«La luz es fácil de amar.
Muéstrame tu oscuridad»

Ron Israel.

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Am¿l?ia¿

—¿No te parece extraño? —Antoine me pregunta en un pequeño susurro. Bajo el libro de mi rostro y lo miro con extrañeza.

—¿De qué hablas?

—De Jake...

Se queda mirando un punto fijo de la habitación sin decir nada más, parece loco actuando de esa forma.

Shaira me pidió que lo acompañará en su habitación, dijo que necesitaba cuidados, y yo supuestamente soy la experta en cuidar personas.

Espero que lo haya dicho con sarcasmo.

Resignada llegué acá y me puse a leer un pequeño libro que encontré por ahí. He durado toda la tarde aquí acompañando al joven que tenemos secuestrado, ya debe ser de noche.

Ya ha pasado una semana y ya se ve mucho mejor, los medicamentos que le han dado son de mucha ayuda. Él padre de él creo unos medicamentos que hace que tus huesos se reconstruyan y se arreglen si sufres de alguna fractura, los huesos llegan a fortalecerse y es muy poco probable que te vuelvas a fracturar.

Mucha gente los utiliza, ya es algo normal, hay más medicinas así creadas gracias a él... a pesar de todo hace bien su trabajo.

Ya es normal ver cosas así en esta época, de todos modos, estamos en el año tres mil cincuenta y dos.

—Sus otras personalidades son extrañas, parece que hubiese tres personas en ese cuerpo ¿No te parece? —Antoine pregunta de nuevo y mantiene su mirada fija en algún lado de la pared.

—Su trastorno está muy avanzado —le digo volviendo al libro.

—Pero es demasiado extraño, he notado que cuando cambia de personalidad algunos rasgos de su rostro cambian también.

«Este chico es muy observador»

Jake no ha vuelto desde lo sucedido de la gala, la personalidad que lo controla ahora es Deux, él es más tranquilo, pero es un poco deprimente verlo.

—¿Tú trastorno es bastante avanzado? —esta vez sí me mira.

—Sabes que me molestan las preguntas. Cállate, y déjame leer —dirijo mi mirada al libro de nuevo, pero Antoine se me queda mirando como un niño pequeño.

—Eres muy hermosa ¿Lo sabías?

Me largo.

Me levanto de la silla y veo a Tyler en la entrada riéndose.

—Cálmate, esta mañana tenia bastante dolor así que le di un poco morfina —se acerca al niño y le toma sus signos vitales—. No le pongas atención a lo que dice, está drogado mujer.

Me siento de nuevo y me da un pequeño mareo, cierro los ojos unos momentos mientras me acomodo en la silla.

—Si quieres puedo conseguir la medicina que necesitan, creo que por eso Jake está como está. Parece un loco.

—Estoy bien.

—Sabes que no lo estás, necesitan de eso para poder vivir. Trataré de hacer todo lo posible para ir a buscarlas.

—De acuerdo.

Tyler aún de pie se me queda mirando un rato y empieza a revisar una pequeña carpeta.

Antoine se quedó dormido por unos momentos y siento un poco de envidia por la paz que él tiene.

Creo que también necesitaré morfina...

—¿Hace cuánto no tienen sus dosis? —me pregunta el moreno mirándome con seriedad.

—Algunos días, no lo sé.

Asiente y revisa de nuevo la carpeta.

—He notado que Antoine se parece...

—Lo sé... No digas su nombre —siento un leve escalofrío por todo mi cuerpo y cierro los ojos suspirando.

Un pequeño silencio inunda el lugar, eso me hace sentir un poco extraña.

—¿Por qué no le dices la verdad a Cely y a Shaira? He hablado con ellas un poco y son bastantes amigables —Tyler se acerca y cruza sus brazos mirándome.

—No necesitan saberla.

—Ya no confían en tí.

—Lo sé.

—¿Y acaso no te importa? —alza la voz mirándome.

—No, no me importa.

—¡Amelia! —escucho un grito que proviene del pasillo y salgo del lugar con rapidez.

Gritan de nuevo mi nombre y distingo la voz de Shaira, la busco por las habitaciones y los encuentro en el baño.

Deux está arrodillado en el suelo con su rostro en el excusado vomitando sangre, las chicas se encuentran al lado de él y tienen sus rostros muy pálidos.

—¿Qué hacemos? —pregunta Cely con un tono de nerviosismo.

No puedo hablar, siento un nudo gigante en mi garganta.

No debí dejar que pasará esto.

—Necesito que salgan de aquí, nosotros nos encargamos —dice Tyler detrás mío.

—¿Acaso no podemos ayudar? —Cely pregunta con un tono de rabia mirándome fijo.

—No es eso...

—¡Cállense todos seres despreciables! —Deux grita y un silencio incómodo inunda el lugar, Tyler se agacha cerca de él para revisarlo un poco

—Largo —le digo a las dos chicas y salen las dos del lugar, pero Cely me mira con furia.

No puedo decirles la verdad.

—Tengo que buscar su medicina... Su pulso está muy elevado. Iré ahora mismo, volveré más tarde —Tyler se levanta y sale del baño dejándonos solos.

Deux deja de vomitar y tira de la cadena; se recuesta en el piso con una respiración muy acelerada.

—Lo siento.

—No te disculpes conmigo —levanta su mirada y hace una mueca mirándome de arriba hacia abajo—. Te ves fatal.

—Tú te ves aún peor —le digo con tono de burla.

Tiene unas ojeras horribles, su mirada es muy triste y se ve muy indefenso, su cabello está enredado y un poco desordenado; su piel es demasiado pálida ahora mismo. Deux es una de la personalidad más débil que tiene Jake, es como lo contrario a Trois.

Es bastante miedoso, le incómoda todo, no le gusta estar con muchas personas, odia el ruido. Es bastante inteligente, pero siempre prefiere estar solo.

Odia a las personas cerca de él, se podría decir que odia todo.

Creo que por eso nos llevamos bien.

Salgo del baño para dejarlo solo y me dirijo de nuevo con Antoine, lo observo desde la puerta confundida.

Está de pie mirando y organizando los libros que hay en una pequeña estantería al lado de la cama. Los cambia de puesto como un niño pequeño con sus juguetes.

El buzo gris y el pantalón negro que tiene puesto, se le ve un poco grande.

—Debes volver a la cama niño.

Me acerco a él para llevarlo a la cama, pero me aleja con su brazo despacio.

—No —es lo único que dice, me mira por unos momentos y sigue con los libros.

Ya se volvió loco.

—Me siento un poco... Deprimido.

—¿Y tú piensas que yo te haré sonreír?

—Puedes llamar a mi padre, él es psicológico o psiquiatra, algo así, puede ayudarme —se le caen unos libros y se agacha lentamente para recogerlos.

¿Adrien es psicólogo?

Todo el lugar queda en completa oscuridad, me pongo alerta y trato de mirar un poco a mi alrededor. Escucho un fuerte sonido cerca mío y saco el arma que tengo en mi bolsillo alarmada.

—Auch —la voz de Antoine hace eco en el lugar.

«Maldito niño»

—Quédate aquí —le digo al muchacho que seguro se encuentra en el suelo, y salgo de la habitación.

No puedo ver nada, no hay ni una pequeña luz que me ayude a visualizar el lugar, le quitó el seguro al arma por si hay alguien desconocido cerca.

Trato de recordar los caminos de la casa caminando con lentitud.

Es extraño que se hayan apagado las luces de un momento a otro, sobre todo de noche.

Las luces rojas de emergencia se encienden y la alarma empieza a sonar. Ya puedo ver un poco mejor, pero las luces parpadean cada momento y es un poco molesto.

Me dirijo a la habitación de entrenamiento y reviso el generador de energía.

Todos los cables están cortados finamente con un cuchillo, tienen varias grietas y la mayoría de cables están destruidos.

«¿Qué demonios?»

Siento como alguien me empuja con mucha fuerza y me volteo para enfrentar a la persona que me empujó.

Pero no me esperaba para nada a la persona que me está apuntando con un arma ahora.

—Cely...

—¡Cállate maldito monstruo! —su rostro es de odio y de terror.

Su respiración es demasiado fuerte y sus manos tiemblan como locas.

Aprovecho su momento de debilidad y agarró una de sus manos y la dobló hacia un lado para que suelte el arma. Ella grita del dolor y tiro el arma lejos, me da una fuerte patada en el estómago que hace que me impulse hacia atrás.

—¡¿Qué está pasando aquí?! —escuchó la voz de Shaira gritar, pero me concentro en la pelirroja que viene hacia mí con furia.

Esquivo sus dos golpes y me agacho para golpear su estómago, ella se retuerce un poco y me levanto para golpear su rostro con fuerza.

La alarma sigue sonando y las luces rojas que parpadean llenan todo el lugar.

Ella retrocede con sus manos en su abdomen y, al tiempo su mejilla izquierda empieza a sangrar abundantemente.

Observo a Antoine y a Shaira que nos observan con sorpresa en sus ojos.

Yo tampoco me esperaba esto.

—Cely por favor...

—¡No digas mi nombre! —grita, se acerca a mi rápidamente y ella se agacha un poco, me empuja hacia una pared mientras me sostiene de la cintura.

Trato de zafarme y escucho algunos gritos, volteo el cuerpo de Cely hacia la pared donde estaba yo y agarró su cuello con rabia, ella trata de luchar, pero yo ejerzo más fuerza en el agarre.

Escucho más gritos, pero todo a mi alrededor se nubla, solo estamos ella y yo en este momento. La rabia inunda mi ser y mi agarre en su cuello es más fuerte cada vez.

—Per favore, lascialo cadere —escucho un pequeño susurro que hace que reaccione un poco, Deux se encuentra al lado mío sosteniendo mi brazo con fuerza, suelto a Cely y ella cae al suelo casi sin aire.

La alarma de emergencia ya no está sonando, pero las luces que parpadean siguen iluminando todo.

Me alejo con Deux un poco de Cely y observo como Shaira sale corriendo a ayudarla, se agacha al lado de ella y toma su pulso mientras la abraza, Antoine también se acerca a ayudarlas.

Parece que a él ya se le pasó un poco el efecto de la morfina.

Trato de calmar mi respiración agitada y pienso en porque Cely me atacaría de esa forma.

—¿Están todos bien? —Tyler entra al lugar con un rostro de preocupación, se queda a mi lado y mira a los chicos con extrañeza—. ¿Qué sucedió?

Llegó demasiado rápido...

—Amelia y Cely se pelearon —Deux habla.

—¿Por qué?

—Ella me atacó primero —le digo a Tyler mirándolo de reojo.

—Ella es un mo-monstruo —Cely se levanta del suelo despacio y agarra el arma apuntando hacia mí de nuevo.

Los chicos tratan de relajarla, pero ella tiene determinación y odio en su mirada.

—¡Di la maldita verdad Amelia! —grita agarrando el arma con las dos manos.

—Oye... Tranquila —Tyler se acerca lentamente hacia a ella.

—¡No te acerques! —apunta hacia Tyler—. ¡Leí toda la información! ¡Habla Amelia! ¡Habla!

Ella grita de nuevo, pero su rostro se vuelve muy serio y empieza a reírse como psicópata.

—¿Amelia? —se ríe de nuevo, apunta hacia mí y al chico que tengo a mi lado—. Quiero decir Ava Dubois y Axel Russo.

Escuchar como ella pronuncia nuestros verdaderos nombres hace que todo a mi alrededor se congele. Mi vista se nubla por un momento y respiro dándome fuerzas.

Tyler nos mira a los dos con un rostro de preocupación y suspira agarrándose las manos con nerviosismo.

Esto será divertido.

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Glosario:

Per favore lascialo cadere: Por favor, suéltala, en italiano.

_Nath_