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022


Hoseok nunca, jamás, en su vida había sentido tanto miedo como el que sintió cuando observó por primera vez al agresivo alfa que se suponía era el padre de Yoongi, Min Eunwoo.

Le hubiese gustado hacerle frente y defender a Yoongi, joder, vendería su alma al diablo para poder regresar el tiempo y no dejarse amedrentar por aquel hombre, sin embargo, el miedo había consumido su cuerpo dejándole paralizado y aterrado.

Y no solo eso, el hombre los había amenazado por si Taehyung y él intentaban denunciarlo. Al final del día Hoseok no supo que hacer, era un mocoso débil después de todo y se sentía tan culpable e impotente de no poder ser lo suficiente fuerte como para proteger a su hyung.

Porque era un maldito omega. Hoseok nunca había deseado ser un alfa hasta en ese momento, sobretodo cuando no pudo soportar la voz de alfa del señor Min al echarlo de su casa.

Y como si las cosas pudieran empeorar más, como si la culpa no pudiese volverse más y más grande, cuatro días después Yoongi volvió a la escuela y no le dirigió la palabra a absolutamente nadie.

Y a él le había pedido que se alejara.

Hoseok no sabía cómo describir el dolor que invadió su corazón cuando vio a Yoongi al borde de las lágrimas mientras huía lejos de él.

Así que ahora estaba allí, con el corazón deshecho a mitad del receso, con Jungkook tratando de levantarle el ánimo después de confesarle al joven alfa todo el embrollo y con Namjoon viendo la escena con ojo criticó, como si analizara la situación para dar su veredicto.

Esos dos se habían acercado sin dudar al verle solo y Hoseok se sintió algo culpable de haberse distanciado de ellos gracias a la farsa que Jimin, Taehyung, Yoongi y él habían forzado. Pero les agradecía su apoyo en ese momento en el que se sentía miserable, tanto que no iba a preguntar porque Namjoon apestaba a Jungkook por todos lados.

Eso lo haría después.

"No estés así hyung, tu aroma se vuelve tristón y me hace querer darte mimos" susurró Jungkook con un pequeño puchero en sus labios.

Hoseok estuvo tentado a aceptar los mimos pero sinceramente no se sentía de humor, solo quería ir por Yoongi y estrecharlo entre sus brazos hasta que sus heridas desaparecieran. Pero no podía, Yoongi lo había apartado sin más.

"No puedo evitarlo, lo extraño" murmuro, inclinándose para ocultar su rostro entre sus brazos que reposaban en la mesa.

Su lobo también estaba deprimido, se habían acostumbrado tanto a tener a Yoongi a su alrededor aunque sea por minutos que ahora la distancia definitiva hacia a su lobo lloriquear.

"Creo que deberías darle tiempo" opinó Namjoon mientras acariciaba su barbilla. "Apuesto a que pasó un celo desagradable y además lo golpearon en presencia de dos de sus personas más importantes, debe estar avergonzado y aterrado" indicó con una expresión apenada, Namjoon no conocía mucho a Yoongi pero no era necesario para entender un poco su situación.

"Lo sé, hyung" suspiro el omega pelirrojo mientras tallaba sus ojitos con el dorso de sus manos para alejar las lágrimas. "Sé que debo darle su espacio pero quisiera poder decirle que estoy ahí para él, asegurarme de que está bien y cuidarlo" la voz de Hoseok tembló ligeramente.

No quería ser egoísta e invadir el espacio de Yoongi, sabía que debía ser paciente para que el mayor volviera a él con confianza pero de solo recordar la amarga escena que protagonizó el violento señor Min se le llenaba la boca de bilis y su lobo chillaba dispuesto a proteger al otro omega. Solo quería eso, saber que estaba bien, sin embargo, Yoongi no estaba listo para hablarle y eso le ponía triste.

Pero, ¿podía culparlo? Hoseok mismo se sentía afectado en demasía por la horrible situación que vivió con tan solo unos minutos frente al señor Min, no quería imaginar lo que Yoongi vivió durante sus tres días de celo, de pensarlo quería llorar.

"Veras que pronto estarán mejor hyung, tenga fe" alentó Jungkook antes de jalarlo hacia su fornido cuerpo para darle un abrazo.

El pelirrojo suspiro tembloroso antes de rodear el torso del alfa con sus brazos, ocultando el rostro en el amplio pecho y dejándose sostener por un momento. Jungkook definitivamente daba los mejores abrazos.

"El tiempo es un buen aliado" acotó Namjoon con serenidad, Hoseok no pudo evitar sonreírle agradecido.

Para cuando el timbre sonó anunciando el final del receso, Hoseok se sentía un poco menos mal. Así que emprendió camino a su clase, con la mirada cabizbaja y los hombros hundidos para tratar de pasar desapercibido. Su mirada este clavada en sus pies mientras sentía hombros ajenos chocar contra su cuerpo, y en otra ocasión hubiese reclamado por los empujones pero ese día prefirió guardar silencio y seguir avanzando.

Eso hasta que chocó con alguien tan abruptamente que casi cayó al suelo, pero un par de manos se envolvieron en su cintura evitando el impacto. Su corazón se agitó dentro de su pecho al sentir el aroma a jazmines y menta colarse por sus fosas nasales y casi con desesperación aferró sus manos a los brazos que le sostenían cuando reconoció a Yoongi.

"H-hyung–" trató de decir, su cuerpo pegándose al del peliazul casi por instinto.

Sin embargo, Yoongi lo alejó rápidamente, apartando sus cuerpos y mirándole con una seriedad que hizo a Hoseok sentirse intimidado.

"Ten cuidado" fue lo único que vocalizó el mayor antes de continuar su caminata con pasos acelerados.

Hoseok se quedó allí en medio del pasillo, con el corazón doliendo, el fantasma de esas manos sobre su cintura perdurando y las miradas de cientos de chismosos sobre él. Tragó saliva y parpadeo rápidamente para alejar las lágrimas que se asomaron por sus ojos, sin más reanudó su andar mientras apretaba los puños a cada lado de su cuerpo y deseando desaparecer para que sus compañeros no lo analizaran de pies a cabeza.

Sabrá Dios que chisme nuevo estaban inventando con respecto a él y Yoongi.

Pero dudaba que fuese peor que la terrible y desafortunada realidad que estaban sufriendo.

Yoongi secó con lentitud su rostro, siendo en extremo cuidadoso al pasar la toalla sobre sus heridas para no lastimarse más. Suspiro cansado en cuanto terminó, dejó la toalla a un lado sobre el colchón y se quedó viendo al frente, simplemente con la mirada perdida en un punto imaginario de la pared.

Se sentía agotado, tanto físicamente como mentalmente. Levantarse todos los días comenzaba a volverse un martirio, ir a la escuela y lidiar con sus compañeros era irritante pero nada se comparaba con el infierno que era regresar a casa y tener que aguantar los azotes que su padre dejaba en su espalda.

Al parecer el alfa se había dado cuenta de que los golpes en el rostro acarreaban problemas así que últimamente había optado por "castigarlo" en zonas no visibles. Por eso ahora toda su pálida espalda estaba cubierta de marcas, las cuales su padre se encargó de hacer con la fusta que estaba destinada a disciplinarlo.

Los golpes parecían volverse una rutina, escuchar el llanto suplicante de Chaeyoung también, pues la niña solía llorar desconsolada implorando al alfa para que dejara a Yoongi en paz, pero el hombre siempre la ignoraba.

Y Yoongi estaba cansado, harto, exhausto de lidiar con los golpes de su padre, de portar el maldito collar anti-lazos, de los chismes crueles de sus compañeros, de los maestros que ignoraban todo por conveniencia y sobretodo de ver a Hoseok sufrir por su lejanía.

Quería escapar, liberarse de su martirio pero no podía, estaba destinado a permanecer en aquel calvario hasta que fuese lo suficientemente mayor para irse de casa.

Solo podía callar, agachar la cabeza y aguantar todo lo que le arrojaban como el buen omega que toda la sociedad esperaba que fuese.

Pero sentía que en cualquier momento se desplomaría, sentía que estaba a punto de rendirse.

"¿Oppa?" el murmullo decaído de Chaeyoung llegó hasta sus oídos.

Yoongi levantó la cabeza enseguida, clavando su mirada cansada en la silueta pequeña de su hermanita. Intentó sonreírle cariñosamente pero sus labios temblaron cuando hizo amago de elevar sus comisuras, así que simplemente bajó la mirada tratando de ocultar la mueca triste de su rostro y esperó a que la pequeña niña ingresara a la habitación.

"No estés triste oppa, por favor" susurró la menor, corriendo hasta él para abrazarlo con fuerza.

Yoongi hundió su naricita sobre los cabellos sedosos de la niña y se aferró a ella, abrazándola contra su pecho para sentirse menos devastado.

"Lo siento Chae" Yoongi ahogó un sollozo con dificultad, sintiendo las lágrimas al borde de sus ojitos gatunos.

Chaeyoung tomó entre sus puños la camiseta del mayor, aferrándose a él como si temiera que Yoongi se esfumara en cualquier momento.

"No me gusta verte así de triste Yoonie" la voz de Chaeyoung sonó triste, como si estuviese a punto de romper a llorar. "No me gusta que estés así por papá" añadió con palpable resentimiento en su tono.

Yoongi sorbió su nariz y simplemente suspiro resignado. Él tampoco disfrutaba estar así pero, ¿qué podía hacer? Era un simple omega.

"¿Por qué Hobi oppa no te salva?" se quejó la niña con un puchero en los labios. "Él prometió que te cuidaría y no lo está cumpliendo" reclamó, las lágrimas por fin deslizándose por sus mejillas.

Yoongi sintió su pecho apretarse ante esas palabras, rápidamente tomó los hombros de Chaeyoung para apartarla de su pecho lentamente y la miró con el ceño ligeramente fruncido.

"Él no tiene la culpa, Chaeyoung" indicó con firmeza, la niña pronunció más su puchero. "Hobi también es omega, ¿quieres que papá también lo lastime a él?" murmuro, viendo como la niña rápidamente negaba asustada. "Estoy seguro de que Hobi desea protegernos Chae, pero papá es un alfa" recordó con amargura.

Chaeyoung arrugó su naricita con disgusto y bufo exasperada, volvió a ocultar su rostro contra el pecho del mayor tratando de comprender la situación.

"¿Por qué no tuviste un novio alfa? A mi no me gustan los alfas pero así podrían protegerte" sugirió la menor mientras sorbía su nariz ruidosamente.

Yoongi quiso reír amargamente pero reprimió el impulso, en cambio apoyó su mejilla sobre la cabeza de Chaeyoung y se quedó pensando en su respuesta. Él también se preguntaba el por qué no podía ser normal y enamorarse de un alfa, sin embargo, sabía que eso sería peor considerando el hecho de que su padre se esforzaba por alejar a todos los alfas de su alrededor.

"No me gustan los alfas Chae, me recuerdan a papá" murmuro a través de un hilo de voz. "Además quiero mucho a Hobi, quizás no puede protegerme de papá pero él es muy valiente" aseguró, una pequeña sonrisa creciendo en sus labios ante los recuerdos del pelirrojo.

"Yo también quiero mucho a Hobi oppa" aceptó decaída mientras restregaba su naricita sobre el pecho del mayor. "Solo quisiera que todo fuese más fácil"

Yoongi asintió en acuerdo, sus dedos comenzando a acariciar los cabellos de la pequeña para consolarla. Sin embargo, tuvieron que separarse en cuanto escucharon el estruendo de la puerta principal siendo cerrada.

Su papá había llegado.

"O-oppa, yo–" trató de decir pero Yoongi simplemente le sonrió.

"Tranquila, estaré bien" aseguró, dejando un beso sobre la frente de la niña. "Ve a tu habitación, por favor" susurró suplicante.

La niña apretó los labios reacia pero terminó asintiendo pesadamente antes de abrazar fuertemente al peliazul y correr fuera de la habitación. Yoongi suspiro aliviado, viendo como justo en ese momento su padre se asomaba por la puerta de su habitación.

Bueno, un día más de sufrimiento.

Hoseok sintió su ojo palpitar cuando la voz insistente de su madre siguió parloteando más y más. Estaba almorzando junto a su familia, tratando de huir de sus problemas mientras comía lentamente pero al parecer su madre encontraba fascinante hablar sobre alfas y parejas solo porque Hoseok tenía encima el ligero aroma de Jungkook.

Sabía que abrazar al alfa iba a atraer la molesta presencia de su madre.

"Vamos cariño, dinos quién es el afortunado" alentó su madre con un tono ilusionado.

Hoseok apretó los puños sobre la mesa, podía sentir la mirada preocupada de Jiwoo y su padre encima, pues su irritación era visible para todos menos para su insistente madre. Hoseok estaba harto, no necesitaba ese tipo de escenas en su día, suficiente tenía con toda la mierda con la que debía lidiar en el colegio como para sumarle la molesta insistencia de su madre.

"No estoy saliendo con nadie madre" susurró entre dientes, con la mirada clavada en su plato.

"¡Pero hueles a alfa!" exclamó entusiasmada, Hoseok tomó una profunda bocanada de aire en un intento por tranquilizarse.

"Abrace a mi amigo madre, no todos los alfas a mi alrededor quieren cortejarme como desesperados" gruño por lo bajo, sus puños apretándose más hasta que sus nudillos se volvieron blancos.

"¿Como que no? ¡Si eres precioso, mi vida! De seguro tienes muchos pretendientes" chillo la mujer con emoción. "Deberías salir con uno, dejarte cortejar" sugirió con una sonrisa enorme. "La única vez que haz salido con alguien fue con ese omega de la otra vez" añadió con tono despectivo.

Y Hoseok había tenido suficiente.

Porque podría soportar a sus compañeros, podría esperar  eternamente a que Yoongi volviera con él, podría aguantar de todo menos que su madre le hostigara con el mismo maldito tema de siempre como si no le importara lo que él quisiera.

"Ya te dije que no quiero un maldito alfa, ¿cuando lo vas a entender?" exclamó Hoseok enfadado, su mirada por fin dirigiéndose a su madre.

Y entonces la sonrisa de su madre se borró de su rostro, dejando ver su verdadero disgusto.

"Hoseok, necesitas un alfa. Si no, vas a hacerte viejo y te quedarás solo" reclamó, cruzándose de brazos indignada.

Hoseok apretó la mandíbula, sus dientes rechinando por la fuerza ejercida mientras que su ceño se fruncía profundamente. El omega sentía que estaba llegando a su límite.

"¡Tengo dieciséis años!" gruño, golpeando la mesa con su palma en un arranque de molestia. "Ni siquiera soy mayor de edad y tú ya quieres que me comprometa y me deje marcar como a un trozo de carne" bufo exasperado.

"¡Eso es lo que todos los omegas normales hacen a tu edad!" exclamó la mujer desesperada, Hoseok sintió su cuerpo llenarse de una furia profunda.

"¡Pues es hora de que entiendas que yo no soy un omega normal, ya acéptalo!" gritó, las feromonas de enojo disparándose en el aire demostrando la ira que recorría el cuerpo del omega.

"¡Deja de decir esas cosas Hoseok!" exigió la mujer, poniéndose de pie para remarcar su autoridad como madre.

"¡No! ¡Es hora de que aceptes que yo no soy un omega normal que se enlazará y te dará nietos!" gritó, su rostro poniéndose completamente rojo y sus ojos brillando en rabia contenida.

"¡Pero Hoseok!" su madre trató de replicar.

"¡Pero nada madre, estoy enamorado de otro omega!"

Y lo dijo, las palabras se deslizaron por sus labios sin permiso, sin darle tiempo a pensarlo y evitarlo. El silencio sepulcral les aplastó sin reparo, lo único que se escuchaba era la respiración agitada de madre e hijo mientras que su hermana y su padre trataban de no emitir un solo sonido que pudiese empeorar la situación.

Hoseok sintió su pecho más ligero ante la sensación de liberarse de aquel secreto que vivía carcomiendo su consciencia. Sin embargo, su estómago se sintió hundirse hasta el fondo cuando la mirada decepcionada de su madre se posó sobre él. Esperó gritos, esperó golpes, esperó todo menos el silencio denso en el que su madre se había sumergido.

Y si debía ser sincero, su silencio era peor que una bofetada.

La mujer simplemente le dedicó una mirada de asco antes de retirarse del lugar sin decir una sola palabra, dejando a Hoseok, Jiwoo y al señor Jung en el comedor.

"Hijo, tranquilo. Veras que pronto se le pasará el enojo a tu madre" murmuro su padre con suavidad, Hoseok sintió sus ojos humedecerse.

¿Por qué su madre no podía ser igual de comprensivo que su padre? ¿Por qué se empeñaba tanto en llevar a Hoseok por el camino que ella deseaba? Estaba agotado de su relación con su madre, deseaba volver a la época en donde ella le consentía sin descanso y sin esperar a que él se enlazara con un maldito alfa.

"Ya no tengo hambre, me retiro" susurró antes de correr escaleras arriba para encerrarse en su habitación.

El llanto no tardó en manifestarse en cuanto cerró la puerta de su recámara tras su espalda. Las lágrimas se deslizaron por sus mejillas y se odio por ser tan débil, ¿en serio iba a llorar por esa tontería cuando Yoongi estaba atravesando por un momento el triple de peor? Daba vergüenza.

Sin embargo, por más que quisiera frenar el llanto, no podía. Los sollozos seguían abandonando su garganta sin descanso, su pecho doliendo mientras se acurrucaba en su cama para protegerse de los males exteriores.

Quería que su madre entendiera, quería que ella lo aceptara y le aconsejara como seguir adelante con su relación con Yoongi.

Pero en el fondo sabía que eso era mucho pedir.

"¿Es que acaso todo puede empeorar más?" gimió devastado mientras apretaba sus manos contra su pecho.

Y Hoseok no sabía lo que esas palabras podían influir en su destino.



hOLAAAAA YA LLEGUÉ

jsjfjsus vamos a llorar xq
todo empeora nOoOo XD

en fin, perdonen la tardanza,
espero les haya gustado este
capítulo y prometo volver con
otra actualización pronto:(

en fin, no se olviden que los
amo mucho, ok? si votan y
comentan yo seré más feliz! ;3

nos leemos luego, tengan lindo
inicio de semana

shyoongichi.

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