https://youtu.be/xYKzdx-B1w0

A menudo se pensaba que la existencia de tantos panteones distintos en todo el planeta era sinimo de desorden o algo pecaminoso de algún modo.

Más que nada debido a las creencias que los mortales habían tenido durante todo este tiempo sobre ellos. Era difícil para un nórdico del pasado aceptar a una divinidad más poderosa o importante que Odín, era peor si pertenecía a otro panteón.

La sola idea que hubiese más seres de poderes inconmensurables allá afuera a donde ellos no podían llegar era desconcertante y aterrador a partes iguales. El ser humano temía a lo desconocido, a lo nuevo.

Caso similar era para los hinduistas que creían en un solo dios o creador, uno cuyo poder fue capaz de crear todo lo que éxite tanto en el lado terrenal como el espiritual. Para ellos, era inconcebible pensar en la idea que el mundo fuera hecho por más de un solo ser, ya que eso limitaba el alcance de su dios y según sus mentes él no tenía límites.

Había conocimiento, misterios desconocidos para la humanidad que era mejor mantenerlos ocultos para siempre. La mente humana era brillante, sí, y los humanos como especie lograron muchas cosas con el pasar de los siglos.

Sin embargo, había leyes universales que no debían romperse bajo ninguna circunstancia. Reglas establecidas para mantener un orden, un equilibrio mutuo y la realidad se mantuviera estable.

El universo era hermoso, pero también era un vacío oscuro que lo consumía todo. Ahí donde la vista no podía divisar se escondían horrores más allá de cualquier comprensión, fenómenos aterradores que no pensaban ni sentían en lo absoluto. Mucho menos tenían una razón para existir.

Simplemente lo hacían.

He ahí la dicotomía entre sí dios era realmente necesario o solo eran caprichos de la misma naturaleza para trabajos mundanos que la misma vida no quería hacer.

Sala de cine

Los seres humanos o mitad humanos presentes hablaban entre sí mientras el anfitrión volvía para continuar con la reacción. Era muy obvio que se habían acostumbrado a estar en este lugar por un tiempo indefinido. Los enemigos ahora hablaban con más tranquilidad aún a pesar de que sus diferencias seguían presentes.

Aunque la locura de su situación siempre era algo de preocupación, los humanos intentaban calmarse haciendo otras cosas como cocinar, jugar o explorar el sitio tan particular al que fueron traídos desde el comienzo de todo esto.

Una sala casi infinita y tan extensa como ninguna otra que hubieran visto antes. Algo que incluso sorprendía a varios dioses por lo bien hecha que estaba y lo cómoda que era.

Para ellos la situación no era nada del otro mundo.

Para los mortales fue algo a lo que adaptarse, más que nada porque todo comenzó con el pretexto de que aprenderían algo y tomar unas supuestas vacaciones de la normalidad del mundo. Muchos que eran conscientes de los conflictos entre los países de la tierra o las pandemias que habían estado apareciendo en naciones lejanas estaban agradecidos por lograr apartarse de aquello, tanta negatividad no le caía bien a nadie.

Vali(recostado): Me pregunto cuanto falta por ver para que terminemos con este espectáculo. Admito que muchas cosas que vimos fueron geniales, pero si seguimos este ritmo nunca terminaremos— comento el portador del dragón emperador blanco con aburrimiento a sus compañeros.

Kuroka(bostezando): Yo quisiera que nunca terminara, jamás me había sentido tan relajada en mi vida.

Bikou(asintiendo): Lo que hemos visto ha sido una experiencia fenomenal e informativa, al igual que Kuroka no quisiera que terminara, pero tenemos nuestros propios compromisos en casa. Al menos creo que los seguimos teniendo, siempre y cuando Ophis no cambie de opinión— expreso su opinión el descendiente del rey mono con calma y rectitud, algo que realmente no estaba nada alejado de la realidad. La dragona del infinito había cambiado su pensamiento por lo visto y era incierto el siguiente rumbo de acción que tomaría de ahora en adelante. Ellos eran un equipo bajo sus órdenes, así que quisieran o no debían seguirla hasta cumplir sus metas.

Arthur Pendragon: No pude haberlo dicho mejor, por ahora sugiero que nos mantengamos al margen. Creo que nuestra situación es favorable para nuestras ambiciones si lo hacemos bien.

Le Fay(pensativa): Si tú lo dices, aunque no creo que sea del todo cierto. Ahora incluso dios mismo ha regresado y eso significa que no podremos meternos con la iglesia o los demonios— compartió sus temores la hermana Pendragon en un murmullo cargado de tensión, sin duda alguna el retorno de dios al mundo sobrenatural e incluso de demonios del pasado los ponía en una clara desventaja de la que no sabían como salir— es mejor mantenernos al margen como dices.

Un poco lejos de ahí, Ophis comía una paleta con una expresión sería como siempre. Para ella, el tiempo era valioso y que no estuvieran haciendo nada productivo era de lo más exasperante. 

¿Cómo se atrevían a hacerla esperar?

Si fuera por ella, ya hubiera destruido todo sin ningún problema, pero sabía muy bien que eso solo traería problemas y con tantos seres aquí lo menos que quería era caos. Extrañaba el tiempo donde tenía paz y silencio en cualquier momento, algo que ya no era posible por la culpa del estúpido gran rojo que se apoderó del lugar y no quería irse de ahí.

Ella lo odiaba.

Buda: Jum, qué cascarrabias es esa enana— dijo con los ojos entrecerrados y en un tono burlón.

Zerofuku lo vio por ese comentario y luego observo a la que le dirigió esas palabras, haciendo que tuviera una gota de sudor por la actitud tan despreocupada del iluminado. Ya no le caía tan mal, pero a veces no podía soportarlo.

Caso similar era el de Wukong, cuya presencia era tan imponente como se decía en las leyendas. Era tranquilo a comparación de antes, pero si algo aprendieron los desafortunados que lo enfrentaron era que nunca debía hacerle enojar de ningún modo. No sé sabía de que forma podría responder, pero su instinto le decía que era mejor no averiguarlo.

Morrigan(irritada): ¿Cuándo volveremos a ver peleas con la misma intensidad de antes? Me aburro por cosas mundanas y estúpidas— clamo la diosa con un enojo muy obvio para todos.

Azrael: No está equivocada, no soy alguien que le gusten los conflictos, pero con lo que hemos visto mentiría si negara querer ver algo igual.

Afrodita: Nunca entenderé a los burdos por las peleas— comento despectiva, para ella de las pocas cosas destacables en eso era ver los cuerpos fornidos y sudados de los peleadores. Eso era belleza.

Artemisa(enojada): Si Afrodita, ya sabemos que te gustan que te den por todos lados. Eres una perra de la más baja clase, por eso nunca tendrás un amor verdadero ni hoy ni nunca— espeto la diosa de la caza con frialdad en su voz, sus palabras provocaron la indignación de la diosa del amor y unas carcajadas por parte del resto que la escucho.

Afrodita(furiosa): ¿Cómo te atreves maldita caza ciervos? ¿Cómo osas expresarte así ante mí, la diosa del amor?

La hija de Zeus le saco la lengua y le levanto el dedo medio en clara burla, acción que solo avivo aún más la furia de la diosa que ya harta se levantó de su asiento con la clara intención de hacerle pagar de una vez por todas. Su poder se dejó sentir por la sala, aumentando la presión con cada segundo que pasaba.

Artemisa endureció su mirada, no dispuesta a permitir que la puta de Afrodita la intimidara de ninguna manera. Se puso de pie de un salto, liberando su propia esencia divina que era de todo menos agradable en esos instantes.

Ambas mujeres se acercaron la una a la otra con pasos lentos, pero firmes, rodeadas con auras mortales y peligrosas que denotaban sus posiciones en la jerarquía divina.

Los espectadores miraban en silencio con distintos tipos de reacciones, desde la incredulidad hasta la alegría al estar a punto de presenciar un conflicto y por parte de 2 personas que se odiaban tanto.

Apolo(nervioso): Em, deberíamos detenerla antes que hagan un desastre.

Loki(burlón): Ni se te ocurra, esto se pondrá bueno.

Elizabeth(emocionada): Vamos, derramen toda la sangre en el suelo.

Akeno no dijo nada, pero se acomodo de mejor manera para observar la pelea que se daria. Rias solo nego con la cabeza por el comportamiento de su reina. 

Las 2 mujeres se encontraban adelante de la otra, mirándose fijamente con un odio intenso que venía desde muchos siglos atrás. Para nadie era un secreto el cómo se odiaban, pero esta vez parecía que las cosas se tornarían más peligrosas de lo pensado.

Para los griegos esto era alarmante, aun con la diferencia de poder entre ambas era evidente que nada las detendría hasta que una de las 2 cayera. Lo que el odio podía provocar era impresionante como aterrador.

Para Afrodita, todo lo demás dejo de existir. En esos momentos, lo único que podía ver era a la maldita mocosa estúpida que siempre la había insultado una y otra vez. Pero ahora eso se terminaría, lo sentía por Zeus, pero lamentablemente perdería a una hija y por su mano.

Para Artemisa, el hecho de ver a esa perra cara a cara era motivo de furia contenida. No soportaba a esa mujer, jamás lo hizo y estaba harta de fingir que nada pasaba. Pero ya era suficiente, no estaba dispuesta a permitirle respirar ni un segundo más.

La atmosfera se hizo más pesada, las expresiones de aquellas féminas eran de odio absoluto, sus cuerpos se apretaron entre sí, listas para matarse la una a la otra sin contemplaciones. En sus pupilas solo se denotaba el sentimiento que se tenían, uno caliente y peligroso como ningún otro. Mientras una representaba el libertinaje carnal y la mentalidad que sin belleza no eras nada, la otra representaba la libertad hacia esas ataduras del cuerpo y una conexión más profunda con la naturaleza.

Opuestas y obligadas a coexistir al mismo tiempo. Eran diferentes en cualquier aspecto, pero sí había algo que compartían era la animosidad que se tenían. Como un veneno mortal, un virus que se extendía por sus mentes. 

Cuando todo indicaba que habría un derramamiento de sangre sin que nadie pudiera detenerlo, las diosas recibieron un poderoso golpe en sus cabezas que las estampo en el suelo. La incredulidad fue clara, las auras asesinas que podían sentirse habían desaparecido y ahora se tocaban la parte afectada con dolor.

Afrodita/Artemisa: ¿Qué carajos te pasa?— exclamaron al unísono con rostros feroces.

Thor(encogiéndose de hombros): Las detuve— fue su simple respuesta para retirarse sin más, dejándolas calladas y con tics nerviosos.

Percy(suspirando): Eso estuvo cerca.

Geir(aliviada): Tú lo has dicho. Ojalá el anfitrión sé dé prisa para que no ocurra algo peor.

Y como para acudir a su llamado, el responsable apareció en un brillo de luz en medio de todos con una soda en su mano y una bolsa de palomitas en la otra.

???: Ya estoy aquí, que no cumba el pánico.

Ra: ¿Dónde estabas?— cuestiono, para nada feliz con su aparición repentina después de una desaparición de igual forma.

???: Me estaba encargando de algunas cosas, pero ya lo resolví. ¿Cómo están ustedes?

Baldur: Esas tipas se iban a matar— comento señalando a las mencionadas que se seguían tocando sus cabezas, al parecer el golpe del dios del trueno había sido más fuerte de lo que pensaron.

Tlaloc: Los hubieras visto, parecían gatas enojadas.

???(suspirando): Entiendo. Disculpen mi tardanza en ese caso, no volverá a pasar. ¿Así que para aligerar el ambiente porque no empezamos ya?

Rudra: Pero claro que sí, hagámoslo.

Shiva: Digo lo mismo.

Mientras los presentes se disponían a tomar asiento para continuar viendo, algunos como Pandora se dieron cuenta de la ausencia de ciertas personitas. Estaban a punto de preguntar donde se encontraban, pero no fue necesario, ya que luego de unos segundos los vieron acercarse.

Pandora: ¿Pero qué?— se preguntó mentalmente al notar cierto comportamiento raro en Amaterasu, Perséfone y Hestia— No puede ser— comento más para sí misma al entender el motivo, siendo confirmado al ver de cerca la cojera que traían.

Malditas, como se atrevían.

A Chun Yan tampoco le hizo ninguna gracia eso, sus músculos desarrollados por su entrenamiento y disciplina marcial relucieron a plena luz del día, preparados para usarse contra unas enemigas.

Las 3 dioses caminaban con rostros complacidos y sonrisas enormes, a la par que Hades con sus manos en los bolsillos miraba al frente sin inmutarse en absoluto.

Hela(divertida): Ellos no pierden el tiempo.

Isis: Ya me dieron ganas de hacer lo mismo.

Algunos egipcios se estremecieron por tales palabras.

Susano(murmurando): Se nota que mi hermana está de mejor humor, al menos ya tenemos algo para calmarla— le dijo a Tsukuyomi que no evito asentir con la cabeza, ahora que tenían a alguien que mantuviera en control el carácter de Amaterasu no tenían que seguirse preocupando por los problemas que ella podía causar si se enojaba.

Hades que logro escucharlo tuvo una gota de sudor al ver como lo trataban. Ni que Amaterasu fuera tan incontrolable como decían, solo se tenía que aprender como calmarla. Dicho eso, no negaría que su tiempo compartido no fue placentero, incluso estaría dispuesto a repetirlo.

La sintoísta por su parte, no podía estar más feliz. Por fin ocurrió lo que tanto había deseado y fue mejor de lo que pensó. Sin dudas, el albino supero sus expectativas completamente y eso era digno de elogio. Sentía envidia por Perséfone al tener a un esposo así y disfrutar de sus habilidades por tanto tiempo, pero ahora que ella había llegado y conseguido lo que quería no lo dejaría ir jamás.

Hestia tenían un lindo sonrojo en su cara por la pena que sentía, intentando no ver a nadie. Nunca creyó posible que ella hiciera algo así, su familia era famosa por meterse con cualquier ser vivo, pero ella era de las muy pocas que se mantuvo pura hasta este momento. Pensar en la persona responsable de hacerla tener una experiencia única e inigualable le llenaba el corazón de dicha y alegría, era un hecho que de ahora en adelante su vida tomaría un rumbo muy interesante después de una existencia monótona y sin mucha emoción.

La esposa de Hades solo las miraba con una sonrisa de suficiencia, causándole gracia como cayeron ante los encantos de su marido. Aunque sin olvidar que ella era la primera y por eso tenía ciertas ventajas que ellas no. Oh, amaba esto.

Venelana: ¿Acaso seguiremos con lo de Beelzebub?

Grayfia(temblando): Ojalá que no, no me gustaría volver a verlo.

Millicas(divertido): Ja, miedosas— dijo riendo hasta recibir un golpe por su madre que lo hizo callar a las malas.

Hera vio de reojo a su marido con duda al notar como sudaba de nerviosismo. ¿Acaso le fue infiel de nuevo con otra perra? A este punto ya no le sorprendía, estaba tan acostumbrada que su ira ciega se volvió en algo normal a lo que recurrir siempre que pasaba eso. ¿Cuál era la razón entonces por la que no se separaba de él? Era obvio que Zeus nunca cambiaria su forma de ser, por lo que no tenía sentido continuar con ese matrimonio defectuoso y tóxico a más no poder.

Los mortales tenían un dicho que decía, mejor solo que mal acompañado. Y Hera entendió que no podía estar más en lo correcto.

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El tiempo había transcurrido normalmente sin nuevos problemas a resolver. Las visitas del señor de las moscas se hicieron más constantes luego de haberle regalado ese bastón, ahora el emo buscaba nuevas formas para morir en vez de exponerse al peligro como antes. Para Hades era al menos un avance y esperaba que algún día Beelzebub entendiera que su destino no era morir, sino seguir viviendo como Lilith quería.

Los jóvenes y sus problemas.

Durante ese tiempo, el olimpo estuvo realmente tranquilo y ningún dios hizo algo indebido o perjudicial para todos. Eso ya de por sí era lo suficientemente extraño como para que él se preocupara un poco. Claro que quería paz y tranquilidad después de lo que había pasado, pero para dioses como ellos eso era más un lujo que algo cotidiano.

Hypnos le afirmo que no había razón para preocuparse, pues creía que sus hermanos y sobrinos ya habían aprendido la lección por sus errores pasados.

Si por ejemplo fuera Hela el motivo de su preocupación confiaría en las palabras de su subordinado, pero desgraciadamente ese no era el caso.

Pero aun asi, habia algo que lo inquietaba bastante.

Hades: ¿Encontraste a Adamas?

Hypnos: Siento decirlo mi señor, pero no está por ninguna parte. Hemos buscado por todos los lugares donde le gusta estar pero no estuvo en ninguno, ni siquiera tenemos una idea de a donde pudo ir.

Para el rey del inframundo esa noticia fue muy mala, su hermano menor siempre se hacía notar en cualquier parte a donde fuera para demostrar lo increíble y superior que era. Sin embargo, últimamente no había ni rastro suyo.

Todo estaba muy tranquilo, demasiado. Y Adamas, el dios más bullicioso del olimpo, no estaba por ningún lado. Su preocupación comenzó a hacerse notar y no era para menos, no había explicación para que uno de sus hermanos desapareciera así por así en puro silencio sin que nadie se percatara de eso.

El sexto sentido que desarrollo debido a las amenazas que se enfrentó le decía que había algo muy mal en eso, algo peligroso a lo cual debía estar preparado lo mejor posible. El problema era que no sabía cuál era la amenaza o el peligro en primer lugar, caminaba a ciegas y no podía actuar sin antes entender exactamente lo que acontecía.

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Annabeth: Esta... más tranquilo— dijo sin saber como sentirse con el demonio, era un trastornado homicida que aun con las palabras que le dijo Hades seguía insistiendo en querer morir.

Clarisse: ¿Qué esperabas? Alguien como él no piensa como una persona cuerda.

Atenea: Aun así, sería un buen espécimen para estudiar— comento la diosa con un brillo analítico en sus ojos, la personalidad de Beelzebub y sus actitudes autodestructivas daban para todo un libro sobre la mente y los trastornos emocionales. Si tan solo lograra atraparlo o convencerlo de pasarse por su estudio.

Thot(aburrido): Y ahí va ella otra vez.

Hajun sonrió siniestramente para confusión de varios, parecía qué sabía algo que ellos no y considerando como era su actitud se preocuparon por lo que estaría tramando. 

Hecate: ¿Tranquilidad en el Olimpo? Ver para creer— comento con diversión, pues para todos era claro que en ese lugar nunca podía haber algo parecido a la paz.

Poseidon(ofendido): Podemos comportarnos si queremos, no somos niños.

Anfitrite: Aja— expreso su desacuerdo, siendo apoyada por los hijos del dios que lo miraban inexpresivos o incrédulos.

Mictecacíhuatl: El día que Zeus deje de meterse con una mujer me suicidaré

Los aztecas e incas rieron fuertemente por eso, cualquiera se daría cuenta de que solo bromeaba porque un escenario así era imposible hoy en día.

El dios del rayo no estaba para nada a gusto por las burlas hacia su persona, pero estaba más preocupado por otra cosa como para hacer algo al respecto. La mención de Adamas era algo tabú para él dado como termino al final. Le preocupaba lo que la pantalla mostraría, ya muchos secretos fueron revelados y aunque graves se podían resolver fácilmente. El paradero de su hermano, bueno...

Los ojos de Hades se nublaron un poco al observar ese momento, uno que prefería no recordar por lo doloroso que era. Aun con los siglos o décadas que habían pasado, siempre recordaba a su hermano. Si tan solo lo hubiera vigilado desde el principio a lo mejor las cosas serían distintas, pero había aprendido que no valía la pena pensar en lo que podría haber pasado.

Emma(fumando): Adamas tampoco está aquí. ¿Por qué?— hizo esa pregunta mientras expulsaba el humo del tabaco de sus pulmones. Era cierto, el dios verdoso no fue traído aquí por alguna razón y de hecho muy pocos lo conocían. ¿Por qué no lo vieron siquiera en la época actual?

Hachiman: Lo mismo me pregunto yo. ¿Acaso no quería venir o qué?

Sin embargo, los griegos guardaron silencio aún con la pregunta formulada por quienes desconocían el paradero del cuarto hermano.

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Hades: ¿Debería llamar a Hermes? Es el mensajero de los cielos por una razón, puede recorrer muchas distancias en minutos.

Hypnos: Sería una buena opción, pero si no sabe donde buscar no serviría de mucho. Pero si quiere intentarlo de todos modos puedo llamarlo por usted.

No te molestes Hypnos, veré que puedo hacer. Regresa a tus deberes— comento el dios y su subordinado asintió para salir de la habitación real dejándolo solo con sus pensamientos.

Sus nervios estaban a flor de piel, no le gustaba hacia donde iba esto.

¿Que hacer?

Cualquiera le diría que se estaba tomando esto demasiado en serio y que lo mejor era dejarlo pasar o solo esperar a una noticia nueva. Pero para Hades, cuya existencia había sido sobre prepararse y pelear siempre algo así no era muy óptico sobre todo ahora.

¿Y si su hermano estaba en peligro?

¿Si fuera así, era por alguien interno o externo al panteón?

Siempre le dijo que tuviera cuidado y que no se metiera en cosas peligrosas, aun con su actitud de mierda su hermano lo escuchaba.

¿Entonces donde está?

Lo evidente era que manteniéndose aquí no encontraría la respuesta, por lo que se levantó de su asiento y moviendo los hombros para calmar la tensión de sus músculo se marchó, dispuesto a resolver este enigma.

Una vez lo viera, tendrían una bonita charla entre hermanos y su comportamiento.

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Habiendo estado viendo la vida del dios por un tiempo considerable, no era ninguna sorpresa ver su preocupación hacia su hermano. Era algo lindo, puesto que era un hermano mayor preocupándose por la integridad del menor. Era una relación bonita, una cercanía entre familia que no todos tuvieron el lujo de experimentar o sencillamente nunca quisieron tener al considerarla como debilidad.

Pero la duda persistía y con mayor fuerza que antes.

¿Dónde estaba Adamas?

Hades apretó los puños, sintiendo muchas emociones en su interior. Perséfone toco su mano con la propia para darle apoyo de algún tipo, igual que Amaterasu que noto como el comportamiento del albino se volvía más tenso por cuanto más veían.

Sadie Kane: Me estoy preocupando un poco— admitió la rubia a Zia, los temores del dios y la falta de respuestas hacía del ambiente antes divertido y relajado en uno pesado y asfixiante.

Carter Kane: Bah, no hay que estresarse tanto. No debe ser para tanto— hablo su hermano con la esperanza de aliviarla, pero dado lo que se les mostraba eso no fue posible.

Michel Desjardins se acarició la barba pensativo. Usualmente, la falta de alguien como ese griego no le importaría en lo más mínimo por eventos más apremiantes, pero mientras estaban aquí cualquier misterio era tan bueno como el escrito más antiguo.

Gabriel(preocupada): ¿Le habrá pasado algo malo?

Michael: No digas eso hermana, esperemos que no sea así.

Gilgamesh: El positivismo y la esperanza en momentos así no son muy recomendables, sabían— expreso el orgulloso rey recalcando lo absurdo que le parecían las actitudes de esos mestizos a sus ojos— Algo me dice que esperemos lo peor.

La actitud y prepotencia del sumerio molesto a muchos, en especial a Ereshkigal que sabía que no era el momento como para algo así. Hades no estaría contento y de hecho así fue, ya que fulminó al rubio con tanta intensidad que incluso Gaia se sintió nerviosa.

Percy: ¿Sabes algo papá?— le interrogo con curiosidad e interes, pero Poseidón no dijo nada. Extraño, sudaba un poco.

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Mientras tanto

Ya era de conocimiento público todas las atrocidades y estupideces hechas por Zeus y sus hermanos. Nunca imagino que resultaría así, se suponía que serían mejores que su padre y los titanes.

Zeus, su hermano menor que se miraba como una fuerza poderosa e indomable, justa y recta se convirtió en algo corrupto. En el reino de los dioses no había orden, todo parecía una burla mal hecha hacia lo que representaron alguna vez.

Adamas no era el mejor y su carácter dejaba mucho que desear, pero él nunca se metió con mujeres humanas y mucho menos tuvo descendencia bastarda regada por la tierra. Se podía argumentar que se debía a ser feo, pero en el reino divino tal cosa no existía, todos eran hermosos y estaban en su mejor momento siempre.

No, la razón era porque no veía sentido alguno en formalizar una relación donde el compromiso era fundamental para que funcionara. Amaba ser libre de ataduras, desde su nacimiento fue encerrado en el estómago de su maldito padre, así que toda especie de esclavitud le provocaba un odio inconmensurable.

Y mientras él cumplía con los deberes que su titulo exigía, Zeus y Poseidón cogían sin parar con toda mujer que vieran. Hera y Deméter peleaban y hacían berrinches injustificados que provocaban caos en el palacio. Sus sobrinos con excepción de Hefesto eran insoportables. Solo sus hermanos mayores Hestia y Hades se salvaban, pero aun así su familia era un desastre.

ESTO NO PODÍA CONTINUAR

Y si nadie se atrevía a hacer un cambio cuanto antes, él se encargaría de ellos. Traería el respeto al Olimpo como antes y si era necesario se haría rey para no seguir con el mandato de un dictador lujurioso.

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Ares(extasiado): Siempre me fascino el palacio del tío— exclamo con una mirada soñadora a través de sus lentes, admirando aquella creación tan magnífica y majestuosa.

Hefesto: Nuevo reto, hacer un palacio volador.

Sus hijos estuvieron de acuerdo y sacaron un cuaderno de quien sabe donde para dibujar y compartir ideas para su futuro proyecto. 

Eris: Parece que está bien, no debemos preocuparnos— comento algo aliviada por el bienestar del dios, no porque le gustara o algo así, sino porque ahora la atmosfera tan pesada podía desaparecer.

Cidoimos(serio): Yo no estaría tan seguro.

Al escuchar las declaraciones de Adamas la mayoría, por no decir casi todos le dieron la razón. No hacía falta explicar el porqué o cuáles fueron los errores cometidos por Zeus y compañía.

Alala: Es un mal hablado y todo lo que quieras, pero es verdad que no es un calenturiento como sus hermanos— la personificación del grito de la guerra griego hablo con un tono normal, pero significativo, afirmando un hecho que en realidad no podía discutirse.

Quezaltcoat: Al menos eso es algo bueno, debo reconocérselo.

Zoe: Solo por eso lo respeto un poquito— dijo, a lo que las cazadoras no negaron, pues el solo hecho de mantener su herramienta dentro de sus pantalones ya era una proeza enorme según ellas dado lo inestable que eran los hombres.

Rea solo pudo bajar la cabeza. En aquellas ya lejanas épocas había querido que sus hijos consiguieran una esposa lo más antes posible para que los cuidaran y tuviera muchos nietos. Adamas fue uno de lo que no quería porque decía que no necesitaba de alguien. Ella le insistía que lo reconsiderara, pero nunca le hizo caso. Viendo la situación actual de su familia, creía que tal vez fue demasiado precipitada por querer apurar el asunto.

¿Si les hubiera inculcado bien el valor del compromiso matrimonial y la responsabilidad con sus parejas e hijos, sería distinto el futuro?

El emperador de Jade: ¿Quiere reemplazar a Zeus? ¿Sería lo mejor?

Anubis: No, Adamas tampoco era una buena opción dado lo volátil que era. Si él estuviera a cargo el olimpo ya habría caído desde mucho antes.

Hestia no pudo negar aquello, su hermanito era alguien demasiado enojado y era seguro que la más mínima provocación intencional o no lo hiciera estallar y en consecuencia ellos cayeran con él. No era por menospreciarlo, pero la verdad era esa... Ella... extrañaba a su hermano. Desapareció y jamás lo volvieron a ver.

El rey del olimpo apretó los reposabrazos de su asiento con tanta fuerza, que si no fuera capaz de un poco de autocontrol hubieran sido destruidas. No se arrepentía del todo por lo que hizo, tenía que proteger su trono y reinado aun si para eso tenía que tomar medidas drásticas. Pero ahora, viendo a su hermano otra vez y sabiendo lo que pasaría le causaba un sentimiento inusual.

¿Qué era esto?

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Adamas era un bruto en varios sentidos de la palabra, pero no era ningún estúpido. Sabía que si quería realizar un golpe de Estado, necesitaba de un ejército y aliados confiables como poderosos.

Debido a eso, se había estado preparando en secreto para el momento culminé. Tenía el armamento, sus soldados y un plan de ataque. A sus órdenes habian bestias mitológicas como traidores a los dioses, incluso tenía el apoyo de su sobrino Hermes quien también ya estaba harto del mandato de su padre. La bestia conocida como Tifon, el terror del olimpo era otra de sus piezas importantes. Lo único que le faltaba era una última pieza, una lo suficientemente amenazante y significativa como para marcar la victoria definitivamente.

Así que Adamas recurrió a su hermano menor.

El júbilo que Adamas sentía era muy notorio, todo iba según el plan y si lograba que uno de los 3 grandes se le uniera ganarían sin problemas. Creía que Poseidón también lo apoyaría al no soportar a Zeus, así que era un ganar para ambos.

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La incredulidad y el asombro eran notorios, el accionar de Adamas era algo alejado de lo que vieron de él antes, pero tal parecía que le funcionaba bien.

Cao Cao: Entonces si lo hará— dijo impresionado por el plan que el griego hacía con tal de hacerse con el poder. Era divertido hasta cierto punto.

Mimir: No creí que fuera capaz de crear un plan de ataque como ese— expreso opinión la cabeza parlante, la imagen que Adamas les había mostrado no lo hacía resaltar como algún estratega o alguien que hiciera esa clase de cosas. Podía parecer simple, pero a veces era preferible la simplicidad a algo más complejo. Sin mencionar que lograr hacer que tanta gente se le uniera era algo notable.

Hrist(sorprendida): Son muchos aliados, se nota que querían destronar a Zeus a como de lugar.

Hlǫkk(con una mueca): Seres sin clase, míralos con lanza y demás armas medievales.

Reginleif la vio incrédula por ese comentario, literalmente estaba usando un vestido de la época antigua.

Demeter(sin creerlo): ¿Hermes? ¿También tú?

El dios mensajero solo levantó los hombros sin decir algo, la respuesta era clara.

Zeus lo fulmino con la mirada, que su propio hijo buscara quitarle el trono era inconcebible y por eso lo castigo muy duramente. Ahora ni siquiera podía ver a sus hijos semidioses como hubiera querido, era parte de su condena por conspirar en su caída.

Los demás griegos tampoco eran conscientes de eso, claro que pensaron en eso algunas veces, pero luego de tantos fracasos se rindieron y aceptaron de mala gana la soberanía de Zeus. Sonaba como traición, pero lo cierto era que necesitaban un cambio radical de una buena vez si no querían desaparecer.

Brunhilde: Ese golpe de Estado no cambio nada, ya que la situación aquí sigue igual, así que lo lógico es asumir que no logro su cometido.

Lo dicho por la hermana mayor de las Valkirias era un detalle importante, pues en ese caso el destino de ese plan era el fracaso.

Poseidón no miró a nadie cuando apareció en la pantalla, sus hijos lo miraban con duda, ya que no sabían que él estuvo de acuerdo con este plan. Pero ignoraban que ya lo había intentado con Hera y Atenea antes terminando muy mal. Aun así, el nerviosismo se hizo presente en su ser al entender que todos verían algo que había mantenido en secreto lo más que pudo. Maldecía a ese anfitrión de mierda por hacerle esto a él.

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Sin embargo...

Poseidón(serio): No te ayudaré.

Las simples, pero frías palabras desconcertaron a su hermano, quedando aturdido por unos momentos al no creer en lo dicho.

Poseidón: Ya escuchaste. No te ayudaré con tu plan Adamas. no insistas.

Adamas(furioso): ¿Qué carajos dices? ¿No me digas que estás de acuerdo con como Zeus gobierna? No me jodas—El dios verdoso no podía estar más furioso, debía ser una broma de mal gusto.

Libero un poco de su poder, buscando intimidarlo de algún modo o tal vez solo recordarle su lugar. Debía entender con quien estaba hablando. Para su desgracia, al que quería asustar era el dios del mal por más que no le gustara y trucos así no funcionarían con él.

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Ante la negativa de Poseidón en ayudar a su hermano varios guardaron silencio.

No tuvo que haber sido una sorpresa, después de todo hablaban del mismo tipo que era igual de malo que Zeus.

¿Entonces porque no pensaron en esta posibilidad?

Tal vez porque nunca esperaron que fuera Adamas quien quisiera su ayuda y lo fuera a buscar. Los comportamientos o las formas de actuar de cada individuo eran impredecibles muchas veces, nunca podías estar seguro de lo que harían.

La confianza, algo de lo más valioso y dado solo a los que realmente se habían ganado ese derecho. ¿Que pasaba cuando no era correspondida? ¿Y si se rompía? Tal vez no conocías tan bien a esa persona como creíste en un inicio, o tal vez ese al que le tenías plena fe decidió que no eras tan importante y que existían cosas mejores que tú.

El dolor e indignación que eso te provocaba era enorme, jugaron contigo y tus sentimientos. Como si fueras desechable, algo reemplazable. Un peón, una marioneta, una herramienta. 

¿Tan poco importabas realmente?

Atlas: Vaya— dijo con la boca abierta ante el giro de los acontecimientos, llevando una mano a su cabello para acomodarlo— y decían que yo era frío.

Amenadiel: Que desilusión— dejo escapar un profundo suspiro, cruzándose de piernas y cerrando sus ojos.

Asia(tímida): ¿P pero porque se negó?— cuestionó a pesar de la pena que sentía al hablar frente a tanta gente, nunca le gusto la idea de hablar con un público y menos con uno tan inusual como el que se encontraba aquí con ella.

Una ola de murmullos llena la inmensa sala, sumiéndose en un caos de desconcierto y burla a partes iguales.

Khonsu(riendo a más no poder): Jajajajaja. Por eso digo que nunca puedes confiar en la familia, te apuñalan por la espalda una vez miras hacia otro lado.

Los pertenecientes a su panteón lo vieron con mala cara por ese comentario, ya que daba mucho a interpretación. Otros que también se percataron de eso ni les sorprendió mucho que digamos, ya veían que entre dioses también habían traiciones o malos tratos, irónicamente se comportaban como la humanidad que decían no soportar.

Anubis(neutral): Y como dije, Adamas era demasiado volátil como para hacerse cargo del trono. Poseidón solo le dijo que no quería participar y fue suficiente como para llevarlo hasta estos extremos.

 Parvati: Ya quedo claro que su actitud no es la mejor, pero quiero saber por qué lo trata así en primer lugar. Nunca vimos que hubiera tanta animosidad entre los 2 de esa forma— indago la Indu contemplativamente, con una mano en la barbilla y fijando su vista en lo que acontecia.

El enojo del dios de la conquista era desmesurado y exagerado, pero por otra parte era comprensible. Ya estaba muy adelantado con sus ambiciones, una negativa por parte de una pieza valiosa era terrible porque era muy tarde para cambiar los planes o siquiera armar una contingencia.

Tritón: ¿Por qué te negaste padre? Odias a Zeus— el hijo del dios del mar no entendía qué pasaba en la cabeza de su progenitor, si hubiera aceptado había posibilidades de un Olimpo mejor.

Hades estaba callado, pero en su interior sentía una ira sin precedentes. Bufó con desdén, frotándose el rostro para no perder la compostura. Tarea difícil puesto que cada comentario que hacían, cada pregunta y cada escena que veía le hacía hervir la sangre como pocas veces antes.

Amaterasu: No me gusta a donde se dirige el asunto— intervino al notar como el rey del océano no ofreció palabras a su hijo, ya se veía venir que lo que hizo no estuvo bien.

La hermana mayor y diosa de la familia sentía un nudo en el estómago. Sus hermanitos se respetaban en cierta medida, pero las acciones hechas al mundo mortal y los problemas en los que se metían trajo demasiadas peleas que intento calmar, pero siempre regresaban a lo mismo. Tal como dijo Adamas en el pasado, por más palabras que usara el problema seguiría ahí y mientras no desapareciera nada cambiaria. Le dolió porque sabía que pudo hacer más, pero no lo intento.

¿No podía volverse empeorar verdad?

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https://youtu.be/d1z8qyxtWZU

Poseidón(molesto): Cierra la boca de una puta vez, eres insoportable. No te ayudaré porque no quiero que seas rey, puede que odie a Zeus, pero es un mal necesario para nosotros— Vocifero con ira en su voz, apretando su tridente con fuerza y remarcándose varias venas en su piel— Ya somos muchos Adamas, debemos hacer un poco de espacio para que el equilibrio que tanto nos costó hacer se mantenga.

Adamas no podía creer lo que oía, era absurdo en todos los niveles. Pero en el fondo sabía que era cierto, el maldito de su hermano menor en verdad quería deshacerse de él.

COMO SE ATREVÍA.

Furioso como nunca antes saco su guadaña y la apunto hacia su cabeza, dispuesto a cortarlo de un tajo. Sin embargo, Poseidón estaba alerto y se defendió usando su tridente como un escudo improvisado. Sus armas divinas chocaron liberando rayos, sus auras se manifestaron según sus órdenes.

El dios del mar le propino una poderosa patada al dios de la conquista que logro mandarlo a volar, pero al ser alguien con suma experiencia en batalla logro recomponerse rápidamente y volver a atacar, esta vez aprovechando su velocidad para rodearlo y golpearlo por detrás.

No obstante y de nueva cuenta el tridente salió en su ayuda, logrando cortarle un poco el abdomen y obligándolo a alejarse por la herida causada.

Adamas(rabioso): ¿QUÉ SIGNIFICA ESTO POSEIDÓN? ¿POR QUÉ ME TRAICIONAS ASÍ? ¿ACASO ZEUS TE LO ORDENO O SIMPLEMENTE ME QUIERES MUERTO? CONTESTAME.

Poseidón: No cabe duda que eres un imbécil bueno para nada, jamás serviste para algo que no fuera ocasionar problemas a diestra y a siniestra. ¿Crees que lo hago por Zeus? Es cierto que él lo sabe, pero yo tuve la idea de matarte aquí y ahora de una vez por todas para evitar que causes la caída del sistema creado.

¿DE QUÉ SISTEMA DE MIERDA HABLAS? ES UN COMPLETO DESORDEN.

Tú qué sabes, no entiendes nada.

El agua salió disparada de los alrededores e impacto como un tsunami en el cuerpo del dios, que reaccionando rápido salto y evito un daño mayor. Aun así el líquido cristalino se movía como olas furiosas y violentas, como una fuerza viva y mortal que ahogaria cualquier cosa en su camino, destruyendo todo a su paso. Cada gota de agua por más pequeña que fuera era controlada por Poseidón, quien la usaba para golpear a Adamas una y otra vez.

Harto de aquello, lanzo la guadaña a una velocidad ridícula y aunque el rey del mar la pudo ver no tuvo los reflejos necesarios como para esquivarla. Grito de dolor cuando se incrustó en su pecho, la sangre divina salió disparada de su boca y sus pulmones se sintieron horribles. El aire se le escapó, la vista se le nubló y sus pies perdieron fuerza. Sintio mareos en su ser, su cuerpo temblo sin control sin que pudiera hacer nada por el inmenso dolor. Su orgullo destruido por como ese maldito y estupido pudo lastimarlo tanto, un hecho imperdonable.

Adamas sonrió extasiado, pero poco le duro, pues las aguas reaccionaron al dolor de su amo y lo apresaron en un domo impidiéndole respirar. 

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Si ya de por sí la sala estaba en un ambiente tenso, lo fue aún más después que Poseidón dijera esas palabras con enojo y furia. Palabras que salieron de la nada, sin razón aparente.

Palabras que recalcaban su desdén y resentimiento hacia el otro dios, importándole poco o nada como reaccionaria ante ellas. En su ceguera por el orgullo, Poseidón dejo ver lo que guardaba en el fondo y lo tan podrida que estaba su alma. Nada de hermandad ni deseos genuinos por un cambio para la plenitud y bienestar del panteón, solo rencores y arrogancia.Su sonrisa malvada a los ojos de todos no hacía más que provocarles asco y recelo, su mirada fría y gélida era asquerosa y nauseabunda. Su postura en la que se creía superior no era más que una burla a la divinidad, un chiste hacia lo que significaba ser un dios.

En esos momentos, el dios parecía un mocoso berrinchudo en lugar del poderoso rey del mar que los antepasados idolatraban tanto. Un hombre sabio e inteligente, mortal e indomable. La realidad era lo contrario.

Despoina: Padre, porque— pregunto una vez encontró su voz para hablar, esa faceta no le agradaba ni un poco. La detestaba.

Azaze: Adamas fue demasiado precipitado con lo que quería lograr, sumado a sus problemas de ira, no ayudo a la situación.

Odín(cerrando su ojo): ¿Por qué no me sorprende? El poder corrompe a los que están destinados a serlo, debajo de esa máscara de reverencia y gratitud se esconde una sombra oscura.

Hestia(enojada): ¿Qué fue eso Poseidón?— demando fríamente, su cuerpo rodeándose de llamas tan calientes como una estrella. Hubo quienes no tuvieron de otra que alejarse de ella por el calor que producía, el peligro era inminente y sabían que nada la calmaría. Oraban con que se solucionara pronto.

Aun con eso, el mencionado mantuvo silencio. La hermana mayor gruñó ante eso, aumentando la intensidad de sus llamas, Ra que era el dios del sol en su reino vio algo sorprendido aquello.

Rea: ¿Qué significa esto Zeus?— la mirada que le envió provoco escalofríos en su columna vertebral, haciéndolo sentir diminuto en presencia de su madre, que cuan bestia salvaje apretaba los dientes en clara señal de hostilidad.

Kiba(confundido): Eh, creo que me perdí. ¿Entonces Zeus y Poseidón solo aprovecharon lo que quería hacer Adamas para tener una excusa de matarlo?— resumió el caballero de Rias Gremory con duda, declaración que volvió un poco de sentido a la sala, pero a la vez causo el desprecio de aquellos quienes valoraban la confianza totalmente.

Piper(horrorizada): Eso no puede ser verdad, es un malentendido.

La semidiosa no creía en lo que escucho, pero eso poco o nada importaba, ya que la pantalla se siguió reproduciendo y con eso mostró la pelea entre los 2 hermanos que sin contemplaciones buscaban matarse a como de lugar.

Los más sabios de la audiencia no declararon palabra alguna, enfocados en el combate que se desarrollaba. Para ellos, era lo más obvio. Tanto uno como el otro estaban equivocados y técnicamente fue uno de ellos el que inicio el encuentro y con clara intención. Podía verse como defensa justificada o una medida extrema, pero necesaria para detener la traición antes que fuera demasiado tarde.

Sea como fuere, el desenlace era claro.

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El agua que lo apresaba lo apretó sin piedad, quebrando sus huesos en el proceso y quitándole aire cada vez. Adamas llamo a su arma, que como un boomerang regreso a sus manos. Sosteniéndola con firmeza, corto el domo hecho de agua, liberándose de esa prisión y pudiendo salir al fin. Respiraba con dificultad, su visión era borrosa, pero negándose a la debilidad, avanzo rumbo a su hermano herido, que aunque el arma que lo incrusto ya no estaba, su cuerpo sufría los estragos de la misma.

Poseidón lo miro con ira, con pura fuerza de voluntad pudo ponerse de pie para encararlo— Desgraciado, no mereces ese puesto. No eres digno de tu título, no eres dignooo— farfullo colérico, la dignidad era impensable en esos instantes en que su objetivo principal se sentía más lejano. 

Adamas: ¿Y quién decide si soy digno o no? Porque tú no, vine aquí con la intención de pedirte una mano y solo me rechazaste y no contento con eso admitiste que querías matarme desde un inicio.

Poseidón: Eres un hipócrita, tu también querías hacer lo mismo matando a Zeus. No hables como si fueras mejor que yo bastardo.

Contra todo pronóstico, el conquistador respondió con seriedad, pero con una sinceridad que lo descoloco— No quería matar a Zeus, solo quería usurpar el trono. Aunque lo odie, es claro que no soy tan fuerte como para asesinarlo y aunque lo fuera nuestra familia entraría en caos. Claro, hay muchos que lo odian, pero con un evento así no haría más que provocar desconfianza y miedo. Además, Hades tampoco hubiera querido esto.

Poseidon(confundido): ¿Hades? ¿Qué tiene que ver él con esto?

Adamas: Nada, él no lo sabe. No quiero que me mire con decepción, solo quiero hacer lo correcto para todos. No soy ningún héroe de mierda si es lo que estás pensando, pero que me condenen si pudiendo intentar cambiar el desastre que hemos hecho no lo intento y me quedo sentado.

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La sinceridad de Adamas fue algo que no se esperaron, pero trajo un sentimiento de compasión y entendimiento. Lo que hacía fue extremo y tal vez había mejores opciones para lograr lo que quería, pero el hecho que al menos intentara hacerlo era noble. No era inocente ni mucho menos el más apto para gobernar, pero era el único que tenía la voluntad de hacer algo.

Hades sintió su corazón apretarse por las palabras expresadas. No, él no culparía a su hermano por eso. Lo hubiera regañado, pero jamás lo hubiera visto con decepción. Era su hermano menor después de todo, al que prometió cuidar desde el estómago de su padre. Al que le dijo que saldrían de ese lugar horripilante y serían libres.

Shirou: Si había mucho más de lo que mostraba a simple vista.

Artoria(asintiendo): Ama a su hermano por sobre lo demás.

Para Poseidón, lo dicho no tenía sentido hasta el dia de hoy. ¿Si quería proteger a la familia porque tomar estos riesgos entonces? Solo empeoro el asunto.

Apolo(triste): Sus palabras son más filosas que un cuchillo hermano.

Artemisa: Supongo que nunca fue como los demás.

Elohim suspiro suavemente. ¿Por qué siempre las familias sufrían de lo mismo?

Abel: Aún pueden arreglarlo, no hay necesidad que termine en tragedia— comento el hijo de Adán con una sonrisa alegre, pues a su modo de ver lo único que tenía que hacer Poseidón era resignarse y dejar sus ganas de matar. No era un idealista estúpido como una chica con un hotel, pero entendía que siempre y cuando hubiera entendimiento con ambas partes todo podía ser más llevadero.

Hera(murmurando): No lo creo— Era claro que algo muy malo pasaría y solo pudo pensar en lo peor. Su hermana jamás volvió y aunque no le dio importancia la primera vez, siglos después le hizo falta su presencia. Era molesto y bocón con nada de clase, pero era su hermano a fin de cuentas. Se suponía que como mayor que él debía cuidarlo, tal tez si le hubiera dado unos golpes en ese cráneo duro suyo habría mejorado para bien y no sería tan violento.

¿Por qué nunca lo hizo?

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Sumido en sus pensamientos, Poseidón noto su tridente tirado en medio de la desolación provocada por su pelea. Era se última oportunidad, debía aprovecharla. Mentalmente, lo atrajo hacia sí, muy lenta y silenciosamente.

Las palabras anteriores debieron hacerlo recapacitar o al menos tranquilizarlo, pero no fue así. Se sentía más enojado si eso era posible. Ahí estaba Adamas, actuando de manera madura y haciéndolo quedar como un estúpido. Él era Poseidón, el dios del mar carajos. Debería inclinarse ante su presencia e idolatrarlo, no hablarle como si fueran iguales.

Adamas(suspirando): ¿Qué tal si dejamos esto por un rato y simplemente hablamos? ¿Qué te parece?— le pregunto levantando su mano para que la tomara, pero esa acción solo enfureció aún más al contrario.

Poseidón(fuera de sí): Maldito seas. Debimos dejar que los gigantes te mataran aquella vez, ya no serias una amenaza si eso hubiera pasado. Mírate ahora, finges querer un bien para nosotros, pero es una mentira. Siempre estuviste celoso de mí y lo que logre, porque soy todo lo que tú nunca serás— Adamas no dijo nada, pero había un sutil temblor en sus hombros que fue notado por él y solo lo alegro—Yo me acosté con tantas mujeres que tú solo podrías sonar, tengo una hermosa esposa y muchos hijos. Soy un rey y uno muy respetado, mi opinión siempre importa y soy guapo por si no lo había mencionado antes. Tú, eres una burla de mí, nunca debiste haber existido. Hiciste llorar a mi hermana Hestia, recuerdo ese dia como su fuera ayer.

Adamas apretó los dientes. Si no quería piedad, que así fuera entonces. Pero justo cuando estaba a punto de darse la vuelta y dejarlo ahí, algo sucedió y lo único que sintió fue puro dolor.

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Bonnie Parker(irritada): Jesús, que se calle de una vez.

Jesucristo hizo una mueca al su nombre ser usado para aspectos como este, pero lo dejo pasar porque la mujer no sabía lo que hacía.

Mona lisa(neutral): Y creí que no podía volverse más odioso.

Issei: Como puede ser tan sínico, es su hermano.

Reynare: Se nota que eres hijo único mocoso, por eso no entiendes el dilema que hay entre ellos.

Atena negó, su rival era un malnacido con todas las letras. Ella tampoco era mejor en ese sentido y que Medusa la estuviera viendo no ayudaba para nada. Pero ni ella diría cosas así en frente de alguien con tanta locura y veneno.

Deméter: Oh— comento sin saber como reaccionar, sabía que su hermano era malo y siempre lo supo. Pero a tal nivel, superaba con creces lo desgraciado que había sido.

Caos estaba molesto, no podía creer que permitió el existir de seres tan corruptos, fue un error.

Al notar como el tridente se movía, varios temieron por la vida de Adamas. A otros no les importo.

Cronos: Son unos cabezas huecas.

Rea(indignada): Tú ni hables maldito. Y que crees que haces Poseidón, detente en este instante— clamo la mujer, su furia y desesperación le hacían olvidar que lo que veía ya había ocurrido.

Todo pareció ir en cámara lenta para todos, de algún modo ya sabían lo que estaban a punto de ver. Y la preocupación, el miedo, la sorpresa, la incredulidad y demás reacciones se hicieron notar.

Hestia(asustada): No, no, no— temblaba violentamente, sus ojos amenazaban con derramar lágrimas. Tenía un nudo en la garganta, todo pasaba demasiado rápido como para procesarlo.

Pero hubo uno de entre todos que al entender lo que ocurriría, solo pudo cerrar los ojos y dejaba escapar una solitaria lágrima.

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https://youtu.be/WLz95cy2sVM

El arma de Poseidón había traspasado a Adamas de una sola vez, no solo perforándolo sino también empalarlo. El dolor era tanto que ni podía expresarlo, no hubo gritos ni nada de eso. Sus ojos estaban rojos, no podía moverse. Sus intestinos, su cuerpo, sus huesos, todo fue destrozado.

Adamas no solo sentía el dolor, sino también la traición. Miro como un miembro de su familia lo asesinaba a sangre fría de un movimiento rastrero, una humillación.

Y, sin embargo...

Un limpio corte fue hecho por ni más ni menos que el rey del Olimpo. Zeus, portando la legendaria hoz de su padre Cronos había sido el responsable de marcar su destino para siempre.

Zeus(mirandolo a la cara): Lo siento.

Zeus y Poseidón decidieron eliminar a Adamas por completo, así que recurrieron al arma de Cronos para su cometido. Así, él no volvería a regenerarse jamás. Una muerte definitiva.

Poseidón: Bien hecho, sabías que lo harías.

Zeus no apartó la vista del cuerpo moribundo que lentamente empezaba a quebrarse. Cerro los ojos y suspiro profundamente.

Y en sus últimos segundos, cuando ya su destino era una realidad. Adamas no se maldijo ni se puso triste, si así debían ser las cosas, pues que lo fueran. Pensó en quienes si lo extrañarían y lamentaba tener que causarles tanto dolor, pero ya no podía hacer nada.

Nada, excepto una sola cosa.

Fue su último pensamiento, antes que su cuerpo, su ser y divinidad desapareciera para siempre.

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Hubo silencio en la sala.

La escena de Adamas siendo atravesado saco jadeos de los más sensibles que aunque se acostumbraron a cosas violentas y sangrientas, esta fue inesperada y más trágica.

Las lágrimas caían de los hermosos ojos de Hestia que se llevó las manos a su boca para ahogar un grito de horror. Se repetía que era una mentira en su mente, un truco ilusorio para hacerla perder los estribos.

Anfitrite miro a su marido con terror. El hombre que amaba, con defectos y errores garrafales, pensaba que había bien en él. ¿Pero matar a su propio hermano? Fue por defensa, se dijo así misma moviendo la cabeza con la esperanza de apaciguar la inquietud y el sentimiento que sentía. No lo logro.

Loki, quien nunca perdía un chance para burlarse o hacer un chiste, prefirió no hacerlo, ya que también quedo sorprendido. ¿Predecible? La verdad es que no, ya lo veía venir. ¿Pero de esa manera? No, fue más de lo que creyó.

Geir(aterrada): POR DIOS— Grito en pánico al tiempo en que los demás quedaban aún más incrédulos y el dolor de los allegados se hacía más fuerte al observar como Zeus lo remataba con la hoz de su padre.

Cronos(sin palabras): Que.

Hestia(gritando): NOOOOOOO —cayó de rodillas cubriendo su rostro que era un desastre debido a la espantosa escena. Sus hermanas se arrodillaron para consolarla, pero ni ellas sabían como hacerlo al también salir afectadas. Los mocos, las lágrimas, la incapacidad para pronunciar algo.

Metis: Caíste aún más bajo Zeus— sentencio fríamente.

El poderoso Zeus derramó varias lágrimas al volver a ver lo que hizo, esta vez de manera más detallada y cruel. Le dolía el alma, una hipocresía porque nunca se arrepintió de sus pecados. Gozo cada uno de ellos, gobernó con malicia y lastimo a los suyos sin pensar en las consecuencias. ¿El resultado? Vacío y un arrepentimiento enorme.

Hermes: Perdón— comento con tristeza, sintiéndose como un inútil por no haber evitado la muerte de su tío.

Surtur: Jum, lo peor de la traición es que siempre viene del que menos esperas.

Rea se hundió en su silla, con un dolor tan intenso que amenazaba con consumirla entera. ¿Como fue posible? ¿Porque? Qué clase de madre incompetente era?

Poseidón recibió un puñetazo por parte de Ares, Hefesto quedo sentado, pero enviándole una presión asesina que lo asusto. Intento hablar, explicarse, pero hasta sus hijos se negaban a reconocerlo. Siglos guardando el secreto para que salier a la luz de una manera tan subrealista, lo odiaba con creces. 

Lucifer: Resultaste ser peor que yo jajajajaj

Perséfone(preocupada): ¿Hades, estás bien?— miro a su esposo que no se movía ni decía nada, pareciendo una estatua o una piedra. Lo sacudió, queriendo hacerlo entrar en razón, pero él no respondía.

¿Y como hacerlo?

Hades solo miraba al frente, la pantalla se había apagado desde hace tiempo, pero sus ojos nunca se apartaron de la misma. Los recuerdos dolorosos regresaron y con ello el mismo sentir traicionero. Su hermano no murió ese día, se convirtió en nada. Sin aún alma que llegara al inframundo, ni una pizca de su ser para una regeneración futura. No quedo nada.

Su hermano se fue ese día y nunca regreso.

En la muerte, ibas a un paraíso o a un infierno dependiendo de como fue tu vida. Él estaba a cargo y pudo atrapar su alma para hacerle un nuevo cuerpo o solo darle un descanso. En cambio, no pudo hacer nada. El hermano al que juro proteger con su vida, se había ido. Y con él, una parte suya. Por ser un irresponsable...hermano mayor.

FIN DE CAP

Nueva actualización, esta vez me tardé más de lo normal, pero créanme que a veces no tienes motivación para escribir. No sé cómo hice esto, pero ojalá les gusté o los entretenga unos minutos. Nos acercamos al final del fic, por lo que es solo cuestión de tiempo.

Por otro lado, la siguiente ronda del Ragnarok será Simo Vs Loki, 2 de los personajes a los que si o si quería ver lucha y ahora que va a ocurrir estoy emocionado. Solo pido respeto para ambos y nada de favoritismo como en rondas anteriores, el chiste es elegir bandos y apoyarlos.

Voten y comenten, nos vemos hasta la próxima.