«Yo soy la proyección de la mentira en que vives. Júzgame y senténciame pero siempre estaré viviendo en ti»

Charles Manson.

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Antoine

Mis cuerpo se siente pesado con cada paso que doy.

Siento que en cualquier momento voy a caerme. Dormir en este lugar me ha resultado imposible.

Salí un poco más temprano de mi habitación, descubrí como quitar las cerraduras. Necesito hablar con Cely, quiero saber si convenció a Amelia o si todavía no sé le ha pasado por la cabeza hacerlo.

Llegó a su puerta, pero antes de tocar escucho voces en una pequeña sala que hay en el lugar.

Esa fue la sala donde hablé con Jake cuando me hizo la cicatriz, me acerco un poco más y las voces se empiezan a escuchar más claras.

—Chicos por favor vuelvan, saben que acá estarán mucho mejor —la voz de una mujer hace eco en el lugar, parece que proviene de un teléfono.

La puerta está entreabierta y me asomo disimuladamente, Jake y Amelia están sentados al frente de unas computadoras, la atención de ellos está en un teléfono que se encuentra en la mesa.

—Dije que no volvería June —dice Amelia.

He escuchado ese nombre antes...

—No les cuesta nada, quiero que estén bien...

—Por eso enviaste a dos imbéciles, y casi a cien soldados a buscarnos —Amelia se ríe sarcásticamente.

¿Dos imbéciles?

—¡Es por su bien! Sabía que se iban a resistir, era necesario... —la chica se escucha triste y mi cerebro recopila información de dónde he escuchado esa voz y ese nombre.

Mierda.

Es la secretaria de mi padre.

—No nos largamos de ahí para regresar... —esta vez habla Jake.

—Casi matan a los chicos ¿No se supone que son amigos? —su manera de hablar es deprimente.

—Claro que no. ¿Cómo carajos nos contactaste? —Amelia se acerca el teléfono a su rostro y mi vista se dirige a las computadoras.

—Parece que quisieras matarnos...

—Si quisiera matarlos, no quedaría ni uno solo de ustedes en este momento. ¿Cómo nos contactaste?

Me congelo en mi puesto, Amelia me provoca demasiado miedo y su manera de actuar me hace pensar mucho en qué problemas tendrá.

—El teléfono donde te escribió Alice... Chicos por lo que más quieran... —es interrumpida por Amelia y siento un poco de pena por la chica del teléfono.

Eso es ser muy cruel.

—No regresaré, ¿Para que me sigan tratando de asesina? No gracias, estoy harta June. No quiero que nos sigan buscando, mentalizate que ya no existimos —dice Amelia y cuelga el teléfono.

Tira el aparato a un lado y suspira.

—Destruyelo —le dice a Jake.

¿A dónde quieren que vuelvan?

Pienso en que conexión podrían tener con June, pero no se me ocurre nada.

Odio tener tantas preguntas en mi cabeza y que ninguna se haya resuelto completamente.

Entro al lugar y los dos chicos se alertan.

Siempre permanecen alertas ante cualquier situación, es un poco incómodo porque aunque quiera, no puedo hacerles ni un poco de daño, me matarían primero.

—Buenos días —los saludo y ruego que sea Jake él que me está sonriendo.

—Hola francesito ¿Qué te trae por aquí? —su manera de hablar me da a entender que es Jake.

Me parece raro que me diga así. Si nací en Francia, pero no dure muchos años de mi niñez ahí. Solo se hablar el idioma por mi padre.

Volteo a mirar a Amelia y su vista está en la computadora, es difícil de entender que demuestra con su rostro. A veces quedó embelesado viéndola.

Debo admitir que llama mucho la atención...

Su cabello es blanco, un poco gris al parecer, es ondulado en las puntas y le llega hasta el cuello. Sus pestañas son blancas también igual que sus cejas. Su nariz es pequeña y perfilada, al observar su rostro puedes notar que es bastante tierno y los labios de ella son rosados, muy llamativos. Lo más extraño son sus ojos cafés, no brillan, no demuestran nada.

Se ve furiosa o tal vez está muy pensativa, creo que sí no me diera tanto miedo me podría llegar a...

«No. Claro que no, es una asesina»

Jake tiene el mismo tono de color de ojos, me hace pensar que usan lentes de contacto.

—¿Por qué usan lentes de contacto? —la pregunta sale sin previo aviso y me tenso.

Es una mala costumbre que tengo, cuando una pregunta invade mi cabeza la digo sin pensar, sale de mi como si no fuera peligroso decirla. He tenido muchos problemas gracias a eso.

Jake es el único que me mira, y el lugar queda en un silencio desesperante.

—¿Por qué usaríamos lentes de contacto? Es un poco tonta esa pregunta —se ríe y trato de unirme a su risa, pero no puedo.

Noto que su rostro esta incómodo y creo que descubrí algún secreto de ellos...

—Es cierto, lo siento... Estoy un poco aburrido, ya llevo dos semanas aquí y no hago mucho —digo y me siento al lado de él en una pequeña silla que hay cerca.

Observo la sala con curiosidad y me percato que hay varias pantallas por todo el lugar, hay mapas, fotografías, textos en todos los hologramas que llenan la sala.

—Es verdad... Hoy iré a comprar algunas cosas que necesitamos en un pueblo cerca de aquí ¿Te animas a acompañarme? —me pasa el brazo por encima de mis hombros.

¿Me dejarán salir?

—Pero no me provoques problemas con eso de escaparte... Sabes que sucede si lo haces —me susurra y señala a Amelia, me acuerdo de lo que ella me dijo.

"Cada persona que conviva contigo morirá"

Siento un escalofrío en mi espalda y decido ir con él, tomar aire me hará bien.

Espero que no explote nada está vez.

—Está bien, no suena mal —le digo y me alejo un poco, es incómodo que me abrace así.

Aunque esté chico no me inspira miedo.

Amelia no dijo nada, ni volteó a mirarme aunque sea un poco, me hace sentir un poco decepcionado...

¿Decepcionado?

«Creo que me estoy volviendo loco»

Jake me dice que lo espere en la sala principal, me dirijo hacia ella y me encuentro a Shaira vestida como una persona diferente.

Casi siempre la veo vestida con una bata de médico y una ropa sencilla. Pero ahora tiene un suéter amarillo crema y unos pantalones azules, se dejó el cabello suelto y no está utilizando las gafas.

Intento saludarla, pero prefiero no hacerlo.

—De acuerdo, vámonos —Jake llega y también está vestido diferente.

Aún me parece extraño que algunas prendas de él me queden, aunque la mayoría me quedan grandes.

Que es algo de esperarse, ya que el es altísimo.

Mi estatura es promedio, no soy tan alto ni tan bajo. Pero al lado de el me veo como un duende.

Dice que iremos al supermercado del Castle Combe, es un pueblo muy hermoso que queda cerca de londres.

Me causa curiosidad saber porque me dicen la ubicación.

Tal vez ¿Confían en mi?

Si eso es así, yo debería confiar en ellos.

Salimos de la cabaña y decido relajarme un poco, no me vendrá mal hacer algo diferente. Aunque voy a salir de compras con mis secuestradores.

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Cely

He buscando a mi amiga por toda la casa y por fin la encuentro en la sala de control, sus brazos cubren su cabeza y creo que está dormida.

Me acerco hacia a ella y la golpeó suave en el hombro.

—¿Qué pasa Cely? —dice en un susurro.

Siento que no es momento para molestarla, pero debería aprovechar que está así para poner en marcha el plan que dijo Antoine.

—Eso debería preguntar yo... ¿Estás bien? —me siento al lado de ella y cruzo los brazos en mi pecho esperando una respuesta.

Últimamente la he notado muy distante de todos, su estado de ánimo permanece aburrido y casi siempre la veo enojada por algo, pero como raro no sé la razón. Casi no sonríe y me asusta pensar que su trastorno está empeorando.

Aunque no tengo idea de lo que ella sufre.

—No sucede nada, no es importante —levanta su rostro y suspira profundamente.

—Ya casi no me cuentas nada... Oye me preocupas —agarro su mano y la aprieto.

Tengo miedo de que me este engañando, se que me dolería mucho enterarme de cosas que no se, pero a la vez me enfadaría demasiado.

—Tranquila, no pasa nada ¿Ya los chicos se fueron? —pregunta alejando su mano, y asiento como respuesta.

Cuando noté que se fueron, aproveche para venir.

—Estuve pensando en el plan de la gala a la que iremos, ya faltan menos de dos semanas —digo y espero que no note lo nerviosa que estoy diciéndole esto.

No me parece justo engañarla. Pero si debo hacerlo para saber la verdad, haré todo lo posible.

Hace algunos días nos llegó un documento a cada uno explicando todo el plan. Lo que más me sorprendió del holograma que apareció en mi habitación que hizo que gritara del susto, es que este proyectó mapas de todo el edificio. Opciones de salidas, escondites, y otras cosas que no me he sentado a mirar bien.

Ellos saben demasiado y en tan poco tiempo...

—De eso te iba a hablar, quiero que entres con Antoine y Shaira, Jake y yo no iremos —se aleja un poco de mi, empieza a teclear algunas cosas en la computadora.

«Perfecto»

—¿Por qué no irán ustedes?

—Por que hay gente que nos puede reconocer en ese lugar, y después de lo que pasó con los policías es mejor evitar.

Tiene razón, fue mi culpa lo que sucedió ese día. Un policía me agarró del cuello por detrás y cuando voltee para enfrentarlo se parecía demasiado a mi hermano, ese momento quedé estática y él aprovecho para escapar cuando Jake lo hirió con un disparo en su pierna.

—¿Cómo será el plan sin ustedes? —pregunto y distingo las invitaciones que sobresalen en la computadora.

—Es fácil, Shaira se encargará de todas las alarmas y cámaras, de la seguridad del lugar por si notan algo extraño, aunque tendremos las invitaciones que es una ventaja muy grande. Tu irás con Antoine a extraer la información, Jake creó un dispositivo que cuando la insertas en la computadora almacena toda la información que tiene en ella —dice suspirando de nuevo.

Desde un comienzo le pregunté porque no entraban a la red del lugar y extraían toda la información, ya que con la tecnología de la actualidad es fácil conseguir algo así.

Pero en el documento que nos llegó explicaba con exactitud que ese edificio es díficil de ingresar por las redes.

Y bueno es esperado, ya que ese lugar está protegido por los mejores ingenieros del mundo.

¿Qué es lo que ocultan?

No debí convencerla para nada, entraré con Antoine al lugar y no habrá ningún problema.

Antoine me pidió que la convenciera de que solo nosotros dos entremos para extraer la información sin estar a la vista de ellos.

Espero que no se den cuenta y él francés sepa lo que está haciendo.

Pero hay algo de todo esto que no me convence.

—Está bien, pero aún así creo que deberían ir... por si sucede algo —digo nerviosa.

—¿Tu crees? Quiero encargarme de alguien en especial que irá a esa fiesta... pero no quiero que nos noten.

—Tengo una idea, vayamos todos, tu te encargas con Jake de lo que quieres hacer y yo con Antoine recuperamos la información ¿Qué dices? —mi plan no suena tan mal y sé que se demorará en hacer más invitaciones.

Ella voltea a mirarme y me gustaría saber por una vez en su vida que es lo que transmite con ella.

—Hablaremos de eso luego, tengo que hacer algo —se levanta de su puesto y sale del lugar.

Espero que sea buena idea que ellos vayan.

He notado que siempre mantiene una sudadera negra y un top del mismo color. Los demás días usa ese mismo tipo de prendas pero de otros colores, siempre son oscuros, aparte de el traje cuando salen a misiones.

Solo ellos dos tiene esos extraños trajes, nunca les he preguntado dónde los consiguieron.

Nunca la veo con algo diferente, me viene un plan genial a la mente que es comprarle un traje para la gala que combine con su cabello.

A mí mente se le vienen muchas ideas de vestidos y salgo del lugar con una sonrisa en mi rostro.

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_Nath_