso, pero su burbuja se pinchó en cuanto sintió un empujón en su espalda que le hizo trastabillar.
Afortunadamente Hoseok le sostuvo rápidamente por la cintura evitando que cayera de boca al suelo. Escuchó la risa burlona de algunos compañeros a sus espaldas y se maldijo mentalmente por dejarse llevar dentro de la escuela.
"Por un momento pensé que eran normales, pero ya veo que era todo una farsa" canturreo alguien, Yoongi reconoció al instante la voz.
Taeyeon, el alfa por el cual Hoseok y él se habían conocido en una situación desafortunada. Yoongi tragó saliva audiblemente y giró lentamente para encarar al alfa, tratando de no intimidarse ante la evidente diferencia de alturas y contexturas entre ambos.
"No sabes una mierda, imbécil" Hoseok gruño fastidiado, su lobo erizandose dentro de su pecho ante la presencia de ese estúpido alfa.
Varios de sus compañeros comenzaron a frenar sus pasos para apreciar la escena que comenzaba a formarse. Después de todo era la hora de salida y estaban casi en la entrada de la escuela, era la combinación perfecta para tener la atención de todos.
"¿No sé? Pero si toda la escuela sabe que son unos asquerosos anormales" escupió con evidente asco, Yoongi sintió como su sangre se le calentaba por la cólera. "Casi nos tragamos su farsa, pero tu supuesto alfa es igual de asqueroso y salta sobre la polla de Kim Taehyung" agregó, fingiendo escalofríos.
Yoongi estuvo tentado a echársele encima para golpearlo, pero la mano de Hoseok sobre su cintura lo frenó.
"Bueno, ¿y qué con eso? Deja de interesarte por la vida de los demás y centrate en poner tu nudo en algún lugar antes de que se te atrofie" soltó Jung con tono mordaz, los espectadores a su alrededor rieron ante su osadía.
Taeyeon pareció encenderse en rabia, dejó escapar un gruñido y trató de abalanzarse sobre ellos.
"Malditos fenómenos, voy a..." pero Hoseok interrumpió al alfa de nuevo.
"Estoy cansado de que todos ustedes se la vivan pendientes de nosotros, ¿qué mierda les importa si somos novios? ¿Creen que por decirnos anormales vamos a terminar? ¡Pues no, pudranse!" gritó exaltado, por fin explotando todo lo que tenía guardando en su interior.
Yoongi abrió los ojos totalmente sorprendido, giró sobre sus pies para encarar al pelirrojo y exigirle respuestas, ¿por qué de la nada estaba diciendo la verdad a todos?
"Hobi, ¿qué...?" trató de decir, pero el pelirrojo ni le miró.
"Vamos Taeyeon, trata de golpearme" retó, con la respiración agitada y la frente húmeda por el sudor provocado por los nervios. "Solo te recuerdo que soy un omega y tú un puto alfa, si me tocas te denuncio" sentenció, casi enseñándole los dientes amenazante. "¡A todos, lo haré con todo aquel que vuelva a acosarnos!" advirtió mirando a los demás que les rodeaban.
Murmullos se escucharon junto con pasos de algunos cobardes que comenzaron a huir ante esa amenaza. Yoongi, por su lado, no sabía como reaccionar, ¿Hoseok se había enfrentado a todos para protegerlos?
"¿Y entonces, Taeyeon?" pinchó el pelirrojo con la barbilla elevada en picardía.
"Que asco me das" respondió el chico entre dientes antes de irse de allí dando fuertes zancadas.
Pronto el pasillo volvió a vaciarse y la pareja de omegas se quedó relativamente sola, con solo uno que otro estudiante pasando a su lado, pero ninguno atreviéndose a mirarlos por más de dos segundos.
"¿Q-qué fue eso?" jadeo Yoongi incrédulo, sus manos yéndose a apoyar en el pecho del más alto.
Hoseok suspiro, relajándose y destensando los hombros, su aroma –que se había vuelto hostil durante la discusión– volvió a endulzarse y pronto le dedicó una sonrisa tenue al mayor.
"Ayer hablé con mi madre sobre lo del acoso que recibimos" contó, subiendo sus dedos para enganchar uno de los mechones azulinos de Yoongi tras su oreja. "Hoy vino a hablar con la directora y acordaron que si alguien más nos molestaba sería automáticamente expulsado"
Yoongi abrió los ojos sorprendido y, ante la emoción, no pudo evitar lanzarse encima del cuerpo de Hoseok para rodearle con un abrazo.
"¡¿En serio?!" exclamó, sin poder creerlo.
Por fin podría dejar de fingir, por fin podría tomar la manos de Hoseok y besarlo sin miedo. Mierda, se sentía tan irreal e increíble.
Tuvo el impulso de besarlo allí mismo, solo porque ahora podía hacerlo. Sin embargo, la voz cantarina de una mujer le interrumpió.
"¡Hobi!"
Ambos se separaron y Yoongi observó con algo de timidez como una bella mujer se acercaba a ellos. No hizo falta verla por más de cinco segundos para darse cuenta que era la madre de Hoseok, ya que era increíblemente parecida a él, casi como si fuese una versión castaña y femenina de su novio.
"¡Mamá!" saludó el pelirrojo con entusiasmo, pronto la dama estuvo frente a ellos y les sonrió con dulzura.
"He estado esperándote en la entrada por casi quince minutos, ¿por qué tardaron?" preguntó con falso tono de reproche, aunque el cariño se filtraba inevitablemente en su tono.
"Nada importante, estábamos conversando con unos compañeros" Hoseok mintió con facilidad antes de mirar a Yoongi con emoción. "Mamá, él es Min Yoongi, mi novio" presentó por fin, con la expectativa vibrando bajo su piel.
Yoongi le sonrió a la mujer tímidamente y con las mejillas evidentemente sonrojadas. Ella rió enternecida ante la reacción tan adorable de aquel omega.
"Yoongi, ella es Junghwa, mi mamá" agregó Hoseok, casi saltando sobre su lugar por la ilusión.
La mujer no tardó en acercarse a Yoongi para tomarlo en un sorpresivo abrazo, sin embargo, éste se rompió tan pronto como colocó sus manos sobre la espalda del joven peliazul, quién soltó un fuerte quejido de dolor ante el toque.
"¡Oh, dios! ¿Te lastime?" jadeo la señora Jung con los ojos bien abiertos.
Yoongi sintió su alma abandonar su cuerpo cuando sintió la mano de Hoseok en su espalda, justo donde sentía pinchazos de dolor.
"Hyung, estás sangrando" Hoseok casi graznó, totalmente aterrado.
Yoongi deseó que la tierra se lo tragara y lo escupiese a kilometros de allí. No quería que él lo viera, no quería que Hoseok descubriera esa parte de su vida.
Sin embargo, estaba tan paralizado por el terror que no pudo moverse ni reaccionar cuando sintió como Hoseok levantaba su camisa ensangrentada y miraba su espalda llena de las marcas frescas y cicatrizadas que había dejado la fusta de su padre sobre su piel.
"¡Santa luna!" fue lo que la madre de Hoseok exclamó, la unirse a su hijo para ver las heridas.
Yoongi se encogió en si mismo, tratando de ocultarse, totalmente avergonzado de su piel maltratada.
"¿Quién te hizo esto?"
Yoongi no pudo encontrarse la voz para responder.
bUENAAAAS
omg por fin volví con un
capítulo más de esta historia,
se viene drama y cosas buenas
porque estamos cerca de la
recta final de la historia </3
en fin, espero les haya gustado,
graciad por esperarme y leer :]
⌗ fairyoongis.
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