Capítulo 91
-Entonces…ustedes dos son quienes viven con mi sobrino ahora, no? – luego de tomar asiento en una silla de la cocina frente a un par de mutantes adultas, comenzó a interrogar May Parker.
-Yo…sí, así es, Sra. Parker- asintió levemente con la cabeza, Anna Marie, usando un tono más educado, viendo de reojo como Valeria le mostraba una serie de papeles al tótem.
-Usted tiene razón- respondió con un notable acento británico la ninja de violeta, oyendo a su amado reir y felicitar a su hija mientras la hacía girar por los aires.
Ororo, Logan y varios de los mutantes presentes intentaban aguantar sus carcajadas viendo el comportamiento tan diferente que estaban mostrando ambas féminas en este instante
-Peter me ha hablaba mucho de ustedes mientras veníamos para acá. Dijo cosas muy interesantes, como lo feliz que eres tú muchacha con el invento que la pequeña Val logró. O lo valiente que tú eres al salir a pelear sola- relató la figura materna de Spiderman, ruborizando a las mutantes tras enterarse de las cosas que su araña contaba.
-...papá me ayudó...-decia en voz baja la pequeña genio no queriendo quedarse todo el mérito ella
Los gritos de alegría que provenían de la sala se triplicaron cuando vieron que el castaño hacía girar felizmente a mini Sue y sus dos hijos. Acción que las hizo alzar una ceja tras una mezcla de confusión y curiosidad, solo para despabilarse ya que estaban teniendo una plática a solas.
-Ahora…pueden decirme qué buscan con mi sobrino? – indagó la dama mayor de edad, fulminándolas con la mirada e incomodando al dúo, situación similar por la que pasaron las infantes.
-Uuuh, la pregunta definitiva...
-Si respondéis mal acabareis solas y con un apartamento lleno de gatos-complementaba Iceman la frase de su amiga Kitty
Ambos se ganaron unas afiladas miradas de parte de Rogue y Psylocke, mientras que May se reía levemente aún teniendo completa curiosidad de saber que responderían
-Nos…nosotras…- súbitamente nerviosa ante lo temeraria que lucía la matriarca Parker, la mutante con poderes absorbentes balbuceó, tratando de no distraerse cuando Peter sentaba a Janet encima de unos libros sobre una silla como si fuese una jueza.
-Me pregunto que estaremos haciendo...-decia Janet hacia Medusa, poniendo su atención en las acciones que ocurrían tras la escena principal
-Verá usted…- incapaz de dar una respuesta honesta sin revelar todo lo que guardaba en su interior respecto al castaño, Elizabeth se halló en una encrucijada.
-Estoy esperando- declaró impasible May Parker, observando de reojo como las mujeres rejuvenecidas se acercaban con crayones a la pequeña The Wasp mientras esta adoptaba una cara de concentración para después negar.
Ambas implicadas podían jurar que esto estaba siendo más tenso y complicado que el enfrentarse a un ejército de centinelas
Los bufidos de exasperación que hacía la pequeña diseñadora de modas en lo alto de su trono se hizo eco, obligando nuevamente al trío de mujeres en la cocina a ver cómo el tótem aguardaba a un costado con Sue y los miembros de su familia al mismo tiempo que un desfile de mini heroínas y villanas con crayones o lápices de colores se presentaba ante una imparcial Van Dyne.
Recordando inmediatamente que estaban siendo cuestionadas, las miembros de los X-men voltearon sus cabezas para enfrentarse a un par de orbes azules que aguardaban impasiblemente por una réplica que satisfaga sus interrogantes.
Las manos de Rogue sudaban por el hecho de no encontrar una manera disimulada de confesar que lo añoraba con Spidey. Psylocke se hallaba incómoda en su silla, removiéndose hasta el punto de acertar en una pose que le permita controlar su inquietud.
-Quiero darle las gracias por lo que hizo. Nadie antes había podido descubrir un método para ayudarme con mi maldición, nadie hasta que él se interesó- entrelazando las falanges en su pelo para peinarse, respondió la hermana de Kurt.
-Las gracias nada más? Porque la pequeña Felicia fue bastante vocal con respecto a un día después de mi última visita, creo que si no mal recuerdo nombro algo sobre una piscina y varios besos- con una mueca sardónica, la mujer logró ruborizar otra vez a la mutante que miraba con cariño el dispositivo en su brazo.
-Tia May...las estás incomodando-intentaba salir a la ayuda de las mutantes, sobretodo en el caso de Anna Marie, el oriundo de Queens
Una exclamación jubilosa evitó que la fémina sureña se avergonzase más, siendo que una joven Jotun saltaba de un lado al otro luego de que Janet aceptase un lápiz rojo, terminando de festejar luego de saltar a los brazos del vigilante de Queens con el fin de aprovechar que Invisible Woman no lo estaba haciendo.
-Tranquilízate, solo bromeaba. Aunque ahora conozco tus motivos, me falta saber que tiene en mente usted señorita…- cambiando su mueca por una gentil sonrisa que muchas veces ellas habían visto en Spiderman, May se dirigió a Psylocke esta vez.
-Peter me cuidó una vez que fui herida en una misión. Se quedó a mi lado, completamente nervioso y desesperado por buscar ayuda, incluso balbuceó incoherencias por largo rato hasta que tomé su mano para serenarlo y dejar que me cuente lo fascinado que estaba con mi forma de pelear. Cuando volví a verlo en el Instituto Xavier junto a las demás, regalando aquellos dispositivos sin motivo oculto alguno, sentí que no podía ser más noble y caritativo con los demás…- narró la mujer con cuerpo de asiática, juntando sus manos bajo la mesa para controlar sus nervios.
Las mujeres que sentían lo mismo por Spidey podían afirmar que las palabras sobre la actitud del Parker era completamente acertada
-Tu nombre es Braddock, no? – entornando su mirada como si estuviese pensando en algo muy importante, la tía de Spidey quiso saber.
-Elizabeth Braddock, oriunda de Inglaterra- describió la susodicha, intrigada por el motivo de la interrogante.
-Hmm-la mutante veía con gran curiosidad la pantalla junto al resto de la sala
-Ay no...-Peter se hacía una idea de lo que dirían
Un nuevo grito de regocijo interrumpió la plática siendo que Medusa tenía en sus manitos un lápiz azul por el cual tuvo que luchar contra Jessica, siendo aceptado por Janet desde su trono y permitiéndose así ocupar un lugar al lado de Loki en el regazo del héroe, sonriendo cuando su largo pelo rojo era acariciado.
-Estás segura de que mi sobrino solo te habló de tu forma de pelear? – dudosa de su propia sentencia, trató de averiguar May a la ninja.
-Sí…al menos eso recuerdo mientras estuvo consciente…- la mujer de pelo morado respondió, ya no tan segura de sí misma.
-Vaya…me sorprende que haya hecho eso y no te dijese todas aquellas cosas que pensaba de ti luego de tomar fotografías para el Daily Bugle cuando presentaste un desfile de moda años atrás- sin verdadero motivo para avergonzarla, May Parker relató sus recuerdos, perdiéndose el instante en que la mariposa mental se quedó muda porque no recordaba haber visto eso en la mente de su amado la primera vez.
-Vaya Peter, así dejé desde hace mucho una marca en ti, ¿eh?-hablaba la mutante feliz de haber impresionado hace tiempo al hombre
-Oh créeme, más tarde será él quién deje una marca en ti. Y a ti autor de mierda! ¡¿Cómo se te ocurre mutearme?!-exclamaba Deadpool mirando hacia el frente hasta que apareció en el aire una nota flotando frente a él
El mercenario le dió una rápida lectura que hizo agrandar sus ojos, haciéndolo notar hasta en su máscara
-Y una mierda! No tienes lo que hay que tener para cambiarme por Bella Thorne en traje de Lady Deadpool! Aparte, el único Deadpool con permiso de ver esas nalgas soy yo, hijo de...
De nuevo, Deadpool fue muteado hasta nuevo aviso, ante ya la falta de sorpresa del resto de héroes presentes que pensaban que de nuevo era solo otro desvarío del hombre
Un tercer nuevo grito producido originario de la sala, reveló que Bobbi Morse tenía en algo en alto que sorprendió a todas las demás niñas. Un crayón blanco fue lo último que Janet aceptó, teniendo que posteriormente pedirle a su amado que la baje ya que necesitaba trabajar en secreto, dejando que la diminuta Mockingbird se una al grupo que tenía coaccionado a Peter en un abrazo.
-Bien, ya les hice muchas preguntas por hoy muchachas. Debo admitir que tenía un poco de dudas al principio, ya que Peter siempre que se ilusiona con alguien de alguna forma termina lastimado. Pero puedo ver que ustedes no quieren eso para él, por lo que solo les pido que lo cuiden para que no se deprima si algo le pasa- May comentó, parándose lentamente de la silla, revelando que en su regazo descansaba un adormilado gatito negro, para después ir en dirección a donde su sobrina miraba lo que The Wasp hacía y dejando solas al par de mutantes.
-Puedo cuidarme por mi mismo, Tía May
-No te ofendas cariño, pero a veces lo dudo mucho y sólo quiero lo mejor para ti
-Ouch!-dramatizaba el dolor en su pecho por las primeras palabras de quién considera como una madre, Peter
-Jah!
-Lo mismo va para ti, Kaine
-Hey, yo soy maduro!
-Claro que sí, porque el pelearte con una máquina expendedora es muy maduro-se burlaba Hill
-...esa máquina se tragó mis últimos dólares, ese es un argumento más que sólido para mis acciones-se justificaba el clon
-Oigan, se sienten bien? Necesitan algo? Agua, jugo, té? – la aparición repentina de Peter las sobresaltó, teniendo que llevar sus manos a sus pechos con el propósito de calmar sus pulsaciones erráticas mientras el castaño lucía preocupado.
Rogue no pudo contenerse, por lo que llanamente saltó al cuello del Avenger y lo besó para dejarle muy en claro sus emociones. Mientras tanto, Betsy solo tenía una nueva meta en mente, y era sonsacarle toda la información de su propia boca sobre lo que pensaba de ella durante su etapa como modelo.
-Vas a contármelo todo, de principio a fin Peter-se lo prometía así misma la Braddock
-Stephen? – Clea llamó a su Hechicero Supremo en miniatura, pudiendo solo verle la pequeña espalda.
-Qué? – sonando un tanto lento por la enorme cantidad de tragos que había bebido, logró replicar Strange a la sobrina de Dormammu.
-Oh genial, es mi turno...-decia con un aire de depresión Strange mientras era consolado por Clea y Morgan
-Estás bien? – quiso saber la fémina de cabellos blancos y ojos azules.
Quien fue alguna vez aprendiz del Ancient One guardó silencio, dedicándose a beber mediante un popote su leche chocolatada con la mirada perdida en sus mitones, los cuales pensaba que eran como el relleno de un pan por lo esponjosos que lucían.
-Oye! Nada de beber en horas de trabajo!
-¿En serio eres tú el que lo dice, Logan?-preguntaba la propia pareja de este
-No reacciona, Clea…- Morgan Le Fay se unió a la mujer de ropas moradas, viendo con preocupación la espalda del mini beodo lácteo que tenían delante.
-Crees que esté enojado con nosotras por jugar con el bebé de aquella muchacha? – preocupada por el bienestar mental del niño con poderes arcanos, su ex pareja indagó a la bruja milenaria.
-Logan, ¿De dónde sacaste esa cámara?-preguntaba Ororo
-Wade me dijo que sabría cuando usarla. Ro', estoy de seguro que a Dormammu le encantará tener esto grabado. Y con eso veremos qué sacarle
-Oh...entonces sigue-decia con semblante despreocupado la mutante
-No lo creo, sé que está enojado luego de hacerle saber todo este tiempo que lo queríamos pero después lo ignoramos por un rato- explicó la mujer capaz de tergiversar la realidad.
-Oye, Stephen…mírame por favor- rogó Clea de nuevo.
-Miro…miro con mi ojito de Agami…Amot…como sea…por qué hay cuatro de ustedes y se mueven chistoso? – girando su cabeza luego de apoyarla en la barra, Doctor Strange murmuró con voz aguda mientras señalaba su ojo derecho y preguntaba sobre algo que le estaba provocando un mareo importante.
-Ni una risa, sobretodo tu, Stark-entonaba Strange sus palabras a la sala, aunque los más jóvenes eran incapaces de aguantar y estallaron en risas
Mientras que el mencionado solo mostraba una sonrisa burlesca hacia el hechicero
Si solo supiera...
-Muy bien! Suficiente de leche azucarada por hoy! Te irás a las duchas inmediatamente! – exclamó furiosa Morgan, tratando de alzar al hechicero pero viéndose dificultada cuando el niño se aferró a la barra como si dependiese de su vida.
-No! Vayan con ese bebé extraño! Ayuda! – protestó Stephen infantilmente, moviendo sus piernas en un intento desesperado para librarse mientras trataba de llamar la atención de Pietro que actualmente suplantaba a Wade, el cual estaba murmurando en un rincón sobre futuras apuestas.
-Basta! Nos harás caso, Stephen! Suéltate y nos vamos ya a que te bañes! – adoptando una postura seria que haría retroceder a su tío instintivamente, la oriunda de la Dimensión Oscura gritó.
El mocoso solo detuvo su pataleo, mirándola con miedo al mismo tiempo que su labio inferior temblaba pausadamente hasta soltar un llanto que alertó tanto a Logan como a Ororo, quienes fulminaron con la mirada al par de portadoras mágicas para que solucionen esto en menos de cinco segundos o estarían en problemas.
-Gran trabajo, Clea-decia con sarcasmo notable en su voz, Morgan Le Fay
-Tu iniciaste todo eso-le discutía Clea
Tratando de pensar rápidamente en una solución para que Strange dejase de sollozar, y al mismo tiempo dejar de recibir miradas de decepción por parte de varios espectadores, Clea se hincó a la altura de su antiguo esposo y besó su mejilla mientras procedía a abrazarlo amorosamente.
-Perdón…no quise gritarte, me perdonas? – volviendo a darle un beso en la mejilla, Stephen se serenó con el tono amorosa de la peliblanca, lo que le hizo asentir tácitamente.
-Quieres venir con nosotras ahora? Te prometemos que no te dejaremos solo- haciendo que incluso Doom luciese una ceja en alto con su máscara metálica, Morgan quiso saber al mismo tiempo que limpiaba la cara del niño con la manga de su vestido.
-No me van a pintar bigotes de nuevo, verdad? – trató de averiguar el infante.
Por algún capricho del destino, el hijo mayor de Sue tuvo un escalofrío. Algo le decía que no se quedara dormido en el futuro en presencia de su gran número de hermanas
Gran número de hermanas
Los ojos del niño se abrieron con horror al darse cuenta de su actual y futura realidad
-Ay no...por favor, dime qué no estoy solo-murmuraba el joven rezándole a toda divinidad que conocía
En una dimensión lejana, cierto joven con una vestimenta bastante similar a cierto arácnido de Queens pero con los colores de una bandera británica estornudó sin razón aparente
-Mmh…está bien- tras pensarlo un poco, ya que en verdad amaba verlo con su barba candado, Clea respondió.
-Entonces iré con ustedes- aceptó el trato Stephen, tomando las manos de cada una de ellas para alejarse de la barra mientras Wade miraba todo con un pañuelo para limpiarse la nariz como si todo hubiese sido una telenovela.
-…Aunque nadie dijo que podíamos crearte una barba con magia- soltó Morgan de manera cómplice, ganándose una cara de incredulidad por parte del niño que la hizo reir sonoramente.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro