«Tu buscas tu
media naranja,
y yo, mi medio
infierno»

David Sant

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Catorce años antes...

Narrador omnisciente

El primer ministro entra con sus escoltas con un poco de desconfianza a la extraña sala, mira todos los artefactos a su alrededor, y se acerca a un gran cristal que hay en el lugar. Se asoma un poco y nota a cuatro niños sentados al fondo de un pequeño cuarto.

Pequeños niños que desearon en un futuro no estar ahí.

Cada uno está sentado en una pequeña mesa, todos están separados por un metro de distancia y en la mesa hay una pequeña cajita con un material desconocido.

—¡Perdone la demora! —Adrien Bourdeu grita mientras entra por la otra puerta del lugar.

Saluda con un apretón de manos al ministro que se encuentra confundido, y lo invita a acercarse más al ventanal.

—Quiero presentarle el proyecto Réalité, en el que más he trabajado... estos niños cambiarán el mundo señor.

Adrien presiona un pequeño botón del panel que se encuentra cerca de él, y las cajitas de metal que están al frente de los niños se abren mostrando algunas cosas. Solo hay dos cajas vacías.

—De acuerdo... Está primera niña se llama Alice Brown, tiene seis años. Es de nacionalidad canadiense y por ahora ha mostrado muchos resultados... —le habla al primer ministro señalando a la pequeña nena morena, está inquieta y tiene un rostro de asustada—. La pequeña sufre de TDAH.

—Antes de comenzar... Me gustaría saber algo —él señor Williams interrumpe la emoción del científico—. Estos niños... ¿Cómo obtuvieron sus dones?

—Bueno señor... Yo le llamo energías, y no puedo decirle eso, es algo muy difícil de hablar y es confidencial.

—¿Qué quiere decir?

—Este es un proyecto que he trabajado años en él, y créame que hice todo lo posible para que esta información esté solo conmigo. Si alguien más sabe cómo realizar estás investigaciones, puede utilizarla para algo terrorífico.

—Entiendo... —él ministro desconfía un poco del científico, pero prefiere no seguir con el tema, no es una persona que sepa mucho sobre la ciencia—. Continúe.

Adrien asiente y hace una señal con su mano derecha, que la niña la entiende al verla.

—Esta pequeña puede controlar y modificar la materia líquida.

—Eso significa... —él ministro habla con bastante duda.

—Para que me entienda mejor, puede controlar... el agua, la energía que ella tiene le da el poder de controlar ciertas cosas que están en estado líquido —Adrien responde, y hace de nuevo la señal a la pequeña.

La niña de ojos azules se peina un poco su cabello blanco y agarra el frasco de agua que tiene al frente de ella, cierra sus pequeños ojos concentrando su mente en lo que hace. El agua empieza a salir del vaso y a realizar diferentes formas. Círculos, cuadrados, flota como en forma de ondas moviéndose por el aire gracias a que ella la controla de esa manera.

Él ministro se acerca más, y aún no puede creer lo que sus ojos observan, cree que es mentira. Pero de un momento a otro el agua en el aire cae mojando toda la mesa y a la niña.

Un escalofrío de terror recorre el cuerpo del ministro y diente como su boca se seca.

Alice empieza a llorar con temor a que la regañen, y su morena piel palidece un poco al pensar que ha arruinado la demostración.

—Tranquila, tranquila —Adrien habla por un micrófono —. Estuvo perfecto.

—¿Esto es una especie de broma? —Williams se acerca al científico.

—Señor, créame que jamás jugaría con algo como esto.

Él ministro lo mira de arriba hacia abajo y nota que el aspecto de su acompañante es devastador. Tiene ojeras que resaltan demasiado su tono morado, su rostro con barba de varios días y su cabello desordenado lo hace lucir cansado.

—Continúe Adrien...

—Este pequeño es André Meyer, tiene ocho años. Es de nacionalidad alemana y creemos que será uno de los más fuertes. Él sufre de trastorno bipolar.

Adrien hace otra seña y el niño sonríe mirándolo preparándose internamente.

«Tú puedes» piensa André mientras mira el pequeño cubo de concreto encima de su mesa.

El cubo empieza a elevarse y empieza a tomar una forma rectangular estirándose, salen pequeñas puas alrededor del objeto y empieza a girar sobre sí volviéndose deforme.

—Este niño puede controlar y modificar la materia sólida —Adrien sube sus pulgares para que él niño lo vea.

Él pequeño de ojos negros se emociona pegando pequeños saltos en su puesto, su cabello desordenado le cae en el rostro, deja el objeto en la mesa de nuevo. Y trata de mantenerse quieto a pesar de la emoción.

—Esto es... maravilloso —dice él primer ministro, sus planes siempre han sido crear un ejército de súper humanos para estar preparados para cada ocasión. Y para conquistas también.

¿Pero que clase de conquistas está dispuesto a realizar un primer ministro?

—Los siguientes niños son un poco diferentes, agregamos un ADN especial mejorado; para tener mejores resultados. —Adrien le dice al primer ministro y él asiente con un poco de emoción—. Él siguiente es Axel Russo, tiene ocho años. Es de nacionalidad italiana, y él puede controlar la energía eléctrica, puede modificarla y aprendió a controlar redes e ingresar en ellas.

—Vaya...

—También es él niño más peligroso...

—¿Por qué? —pregunta él ministro con un poco de temor.

Adrien suspira y se rasca la parte trasera de su cuello con nerviosismo.

—La máquina MDR que creé para que ellos obtengan estas energías, le generó un problema a este chico. Este niño sufre de TID por un accidente que sufrió, la máquina por alguna razón detectó eso y parece que separó su alma en tres fragmentos.

—¿Qué?... —él ministro se confunde aún más y mira con extrañeza a Adrien—. ¿Por qué una máquina le agregaría dos almas más a un niño?

—No puedo decirle porque sucedió eso señor...

Porque enrealidad Adrien está mintiendo al respecto.

El lugar queda en un completo silencio y la mente de Williams va a explotar con tanta información incompleta. Mira al pequeño niño de cabello blanco con un poco de temor; tiene un ojo de color verde y otro de color amarillo.

«Una extraña heterocromia...» piensa el primer ministro.

Adrien no puede contar cómo obtuvo estás investigaciones para que las personas obtuvieran poderes. Es un secreto demasiado grande y si lo cuenta, puede que no le crean.

—En otras palabras, él niño tiene dos personas más dentro de él. Sabemos cómo controlarlo, pero puede ser peligroso... Por eso no habrá demostración de él.

—¿Por qué todos los niños tienen un trastorno? —él ministro pregunta, esperando que está vez si le respondan esa duda.

—Me di cuenta que las personas normales no aceptan la energía, pero cuando sufren de algún trastorno, la aceptan enseguida. Ya que cada trastorno afecta una parte del cerebro, entonces la energía que les transferimos se almacena en esa parte afectada, y se hace más fuerte entre más avanzado sea el trastorno.

—Podrían usar adultos ¿No?

—En los adultos el trastorno puede que ya esté muy avanzado, si este no está controlado, entonces si le damos esa energía, hay problemas. Lo intentamos una vez y el cerebro de la persona explotó... —Adrien suspira recordando lo terrorífico que fue ese día—. En cambio el trastorno en niños apenas está creciendo, entonces el poder crece con ese trastorno y se hace más fuerte.

—De acuerdo.

—El siguiente niño es Aitor Durand, tiene nueve años. Él es francés, también es otro caso especial, él puede controlar y modificar el fuego, puede crear incendios a gran masa, e incinerar personas desde adentro. Él sufre de TOC.

Él niño de ojos rojos observa al científico con un poco de odio, como todos, tiene su cabello blanco amarrado en una pequeña coleta. Él pequeño Aitor no tiene la mitad de su brazo izquierdo por un horrible accidente, le cuesta hacer varias cosas, pero Adrien tiene muchos planes para él.

—Tampoco habrá demostración de él.

—Me gustaría saber la razón de sus cabellos blancos —dice él primer ministro.

—La máquina hizo que perdieran un poco de melanina... Por eso sus cabellos son blancos, o su piel un poco pálida, pero a algunos niños no les afecto tanto. Son efectos secundarios.

—Aún no puedo creer todo lo que he visto y me ha dicho... —él ministro posa su mano en el hombro de Adrien—. Pero debo admitir que es un trabajo grandioso. Por cierto... me dijo que eran cinco niños...

—La otra niña sigue en la máquina... por alguna extraña razón su cerebro no ha aceptado la energía, pero las investigaciones confirman que es compatible. Ya lo hemos intentado varias veces, pero nada ha dado resultados.

—Me gustaría ver esa famosa máquina señor Bourdeu.

—De acuerdo, sígame por favor.

Adrien guía a los hombres a la otra sala por un pasillo, se encuentran con algunos trabajadores del lugar y algunas enfermeras. Las instalaciones son muy seguras ya que son subterráneas.

Llegan al final del pasillo y atraviesan una puerta gigante que él primer ministro al entrar queda sin palabras por lo que está viendo.

Hay una máquina gigante de forma esférica que está conectada a varios tubos y cables que salen de todas partes, se encuentra en medio de todo el lugar; hay varias computadoras, espacios pequeños con materiales extraños. Dentro de la máquina hay una pequeña niña flotando en medio con un extraño y misterioso líquido color azul.

La niña tiene varios cables conectados a su pálido cuerpo, tiene un pequeño respirador de metal que hace que la mantenga con vida, también tiene un pequeño casco en su cabeza; ella se encuentra demasiada asustada, pero con cada movimiento que hace, los cables conectados a ella le realizan punzadas en sus nervios. Pero la pequeña aún con ese insoportable dolor golpea las paredes con fuerza para que la dejen salir.

—Ella es Ava Dubois, tiene siete años. Su nacionalidad es italiana, ella sufre de...

—¿Dubois? —él primer ministro lo interrumpe y Adrien asiente confundido—. No me diga que esta niña es hija de Bianca Dubois.

—S-si señor...

—¿Qué mierda Adrien? —él ministro se acerca al científico y lo agarra del cuello de su camisa con fuerza.

—Bianca firmo un contrato para que yo obtuviera la custodia de la niña cuando cumpliera siete años. Ella no quiere que la niña esté con ella.

Williams lo suelta empujándolo y voltea a mirar a la pequeña que se encuentra todavía golpeando el cristal de la máquina con desesperación.

—¿Qué es lo que necesita de mi para este proyecto?

—Lo llame para decirle que necesitaba una pequeña aprobación de su parte por si alguien llega a enterarse... para que no haya problemas legales señor. Ya bastantes miembros del gobierno están sospechando y tienen el poder para cancelar todo.

—De acuerdo, lo ayudaré con eso. Pero si usted en un futuro nos facilita a estos niños para trabajos políticos, sabe de qué hablo —Adrien asiente y él primer ministro se acerca a él para decirle algo en el oído—. Necesito otra cosa, si quiere que firme la aprobación... Tendrá que darme algo a cambio.

Él científico al escuchar toda la petición en susurros se siente pesado y le dan ganas de vomitar en frente de todos.

Él primer ministro le sonríe de forma maniática esperando una respuesta de su parte.

—Solo tiene que llevarla durante una semana —susurra viendo a la niña—. Un viejo como yo necesita un poco diversión.

Adrien no tiene la fuerza de voluntad como para hacer que una niña sufra de esa manera. Pero él ha trabajado en este proyecto toda su vida, todos sus esfuerzos han sido gigantes y ha sacrificado muchas cosas.

A muchas personas.

Él aprieta sus puños con fuerza y suspira para tomar valor a lo que va a decir.

—Hecho —susurra sintiendo como se rompe un poco su corazón.

—Mañana le llegarán todos los papeles para que no haya ningún problema. Que tenga buen día señor Bourdeu ­—él primer ministro le sonríe llevando un cigarrillo a su boca y sale del lugar con sus escoltas.

Adrien se da fuerzas a sí mismo diciendo que todo esto valdrá la pena. Pero lo que él no sabía es que un futuro todo su esfuerzo le costaría demasiado.

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Glosario:

TDAH: Trastorno por déficit de atención con hiperactividad.

TID: Trastorno de identidad disociativo.

TOC: Trastorno obsesivo-compulsivo.

Máquina MDR: Máquina de Réalité (máquina de la realidad).

_Nath_