Capítulo 14
«Nuestra existencia no es más que un cortocircuito de luz entre dos eternidades de oscuridad»
Vladimir Nabokov.
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Am?lia
Tyler ha hablado durante todo el camino en el auto sobre revisar bien la información y analizar sí es verdadera. Puede que haya cosas ahí que sean peligrosas o no sean reales.
Queremos saber la verdad, pero no podemos apurarnos.
Siento mi cuerpo temblar un poco y agarró mi cabeza de manera inconsciente, hace poco me ha estado doliendo demasiado.
—¿Tuviste tu dosis de hoy? —pregunta mirándome con seriedad.
No le respondo.
Tiemblo de nuevo y me acomodo en mi asiento. Él me mira fijamente, pero suspira y ruego internamente que se olvide el tema.
Estaré bien.
—Debemos controlar a Trois —dice manteniendo su mirada al frente.
Tiene razón, pero es difícil mantenerlo alejado, parece la personalidad principal.
—Pensé lo mismo... Debemos buscar otras opciones —digo, aunque eso será muy difícil.
Ya estamos cruzando el camino del bosque que nos guía hacia la cabaña, es un lugar bastante alto y oscuro que no todos se atreven a cruzar. Por eso decidimos escondernos en este lugar.
Pensé que me sentiría mejor al deshacerme del primer ministro. Pero aún siento el mismo vacío de siempre.
Creo que siempre estará ese horrible sentimiento.
Ese vacío solo se llena a con una cosa...
Tyler se estaciona al frente de la cabaña y olvidó un poco mis pensamientos, observo que ya la camioneta de nosotros está en la otra esquina del lugar.
Ya deben estar los chicos adentro.
Bajamos del auto y Tyler entra conmigo a la casa. Hay demasiado silencio y eso me parece muy extraño, cuando llegamos a la sala todo es un poco confuso.
Antoine se encuentra en el suelo escupiendo sangre y tosiendo como loco, Shaira trata de calmarlo y Cely se encuentra a un lado con la mirada hacia abajo.
Al observarlo así un recuerdo invade mi mente y me hierve la sangre de la rabia.
—¿Qué demonios sucedió? —Tyler pregunta acercándose rápido al chico.
Trois recostado desde el mueble observa con curiosidad al moreno, y la sonrisa de siempre, invade su rostro.
—Un pequeño inconveniente —habla aun mirando a Tyler.
Su mirada muestra un poco de remordimiento hacia él. La relación de ellos dos no es muy buena.
—Ayúdame a levantarlo, veamos que tiene —Tyler le dice a Cely y ella asiente ayudando, pero lo mira con extrañeza. Antoine se ve bastante pálido y todo su rostro está lleno de sangre.
Cargan al chico hasta que desaparecen por el pasillo, le doy una mirada fría a Shaira para que me deje sola con Trois.
Ella no dice nada y sigue a los demás.
Agarro un pequeño cuchillo que está encima de la mesa y me acerco al imbécil que se encuentra en el mueble.
Pongo el cuchillo en su cuello haciendo una pequeña presión con la punta. Lo empujó hacia la pared y el alza sus brazos divertido.
—Pensé que éramos amigos... —habla con una sonrisa en su rostro.
—¿Por qué lo golpeaste? —pregunto haciendo más presión en él.
Me mira con curiosidad.
—El niño trato de escapar y quise darle una lecci... —lo interrumpo cortando una parte de su rostro con rabia.
Mentiras y más mentiras.
Aunque no puedo quejarme, yo también he estado mintiendo durante mucho tiempo.
Doy un paso hacia atrás frustrada.
Él se agarra la herida riéndose y se aleja de la pared mirándome con odio.
—No me mientas —digo cruzando los brazos sobre mi pecho.
—¿Por qué mentiría? —se limpia la sangre que sale de su labio inferior—. Dije la verdad.
Le hice una pequeña cortada que atraviesa su boca. Odio su maldita sonrisa, una cortada más grande la hubiera arruinado.
No dice nada más y me rindo por obtener la verdadera respuesta.
Estoy harta de que siempre arruine todo, tengo que hablar con Jake seriamente.
—Entrégame los dispositivos —me acerco a él y saca de su bolsillo los dos aparatos, duda en hacerlo, pero se los quito con rabia.
—¿Por qué dos? —pregunta.
—Eso no es de tu incumbencia —respondo y su mirada de confusión me alegra un poco.
Tuve la idea de crear una trampa para Antoine y Cely, sé que ellos dos no confían en mí, pero quería confirmarlo; así que le dije a Jake que creará dos dispositivos. Una se la entregamos a Antoine y la otra la dejamos en mi habitación, está desapareció tiempo después.
Ella pensaron que en realidad hicimos dos por emergencia, pero era una trampa.
Cayeron muy fácil en la trampa. Con esto nos damos cuenta que debemos vigilar más a estos dos, no confían y pueden actuar en contra de nosotros.
Pero se me salió todo de las manos.
Me dirijo a mi habitación y me quito el enterizo enseguida. Me limpió el maquillaje de mi rostro y me pongo una ropa más cómoda, suelto mi cabello peinándolo un poco y decido ir donde los chicos para ver si pudieron ayudar al niño.
Entro al cuarto y todos están alrededor de Antoine revisándolo, lo limpiaron un poco y ya no se ve tan demacrado.
Tyler estudio medicina cuando era bastante joven, ejerció su trabajo con Adrien. Así que sabe manejar algunas situaciones como estas.
—Haré todo lo que pueda, pero necesito saber si tiene alguna fractura, ¿Acá hay implementos para ayudarlo? —pregunta y asiento como respuesta—. ¿Por qué él es tan importante?
—Lo necesito para el plan —le respondo.
—De acuerdo... Pero la verdad tengo un mal presentimiento sobre él.
Yo también tengo algunas dudas, pero sé que él servirá de algo en todo este caos que hemos generado. Los dejo solos y pienso en cómo me encargaré de Jake.
Estoy harta de que sea tan débil.
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Antoine
Papá me golpea en el rostro haciendo que caiga al suelo.
—¡Eres un imbécil! ¡un maldito imbécil! —me grita acercándose de nuevo para golpearme.
Pongo mis brazos en mi cabeza esperando el impacto, pero nunca llega.
—¡Detente Adrien! —escucho gritos de mamá.
Ella lo jala del brazo para detenerlo, pero él la empuja y cae al lado de un estante, varios libros caen sobre su delicado cuerpo.
Me levanto rápido para ayudarla y la abrazo con fuerza tratando de protegerla.
Simplemente está loco.
—¡Ninguno de ustedes sirve! —papá grita de nuevo—. ¡El único que servía está muerto!
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Abro mis ojos y siento una presión muy fuerte en mi pecho, no puedo moverme. Trato de levantarme, pero varias punzadas a mi alrededor hacen que me queje del dolor.
«¿Una pesadilla?»
No... Eso fue un recuerdo.
Todo a mi alrededor se ve borroso, y otra punzada atraviesa mi cabeza.
Hay una figura que está de pie al lado mío moviéndose de un lado a otro.
—Amelia... —susurro sin fuerzas.
—Creo que me confundiste niño —escucho la voz de un hombre y eso hace que me altere, me siento rápido observando al desconocido.
Hay un hombre bastante alto y moreno de ojos verdes, mirándome con un rostro muy serio.
Siento confusión al verlo y se acerca dejando unos papeles al lado mío en una pequeña mesa.
—Te tengo una mala y buena noticia—dice mientras se quita unos guantes de látex.
—Eh... —no sé qué decir.
—Te hicimos una radiografía; la mala, es que tienes una fractura y dos fisuras en las costillas. La buena, es que no son tan graves y te puedes recuperar con descanso, claramente con medicamentos también.
Respiro lento tratando de analizar un poco la situación.
Recuerdo todo lo que pasó en la gala y mi cerebro me grita lo estúpido que soy.
—Te deje unas recomendaciones de lo que debes hacer para curarte, te ayudaré un poco en el proceso... noté que eres demasiado importante acá. —señala las hojas que dejó antes y me mira serio—. Por cierto, soy Tyler, mucho gusto niño.
Se ha vuelto detestable que me digan niño.
—Gracias... —agarro los papeles y observo todas las medicinas que debo tomar y ejercicios que tengo que realizar.
—Dile a tu dueña que te compre las medicinas a más tardar hoy —se despide con la mano saliendo del lugar.
Espera, ¿Dijo dueña?
—¡Antoine! —Shaira entra con una sonrisa en su rostro—. Buenos días, ¿Cómo te sientes?
Arrugó un poco la cara dándole a entender que no fue una buena pregunta.
—Lo siento... ¿Eso es lo que debes hacer para qué te recuperes? —me pregunta y asiento.
—Podrías decirle a... —recuerdo como le dijo Tyler y me incómodo un poco.
—Tranquilo, le diré a Jake que consiga las medicinas.
Escuchar ese nombre no me tranquiliza.
—Ya volvió a ser como antes, bueno no, ahora apareció su otra personalidad, pero él es más tranquilo. Controlaremos un poco que no aparezca más Trois ¿De acuerdo?
Le sonrió como respuesta y ella se sienta al lado de la cama revisando los papeles, observo el televisor y me da curiosidad saber si las noticias están hablando de lo sucedido.
Agarro el control que está en la mesita de al lado y lo enciendo.
Pienso que sería genial conocer a la otra personalidad de Jake.
—...mucha gente corría por el lugar y todos gritaban que una mujer había muerto de manera espeluznante —el primer canal que aparece es el del noticiero y me parece un poco gracioso —. Pero lo que dijeron ayer las autoridades ha sido algo muy devastador, encontraron al primer ministro muerto en una habitación con una mujer. El cuerpo de él estaba quemado de la cintura para abajo, y tenía cinco disparos en su pecho y cabeza.
Me siento helado en mi puesto, ¿Trois fue él que lo mató?
—Las pruebas confirman que la mujer que estaba con él lo mató; ya que ella tenía el arma en sus manos y solo habían huellas de ella. Después de cometer el homicidio se suicido —dice el hombre del noticiero con un rostro de tristeza y un poco de pánico.
Me siento un poco pesado y apagó la televisión rápido, me duele el pecho demasiado y no puedo respirar bien.
Shaira me observa con poco de miedo en su rostro, pero me brinda una sonrisa cálida.
Recuerdo lo que vimos en la información y me siento más pesado aún. Ver esa fotografía me genera demasiadas dudas sobre papá.
Nunca creí que mi vida cambiaría tan drásticamente, es extraño que me requieran para algo.
Toda mi vida he sido el patético y débil de la familia, a veces siento que por esa debilidad mi hermano murió.
Me levanto de la cama rápido, pero siento un mareo que hace que me arrodille en el suelo.
—Oye no te levantes —Shaira me levanta para volver a acostarme.
«Soy un maldito desastre»
Me siento en la cama y suspiro derrotado, creo que debo descansar un poco.
Estoy cansado de que me usen siempre como se les dé la gana, necesito descubrir porque está esa foto en las investigaciones del laboratorio.
—¿Cómo está? —escucho la voz de Amelia en la habitación y levanto mi rostro con miedo.
Ella está recostada en el umbral de la puerta con los brazos cruzados, con su mirada neutra de siempre.
—Estará bien, se alteró un poco al ver el noticiero —Shaira le dice y me ofrece un vaso de agua que agradezco.
Amelia solo se va sin decir nada, es raro que quiera saber de mí.
Necesito saber porque mataron al primer ministro, recuerdo que Trois estuvo con nosotros todo el tiempo, estoy seguro que fue ella.
Siento que con cada día que pasó aquí, me vuelvo más loco.
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_Nath_
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