Mi destino eres tú

Amaba despertarme y ver a mi esposa a mi lado, mi pasatiempo favorito cada vez que abro los ojos es verla dormir.
Me encanta apreciar cada detalle de ella y me siento dichoso por tenerla junto a mi.

—Buen día, amor.—me dijo ella con su más linda sonrisa.

—Buen día, bella.—me acerque a besarla.
Iba a seguir besándola pero sentimos que alguien se subió a la cama.

—buenos días papis.—Heesomin, era mi hermosa bebita, era uno de los amores de mi vida.

—Hola preciosa ¿Como dormiste?—mi siento tan dichoso, mi vida es tan plena al lado de dos seres maravillosos para mí, siento que yo ya gane todo en esta vida.

…

Estaba preparando el desayuno para mis dos reinas, cuando de repente siento que todo empieza a girar a mi alrededor, me siento perdido; mi vista se vuelve borrosa y siento que me caigo, lo último que recuerdo es verla a Azul, hablandome con preocupación, pero yo no podía escucharla.

a lo lejos siento un pitido que cada vez se hace más claro, hasta que abro los ojos y me encuentro en una habitación blanca.
Miro a mi alrededor muy desorientado, está no era la habitación que compartía con mi esposa, de pronto alguien entra a la habitación y se asombra, sale a la busca de alguien.
Hasta que entra con un hombre.

—¿Como se encuentra señor, Jeon?—me empieza a revisar.

—¿En dónde está mi esposa?—fue lo único que dije, no estoy entendiendo nada.

—¿Su esposa?—iba a responder, pero veo que entra mi madre muy feliz.

—¡Hijo mío! Que milagro, no sabes cuánto tiempoe sguve esperando este momento.—dijo abrazándome con mucha fuerza.

—¿Madre, por qué estoy en el hospital y en dónde está mi esposa e hija?—en estos momentos solo quería verlas a ellas. Mi madre solo me miró con confusión.

—¿Tu esposa e hija? ¿Doctor, que le está pasando a mi hijo?—pregunto ella asustada.

Mi mente no entiende lo que está pasando ¿Por qué nadie me dice en dónde está mi familia?

—Al estar dos año en coma, es posible que haya estado soñando con una vida imaginaria. No sé preocupe señora Jeon, es algo normal en los pacientes que estuvieron en coma; con el tiempo podra volver a su vida normal. Con su permiso me retiro, vendré más rato.—escuchar eso fue como un balde de agua para mí, sentía que las lágrimas caían de mis ojos.
No, no puede estar pasando esto, debe de ser una broma.

—¡No, dime qué es mentira mamá!—grite asustado, mi mundo se vino a abajo. Mi madre solo me miraba con angustia.

—Mi vida, tu nunca te cásate y nunca tuviste hijos, sufriste un accidente automovilístico hace dos años, no sabes lo que me dolió pensar en que tal vez te iba a perder para siempre, pero ahora estás aquí y yo te voy a ayudar a qué vuelvas a tu vida normal.—yo solo me dedique a llorar en su hombro mientras ella acariciaba mi espalda.

¿Entonces nada fue real? Me siento devastado, siento que me quitaron un pedazo de mi alma; no sé, si pueda salir de esto.

…

—No te preocupes hijo por tu departamento, tu padre y yo nos hicimos cargo y seguimos pagando el alquiler, teníamos fé en el que algún día ibas a volver a despertar.

Me conmociona saber que me perdí dos años de mí vida, y es difícil asimilar que todo lo que soñe nunca pasó y nunca va a pasar.

Al llegar a la casa de mis padres les pedí que me dirán mis aparatos móviles, yo estaba decidido a buscar a Azul, estoy seguro de que ella existe.
Pero para mí desgracia no encontré nada, tal vez así tenía que ser, tenía que seguir con mí vida.

Estuve todos la tarde buscando empleo, hasta que vi uno que era de mí interés; era en una empresa y necesitaban a un contador, justo de que estudie.
Mandé un email esperando que me contestaran, y sorprendentemente me contestaron a la hora.
Resultó ser más fácil de lo que pensé, me agendaron una entrevista para mañana y no iba a desaprovechar esta oportunidad de armar de nuevo mí vida.

...

Me aliste para ir a aquella empresa, pero algo me tenía inquieto, tal vez era los nervios.
Mire la hora y vi que se me hacía un poco tarde, así que como pude pedí un taxi y llegue al destino.

El lugar era inmenso, era una empresa de inversionistas y al parecer muy conocida; me vendría bien obtener este empleo.
Por suerte, pude encontrar a una secretaria para que me llevará al lugar de la entrevista, me dijo que espere sentado y que la jefa de ese departamento me iba a llamar.

Espere alrededor de unos veinte minutos, veía como entraban y salían personas, solo rogaba que me eligieran.
Cuando iba a ir a comprarme un café, fue cuando justo me llamo una chica, que supongo que es la jefa.

Sentí un leve flashback en mí cerebro y por un momento me mareé, puedo jurar que conozco esa voz...

Mí cuerpo al instante temblo, mis manos se pusieron sudorosas y mí corazón latía como loco. Al entrar la pude ver a...ELLA

No lo podía creer, la estaba viendo a ella, a Azul, mí esposa...

—¿Señor Jeon, se siente bien? Lo noto un poco ido.—no pude articular ni una palabra, estaba que me lanzaba a abrazarla, si esto es un sueño no quiero despertar.

Vi que ella iba a llamar a alguien, así que reaccione enseguida.

—Oh disculpe.—dije medio nervioso.

—Solo... Se me hizo conocida y yo..—no puedo hablar, me sigue pareciendo irreal.

—Mmm no creo haberlo visto ¿pero supongo que vino para la entrevista, no es así?—solo asentí y me límite a observar cada detalle de ella.

—Bien, cuénteme de sus experiencias laborales.— me miraba fijamente y eso era algo que siempre me ponía nervioso, oh bueno, me refiero a cuando estaba en coma y soñé toda una vida con ella.

—Solo tuve la oportunidad de trabajar en dos empresas, Luxburg y Villeglife; y en las empresas tuve un puesto como contador.—juro que quería agarrarla, besarla y no soltarla nunca más.

Ella iba a decir algo más, pero justo entre un chico.

—Mi vida, llegaron los nuevos inversionistas y están listos para hablar del nuevo contrato.— ¿¡Y este quien era!? ¿Por qué le decía "mí vida"?

Mire al tipejo ese, y al decir verdad no me llegaba ni a los talones, me sentía enfurecido en estos momentos, ni siquiera se digno a saludarme.
Vi que mí bella esposa se sintió incómoda, porque tiene un pequeño tic que la delata, pero estoy seguro que se idiota no lo sabe.

—Señor Jeon, espere mí llamado esta tarde, le puedo garantizar que usted fue uno de los más interesantes que vino por este puesto. Ahora sí me disculpa, tengo que ir a una reunión, fue un gusto conocerlo.— estaba emocionado, eso quiere decir que tengo una oportunidad y también una oportunidad para conquistarla y ese idiota no me va a detener.