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De nuevo se encontraban sentadas en el porche de la casa. Está vez compartían una lata, a sabiendas de que habían muchas más, pero compartirian de todos modos. Jinsol estaba en silencio mirando las estrellas, y fue cuando Jungeun habló.
—Cuando era niña —Comenzó recibiendo la atención de la pelinegra de inmediato.—, papá siempre me hablaba sobre el amor verdadero. Que el amor era una magia, que era lo mejor de la vida... todas esas cosas.—Tener que recordarlo le estrujaba el corazón.—Yo decía siempre que encontraría una persona tan buena como él y que sería igual de feliz que el y mamá.
Jinsol notó que Jungeun temblaba ligeramente, quiso hacer algo pero tal vez iba a romper el ambiente. Sabía lo difícil que le podía costar a la rubia abrirse de esta forma ante ella, así que debía ser cuidadosa.
—Pero... cuando cumplí los nueve el se empezó a portar raro. Salía mucho, ya casi no estaba en casa.—Jungeun suspiró temblorosa.—Un día llegó del "trabajo" temprano, fui a recibirlo pero el estaba en la habitación echando todas sus cosas a una maleta. Mamá llegó minutos después hecha una furia gritándole de todo... Nunca los había visto pelear así.—Apretó los labios unos segundos antes de continuar.—No quería que se fuera, así que lloré y grité tirando de su ropa para ir con él. Le pregunté: ¿Este es el amor verdadero?¿No que el amor verdadero no termina?—La rubia sonrió con amargura.—Ni siquiera me miró, solo... hizo que lo soltara y se fue.
—Debe haber sido... difícil para ti.
—Despues de un mes envió una carta, pensé que iba a ser una explicación, pero era una carta de divorcio. No he sabido nada de él desde allí... Es por eso, que para mí el amor verdadero no existe, perder el tiempo, depender de una persona, solo te hace más débil y luego te lastimas esperando a que todo vuelva a ser igual.
—Aún así... no siempre termina igual.
—No, claro que no.—Admitió por primera vez.—Tus padres... están enamorados, siguen enamorados, y está bien, porque te están dando un ejemplo de lo que debes buscar.—Razonó.—Te enseñan del amor sano, y una persona que haya vivido igual será lo mejor para ti. No alguien como yo.
—¿A qué te refieres con alguien como tú?
—Alguien que ni siquiera sabe lo que es el amor.
—Yo te lo puedo mostrar.
—Sí, claro.
—En serio... mi madre viene de una familia divorciada, mis abuelos siguen hablando mierda entre ellos a pesar de que se separaron hace más de treinta años.—Intentó argumentar.—Mi padre ni siquiera tuvo a los suyos, no tengo abuelos de su parte, él ni siquiera los ve... Pero mira lo que hicieron, superaron todo, sus miedos, sus defectos se juntaron y se complementan el uno al otro.
Jungeun se levantó dejando la lata a un lado.—Ya debo irme.
Ni siquiera dió dos pasos antes de que Jinsol se colocara frente suyo—¿Por qué siempre terminamos así?
—¿A-así como?
—¡Hablando de esto! ¿Por qué no puedes pensar en mí o, o ¡ponerte en mi lugar un solo segundo!?
—¿¡Y tú en el mío!?—Gritó
—¡Tienes miedo! Y te puedo ayudar—Se apuntó a si misma.
—¡No puedes solucionar todo, Jinsol!—Gritó otra vez, su voz rompiéndose junto a sus palabras, las lágrimas se escaparon de sus ojos.—Yo no necesito ayuda, necesito que... te alejes, que dejes mi vida como estaba antes de conocerte.
—¿Que dices?—Jinsol dijo en un hilo de voz.
—Dijiste que te detendrias si te lo pedía.—La mirada de Jinsol cambio ante sus palabras, sus ojos temblaron y terminó por bajar la mirada lentamente.—Y y-yo... quiero que te detengas, ahora.
Jungeun no esperó una respuesta, solo pasó de largo de la pelinegra.
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—Jeno-yah.—Yoojung llama al azabache, el estaba con su grupo de amigos de la facultad al verla, hace una leve seña a sus amigos y se dirige con la pequeña castaña.
Jeno no guarda rencor, con nadie, el cree que la vida es lo demasiado corta como para llenarse de odio y lamentarse, no está enojado con Yoojung por haberlo rechazado, la entiende, el también rechazó a gente cercana porque gustaba de otra persona.—Hola, ¿ocurre algo?
La más baja apreta los labios y luego asiente.—Quería contarte esto, porque tú, en este poco tiempo, has sido uno de los mejores amigos que he tenido nunca, y tener que mentirte u ocultarte algo, se siente horrible, la entiendo…
El azabache sonríe confundido.—No entiendo de que hablas.
—La persona que me gusta es Doyeon, Kim Doyeon.—Le confiesa. Jeno lentamente cambia su semblante.—No te lo había dicho porque no tenía la valentía, se lo dije a ella y no salió muy bien. Sé que ella tal vez no quiera contartelo, pero sentía que debía hacerlo.
El asiente lento.—Gracias…¿Doyeon te rechazó verdad?
Choi asintió.—Ella gustaba de Hyojung, a pesar de que tiene novia.
—Wow, no sabía eso.—Murmuró.
—Ella tampoco, Lucy dijo que estaba bastante molesta. Doyeon luego me llamó y dijo que sentía que estaba traicionandote, ella es muy buena amiga.
Jeno sonrió.—Ah~ es una tonta. Pierde buenos partidos por creer que me cuida. No te preocupes, hablaré con ella.
—No es necesario.
—Claro que lo es. Doyeon llora todos los dias por una novia, además si logras conquistarla sé que está en buenas manos.
—¿No estás molesto?—Yoojung preguntó. Jeno colocó sus manos sobre sus pequeños hombros.
—No hay razón para estar molesto.
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Jungeun mueve su comida cabizbaja, Yeonjun llega a su lado pegándole suavemente con su hombro.—¿Que te ocurre?
—Solo estoy pensando.—Murmuró.
—¿En Jinsol?
La rubia no puede negarlo, así que asiente.—Creo que he gritado de más… y he dicho cosas que no quería.
—¿Te digo algo?—Yeonjun dijo con una pequeña sonrisa, Jungeun no tuvo más que asentir.—Siempre he sido descuidado, tu lo sabes, a veces olvido hasta decirte hola y eres casi como mi hermana, olvido cumpleaños, fechas importantes, incluso olvidé nuestra graduación y fui en uniforme en vez de la toga. Soy un desastre.—La rubia rió por lo bajo.—Pero Beomgyu me ha enseñado mucho, que ser descuidado también tiene muchos problemas, pero que también el ser descuidado me hace saber disculparme mejor. Beomgyu es muy bueno para hablar y yo para escuchar, nos complementamos.—Admitió con una sonrisa embobada.—Pero a veces debemos tomar el rol del otro.
—¿A qué te refieres?
—Siempre estás hablando, siempre tienes algo que contar, y también mucho que desahogar.—Yeonjun le dijo poniendo su mano en su hombro.—Jinsol ha escuchado atentamente todo, ¿no es verdad?—La rubia asintió.—Ella ha aceptado mucho de ti, ¿no crees? Literalmente sigue queriendo salir contigo, nadie ha pasado del primer rechazo, woah.
—Tienes razón.—Jungeun dijo con una sonrisa.
—Pero ahora es momento, que tú también aceptes algo de ella. Que la escuches, que aceptes sus defectos, que la dejes desahogarse también, que diga lo que quieres escuchar, porque hay algo que quieres escuchar de ella, ¿verdad?¿y que es?
Jungeun miró su plato y luego a Yeonjun que esperaba su respuesta.—Que pregunte…si quiero salir con ella, solo una vez más.
—Y te apuesto que es justo lo que va a decir.—Le animó.
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Luego de la conversación con Yeonjun, Jungeun de verdad intenta toparse con Jinsol y hablar, pero se llena de nervios de solo pensarlo. Intenta enviarle un mensaje o algo, pero nada viene a su mente, no sabe como inciar. Pero una tarde recuerda un pequeño detalle.
La madre de Jinsol.
Su madre quería una experiencia de Spa, ¿verdad? Debía cumplir su promesa, esa fue la única excusa que le hacía sentir menos nerviosa. También podría hablar con Jinsol.
Iba directamente a hablar con ella, al verla, todo lo que había preparado casi se esfumó, agradeció que estaba sola para acercarse. Jinsol la miró con el ceño levemente fruncido, se notaba que no estaba del todo feliz de verla.
—Hola.—Saludó. Jinsol solo hizo un gesto. Jungeun se mordió el labio nerviosa.—Yo… venía a hablar contigo por lo de tu mamá.—Y solo con eso, ya había tirado todo a la borda, no podía hablar con ella de eso, no sabía cómo decírselo.
—¿Que hay de mi mamá?
—Lo del Spa… Si ella quiere aún puede venir a mi casa. El sábado puedo hacerlo sin problema, cerca de las tres..
—¿Bien?¿Era eso?
—Claro, ¿q-que más?—No esperó que contestara, se dió la vuelta para dirigirse lo más rápido a su salón.
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N/A
Hola! ha pasado un tiempo desde que he subido actualización de esta historia, he estado con un bloqueo bastante grande, no me gusta terminar una historia y no tener nada más que subir luego. Algo así me está ocurriendo ahora, es por eso que había estado tan desaparecida por aquí.
Espero que les guste el capítulo, tengan una linda noche :D
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