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Haerin debe estudiar ese día, se encuentra en la biblioteca leyendo sus libros hasta que ve a alguien sentarse frente suyo, primero piensa que es Yunjin, pero luego de escuchar lo silenciosa que es, sabe que no es su amiga. La pelinegra levanta la mirada lentamente esperando no ver una carta de confesión, pero es Danielle con sus grandes ojos a quien ve frente suyo.

—Hola.—Le saluda silenciosamente.

La pelinegra se empieza a sentir levemente extraña con la presencia de Danielle, se le está haciendo común que estén juntas.

—¿Que quieres?—Le pregunta soltando su lápiz.

—Pues esperaba que me invitaras una bebida.—Danielle dijo con una sonrisa.

—¿Yo?¿Yo invitarte una bebida?¿Por qué lo haría?

Danielle se encogió de hombros.—Ayer te llevaste mi botella con jugo.—Mencionó.

Haerin frunció el ceño abriendo levemente su boca.—Oh, así que de allí había sacado esa botella.

— Esa es mi excusa. ¿No lo recordabas?

—Estaba molesta.—Se encogió de hombros.—Una chica me estaba molestando.

—Ya veo... ¿Entonces?

Haerin bufó buscando en su bolsa unos billetes.—Toma.—Se los dejó sobre la mesa y volvió a tomar su lápiz.

Danielle se fue sin decir palabra, y aunque a Haerin le pareció extraño que no se despidiera se dió cuenta que era porque volvería, había dejado sus cosas ahí. La tendría que soportar por un largo rato más, tal vez.

—Traje dos té helado.—Danielle le dijo cuando volvió con dos botellas idénticas. Haerin tomó la suya en silencio sin decir nada, no quería darle el gusto de escucharla, después de todo había sido su dinero. Pasaron unos minutos en silencio hasta que Danielle habló de nuevo rompiendo el silencio.—¿Sabes? Leí algo.

—Felicidades.—Se burla la pelinegra.

Danielle lo ignora y continua.—La mejor forma de enamorar a alguien es entender su corazón.

Haerin rueda los ojos.—Ajá.

—También leí, que es normal que las personas que no creen en el amor se debe a que están asustados o por algún recuerdo de su i-

—¿Que dices?—Haerin dice molesta. Danielle borra su sonrisa lentamente.—No digas estupideces.—Comienza a tomar sus cosas dejando los libros que había dejado justo ahí.—Quería estudiar, Dios.—Dice entredientes ignorando a la castaña y saliendo de la biblioteca.

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Yunjin iba de camino a la biblioteca para ver a Haerin, le había preguntado hace unos minutos por chat y ella le había respondido. Iba mirando el teléfono y el camino al mismo tiempo, pero sus pies se plantaron en el suelo cuando vio a Aeri riéndose con esa otra chica que Kazuha había mencionado aquel día. La pelinaranja vió como esa "Sunbae" que estaba con ella se despedía de esa castaña y se iba.

Es mi momento.

La pelinaranja dió unos cuantos pasos hacia la castaña, antes de acercarse por completo carraspeó para llamar su atención. La chica estaba con un semblante completamente distinto cuando dirigió su mirada a ella, estaba completamente seria.

Huh titubeó.—Soy Huh Yunjin, de pedagogía.—Se presentó estirando su mano, si sus amigos lo vieran se reirian de ella.

La castaña tomó su mano estrechandola suavemente.—Jung Aeri...¿No es esto muy formal?—Preguntó con una pequeña sonrisa que hizo a Yunjin aliviarse.

—No lo sé, no creo que un abrazo sería adecuado.—Respondió a lo que la chica se rió por lo bajo.

—Bien, lo siento.—Soltó su mano.—Eres amiga de Jaemin, ¿verdad?

Yunjin asintió.—¿Estudias ingeniería industrial?

Aeri negó.—Estudio diseño gráfico, conozco a Sakura unnie desde niña, es por eso que me he... juntado con ellas.—Se encogió de hombros.

—Ya veo...¿Sabes? Odio andar con rodeos.—Admitió.—¿Puedo tener tu num-

—¡Giselle!—Aeri se volteó y movió su mano en saludo, segundos después Kazuha apareció en su campo de vista. Al verla se quedó quieta.—Oh...

—Zuha, ella es Yunjin, es una de las amigas de Jaemin.

Kazuha asintió torpe.—Ah sí... Nakamura Kazuha.—Se presentó igualmente.

—Hola.—Saludó con una pequeña sonrisa a la bajita quien le correspondió grandemente.

—¿Que querías decirme, Yunjin-ssi?

Yunjin iba a preguntar de nuevo, pero el timbre la interrumpió.—Puede quedar para después. Debo llegar rápido a clases, ¿nos vemos luego?

Aeri asintió encogiéndose de hombros.—Sí, claro. Nos vemos.

La pelinaranja volteó yéndose por el pasillo.—Excelente Huh Yunjin, deben darte un premio por tonta.

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—Al parecer...te ha gustado.—Haerin dijo al llegar a la mesa con sus amigos echándole un vistazo a Yeonjun que miraba atento su teléfono.

El de mechas rojas rápidamente lo escondió.—¿Que dices?

—Beomgyu.—Se encogió de hombros sentándose a un lado de el.

El hizo una mueca.—Fui a una fiesta el sábado de la facultad, resulta que tenemos amigos en común.—Hizo una mueca.—Había estado ignorandolo toda la semana que pedí su número, no tengo ganas de comprometerme con alguien. Pero resulta que desperté con el al día siguiente

—¿Te acostaste con él?

—Sí.—Dijo tirando su cabello.—Creo que la cagué. Le dije perdón por mensaje pero no me contesta. ¿Lo peor? Recuerdo cada detalle de eso.

Haerin frunció el celo.—¿Y que es lo malo?

—Que fue genial.—Respondió en un siseo.—Y no sé, pedí perdón, aunque no me arrepiento, pero creo que él si se arrepiente, o me odia.

—¿Por qué no vas a hablar con él? Está literalmente en frente.—Haerin apuntó pero su mano fue estampada a la mesa en menos de un segundo lo que le hizo quejarse.—¿Que te pasa?

—¿Por qué lo apuntas? Sabrá que estás hablando de él.—Dijo entredientes.

—¿Y qué? Literalmente te lo follaste, ¿y ahora te da vergüenza?—Haerin hablaba de igual forma.

—Oigan, tórtolos.—Jaemin llegó sentándose frente a ambos.—¿Qué susurran tanto?

—Yeonjun no quiere ir a hablar con Beomgyu, y está en frente de nosotros.—Haerin dijo sin pudor, logró escuchar como su amigo se golpeaba la frente con su mano.

Yunjin llegó frunciendo el ceño.—¿Choi Yeonjun en verdad eres tú?¿Por qué tanta vergüenza? Beomgyu no muerde.

Mentira. Pensó el pelirrojo.—Solo no quiero ir.

—Hoy fui a pedirle el número a Aeri.—Yunjin cambió de tema haciendo suspirar de alivio a Choi.—Hablamos un rato y cuando por fin iba a pedírselo ha sonado el timbre.

—Hey, dijiste que irías a verme a la biblioteca.—Haerin se quejó.

Jaemin se rió.—Supe que estuviste con Danielle Marsh en la biblioteca hoy. ¿Te compró una bebida?

La pelinegra boqueó.—¿Que dices?

—Lo mismo que los rumores.—Dijo el pelinegro como si fuera un orgullo.—¿Ya se te ha confesado?

—¿Saben algo?—Yeonjun se levantó abruptamente mirando hacia otro lado.—V-vengo ahora.

Claramente estaba mirando a Beomgyu que justamente se iba del comedor.

—Tras él, tigre.—Yunjin animó.

Yeonjun trotó hasta el pequeño castaño y tomó su brazo antes de que este se fuera. Él se dió la vuelta y al ver de quién se trataba su semblante pareció decaer. El alto que siempre acompañaba a Beomgyu se acercó a él para quitar su agarre.

—¿Que quieres?—Le preguntó el alto.

El pelirrojo no miraba para nada al intimidante chico alto, sus ojos se mantenían en los brillantes ojos de Beomgyu.—Necesito que hablemos.

—Yah, es-

—Soobin hyung.—Llamó.—Está bien, nos vemos en clase.—El alto, ahora Soobin, chasqueó la lengua y asintió yéndose por el pasillo. Cuando estaba lo suficientemente lejos el pequeño habló.—¿Que quieres hablar?

—No aquí.—Volvió a tomar su brazo y lo guío hasta otro de los pasillos más vacíos, lo soltó a penas llegaron y cerró sus ojos preparando mentalmente su discurso.—Yo, tengo que pedir perdón por como te traté esa semana, y también por todo lo que hice aquel día de la fiesta. Supe que estabas interesado en mi y te hablé por... porque no lo sé. Pedí tu número y lo ignoré todo lo que restaba la semana. Ambos nos pasamos de tragos el sábado y despertar al día siguiente contigo fue...

—¿F-fue?

—No estoy arrepentido, Beomgyu.—Confesó.—De verdad eres mi tipo, y ahora estoy algo... avergonzado de no haberte hablado esa semana, probablemente esperaste mi mensaje.

El castaño asintió.—Lo hice, pensé que solo querías acostarte conmigo.

—Claro que no.—Se apresuró en negarle.—No haría eso.

—Entonces ¿no estás arrepentido?—Yeonjun negó.—Yo tampoco.

—Salgamos.—Yeonjun dice apresurado.—O sea no que s-salgamos como novios, digo, de t-tener una, o sea, salir pero no... en... Dios, tu me entiendes.

—¿Que tengamos una salida?—Dice el castaño con una risa.

—Sí, eso, quería decir eso desde el principio.—Se tapó el rostro.

—Uh, creo que está bien...¿Ahora sí me podremos hablar?

—Por supuesto.

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N/A 

capítulo con un poquito de las parejas secundarias/terciarias

tengan una linda noche <3