-Chang, me asustaste. Baboso.- susurró el pecoso

-No fue mi intención sólo quise llamarte para que vinieses, te noto perdido ¿sabes?

-S-si, no es nada- respondió con una sonrisa insegura 

-Sólo... cuídate, no quiero que nada te pase- dijo mostrando una sonrisa verdadera

-Está bien Bin ¿Todavía me necesitan?

-Claro, que preguntas son esas...

- Por si las dudas- se defendió el menor

Luego de esto, se dirigieron hacia donde Chan y una chica

-Ya traje a Lix

-Mina, déjame en paz ¿si?

Aquella chica en realidad era un fastidio, oh sí

-¿No lo escuchaste?- gritó una voz detrás del grupo de 4 personas

-No te incumbe, Jeongyeon- contestó con fastidio la pelirrubia 

-Si, si me incumbe así queda a mi mejor amigo en paz- advirtió la mencionada

Viendo que su plan había sido arruinado y que había aún falencias en este, decidió retirarse pero no por siempre, no. Chan era para ella y para nadie más. No sería difícil conquistarle. Ella era Mina Sharon  Myōi y nadie le quedaba grande. Su amiguita sería un problema que debía contener de alguna forma pero a la vez se despreocupaba de ella. Mirar al australiano mayor era su mayor pasatiempo y su mayor sueño era estar con él. Parecía no tener nada de conciencia o remordimiento, no temía  que sus actos afectasen a su círculo cercano o incluso a ella misma, ni siquiera en el futuro....

Si, era la chica que andaba un paso más cerca de su obsesión con el chico, junto a unas cuantas personas más que no lograban quitárselo de la mente y eso le molestaba. Una chica posesiva y egoísta.

...

Ya era de noche, todo se había pasado tan rápido, Chan estaba de nuevo...pensando y no cosas positivas, eran cosas que le hacían daño inconscientemente. Esos problemas con su familia, en la escuela e incluso cuando se encontraba solo. Era una viva muestra del infierno pero en una muestra pequeña. Eran pequeñas cadenas, no podía dejar de sentirlas ni dejarlas de lado. Si no resolvía todo se convertirían en grandes cadenas y problemas que le llevarían a una prisión emocional y mental. No tenía que esta en una cárcel o lugar cerrado físicamente para tener esa sensación de reclusión, odio, impotencia y rabia en él. No sabía si era una víctima real o sólo se victimizaba como se lo decía su madre en una pelea. Habían muchos "ojalá" en su vida pero podría jurar que el principal era: ojalá las pudiese soltar. No era una persona perfecta pero era suficiente buena y lo sabía. Tal vez era su debilidad, haber sido demasiado ingenuo y noble. Por eso sintió un cambio inevitablemente notable en sí mismo. Eran aspectos tan oscuros que no se atrevía a comprender del todo pero no lo consideraba malo.

¿Cómo pudo pasarle esto?¿Por qué se sentía tan mal consigo mismo como si hubiese cometido un crimen?¿Qué había hecho mal?¿ Hizo mal algo? Estas preguntas lo carcomían en los momentos menos deseados y cuando necesitaba encontrar la paz, su paz.

Era como un libro abierto, todos los días eran una parte de las hojas en blanco que se negaba a llenar, porque no sentía esa libertad, ese deseo. Era un desgaste y aunque sonara desagradecido, nada podía esperar de nadie. Pero si tuviese que ponerle un nombre a lo que estaba pensando en ese instante definitivamente sería: Cadenas que no te dejan ser libre(ni feliz)

 Su madre últimamente estaba bastante distraída y era por su trabajo. Siempre era  la fuente de estrés incluso cuando no estaba lógicamente en el lugar pero traer pendientes de su oficina a casa le costaba su tiempo y el de su hijo. En parte esa relación viéndola desde la perspectiva del chico podía describirse como amor-odio. Sentía que era demasiado estricta con él y estaba realizando cosas muy extremas con él cuando este no hacía sino ser obediente y tratar de complacerla. Incluso se guardaba los problemas y sus sentimientos para no ser carga y para que nunca le criticara, ya que a pesar de decir ser su apoyo, él no confiaba en ella. Bang iría primero con Jeong que con su madre, porque a pesar de que los dos fuesen jóvenes se entendían muy bien. Historias diferentes pero que se solucionaban con esfuerzos mutuos.

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(Chiquis, me pegué el susto de mi vida... Se me borró todo lo que escribí anteriormente pero logré recuperarlo, gracias a Dios. Juro que alcancé a pensar unas cuantas groserías. Ahora sip, sigan leyendo. Nos leemos al final <3 )

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Y hablando de ella...Se habían arreglado hace unos cuantos días. Fueron sinceros y se dijeron lo que les molestaba del otro todo iba bastante bien.

- Narra Chan-

Me fastidió mucho cuando Mina se metió conmigo y me siguió molestando. No pensaba ser su objetivo pero no dejaré que se salga con la suya, cueste lo que cueste. No seré su presa. Dejando de lado mis problemas, tengo aquí a mi perrita, Berry. Su raza es Royal King Charles Spaniel. Siempre me presta atención cuando hablo y en cuanto llego a casa luego de la escuela, se asoma. Tiene 3 meses. Ha sido un problema constante por mi madre y su limpieza. Berry hace mucho desastre y es mi responsabilidad su cuidado pero mi madre no se desentiende de ella y eso también es algo raro. Es una confusión. Me dice que no la quiere pero la cuida. No la entenderé jamás. Además siempre luego de tratarme mal, de decirme de palabras como "Estúpido"  hacia arriba... se disculpa pero es realmente complicado creerle, luego de que su amor se va al agua y se da lado a un cierto temor o algo que no conozco y se convierte en un "monstruo". No quiero verla de ese modo, así que sólo me atino a evitar llorar y salir de mi cuarto con un falso arrepentimiento  de mis actos y tratando de que mi autoestima no se vea afectada por lo que me dice otra y otra vez y hace eco en mi mente...

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Continuará... 

<3