«Quien no encaja en el
mundo, está siempre cerca
de encontrarse a sí mismo»

Herman Hesse.

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Cely

¿Cómo demonios termine metida en todo esto?

Aún me hago esa pregunta todos los días y nunca he encontrado la respuesta.

Tal vez fue sido el día en que acepte la ayuda de Axel para buscar el asesino de mi hermano.

Pero... ¿Por qué decidí aceptar esa ayuda?

Respiro con fuerza tratando de llenar de aire mis pulmones, siento que me ahogo en medio de tantas personas, miro a todos a mi alrededor y no veo a ningún conocido.

Tratar de buscar a Antoine es como buscar a un conejo en medio de una manada de lobos.

«Pobre chico»

Veo a Deux a lo lejos con un rostro bastante serio y me acerco hacia a él corriendo, tiene a Antoine en sus brazos y el niño parece que no puede mantenerse de pie.

—¿Qué carajos le sucedió? —pregunto asustada.

—Parece que dejaron al niño solo, y lo drogaron en menos de dos segundos —dice Deux con un tono de furia.

«Mierda»

Nos separamos porque unas personas con máscaras extrañas nos jalaron de los brazos para llevarnos a una pista de baile. Traté de soltarme, pero cuando ya estaba libre quedé sola sin los chicos a mi lado.

—Yo...

—No me interesa como se separaron, ¿Has visto a Tyler?

Niego con mi cabeza mirando el estado del niño. Su cuerpo se mueve a varios lados y el pasamontañas que le dieron, lo tiene un poco desordenado.

Trago en seco tratando de controlar mi respiración.

—¿Qué tal mal está? —pregunto acercándome.

—Míralo tú misma —me dice Deux y levanta a Antoine para que pueda verme.

—¡Cely! —él chico se me acerca y me abraza con fuerza—. Que bien que estás aquí, unos locos de cabello blanco me secuestraron. Necesitamos salir de aquí o nos pueden matar.

«Vaya... Está peor de lo que pensé»

Abrazo a Antoine y empiezo a acariciarlo para que se calme, su cuerpo tiembla un poco y se escucha como empieza a sollozar.

—Le marque muchas veces a Tyler, pero no contesta... —musita Deux mirando el teléfono.

—¡Chicos! —escuchamos un grito a lo lejos y observamos a Tyler corriendo hacia nosotros con el cabello de... ¿color rosa?

—¿Qué demonios te paso? —le pregunto mirando su cabello.

—La pregunta es... ¿¡Qué demonios es este lugar¡? —grita Tyler agarrándose el cabello nervioso, con la respiración entrecortada.

Es algo difícil de explicar...

Tengo entendido que Tyler había venido antes a esta calle, pero parece que no ha entrado a todos los lugares que hay acá.

—Eso es muy difícil de explicar, tenemos que irnos —Deux nos guía hacia un pasillo y trato de llevar a Antoine cómo puedo.

Empezamos a caminar por un pasillo bastante oscuro que nos guía hacia unas escaleras. Empezamos a subir en completo silencio y me empiezo a sentir bastante incómoda.

Este lugar no me trae muy buenos recuerdos.

Al final de las escaleras hay una puerta de madera y Deux toca dos veces.

—¡Pasen! —se escucha un grito al fondo del lugar y Deux abre la puerta con lentitud, él es el primero en entrar y nosotros solo lo seguimos con miedo.

Cuando ya estamos dentro de la habitación observo con curiosidad la gigante mesa que hay en la pequeña sala, hay como diez personas que están sentadas alrededor de ella y hay una silla que esta de espaldas al final de esta.

Todos los que están sentados en la mesa son hombres y la mayoría tienen partes robóticas, como un ojo o un dedo. Hay uno que tiene una pierna robótica que se alcanza a ver un poco.

Todos nos miran bastante serios analizando cada movimiento que hacemos, me siento bastante extraña que me miren por tanto tiempo.

Me muerdo el labio nerviosa y trato de mantener a Antoine de pie.

—Bueno... ¿Qué te trae por aquí querido amigo? —la silla que estaba de espaldas se voltea lentamente mostrando a un joven de cabello bastante rojo. Parpadeo un par de veces al ver que tiene ojos dorados.

¿Serán lentes de contacto?

—Necesitamos escapar de...

—Espera, espera —él muchacho lo interrumpe y mira a Deux con extrañeza—. Quiero hablar con Axel, no contigo.

Deux arruga el rostro molesto y suspira.

—Ya sabes qué hacer entonces —dice el chico acercándose un poco al desconocido.

Él desconocido hace un sonido extraño como un silbido y se abre otra puerta que hay en el lugar, sale un hombre bastante grande y musculoso con un bate en la mano.

—Hazlo rápido —dice el chico y el hombre levanta el bate en dirección a la cabeza de Deux.

«¿Qué carajo?»

Grito su nombre y trato de acercarme, pero el hombre gigante golpea de una manera bastante exagerada a Deux en la parte trasera de su cabeza, él chico cae al suelo inconsciente y el sonido que hace al caer es bastante fuerte.

Sorprendida por la situación, siento una furia incontrolable.

—¡¿Están locos?! —grito y uno de los hombres de la habitación me apunta con un arma.

—Tal vez —dice el joven de cabello rojo y hace una seña para que su compañero baje el arma.

Escucho un quejido del cuerpo que está en el piso y este se levanta con naturalidad agarrándose la cabeza.

—Siempre te he dicho que no me golpees en la parte trasera —trato de entender quién de los tres está hablando y él voltea para brindarme una pequeña sonrisa mientras guiña el ojo—. Eso puede matarme.

Suspiró aliviada.

Es Axel...

—Era necesario, sabes que si quieres hablar conmigo, tienes que venir tú personalmente —él chico se levanta de su asiento y le da un corto abrazo a Axel.

—Lo siento por llegar así Emric... Es una emergencia.

—Dime que necesitas querido amigo —el tal Emric se acomoda su chaqueta de cuero y yo volteo a mirar a Tyler que tiene un rostro pálido.

—Necesitamos transporte...

—¿Transporte?, necesito que seas un poco más específico...

Axel suspira y se peina su cabello hacia atrás como costumbre.

—Necesitamos salir de Londres.

Siento una extraña sensación al escucharlo decir eso. No sé a donde tiene pensado ir...

—Tengo un avión que saldrá hoy a la media noche... —él chico mira a Axel con una sonrisa bastante extraña—. Tiene una mercancía importante y se dirige a Italia.

«¿Italia?»

Axel se agarra el mentón pensativo por unos momentos y le sonríe a su amigo.

—Es perfecto.

Siento un poco de miedo al saber que iremos a Italia así de la nada. Creo que todos estos chicos están locos, nunca había salido del país.

¿Y a dónde iremos?

—¿Cuántas personas son? —le pregunta el chico y se dirige a la mesa alcanzando un teléfono que hay encima de esta.

Ahora que lo veo bien se ve bastante jóven...

—Somos cinco personas...

—De acuerdo —el desconocido escribe algo en su teléfono y el lugar queda en un silencio incómodo—. Listo, pueden irse en él.

—Muchas gracias...

—No me agradezcas hasta que lleguen al avión, uno de mis hombres los llevará hasta el aeropuerto.

Axel asiente y Emric le dice algo al oído, el rostro de Axel se vuelve bastante serio y cuando él chico se aleja cierra sus ojos suspirando.

«¿Qué le habrá dicho?»

Es un poco frustrante que pase tantos años con ellos y no sé nada.

Nada.

El chico hace una seña y un hombre de la mesa que tiene un rostro bastante terrorífico se levanta hacia nosotros.

—Creo que lo mejor es que nos digas la dirección... —dice Axel y él chico lo mira con confusión—. Puede ser peligroso ya que nos están siguiendo, tenemos un auto especial para que nadie pueda detectarnos.

—De acuerdo, tienen que llegar al aeropuerto Luton, no queda tan lejos de acá. Te daré la dirección ya que el avión despega de otro lado.

Él chico empieza a escribir algo en su teléfono y le llega un mensaje al celular de Axel.

Antoine empieza a pesar un poco más y Tyler se acerca para ayudarme, observo el cabello del moreno y contengo la risa al verlo de esa forma.

El chico abraza a Axel dándole unas palmadas en la espalda y se despide diciendo algo no logro entender.

—Vámonos —nos dice Axel acercándose y lo seguimos por la puerta en la que entramos antes.

Esperemos a que todo salga bien...

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Ava

Disparo de nuevo hacia el mismo punto y acelero la motocicleta para perder a los malditos rastreadores. Muevo mi cabeza a los lados tratando de mantenerme despierta, observo mis manos completamente negras con un poco de preocupación.

«Debo resistir todavía»

Un escalofrío recorre todo mi cuerpo y suelto un pequeño quejido de dolor.

Dos motos se posan a los lados y los miro con curiosidad al darme cuenta que en una de ellas va André.

—¡Por una vez en tu maldita vida, detente Ava! —grita y yo le punto con mi arma en la cabeza, él chico se paraliza y su mirada me hace sentir extraña al observarla detenidamente.

Aprieto el arma con fuerza y disparo en la llanta delantera de la moto, el trata de controlarla, pero cae un poco más atrás al suelo.

«Maldición, dude de nuevo en matarlo»

Aunque necesito que esté vivo para que se cumpla el plan...

Esquivo un auto que hay adelante en la carretera y me concentro en la otra moto que hay al lado mío, no puedo observar bien su rostro por su casco, esquivo otro auto y le disparó en la cabeza con rapidez. La moto pierde el control y cae dando vueltas estrellándose con varios autos.

Tomo una bocanada de aire tratando de controlar mi respiración.

El aire de la carretera me llena completamente, pero aún así siento como me ahogo.

Acelero un poco y una llamada empieza a transmitirse en mi comunicador, contesto sintiendo otro escalofrío.

—Ava —escucho la voz de Axel y suspiro un poco tranquila—. Ya conseguí transporte, necesito que llegues al aeropuerto Luton, nosotros ya vamos en camino.

—De acuerdo.

La llamada se cuelga y pongo en la pantalla de la moto la dirección del aeropuerto, estoy a quince minutos de este.

Trato de mirar detrás de mi si vienen más rastreadores, pero no veo a ningún hombre de Adrien, decido calmarme un poco y concentrarme en llegar al aeropuerto.

Casi no puedo salir de la maldita cabaña y el brazo que tengo herido ha empeorado; a pesar de que logré curarlo un poco.

Cuando traté de salir, André destruyó todo el lugar y tuve que usar los deslizadores de emergencia para poder salir de ahí, lo primero que ví fue una motocicleta que teníamos guardada y me fui rápido tratando de perderlos.

Pero Adrien envío también rastreadores y se me dificultó bastante, tuve que utilizar las energías para deshacerme de ellos.

Valió la pena porque pude matarlos a la mayoría, pero mi cuerpo ha afrontado las consecuencias.

Una luz cegadora me rodea por completo  y una brisa bastante fuerte inunda todo el lugar, alzó la mirada observando como un helicóptero se acerca hacia a mí con rapidez.

«Mierda»

El helicóptero empieza a disparar su ametralladora y dos balas impactan en mi hombro.

Grito adolorida agarrando la herida con fuerza y pierdo el control cuando una bala impacta en la llanta trasera, decido apoyarme en esta con rapidez y salto cayendo encima de un auto que había en frente.

Me recuesto en el techo del vehículo y controlo las dos pequeñas balas para que salgan de mi hombro, me quejo un poco del dolor acomodándome.

Si uso la última energía me convertiré en...

Suspiro dándome fuerzas y me arrodilló en el techo del auto.

Cierro mis ojos relajando todo mi cuerpo y observo el helicóptero con un poco de rabia.

El helicóptero trata de acercarse más, pero hago que explote, todo el lugar se ilumina de fuego y de rayos naranjas que lo cubren por todas partes, varios escombros empiezan a caer en todo el lugar y el auto en el que estoy encima frena con fuerza haciendo que caiga más adelante en la acera.

Giro en el suelo varias veces y me quejo tratando de retomar mis fuerzas.

Siento otro escalofrío en mi cuerpo, pero esta vez es bastante diferente, me asusto al darme cuenta de esa reconocible sensación, estoy boca abajo en el suelo y recuesto mi frente en la fría acera.

—Parece que ya no te quedan fuerzas —escucho la voz de André y cuando trato de levantarme mi vista se nubla—. Ava... Solo volvamos a casa.

Gimo de dolor apoyando una mano en la acera.

El chico trata de acercarse, pero hago una seña de que no lo haga.

—Cierra la m-maldita boca —digo en un susurro sintiendo como sale una voz gutural de mi interior.

Mi cuerpo tiembla con fuerza y suelto varios quejidos al sentir como mi sangre empieza a quemar todo mi cuerpo.

Él chico que tengo al lado se aleja con lentitud, levanto la mirada y observo como me mira con bastante miedo.

—¡Scheiße! —lo escucho gritar y alejarse con rapidez.

Ahora sí corres, pedazo de mierda.

Hace años que no sucedía...

Mi cuerpo se siente ligero y empieza a moverse por sí solo, mis manos tocan el suelo y me levanto sintiendo como pierdo poco a poco la respiración.

Observo al chico con miedo y suspiro cerrando los ojos dejándome llevar, esperando con terror lo que está apunto de suceder.

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Glosario:

Scheiße!: Mierda en alemán.

_Nath_