08
Detective Brantley
Después de la pequeña charla el director se marchó de mi oficina, dejándome a solas con Hillary y John. Ambos me miraban de reojo, buscando en mí, tal vez, la respuesta a todo esto. Pero yo no tengo mucho que decir, solo espero que el gobernador no venga a dárselas de amo o dueño y que respete nuestros trabajos; tampoco es que tenemos la culpa de lo que está pasando.
—Buenos días —Aileen entra a la oficina.
—Buenos días —contesto yo.
Me incomoda el silencio que nos rodea, es denso, lleno de dudas.
—¿Pasa algo? Veo a todo mundo con caras largas.
Escucho a Hillary bufar bajito, no entiendo porqué no le cae bien esta chica, a mí en lo personal me agrada y me parece muy linda.
—No pasa nada —le contesto—, es solo que estamos muy estresados. ¿Tienes algo nuevo?
Mi pregunta no parece tomarla desprevenida, por la expresión de su rostro puedo deducir que esperaba que la hiciera. Se acerca un poco más a todos, saca de su carpeta unas páginas.
—Sé que todas las entradas a la ciudad están siendo monitoreadas, así que tengo un pequeño informe de todos esos turistas hombres, que han entrado al país; específicamente aquí.
—Sí, yo también los tengo —interrumpe Hillary esta vez, con un tono menos despectivo —Hay un número grande ha decir verdad.
—Me tomé el atrevimiento de revisar sus perfiles —Agrega Aileen—. Y reduje un poco las probabilidades. Considero que este chico.
Señala con su dedo en una hoja, el rostro de un chico blanco, ojos claros y barba marcada. Sonríe abiertamente a la cámara.
—Y estos otros —Agrega de nuevo—, deberían ser más custodiados.
—¿Por qué ellos, y no todos?
—Buena pregunta —Me explica viéndome a los ojos—. Según mi investigación, ellos tienen la edad predilecta de la asesina, los perfiles son los mismos; incluso noté que la mayoría tienen gustos iguales, en cuanto a música, arte y otras cosas.
—¿Me prestas? —La agente Hillary toma la hoja en su mano.
Aileen sonriendo se la cede.
—No quiero darles a entender que están haciendo mal sus trabajo. Solo que comprendo el hecho de que mi profesión se basa en estudiar el comportamiento humano y por ello, hice esta investigación.
—Entonces descartas a los otros.
Hablo afirmando más que preguntando. Me gusta su manera de pensar, que es objetiva. Tiene madera de policía y el tener una profesión como psiquiatra le da un toque más especial en esto.
—No los descarto de un todo —explica—. Considero que un asesino serial, o en este caso "asesina" —hace énfasis en la palabra "asesina"—. Tiende a llevarse por un patrón, mayormente suelen actuar de este modo; considero que esta persona lo hace por placer. Así que seguirá su patrón. Pero de igual manera deben ofrecerles vigilancia a esos otros turistas, por si acaso.
—En eso estamos de acuerdo, hablaremos con todos, les preguntaremos que los trae a esta ciudad.
Hillary le entrega las hojas a Aileen y se dispone a salir de la oficina; cuando una chica con gafas, cabello rojo entra.
—El alcalde llegó.
Todos nos miramos a los ojos, sabiendo Hillary y yo que todo el peso caerá sobre nosotros.
Al menos tenemos buenas ideas para la investigación.
Hillary Brown
Mi mayor sueño fue cumplido hace tres años, cuando logré entrar al departamento del FBI, siguiendo los pasos de mi padre. Hombre honorable y respetable, quien dio su vida por su labor, nunca se quejó de ello, incluso hasta el día de su muerte. La vida se ha encargado de mostrarme muchas cosas, de enseñarme a cómo ser y cómo tratar a las personas. Siempre siguiendo los consejos de mi padre.
Pero no todo es color de rosas, la vida tiene muchos colores; unos tan claros, tan lindos; otros tan negros y horribles. Desde la muerte de mi papá no he sido la misma, me cambió tanto que estuve un buen tiempo deprimida; sintiéndome vacía, sola. Tuve que recurrir a psicólogos para poder salir de ese hueco en el que me encontraba. Luego con fuerzas de no sé dónde decidí cumplir mi sueño: ser como mi papá.
He tenido batallas fuertes, luchas conmigo misma principalmente y, obstáculos duros de pasar, pero que conseguí conquistar. En el departamento donde me encuentro, muchos suelen odiarme, aborrecerme... pero yo siento lo mismo por ellos. A diferencia de ellos, yo conseguí ser quién soy con esfuerzo, dedicación. No con palancas.
Cuando me asignaron este caso, fui feliz. Porque podría estar lejos de quiénes me odiaban y buscaban siempre mi derrota. Ahora que estoy aquí, me siento un tanto frustrada, porque aunque no quiera ofender, este departamento de policía necesita de mejores hombres. Aunque, el historial del detective Brantley no es malo para nada, tiene buenos logros y sus capacidades son excelentes. Pero no puedo decir lo mismo de su equipo. Si por mí fuese, ya habría traído a mejores hombres para esta investigación.
Estoy sentada junto al detective, su semblante expresa cansancio y rabia, se nota que no le agrada tener al alcalde frente a él. Es un hombre alto, pero que no se le nota mucho la edad que tiene, hasta puede pasarse por alguien un poco más joven, su cabello es castaño y corto, tiene unas ojeras marcadas que hacen que sus ojos que vean algo hundidos. Es de nariz perfilada y labios finos. Sin duda alguna es un hombre guapo.
—Lo sé señor. Créame que estamos haciendo hasta lo imposible.
—Pero no es suficiente detective, la ciudad está vuelta un caos, recibo miles de mensajes, de cartas pidiendo que haga algo. ¡Qué haga algo! Cómo si fuese yo la policía —El alcalde gira hasta ver al director—. Carl, necesito que hagas algo. Díganme que tienen al menos, alguna idea de quién está haciendo todo esto.
Pobre hombre, en parte lo considero, se mira ojeroso y cansado, tal vez, es mito eso de qué los políticos no dejan de dormir por el pueblo.
—¿Tienen incluso a una agente del FBI y no han podido hacer nada?
—Disculpe que interrumpa señor —mi voz suena gruesa, demandante como siempre.
El alcalde me observa y decide caminar para volverse a sentar.
—Diga Agente.
—En la historia, con el tema de asesinos seriales, no se ha sabido de que haya sido fácil agarrarlos. Este tipo de personas suelen ser muy cuidadosas. Y...
—Yo solo quiero saber si tienen avances —Me interrumpe, con lo que odio que hagan eso—, dentro de pronto tendré que dar una rueda de prensa. Y no saldré a decir: ¡Tenemos personal en el caso, pero aún no tenemos ni idea de quién sea este tipo! ¡Por favor agentes! Díganme que se sabe del caso.
—Tenemos ideas señor, pero aún no tenemos nada claro, el asesino no deja huellas.
—No hay crimen perfecto, detective Brantley.
Sí, en eso tiene toda la razón. Yo misma soy testigo de ello. Siempre la verdad, sale a la luz, siempre.
—Tenemos algunos avances. Teorías conjugadas; justo ahora tenemos en custodia varios turistas que han entrado a la ciudad —elevo mi voz, me coloco de pie, esperando que esta vez no me interrumpa—. Pero no queremos que la ciudad se vuelva aún más un caos. Las primeras pruebas dadas por la investigación arrojan que no es un asesino... sino una asesina.
El alcalde sube sus cejas tan arriba que parecen perderse junto a sus cabellos.
—¿Me está diciendo qué?...
—Sí, señor. Le estoy diciendo que el asesino es una mujer.
No sé que es más rojo, si el color de su corbata súper cara, o el rojo intenso de su rostro.
N/A
Hola lectores bonitos 🤗 no suelo hacer mucho esto, pero la verdad es que si quiero saber:
¿Qué les parece la historia?
¿Necesita más drama, o les agrada que todo vaya tranquilo y ya luego venga lo increíble?
Déjenme leerlos 💋 hasta la próxima ❣
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