Capítulo 6
«Los actos siempre tendrán
la última palabra»
Maritere Lee
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Antoine
Observo todo el pasillo con curiosidad mientras camino con lentitud, las paredes son completamente blancas y simples, no hay ningún cuadro o algo que las adorne. Es un poco aburrido estar aquí, sigo mirando todo y me encuentro con Shaira, me sonríe de una manera tan dulce que me parece extraño.
—Oye ¿Puedo hacerte una pregunta? —la agarro del brazo y la suelto rápidamente por miedo.
Puede que no sea tan normal como lo pienso.
—Si claro, dime —se acomoda sus lentes y me mira fijamente.
La observó detenidamente por unos momentos, sus ojos grises son muy llamativos, su cabello es completamente negro y largo hasta su cintura, en estos momentos lo tiene amarrado en una coleta alta que hace que varios mechones sobresalgan en su rostro.
—¿Estás bien? —ella me saca de mis pensamientos y reacciono—. Te ves muy pálido.
Parezco un muerto, creo que sería la manera correcta de decirlo. No he comido bien, no duermo ni siquiera, estar en este lugar me produce ansiedad y miedo.
Me volveré loco.
—Estoy bien, quería saber cómo llegaste aquí.
—Fui secuestrada también —se ríe tímidamente y cada vez me extraña más su comportamiento.
—¿Y cómo puedes estar tan tranquila con estos locos? —digo un poco desesperado
—Después de un tiempo te acostumbras. Me caen bien todos aquí.
—¿Qué paso?... —trago en seco y me acerco un poco más a ella—. ¿Cómo te secuestraron?
Ella me dice que vayamos a la sala principal para hablar mejor, me invita a tomar asiento en el sillón, y la escuchó.
—Bueno soy psiquiatra, me gusta mucho la tecnología, pero era más que un pasatiempo. Un día estaba en mi consultorio y me acuerdo muy bien de que llegaron esos dos... atacaron a todo el lugar y me durmieron, tiempo después desperté aquí —se queda en silencio un momento y en su mirada se nota tristeza—. Dijeron que necesitaban a alguien como yo, ya que era considerada una de las mejores de esa zona, me dijeron que no me harían daño. Tiempo después los ayude con algunas cosas y decidí quedarme.
Pienso y pienso. Pero no me viene nada a la cabeza, alguna pista, algo por el estilo para saber más de ellos.
—¿Por qué necesitan a una psiquiatra?
—Jake tiene un trastorno delicado de tratar y Amelia tiene indicios de un trastorno horrible... pero no le gusta hablar de ello, creo que es más para controlar a Jake.
Problemas mentales...
He escuchado esto mucho antes.
—¿Y cuáles son?...
—No puedo decirte eso, lo siento. Es lo único que puedo decir.
—¿Por qué decidiste quedarte?
—¡Shaira! —escuchamos un grito de Amelia y nos sobresaltamos.
—¿Qué sucede? —se levanta dirigiéndose hacia ella, que llega por el pasillo con Jake.
Miro fijamente a Jake y me estremezco en mi puesto.
—Necesito que cuides a estos dos, iremos a hacer algunas cosas. Vigila más a este idiota —dice señalandome.
Tienen unos trajes muy peculiares, si los ves de cerca parecen pequeñas piezas de metal juntas o un material parecido, tiene líneas gruesas en algunas partes del traje que hace que se vea muy resistente. Es muy pegado al cuerpo, se podría describir como un traje para una buena movilidad.
Lo más curioso es que aparte de los trajes, tienen un cinturón que se puede notar de lejos que trae muchas armas.
Cierro mis ojos tratando de analizar mejor todo, pero me es imposible sin mis lentes.
Con esos trajes parecen robots.
Las líneas gruesas del traje de Jake son de color naranja y las de Amelia son blancas.
—Sí señora.
—Nos vamos —dice Amelia y Jake la sigue sin decir una sola palabra, siempre lo veo con una actitud diferente.
Cuando ya salen del lugar le pregunto a Shaira.
—¿El sufre de bipolaridad o algo parecido?
—Dije que no te diría —se ríe y desaparece por el pasillo.
Tengo que averiguar más sobre ellos...
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Amelia
—¿Este es el lugar?
—Completamente seguro —dice Jake.
—Vamos.
Llegamos a una de las calles más solitarias y peligrosas de Londres, cualquiera que pase por aquí no sale vivo.
Normalmente se suelen encontrar Cyborgs sin control o algunas bandas de narcotraficantes que controlan la zona.
Entramos a una veterinaria que es lo más extraño que me parece de este encuentro, la dirección nos envío hasta acá.
Jake enciende las luces que parpadean y observamos el abandonado lugar, todo está lleno de polvo, herramientas en las mesas y hay muchas rejas de animales.
—No pensé que vendrían...—escucho una voz que reconocería a miles de kilómetros, saco mi arma con rapidez sosteniéndola con fuerza.
Al observar a la persona de donde proviene la voz me alertó aún más y apunto.
—André... —Jake habla en un susurro—. Creeme que no es una agradable sorpresa... —agarra el cuchillo de la parte de atrás de su espalda y lo mantiene ahí.
—Tranquilos, saben que no les haría daño —alza sus manos y yo bajo el arma desconfiada, Jake también lo hace.
—Queríamos ser un poco dramáticos para volverlos a ver —una voz femenina habla, está sale de una habitación y nos sonríe con alegría.
La perra de Alice.
—Nuestras disculpas si los asustamos, descubrimos que seguían vivos y nos alegramos... —André habla y noto que miente por su tono de voz, volteo a mirar a Jake, creo que él también se dió cuenta de lo mismo.
Esto es muy extraño.
—¿Qué demonios quieren? —pregunto.
Los observó detenidamente y demuestran mucho nerviosismo.
—Tu no cambias ¿Cierto? —André habla con burla riéndose—. ¿La culpabilidad de cierta muerte aún te afecta?
Maldito hijo de perra.
Trato de acercarme a él para golpear su maldito rostro, pero Jake me detiene.
Se ven iguales que hace años.
André es de pelo blanco, ojos completamente negros y una sonrisa que le provoca miedo a una persona normal; pero lo primero que notas es su gigante cicatriz en su cuello. La mayoría de su cabello desordenado cae por su rostro ya que es bastante largo, tiene algunos piercings en su labio inferior, ceja y en sus orejas.
No ha cambiado nada.
Observo de nuevo la cicatriz y recuerdo el día que se la hice.
Debí matarlo ese día.
Siento aún furia por su comentario, me zafó de Jake tratando de calmarme. Odio que mencionen eso.
—Prefiero perder el tiempo en otras cosas —le digo buscando con la mirada la salida del lugar.
—No seas tan antipática, solo somos viejos amigos... —Alice trata de acercarse, pero me alejo.
Su cabello también es blanco, pero tiene algunos mechones rojos en sus puntas, su cuerpo moreno es pequeño y delgado parece que en cualquier momento se fuera romper. A pesar de que sus ojos azules muestran tristeza en realidad esta chica es peligrosa.
—No se para que nos llamaron, pero no queremos saber nada de ustedes —Jake habla y está dispuesto a salir del lugar.
—¿Quién de los tres está hablando está vez? ¿Ya sabes distinguir eso? —otro comentario de burla por parte de André.
Mi rabia crece más de lo normal, pero cuando intento acercarme de nuevo noto algo extraño en la ventana superior del lugar. Trato de mirar mejor y noto una sombra.
«Lo sabía»
—Cállate André. Solo queríamos saber de ustedes, está vez queríamos arreglar tod... —Alice habla, pero la interrumpo.
—Mentirosos —los miro con odio—. Sabía que seguían siendo las ratas de Adrien.
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Antoine
Cely me arrastró hasta un lugar muy lejos y oscuro. Me jalo hacia una camioneta diciendo que sospechaba de sus amigos.
¿Quién en su sano juicio sospecha de sus amigos?
Duro todo el camino manejando como una maldita loca y se quejaba que si éramos del equipo tenían que contarnos todo.
En parte tiene razón.
¿¡Pero por qué me arrastro con ella!?
«Tengo miedo»
Estamos encima de un edificio y ella ha estado mirando por mucho tiempo una clínica de animales abandonada al frente de nosotros.
Parece que ahí hacían animales mutantes por lo horripilante que se ve el lugar.
Estábamos con Shaira y cuando dijo que los demás habían salido, Cely enloqueció, noqueó a Shaira y me arrastró a la camioneta, creo que fue lista al vendarme y amarrarme para no observar el camino.
—¿Cómo sabes que ellos están ahí? Lo dudo mucho —pregunto alejándome un poco de ella.
«Deberia aprovechar esta oportunidad para escapar»
—He notado últimamente algo extraño, así que puse rastreadores en sus trajes, ojalá no se den cuenta de eso... quería ver si esconden algo.
¿Y por qué me trajo con ella?
Esta chica está loca.
Trato de preguntarle, pero escuchamos un par de ruidos y me asomo un poco. Empiezan a llegar soldados armados de todas las direcciones, hay muchas armas que no se distinguir.
Estamos encima de una pequeña casa a unos metros que estoy seguro que si doy un paso en falso se puede derrumbar.
—¿Qué pasa? —pregunto preocupado por lo que estoy viendo.
Por lo que veo no saldrán vivos de ahí.
—Se las arreglarán solos.
«¿Me leyó la mente?»
Todos empiezan a entrar al edificio, me levanto tratando de observar mejor, pero lo más inesperado es que el lugar explota. La explosión es tan fuerte que estoy seguro que los dos volamos por el lugar.
Nos agachamos y cubro mi cabeza con terror, un grito de Cely me hace reaccionar un poco y trato de mirar mejor que fue lo que sucedió.
Me asomo de nuevo buscando señal de vida, pero el humo que inunda la zona no me lo permite. Noto una leve iluminación naranja que me confunde, pero se escucha otra explosión, está me empuja mas lejos y pierdo el conocimiento al sentir un golpe en mi cabeza.
~~~~~~•~~~~~~
_Nath_
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