Capítulo 2.6 (extra): La Sala Dimensional.
Narradora: Lancekinz
Al oír todo lo que dijo Owen, fue inevitable para Tauro no volver...
—Chicos... no podemos permitir que se salgan con la suya.
—Igual la varita dejará de servirnos si nos salimos de aquí —comentó Perceval con cierta indiferencia.
—¡¿Cómo sabes eso?! —encaré con cierta molestia.
—Es muy simple, hablamos de los Dagger. Simplemente algunos objetos serán totalmente inútiles contra otros Dagger.
—¡Yo digo que no podemos dejar que destruyan esos Universos! ¡Todos merecemos vivir! —a pesar de que me caía un poco mal, Finch tenía razón en parte. Aunque algo en mí me decía que la íbamos a pasar muy mal... y yo sé de presentimientos.
—¡Apoyo a Finch! No podemos permitirles a estos malditos matar a inocentes —Logan frunció el ceño con determinación.
—Entonces, vayamos —dictaminó Tauro con mucha energía.
—Suerte, héroes... sólo no lo arruinen... —al escuchar eso último, volteé con cierta duda. La sombra que nos vigilaba ya no estaba. Todo el camino hacia la sala dimensional me hizo quedar con una mala espina...
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Nuevamente estábamos aquí, frente a la puerta donde alguna vez morimos. Refunfuñé con algo de molestia, sacando la varita.
—¿Lista, Lance? —preguntó Tauro con confianza.
—Muy lista —abrió la puerta y ahí estaba de nuevo la sala. Magnífica y con el Universo debajo de nosotros. La sombra que nos mató la otra vez, estaba dándonos la espalda.
—Heh... parece que ya es tarde para mí —soltó una risilla—, pero estos Universos morirán. No pueden hacer mucho al respecto, ni siquiera saben como salvarlos
—Hoh, tú nos dirás cómo —me acerqué con una mirada fiera—. La verdad es que me hiciste sentir como una tonta cuando me hipnoticé ante esa luz roja.
—¿Y qué te hará pensar que no seré capaz de volverlo a hacer?
—Porque algo me dice que sabes perfectamente lo que cargo entre mis manos.
—Bueno... en ese caso, supongo que no tengo más alternativas
—¡Ahora dime cómo los salvamos!
—¿Viste el episodio donde Star viajó a su varita porque funcionaba mal? Tienen que hacer eso mismo —soltó una risilla.
—Espera... —Tauro parecía recordar algo—... hallar lo que no pertenece... no lo vi, pero lo leí.
—Heh, ¿quién lo diría?
—Bueno, ya no nos sirves más, ¡púdrete!
—Me divertiré mientras me encuentre abajo... —y rio maquiavélicamente. Disparé el rayo y un vórtice apareció. Era muy fuerte y absorbió a Srat, ahora ya estaba donde pertenecía. El vórtice se cerró y la varita se apagó... parece que ya no sirve.
Finalizada la acción, todos nos acercamos a los orbes. Había tres.
—¿Y estos qué onda? —preguntó Logan con cierta curiosidad.
Me acerqué y pude visualizar lo siguiente:
--> El orbe primero: Un pasillo, un hombre y un peliblanco caminaban juntos.
--> El segundo orbe: El mismo chico del primero, hablando con una chica de pelo castaño; recuerdo bien a este niño, es Lincoln. Pero aquella chica no es ninguna de sus hermanas.
--> El tercer orbe: La misma chica del segundo orbe, pero estaba jugando baloncesto.
—¿Ideas? —peguntó Finch rascándose la cabeza.
—Yo los reconozco... aunque... la tercera se me hace familiar, sólo que el deporte es diferente...
—Bueno, sigo sin entender cómo es que están en peligro...
—Tendremos que averiguarlo —comentó Tauro con mucha fiereza.
[¿Qué haré ahora?]
[¿Qué haré?]<----- Elección de orbe.
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