«La muerte está tan segura
de ganar,
que te da toda una vida
de ventaja»

Aylin.

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Trois

Tiró la puerta con rabia y está se estrella en la pared haciendo un ruido bastante fuerte, entro a la habitación observando todas las cosas del lugar.

Jake siempre ha sido un chico muy aburrido... La habitación más aburrida de esta existencia.

Mierda.

Me hubiera encargado de ella si no estuviera tan agotado, miro mis manos temblorosas y la rabia me consume.

«Tengo que salir de aquí antes de que él regrese»

No entiendo porque no desperté antes, me desespera saber que él niño tiene tanto poder sobre este cuerpo.

Me siento en la cama y pienso en como escaparé de este horrible lugar.

No puedo matarlos a todos, aunque ese chico en especial me ha llamado la atención. Creo que lo he visto en alguna parte.

Sería divertido matar a algunas personas, hace mucho tiempo que no salgo y me divierto. Pero a ella... Es imposible matarla, sería un logro de por vida si lo consigo.

Tocan la puerta y una chica de pelo negro entra al lugar cargando un pequeño bolso gris en sus hombros.

Vaya...

Que hermosa víctima.

—Jake ahora necesito que te relajes, te daré algunas medicinas para que duermas tranquilo —dice y deja el bolso encima de la cama, empieza a sacar algunas medicinas y pastillas que reconozco al instante.

Observo la jeringa con el líquido azul y suspiro derrotado.

Amelia... Sabe que estoy débil y por eso la envío solo a ella.

No me servirá de nada escapar ahora sabiendo que no lograré cruzar la puerta.

—Sabes que no hablas con Jake —que nombre tan ridículo.

—Quieras o no, eres Jake —se sienta en la cama lejos de mi y empieza a mirar una hoja que tiene en las manos.

«Piensa, piensa»

—Si me dejas jugar un poco contigo, haré todo lo que desees... —le digo en un susurro y trato de acercarme un poco tembloroso, pero me inyecta la jeringa que me hace retroceder.

Maldición.

«¿Sonó tan mal la propuesta?»

Me mareo un poco y empiezo a reírme de la expresión de su rostro.

—No te haré daño...

—Sé que eres un manipulador, no caeré en eso. Trae de vuelta a nuestro amigo ¿Está bien? —deja un frasco de pastillas en una mesa a un lado con varias hojas.

No puedo moverme, por más que quiero hacerlo no puedo.

Maldito cuerpo inservible.

Observó a la chica y empieza a gustarme lo que transmiten sus ojos.

Miedo.

—¿Me tienes miedo? —le susurro.

Se aleja y empieza a leer otra vez los papeles.

—No, no te tengo miedo, quédate quieto —dice y yo suspiro aburrido.

—¿Me dejarás hacer algo contigo? No serán tan profundos los cortes, solo quiero divertirme.

—Cállate, lo que te acabo de inyectar hará que te duermas, así que no te esfuerces en levantarte —se levanta de la cama y sale de la habitación.

Si ella supiera que la jeringa no es para eso.

¿Qué tanto le han contado?

Me gusta la chica, aunque es aburrida.

Siento mis ojos pesados y me quedo dormido pensando en una figura delicada de ojos miel y pelo negro.

Parece que me voy a divertir mucho en este lugar.

⠀

Cely

—¡No! —grito y observó todo a mi alrededor. Estoy en mi habitación, en mi cama, estoy en casa.

«¿Qué demonios?»

Me levanto rápido y me observó el rostro en el espejo, está lleno de algunos rasguños y golpes.

¿Peleé con alguien? ¿Me descontrolé otra vez?

La puerta empieza a abrirse y agarro el arma que está a mi lado.

—¡Alto ahí! —quito el seguro del arma y apunto hacia la puerta, está se abre completamente y él que se asoma es él niñito francés. Alza los brazos con temor y su piel se pone pálida.

Imbécil.

—Debí tocar antes de entrar, perdóname, necesito hablar contigo... —me dice acercándose aún con los brazos arriba.

Bajo el arma y lo miro con desconfianza, pensé que que lo tenían encerrado en una habitación.

Aún no entiendo la obsesión de Amelia con él, es muy débil y miedoso. Ella quiere que lo entrenemos, pero es un caso perdido.

Se sienta en la cama y yo me apoyo en la ventana cruzando mis brazos.

—¿Sabías lo de Jake? —dice mirándome.

«¿Ya Amelia le dijo?»

Confía demasiado en este chico. No me parece bien que le cuente las cosas así como así, puede ser peligroso para todos.

—Siempre lo he sabido —respondo.

—Solo me pareció extraño,
¿Te acuerdas de lo que sucedió ayer? —se agarra las manos nervioso.

¿Ayer?

Volteo a mirar la ventana confundida y unos pequeños rayos de luz entran por la cortina.

El recuerdo de una explosión me viene a la cabeza y me empieza a doler con fuerza haciendo que cierre los ojos.

Rayos... Es cierto que los seguí, la rabia que tenía no me hizo pensar y lo lleve conmigo, fue muy mala idea.

—Amelia no dijo nada de la explosión, no sé si fue Trois quien la generó... pero aún así tengo muchas dudas, supuse que ella te diría a ti —su rostro siempre muestra miedo cuando habla.

¿Trois regresó? Mierda, perfecto.

Pero ella no me dirá nada al respecto, por eso los seguí ayer, hay muchas cosas que no sé de ellos.

Y no me importa si tengo que cortar su rostro para que me diga la maldita verdad.

Siempre he sabido que ellos esconden cosas pero es difícil averiguarlo, Jake es peligroso y Amelia nunca demuestra lo que siente o piensa.

—Tengo un plan —lo escucho atenta—. Ellos buscan una información que es de hace mucho tiempo, el plan es que consigamos esa información para ellos... Escuché que crearon dos memorias, así que podemos utilizar esta ventaja.

Ummm.

—Pero... Supongo que ellos nos mostrarán eso cuando la obtengamos ¿No? —pregunto y él niega.

—No estés tan segura, es una información de hace muchísimo tiempo, es confidencial en muchas partes del mundo. Dudo mucho que nos muestren lo que hay en ella.

—¿Y por qué me estás diciendo esto? —pregunto. Creo que él piensa que no le diré nada a Amelia.

—Porque sé que tu también tienes tus dudas, y necesito que me ayudes —se acerca un poco más y mi cerebro entra en colapso.

Ella puede enterarse de que la engañamos, y no dudará en matarnos, pero... sabré la verdad.

Ellos me están ocultando algo, y necesito saberlo.

Llevamos dos años juntos y creí que confiaban mi... Estaba muy equivocada.

—Cuenta conmigo —dejo el arma en la pequeña mesa que hay al lado, para que me crea—. Pero si haces algo que nos perjudique a todos, te cortaré en pedazos.

—Lo sé... Te contaré mejor el plan.

El chico empieza a hablar de todo lo que tiene planeado y lo escucho con curiosidad, su plan no tiene fallas en ningún lado. Me parece algo peligroso y genial, pero hay que convencer a Amelia de que nosotros iremos por la información.

Eso será un poco difícil.

—¿Podrás convencerla? —me dice alejándose un poco.

«¿Desde cuándo tiene esto planeado?»

—Trataré de hacerlo, pero será difícil.

No quiero morir en manos de ella.

Si nos enteramos de algo decepcionante, ella morirá en mis brazos lentamente. Sufrirá mucho por esconderme la verdad.

~~~~~~•~~~~~~

_Nath_