Lo que había comenzado como una fabulosa noche para Peter y las jóvenes mujeres en la gala de la escuela secundaria, terminó siendo un viaje de regreso a última hora para transportar a quince mini heroínas y villanas junto a dos mutantes adultas que él creyó que actuarían responsablemente.

Poco le interesaba al tótem lo que la gente pensara de él al ver el momento en que todas las intrusas ingresaron exclamando su nombre, ya que todo su foco de atención estaba pendiente en las tres heroínas que lucían un tanto sombrías, incluso con los intentos en vano que Peter realizaba para aligerar el ambiente.

Dos de ellas mostraban una mirada para nada amistosa hacia el resto de féminas interesadas en la araña

La tercera de ellas, pues la pobre todavía lloraba la pérdida de, lo que para ella era, material esencial en su dispositivo móvil

Detuvo el vehículo en la acera frente a la Mansión Avengers, bajándose primero para así abrirles la puerta a sus cita, al mismo tiempo que una furgoneta brindada por Hill, si las marcas impresas diminutamente en las ventanillas significan algo, se detuvo detrás de ellos.

Spiderman guio al pequeño grupo con quien fue a la gala directamente al interior del establecimiento, sin voltearse a ver si las demás los seguían o no. Caminó entre los pasillos con cautela para no despertar a Maria que dormía junto a Valeria, y a Franklin que era usado como peluche por Marvel Girl.

La habitación de Captain Marvel fue la primera que alcanzaron los cuatro, deteniéndose para brindarle un abrazo a la pakistaní que había empezado a bostezar debido a la fatiga. Peter se encargó de besar su frente y disculparse por los inconvenientes, cargándola contra su pecho en el instante que ella cerró los ojos por varios segundos para despertarse perdida y repetir el proceso varias veces.

Ahora la receptora de afiladas miradas era la susodicha joven

Todavía no sabían con certeza si sería una amenaza más para ellas

-Podrían ayudarla a cambiarse? – pidió el castaño tras depositarla sobre la cama, dejando a la mutante y la latina a solas en el interior de la recámara mientras él esperaba afuera.

Aguardó callado y recargado contra una pared aledaña a la puerta, divisando impasible al séquito de niñas que portaban lindos vestidos que combinaban con sedosos peinados lacios. Lo había platicado más de una vez con todas ellas que hoy era un día especial para las jóvenes adultas, pero al parecer todo lo que les decía fue inútil.

Su mirada inmutable no reveló nada a una temerosa Felicia que se separó del grupo y posicionó frente a él, sin quitar la vista del suelo al mismo tiempo que usaba su puño para limpiarse la nariz del sollozo que había estado llevando todo el camino de regreso a casa.

-Feliz? – murmuró completamente sereno de sus emociones la araña que protegía de todas ellas.

La diminuta peliblanca tembló instintivamente al reconocer el tono empleado por el hombre que amaba perdidamente pero engañó muchas veces para salirse con la suya. Era una voz que indicaba su enfado, uno que solía usar únicamente cuando llevaba consigo su traje negro que le recordaba a Venom.

Debido a aquella causa, la rejuvenecida Black Cat reaccionó velozmente y negó con su cabeza sin levantar la vista del suelo.

-Ya veo…puedo saber por qué lo hiciste? Y no te esfuerces en mentirme, sé que fuiste tú- reconociendo su culpabilidad cuando gritó negativamente en el gimnasio de Midtown, Peter le cuestionó nuevamente a la infante.

Era demasiada la tensión que había entre ambos, lo que ponía cada vez más nerviosa a la mini ladrona de joyas que ansiaba alzar su cabeza para responder pero se sentía imposibilitada ya que odiaba ver el semblante neutro que de seguro recibiría.

-Creo haberte hecho una pregunta, jovencita…Por qué lo hiciste? – repitió su interrogante el tótem, oyendo solo un sollozo que por poco hace que su corazón se derrita pero no se lo podía permitir ya que hizo algo malo.

Las manitos se movieron con más fervor en las mejillas para eliminar el rastro de lágrimas que soltaba ella. La cabeza le dolía aún por el golpe que recibió contra la pared cuando intentó correr hasta la sala, luego de que Peter y las muchachas se marchasen a la gala, mientras se cambiaba su pijama para usar el vestido negro que llevaba. Y por encima de todo ello, se maldecía internamente por no ser capaz de hacer algo bueno por una vez en su vida, sintiendo las ganas de escaparse como la vez que lo rechazó con la excusa de amar su máscara en lugar de su persona real.

La ladrona soltó un suspiro de tristeza al recordó esa penosa decisión suya en ese instante

Ahora se preguntaba que hubiera sido de su vida si la hubiera ligado desde ese instante a su arañita, pero ese tren ya pasó y ahora parece que tendrá mucha competencia por él

-No me dirás nada, verdad? …Bueno, si quieres hacer eso, yo también lo haré. Vete a una de las habitaciones libres, estás castigada hasta nuevo aviso por tus actos- gimiendo de frustración por la forma de actuar que tenía la versión aniñada de la persona que amó, el Parker refregó con cansancio sus ojos para luego indicarle una de las recámaras libres mientras le veía asentir solamente e irse.

El castaño cerró sus ojos y tiró su cabeza hacia atrás para mirar el techo por unos pocos minutos que le parecieron eternos, esperando a que Anya y Hope terminasen su tarea de cambiar a Kamala con el fin de acompañarlas a sus habitaciones, ya que era lo mínimo que podía hacer por ellas.

Unas delgadas falanges que rozaron ligeramente su cuello lo sacaron de su estado metódico, advirtiéndole que el par de jóvenes mujeres habían terminado de hacer su labor y ahora estaban frente a él mirándolo con preocupación por lo distraído que parecía estar.

-Ocurrió algo mientras ayudábamos a la perezosa de Kamala? – la vivaz Spidergirl indagó, dejando que sus dedos acariciasen la piel cálida de su mentor.

-Nada, solo tuve una plática con Felicia, después que las demás se fuesen a dormir, ya que ella fue quien hizo todo esto…- acunando la delgada mano femenina en la suya, desestimó Peter para no darles más problemas.

-Peter…ya pasó, no importa. Tuvimos lo que queríamos en un principio- amainó con sus palabras los nervios del tótem, Hope.

Las palabras de la mesías mutante eran ciertas, aunque tanto ella como Anya no pudieron llegar a completar lo que podría haber sido la segunda parte de su plan

-Es cierto, bailamos contigo…y también te besamos! – exclamó en voz baja la mujer de raíces latinas para no despertar a quienes dormían.

-De hecho, él me besó- la hija de Cable corrigió la sintaxis en la sentencia que Anya dio, al mismo tiempo que se ruborizaba de solo recordarlo.

-Eso...eso no quiere decir nada-se negaba a ver lo evidente Anya

El hecho de que las pelirrojas eran la kryptonita de su mentor, aunque también parece que funcionaba al revés

Caminaban juntos de nuevo por el pasillo, aproximándose lentamente a la recámara que era originalmente de Spiderwoman, por lo que se detuvieron al llegar frente a la puerta. Dejando que la joven lo abrace, Spidey aprovechó su diferencia de alturas para dejar que se hunda en su pecho y él bese repetidas veces su cabeza mientras masajeaba su espalda con cariño, separándose un poco debido a que ella lo quiso para recibir a cambio un beso en la línea del mentón. Viéndola marcharse al interior de la habitación con una mueca alegre que revelaba el haber cumplido un sueño.

-Sabes que ella estará feliz y rebotará de lado a lado mañana, no? – se mofó Hope, apretando su agarre al brazo derecho de la araña.

-Me dices que tendremos una segunda Ms. Marvel en la mansión? – devolvió la pregunta con otra de manera lúdica, corriéndole un mechón rojizo por detrás del oído izquierdo.

-…Espero que no. No quiero oír más historias de nosotros dos en situaciones embarazosas- tras pensarlo un poco, la pelirroja negó mientras confesó un pensamiento en voz alta.

Todos miraron con una ceja levantada hacía la joven, no creyéndose dichas palabras

El Parker solo la miró juguetonamente, sonriendo al punto que su sentido arácnido se activó para avisarle de un puñetazo en su pecho que él ignoró ya que se lo había ganado en buena ley.

-Deja de imaginar cosas! – le reprochó en voz baja la mesías mutante.

-Qué cosas? – inocentemente cuestionó el arácnido.

-Tú sabes! – indicó la pupila, soltándose del brazo masculino para pararse frente a su mentor.

-Te juro que no tengo la menor idea de qué me hablas, Hope- continuó haciéndose el desentendido, dando unos pasos hacia delante para acortar la distancia entre ambos, sin que ella se diese cuenta que su espalda terminó chocando contra la puerta de la habitación donde dormía.

Antes de hacer algo, Hope miró a todos lados para asegurarse definitivamente que nadie o nada fuese a interrumpirla, para posteriormente arrojar sus brazos alrededor del cuello de su amado y acercar su cara a nada de distancia con la de él.

-Vamos a dormir juntos, Peter- coqueteó la joven mujer, aprisionando el cuerpo del vigilante con el suyo.

-Spidey, dale duro contra el...!

Wade hubiera terminado su frase sino fuera porque Storm lo electrocutó

Dicho héroe solo sonrió levemente, llevando su dedo índice derecho hasta la nariz de la mutante para rozarla cariñosamente.

-No. Aún eres muy joven para eso- ronco, replicó el tótem.

-Qué? No! No me refería a eso! …Solo durmamos como el otro día- al darse cuenta del sentido que tenían sus palabras, Hope recapacitó y reveló su verdadero significado.

-No te lo crees ni tú-decia Rogue deseando estar en la posición de la joven y así recompensar a su araña como debía

Durante unos segundos él no dijo nada, haciendo pensar a su pretendiente que no quería nada con ella. Pero sorprendiéndola cuando reclamó su boca por unos breves segundos antes de asentir y abrirle la puerta de la recámara.

-Ve a cambiarte y avísame cuando estés lista- confirmó el castaño, empujando a un sumamente alegre mutante que prácticamente corrió a obedecer su comando.

-Si tan solo nos hubiéramos quedado esperándolo en la mansión...-se lamentaba Janet junto algunas de sus compañeras viendo que no dormirían junto a Peter acostumbraban en la historia

Ahora era Hope quién sonreía victoriosa hacia Psylocke y hacia la denominada "vieja urraca", las cuáles le devolvieron la mirada jurando en sus mentes que esto no acabaría así

-Anda, déjame decir al menos una- rogó el hombre adulto con acento alemán al pequeño niño rubio.

-No- determinó el joven Captain America, sentado en la barra mientras le ponía más chocolate a su bebida, llegando a niveles peligrosos.

-Una sola nada más, Rogers. Es todo lo que pido, no puedo continuar así! – imploró el sujeto mayor que se contenía de usar su espada ya que el niño estaba siendo protegido.

-Mmh…no lo sé- ya muy dudoso de sus propios pensamientos por culpa de la ingesta de azúcar que se estaba dando, respondió un muy joven Steve Rogers, el cual prefería hablar con Zemo a con Carter.

-Nunca pensé que acabarías así, Cap

-Silencio Tony, o tengo que recordarte la situación en la que tú estás actualmente

Viendo que ese era el único motivo por el cual su némesis le dirigía la menos la palabra, Helmut decidió optar por otro camino. Algo que Winter Soldier notó pero no dijo nada ya que estaba más concentrado en quitarle el chocolate a su mini amigo, acción que fue más difícil que lidiar con una furiosa Black Widow.

-Pobre, se acaba de ganar un popote con su nombre-hablaba Kaine, siendo escuchado por Hill y esta teniendo que darle la razón al clon

Sharon deseaba acapararse a su amado, pero las constantes discusiones que el alemán tenía y la vigilancia constante de Barnes le impedían hacer algo. Rezagada a un rincón y lidiando con el hecho fáctico de que descuidó al afectado por Kang, la agente de SHIELD solo deseaba que Coulson continuase en la cárcel y tuviese una peor suerte que ella ya que había perdido sus tarjetas autografiadas.

Todos soltaron unas risas por el destino que tuvieron todas esas mencionadas tarjetas

-Muy bien…ya entiendo como es la situación. Creo que te dejaré mejor con tu queridísima agente Carter, Captain- comentó Baron Zemo, atentando a pararse pero siendo detenido por el mocoso blondo que lucía una rostro renuente.

-Bueno…un insulto pero nada más…- como si hubiese chupado todo un limonero entero, Steve accedió al pedido del villano ya que aún estaba dolido por la traición de la mujer que lo secuestró y mimó.

-Cap...¿No serás un skrull, verdad?-preguntaba Luke Cage ante las acciones del mini Cap

-Por favor, otra vez todo eso no-decia Jessica Drew

-Como decirles que en otros universos debido a eso Spidey se consigue otra reina...-decia Wade refieriéndose a cierta monarca de los skrull

-Gracias, Herr Rogers. Ahora si me disculpa…HIJO DE LA …! – gentil, le agradeció el permiso a su enemigo, para después tomar aire y exclamar.

Acto seguido, Bucky reaccionó velozmente y tapó los oídos de su amigo, siendo testigo auditivo de lo que salió de la boca del recurrente aliado que HYDRA tenía. Tal era el nivel de poder que tuvo lo que Zemo dijo, que todas las mujeres se apuraron a taparles las orejas a sus amados, llegando al punto que algunas gaviotas asentadas en el techo de La Balsa volaron espantadas, así como Logan y Wade se borraron unas lágrimas falsas de sus ojos ante el grito.

Cuando Winter Soldier notó que Baron Zemo se puso de pie satisfecho y se retiró alegre, dejó que Steve volviese a escuchar tranquilamente, siendo inmediatamente arrebatado de su vigilancia por una espantada Sharon Carter que acarició el corto cabello rubio del super soldadito para después besar sus mejillas.

-Es la primera vez que veo al jefe de Bob sonriendo feliz

-Me gustaría ver la cara de Viper si ella viera esto-hablaba Wolverine mientras sonreía

-Ni la menciones!-exclamaba la Drew no queriendo invocar a la desgracia y que esa vieja acabara aquí

Sobretodo cuándo se enteró de que era la creadora de dichas revistas, sobre las que todavía "investigaban" para averiguar quién fundó la otra

-Ya, ya…no dejaré que ese hombre malo vuelva a decir cosas feas delante de ti, mi amor. Sharon no lo permitirá, por supuesto que no- traumada por lo que había oído anteriormente, la fémina ignoró las pataletas que el infante hizo mientras se retiraba a una de las celdas para cuidar a su amado rehén para hacerle obtener de nuevo un Síndrome de Estocolmo al mismo tiempo que planeaba algo para desaparecer al villano.