Era un nuevo día en la gigantesca sala de cine y los invitados se encontraban haciendo sus cosas mientras esperaban el siguiente capítulo de esta historia que poco a poco los fue atrapando de lleno y ahora queriendo ver más.

Prueba de ello era que algunos estaban apostando por lo que pasaría ahora, mientras otros hacían sus propias teorías. Literalmente parecía que estuvieran viendo una serie y eso le saco a Hades un bufido por lo gracioso que se veian.

Perséfone: Veo que se convirtieron en fanáticos— dijo sudando un poco al observar a un grupo con camisas que tenían la cara de su esposo y haciendo signos raros con sus manos.

Hades: Sí, nunca pensé que algo así pasaría. A pesar de ser dioses se comportan como cualquier mortal, no todos pero sí la mayoría.

Ante eso ella se rio porque era cierto, solo hacía falta ver a los dioses más inmaduros para darse cuenta de eso. Pero después de unos segundos se puso algo ansiosa al pensar en el capítulo anterior, ella no participó en ese conflicto, pero recuerda lo estresante que se sentía todo, el aire y las plantas no eran las mismas. Y su amado esposo tuvo que involucrarse porque era un problema que amenazaba a todo el panteón griego, ella sabía el resultado, pero no como llegaron a él y eso la asustaba un poco porque tenía un muy mal presentimiento con todo esto.

Hades que noto su inquietud, le masajeo los hombros para relajarla, prometiéndole que todo saldría bien. Él estaba ahí después de todo, las cosas no pasaron a mayores y aun con eso ella no evitaba seguir preocupada. No se le podia culpar, el albino a pesar de ser fuerte y sabio, era también bastante imprudente, tal vez demasiado. 

Normalmente, los hombres que le temían a la muerte no eran capaces de lanzarse al peligro y arriesgar sus vidas. Todo lo contrario de los que no le temían y que de hecho la recibían con los brazos abiertos, aceptándola sin objeciones. Los dioses de la muerte por razones más que lógicas no le temían a su propio dominio, pero sabían que no podían faltar porque si no todo se podía arruinar en un abrir y cerrar de ojos... Pero después estaban los que, a pesar de eso, no se la pensaban 2 veces y hacían las cosas por ellos mismos, una categoría donde entraba Hades.

Por supuesto, tenía un ejército y a subordinados que podía ordenar a hacer el trabajo, pero cuando las cosas se salían de control y amenazan con su reino o las personas cercanas a él, era capaz de ir personalmente y acabarlo rápidamente, cortarlo de raíz.

Siendo ese el caso, tenía razones de sobra como para preocuparse enormemente.

Hades: Perséfone, mírame— exclamo tomando su mentón con delicadeza para que levantara la cabeza— No debes preocuparte por mí, estoy aquí contigo y no me iré a ninguna parte.

Y para dejarlo en claro, le planto un beso que ella correspondió de inmediato, ambos sintiendo los labios del otro demostrando su amor y cercanía. El beso siguió y poco a poco se fue volviendo más frenético y profundo. Hades agarró su cara con delicadeza y Perséfone enrollo sus brazos en su cuello acercándolo más a ella. Sus cuerpos se tocaban entre sí, la sensación tan placentera crecía más y más. Ella soltó un gemido lleno de placer mientras él bajaba su mano a su pierna y comenzaba a masajearla de arriba hacia abajo, algo que le gusto si la sonrisa en sus labios era una confirmación.

Los segundos se volvieron minutos y el calor comenzaba a apoderarse de sus cuerpos, estaban a punto de ir más allá si no fuera por una tos fingida que los saco de su trance.

Amaterasu(con mala cara): Me voy por unos minutos y cuando vuelvo los encuentro a punto de fornicar. ¿No podían esperar?— termino preguntando con un puchero y las manos en sus caderas, no muy feliz.

Los 2 se vieron el uno al otro en silencio y luego a ella, antes de reírse con diversión para aún más enojo de la diosa.

Perséfone: Aww, estás celosa no.

Amaterasu: No, claro que no.

Que sí.

Que no.

Que sí.

Que no.

Que no.

Que si... Ahhhh.

Hades estaba que se moría de la risa, pero se calmó un poco para no enojar a la sintoísta aún más de lo que ya estaba— Amaterasu, si tanto querías un beso, pudiste decírmelo sabes— revelo con una sonrisa que sorprendió a la mujer en cuestión.

Amaterasu(desconcertada): ¿Qué dices?— cuestionó sin darse cuenta de que su cara se puso roja y que Perséfone saco una cámara de quién sabe donde.

Él se acercó a ella, quedando de frente, poniendo suavemente una mano en su cabello y comenzando a masajearlo, mientras acercaba su rostro aún más.

Hades(murmurando): Entonces. ¿Quieres un beso?— la cara de Amaterasu se volvió más roja queriendo decir algo, pero las palabras no salían y no entendía por qué estaba en ese estado— si no quieres bien puedo apartarme.

Se apartó tan solo unos meros centímetros hasta que la diosa lo agarro del cuello de su camisa y lo volvió a acercar, ahora sus rostros estaban a escasos centímetros de distancia.

Amaterasu(susurrando): Quiero ver si eres capaz. Vamos, demuéstrame que no eres un cobarde— le dijo con la respiración más agitada por cada momento.

Perséfone puso los ojos en blanco, ahí estaba su lado excitado otra vez. No es que ella fuera mejor.

Hades(burlón): ¿Así? En ese caso— Y sin esperar la beso en sus labios lo que provoco que el cuerpo de la diosa se pusiera rígido por unos segundos, segundos en los que sintió una sensación abrasadora y de lo más excitante. No tardo más tiempo en devolver el beso con intensidad y felicidad, su ser exigiendo más de él.

Estaba a punto de hacer algo más, hasta que una tos fingida los interrumpió.

Perséfone(burlona): ¿No pueden esperar?— le devolvió la broma haciendo que Amaterasu tuviera un tic, acaso era el karma, porque si era así no le gustaba.

Amaterasu(roja): E espera, eso no se vale, quiero más— exigió respirando agitadamente y apretando los dientes porque apenas si pasaron unos minutos y quería más tiempo.

Persefone: Lamentablemente, parece que ya van a poner el nuevo capítulo. Así que relajate quieres, no queremos que en media función tengas que ir a hacer tus cosas— termino riendo y Hades puso una mano en su cara mientras Amaterasu más roja que un tomate la maldecía una y otra vez.

Qué chicas más extrañas, pero así las quería.

Estaba a punto de dirigirse a su asiento, hasta que sintió un repentino peso en su espalda. Volteando ligeramente se encontró con la sorpresa de que se trataba de su hermana Hestia, quien lo miraba con una linda sonrisa.

Hades: ¿Qué pasa?

Hestia: Nada, solo quería abrazarte— contesto apretando el agarre en su espalda.

El albino sonrió, pero se percató que más adelante Perséfone y Amaterasu los miraban con un puchero. Hestia que también las vio les saco la lengua sorprendiéndolas, puesto que conocían a la griega y no era así. Aun así entrecerraron sus ojos no conformes con la proximidad que tenía con su hermano.

Y es que la diosa no tenía intención de soltarse, todo lo contrario. Le gustaría quedarse así por mucho tiempo.

Ravel: Me sorprende que una primordial hiciera una guerra en vez de encargarse ella misma del asunto— exclamo la demonio pensativa y consternada, puesto que a su punto de ver no tenía sentido.

Su hermano la desestimo, él creía que las peleas eran la mejor forma de resolver conflictos, y su sociedad lo confirmaba al existir los Rating Game.

Vali pensaba en la misma línea, para ellos las peleas lo eran todo. Algo que ciertamente los que no eran fanáticos de las mismas no entendían y los miraban con malos ojos.

Falbium: Eso solo demuestra que los demonios debemos mejorar en ese aspecto, no somos solo animales salvajes que resolverán las cosas con peleas.

Serafall: Aw, pero pelear de vez en cuando no es tan malo, te mantiene en forma.

Koneko y Xenovia asintieron completamente de acuerdo. Rias, en cambio, no le veía lo divertido a matarse entre sí a base de golpes.

Raynare(bufando): Los monos sin cerebro están por todas partes.

Mittelt(nerviosa): Creo que deberías hablar en voz baja, te pueden escuchar.

Kalawarner: Sí, recuerda que este lugar está rodeado de esos monos sin cerebro que mencionaste.

Apartado de ahí, Ares sintió que debía darle una lección a alguien en particular y sus instintos nunca le fallaban en estos casos. Quien fuera, no saldría ilesa porque el dios de la guerra se encargaría de eso.

En todo caso y una vez que las cosas se calmaron, la pantalla comenzó a reproducir el siguiente capítulo para expectación de los presentes. Algunos sudaban por los nervios, otros estaban curiosos por como saldrían las cosas, muchos se mantenían tranquilos ante todo y una minoría deseaba aprender datos históricos que no les servirían a menos que pelearan con amenazas pasadas.

La llorona: Quiero ver drama— exclamo frotando sus manos en anticipación.

Las demás leyendas mesoamericanas esperaban entretenimiento del bueno, lo anterior ciertamente lo fue, pero sabían que ahora sería mejor aún.

Orión(sudando): Tengo miedo.

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https://youtu.be/0UxIZlZmdPE

La Gigantomaquia.

El conflicto entre las creaciones de Gea y los dioses olímpicos.

No se sabe a ciencia cierta cuando fue que todo comenzó, pero eso no importaba. Las facciones olímpicas se unieron para combatir contra esta peligrosa amenaza, buscando detenerla antes que se volviera peor. Sin embargo, era más fácil decirlo que hacerlo.

Poco a poco y con el pasar del tiempo las cosas fueron intercalando a un nivel cada vez más peligroso, los gigantes eran una raza poderosa capaz de arremeter contra todo lo que se les presentara sin ningún problema. Tampoco eran unos tontos, Gea se encargó de ello y podían pensar bien.

El ejército del cielo, junto con el del mar y el del inframundo, se enfrentaron a las bestias con valor y determinación, sin miedo en sus ojos y con las ganas de salir victoriosos.  

Hera frunció los labios por el lenguaje tan descarado de Adamas, a veces tenía ganas de coserle la boca o arrancarle la lengua porque alguien así no podía ser su hermano. 

Deméter se sobaba los dedos de forma nerviosa con su mirada fija en la gran mesa, las noticias recibida eran cuanto menos alarmantes y nada parecía mejorar.

Poseidón se sobaba su barba en crecimiento con sus ojos cerrados, pensando cuidadosamente sus acciones a partir de ahora.

Su sobrina y la que se convirtió en su archi rival, Atenea, se mordía el pulgar totalmente concentrada y rebanándose los sesos en busca de una estrategia que les diera una ventaja.

Apolo: No debemos pensarlo mucho, bajemos nosotros y acabemos con todo esto de una vez por todas— dijo con seriedad.

Sus palabras fueron bien recibidas por Ares y Hermes que no veía una mejor opción, su ejército no era lo suficientemente fuerte como para vencer a los gigantes y solamente podían retrasarlos.

Artemisa: Por esta vez estoy con Apolo, es mejor aniquilarlos por completo antes que intenten algo más.

Hestia junto sus manos con mucha preocupación, estando bastante molesta con que otra vez se vieran involucrados en un conflicto como este. Ella no peleaba y no le gustaba lastimar a otros, pero sí tenía que hacerlo con tal de defender a su familia, tal y como paso en la Titanomaquia, lo haría.

Después de todo, se supone que era la hermana mayor y era su deber defender a sus hermanos pequeños junto a sus sobrinos.

Cerca de ella, Hades permanecía en silencio, manteniéndose al margen de las cosas. Había ofrecido ideas junto a Atenea sobre que hacer y muchas de ellas les habían funcionado; sin embargo, el problema no había desaparecido y los gigantes se acercaban cada vez más al olimpo. De verdad que Gea estaba molesta con ellos, y en ese instante pensó profundamente en algo que nadie no.

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Tyr(emocionado): Buenooooo, se vienen peleas épicas jajajaja.

Montu: La guerra es el mejor lugar para pelear hasta el cansancio.

Anahita(inexpresiva): Compórtense quieren, se supone que son dioses.

Belatucadros: No pidas lo que es imposible querida, es más fácil así.

Coatlicue: Que una raza de gigantes logre poner en aprietos a los dioses es sorprendente, pero no novedoso.

Rama: Creo que esa fue la última vez que todos los dioses griegos estuvieron presentes en el mismo sitio sin pelearse entre sí.

Algunos como Asmodeo estaban molestos que los griegos fueron el centro de atención, si habían muchas más culturas que explorar también.

Loki(fastidiado): Dejen de hablar tanto y mejor encárguense del asunto por sí mismos, odio el drama inecesario.

Frejya: Por supuesto que pensarías eso.

Ra(pensativo): Eso trae otra pregunta a colación. ¿Acaso Gea pensaba que los gigantes podrían contra los dioses? Porque los enviaría con tanta confianza en primer lugar.

Shiva: Simplemente fue una estúpida, no hay que darle tantas vueltas.

Gea se molestó bastante, a tal punto que sus ojos brillaban con una intensidad aterradora. Como se atrevían esos dioses de cuarta a hablarle de esa manera tan irrespetuosa, a ella que era más que un simple dios cualquiera.

Leonidas(fumando): Me pregunto cuantas bajas tuvieron, debieron ser muchas si el conflicto ha durado por un tiempo.

Cuervo negro(burlón): Pues que ejercito más incompetente, no duran nada jajaja.

Cuervo blanco(serio): Yo no me burlaría así, no olvides que el nuestro no pudo contra los gigantes de hielo y de no ser por Thor las cosas habrían terminado muy mal.

Clarisse(confundida): ¿Y dónde se metió Gea de todos modos? ¿Está esperando que los gigantes ganen o qué?

Nico: Dudo mucho que intente pelear, nunca lo ha hecho según sé.

Los primordiales presentes vieron a la mencionada con ojos entrecerrados por el pensamiento de su nieto. ¿Ella sería capaz de ignorar la orden tacita de no interferir en el mundo mortal? Caos era el más serio de todos, esperando que no cometiera una estupidez de la que se arrepentiría después, pero dado que seguía con vida significaba que las cosas no pasaron a mayores... O eso esperaba.

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Zeus se quedó en silencio pensando bien lo que harían, después de todo en un conflicto como este no debían tomarse las cosas a la ligera. La respuesta a que hacer era muy obvia en este punto.

Dionisio que veía a su padre bebiendo su amado vino cerro los ojos molesto por la idea de pelear, no le gustaba en lo más mínimo.

Zeus: Creo que ya todos sabemos lo que tenemos que hacer— hablo mientras apretaba sus dientes producto del enojo que sentía y sus músculos resultaron aún más para lujuria de Hera y Afrodita— A esos parásitos lo exterminaremos por completo. Hermes, infórmale esto a los demás, que Artemisa vaya por sus carazdoras y que Hefesto prepare las armas. Es hora de pelear.

Dicho esto se levantó de su trono y salió de la sala de reuniones, liberando su poder, con rayos rodeando su cuerpo que levantaron un poco su cabello.

El lugar se quedó en un silencio momentáneo.

Deméter: Bueno, ya lo escucharon.

Ares(chasqueando la lengua): No es necesario que diga lo obvio tía, es hora de cobrar venganza por lo que me hicieron.

Hefesto(suspirando): Iré a mi taller por mis espadas.

Atenea: Mientras haces eso, yo y Artemisa estaremos afuera analizando la zona.

Hestia se acercó a sus hermanas para prepararse, si bien no eran luchadoras, no eran para nada débiles y eso se dejó en claro en la lucha contra los titanes. El mundo volvería a ser testigo de su poder y lo que pasaba si las hacían enojar.

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Las moiras rodaron los ojos ante la actitud de Zeus, ahí se miraba como un buen líder y rey, pero ahora no era ni la sombra de lo que fue. Hubieran querido que nunca cambiara.

Miguel: Cuando tienes que pelear, tienes que pelear.

Gabriel(ansiosa): ¿Es necesario que maten a todos? No todos pueden ser tan malos.

Metatron: Siento decírtelo, hermana, pero no hay salvación para ellos. Son bestias salvajes que no piensan en el mal que hacen y lo disfrutan.

Algunos cristianos querían refutar con que no era verdad, que la palabra de dios decía que todos podía ser perdonados y que merecían una segunda oportunidad.

Azrael: Por eso dije que predicar sobre la paz y el amor no fue tan bueno, hubiera optado por un enfoque más neutro.

Elohim se mantuvo en silencio.

Irina(nerviosa): Solo espero que no haya mucha sangre.

Xenovia(levantando una ceja): Somos guerreras, Irina. La sangre debe ser la menor de nuestras preocupaciones.

Los enanos de Asgard junto a los demás inventores se interesaron por las espadas del dios cojo, querían ver de que estaban hechas y que tan efectivas eran.

Phoebe(con mala cara): Hombres.

Susano(exasperado): Ahí van otra vez.

Rea miraba ansiosa la pantalla al ver las acciones de sus hijas, sabía que podían defenderse, pero eso no quitaba sus nervios.

Proteus: Ese día peleamos como nunca antes— menciono con una mirada feroz junto a los habitantes del mar.

Geir(temblando): ¿Entonces sería una batalla campal eh? Aunque estoy segura de que los dioses ganaran, no hay de que preocuparse. ¿No es como si algo más pasara. ¿Verdad?

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Hades(pensando): Tendré que organizar a mis hombres cuanto antes, por suerte traje a alguien conmigo para ese trabajo.

Sin embargo, sus pensamientos fueron interrumpidos por ese mismo soldado corriendo hacia él con un rostro agitado. Eso le dio un muy mal presentimiento.

No reacciono visiblemente, pero interiormente su mente exploto.

Eso debía ser imposible.

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¡¡¡¡¡Espera qué!!!!!!!

Casi todos abrieron sus ojos pasmados e incrédulos.

Ophis parpadeo algunas veces, ella no se esperaba esto.

La mayoría no podía creer lo que veían, los mayores enemigos de los dioses habían salido del Tártaro, que estaba hasta lo más profundo del inframundo.

Los semidioses vieron eso incrédulos, qué carajos estaba pasando.

Las valquirias miraron a Geir que tenía el rostro pálido del miedo, no lo decía en serio.

Lucifer se sorprendió gratamente por ese giro tan inesperado, parece que las cosas no eran tan simples como pensó.

Akeno(incrédula): P, pero como es posible eso, se supone que nadie puede salir de ahí.

Thor levantó una ceja sorprendido, podía ver a unos titanes más reforzados que otros y eso debía ser imposible al estar encerrados.

 Algunos como Asia y Annabeth temblaron del terror al ver a esas bestias de nuevo, y lo peor era que estaban enojados.

Amaterasu(sorprendida): ¿Cómo?— pregunto sin estar enterada de nada de esto, aunque si era sincera con sigo misma desde hace mucho que no se entera de lo que pasa en los demás panteones.

Pero al voltear hacia los griegos miro sus rostros impactados, dándose cuenta de que ellos tampoco estaban conscientes de eso.

Hera(incrédula): ¿Qué diablos?

Hefesto: No puede ser.

Zeus(rugiendo): Que significa esto.

Apolo: Esperen, eso cuando paso. Y se supone que los titanes están actualmente en el Tártaro. ¿No?

Bien, eso sí sorprendió a todos.

Sif: ¿No lo sabían?

Deméter(aturdida): No.

¿Cómo era eso posible? Nadie podía creer eso, los mismos dioses ignoraban por completo lo que pasaba con sus mayores enemigos.

La situación era realmente jodida porque el Olimpo recibiría ataques por ambos lados de los enemigos más poderosas hasta el momento.

Serafall(atónita): ¿Es una broma, no?

Cronos casi se pone a reír a carcajadas, pero se controló, disfrutando ver como sus hijos y nietos tenían rostros perdidos.

Percy: Pero eso no puede ser, yo los sentí cuando fui al inframundo... Bueno, sentí a Cronos, pero estoy seguro que no estaba solo.

Luke estaba confuso, por razones más que obvias no podía sacar a los titanes del Tártaro para reclutarlos y fue por eso que tenía planes de reunir a su propio ejército. Pero no sabía que habían escapado tan temprano. ¿Porque estaban encerrados de nuevo si lograron huir? A menos que.

Perséfone: ¿Hades?— le pregunto a su esposo en busca de respuestas.

Hades: Es tal y como lo ves. Los titanes escaparon.

Lo vieron con incredulidad. ¿Por qué lo decía con tanta normalidad?

Hestia(preocupada): Hermano, porque no nos dijiste eso, es algo muy grave— hablo siendo la única que más o menos sabia lo que ocurrió.

Yaoya: Eventualmente, tuvo que pedir ayuda no, la situación se ve muy mala— exclamo confiada en sus palabras, pero el silencio fue su respuesta, extrañándola un poco.

¿Si pidió ayuda, como es que nadie sabía de eso?

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Su rostro no mostraba ninguna sorpresa o preocupación, se mantenía estoico y su sirviente se preguntó si en realidad no le importaba en lo absoluto lo que decía. Pero las cosas no eran así.

Esas palabras dejaron a su sirviente más que sorprendido y su hermano pareció conformarse con esa respuesta, aunque algo le decía que le estaba ocultando una cosa importante. Y estaba en lo correcto, su hermano mayor le mintió, pero no porque no le tuviera confianza, sino que su mente estaba pensando rápidamente en lo que debía hacer.

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La incredulidad no se hizo esperar en sus rostros, casi nadie entendía por qué razón Hades había mentido. ¿Que acaso no le preocupaba la situación en la que estaban? ¿Es que no le tenía confianza a nadie? Eso en realidad les dolió un poco a sus hermanos.

Perséfone:¿Por qué?— cuestiono sin entender la acción de su esposo, al igual que muchos no podía caber en la sorpresa por lo que sucedió.

Issei: ¿No se supone que cuando estaban en problemas se tiene que pedir ayuda?

Zeus parecía querer cuestionar, pero se mantuvo en silencio. A pesar de todo, conocía a su hermano como para saber que no haría algo así a menos que tuviera una razón, y aunque le molestara no saber cosas tan importantes, supuso que si estaban aquí ahora es porque logro resolverlo. Eso le bastaba.

Catherine the Great: Están siendo atacados y actua como si nada. ¿Es que acaso no le importa?

Jeanne D'Arc: No confundas la inexpresividad como desinterés. Que no lo demuestre no quiere decir que no le importe.

Hecate se removía incómoda en su asiento, sintiendo una sensación no muy agradable. Recordaba perfectamente haber enviado a muchos soldados al olimpo por orden de Hades, y supuso que él estuvo ahí, pero aparentemente no fue así.

Shirou: A pesar de que no me agrada, Adamas demuestra preocuparse genuinamente por su hermano— dijo curioso por ese hecho, pues desde el principio vio como este dios era un mal hablado con serios problemas de ira y que alguien así pudiera sentir aprecio de esa forma significa que había más en esa persona que no noto antes.

Artoria en realidad entendió muy bien esa decisión— Esa fue una decisión correcta la verdad. Con los gigantes atacando el olimpo causar pánico en un punto de guerra es la peor idea y haría más difícil concentrarse en lo principal que sería erradicar a los enemigos.

Varios se sorprendieron por la sabiduría de la mujer, pero también pudieron entender mejor las acciones del dios. Aunque eso no dejaba de ser una medida arriesgada, puesto que de nadie saber lo que ocurría no se podían tomar medidas de precaución y las cosas podían salirse de control.

Afrodita: Pero qué sexi se ve con esa seriedad— dijo retorciéndose un poco por la voz tan imponente de Hades.

Merlín: Sin embargo, si los titanes se unen con los gigantes, es lógico pensar que los dioses perderían la batalla.

Zoe: Pero... ¿Como fue que lograron salir en primer lugar?— pregunto lo que todos querían saber, ninguno entendía como fue posible ese hecho y porque ocurrió en ese día específicamente.

Gaia, por otro lado, sonrió enormemente. 

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https://youtu.be/70hIRnj9kf8

Defendiendo su reino en una feroz batalla, las 2 fuerzas se enfrentaron con todos sus poderes y destrezas. Con el fin de acabar con el otro bando a como fuera.

Tales como Adamas y Ares atacaban con extrema violencia a sus enemigos con sus respectivas armas. Artemisa y Apolo disparaban flechas rodeadas de energía, Atenea utilizaba su confiable lanza y estrategia, Deméter y Hera se unían para acabar con muchos gigantes mientras Hestia usaba su fuego para quemarlos. Hefesto portaba sus espadas que eran capaces de cortar incluso el metal más duro, Hermes con su velocidad les cortaba las cabezas y Dionisio los controlaba con sus poderes. Poseidón y Zeus se enfrentaban a los gigantes más poderosos sin intención de perder.

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Muchos quedaron con diferentes expresiones al ver la pelea que se estaba dando, la ferocidad de los ataques y la intensidad con la que se golpeaban era bastante alta.

Los amantes de las peleas estaban gritando muy felices y emocionados, queriendo estar ahí para matar a esos gigantes al sentir su sangre hervir. Los que odiaban por completo estos actos tan bárbaros miraron a otro lado sin querer observar esta masacre, claro que no todos porque algunos miraban con firmeza sin querer perderse ni un detalle.

Atlas gruñía al ver como los griegos no morían de una vez, incluso no podía creer que Zeus cambiara tanto con el pasar del tiempo si el de la pantalla se veía sumamente poderoso.

Gea frunció el ceño sin gustarle como sus creaciones estaban siendo masacradas por sus nietos, y pensar que en un principio los considero familia.

Geiravor(gritando): A tu izquierda, a tu derecha, esooooo sigue asiii— bramo la mujer moviendo sus puños con demencia.

Hlook(con vergüenza): Hermana, cálmate quieres.

Alvitr: Nunca cambiará.

Randriz(sonriendo): Pero está tan emocionada, me alegra verla así.

Thrud: Verdad que si, ella si entiende lo que significa una verdadera pelea.

Reginlelf ignoraba las ocurrencias de sus hermanas y miraba la pantalla con ojos críticos. Durante el fragor del momento la mayoría no se percató, pero faltaba un dios en ese lugar.

Perséfone y Amaterasu miraban a todos lados, pero por más que quisieran no lograban divisar al dios albino, parecía no estar ahí y eso las alarmo un poco. Seguramente estaba preparando a sus hombres para lidiar con la otra amenaza.

Surtur veía aburrido la batalla, esos gigantes no eran nada en comparación con él.

Sleipnir, el caballo hijo de Loki movía sus patas con emoción mientras Odín le acariciaba la cabeza para calmarlo.

Reina miraba con admiración el uso de las armas en la pelea y la destreza con la que se movían sus portadores, era una danza magistral.

La mayoría de los griegos sonrieron con orgullo, aunque con una mueca por rememorar ese día tan difícil.

Ver como los dioses a pesar de la cantidad de gigantes, conseguía la delantera alegro a los más optimistas, la situación se veía tan bien que por un momento olvidaron la amenaza de los titanes. Algo que muchos otros no hicieron y estaban expectantes de lo que pasaría con ese enorme problema.

Y en medio de la alegría que rodeo la sala, una pregunta se escuchó de repente y callo a todos.

Hela(confundida): ¿Donde está Hades?

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Minutos antes.

Fueron las serias palabras de Hades antes de marcharse de ahí, dejando al soldado con un rostro devastado, pero sabiendo que no podía desobedecer una orden directa de su señor, se dispuso a cumplirla. A pesar que quería ir con su rey y ayudarlo.

Fue así que sin nadie saberlo, mientras arriba se desarrollaba una feroz batalla contra enemigos formidables, abajo se llevaría a cabo otra muy distinta y sin ninguna clase de apoyo. Este sería el momento en que se demostraría si sus pensamientos eran ciertos sobre como debía ser un dios.

Si fallaba... Lo haría peleando y no sin antes llevarse a cuantos pudiera consigo, ese era su deber como rey. Bajando las escaleras que lo llevarían al abismo infernal, apretó su bidente y sus dedos parpadearon con unos brillos morados.

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Hubo silencio en la sala durante varios minutos.

Nadie podía creer lo que pasaba. Estaban en un estado catatónico por la sorpresa, o más bien por la incredulidad porque no podían procesarlo correctamente.

Todos y cada uno de los individuos sentados en esta sala estaban con sus ojos a tamaños de platos que casi parecían salir de sus cuencas, ni siquiera podían parpadear porque querían asegurarse que lo que veían era totalmente cierto. Pero entre más tiempo pasaba se daban cuenta de que sí, era una realidad y eso solo lo hizo más insoluto.

Perséfone: Q que— intento hablar, pero un nudo se formó en su garganta impidiéndole hacerlo, todo su cuerpo temblaba y temblaba.

En vez de pedir ayuda, en lugar de marchar con sus hombres... Hades decidió mandar a todos al Olimpo para ayudar mientras él se quedaba en el inframundo. Solo.

¿Quería pelear solo contra los Titanes? Eso era absurdo, era una locura, era una tontería, era un maldito suicidio. Simplemente nadie podía creerlo.

Amaterasu(gritando): ¡¡¡Pero qué mierda, Hades!!!

La diosa lo agarro de la chaqueta, mirándolo con ojos bien abiertos y llenos de miedo. ¿Miedo? Sí, la poderosa diosa sentía miedo por su bienestar, al igual que su esposa.

Shinigami(incrédula): ¿No estás hablando en serio, verdad?— le pregunto a su compañero y amigo con preocupación, hace tiempo que no se sentía así.

Hades, en cambio, se quedó tranquilo sin inmutarse por como la diosa japonesa lo agitaba con preocupación clara en su rostro, tomo esa decisión y nada lo cambiaria.

Muchos lo vieron como un loco, pues era absurdo que quisiera enfrentarse a un ejército de seres enormes y de gran fuerza, lo matarían. Otros, lo miraban con respeto porque entendían perfectamente que así debía ser un rey, alguien que defendiera su reino a como de lugar aún estando solo.

Hestia ni siquiera podía articular palabras para describir lo que estaba sintiendo, el temor se apoderó de ella porque su hermanito se fue sin ningún apoyo contra una amenaza devastadora. Eso era lo que ella temía más que nada, que Hades hiciera las cosas por su cuenta y saliera herido después.

Melione(asustada): Papá no, no lo hagas— suplico en un grito abandonando su fachada fría desde que llegaron aquí, ella como muchos otros nunca supo de esto y verlo de primera mano le trajo náuseas en su estómago por el pánico.

Bianca se quedó de piedra sin moverse ni un centímetro, sintiendo su corazón latir rápidamente por el miedo.

Rea casi se desmaya por la presión que sentía, su ex esposo Cronos tampoco podía creer como su hijo se arriesgaría a algo así. No era por sentimentalismo o algo por el estilo, era solo que como guerrero llego a respetarlo aún con su orgullo desmedido.

Bonnie Parker: Nah, son solo hombres de gran altura. No son tan difíciles de derrotar— Exclamo intentando aliviar el tenso ambiente que se formó.

Los del campamento mestizo ciertamente no sabían que pensar, nunca antes se imaginaron que un dios se arriesgaría así y menos que fuera alguien como Hades. Lo creerían de tal vez alguien como Apolo y otros más, pero del jodido emperador del infierno jamás.

Los demonios y Caídos guardaron silencio, atónitos y cuestionándose sobre a cordura del dios.

Ra: Dado que el Olimpo necesitaba todo el apoyo posible, todas sus fuerzas fueron enviadas hacia allá, dejando el inframundo sin nadie que lo defendiera a excepción de él. Quiera o no, no tiene otra opción.

Atenea(agitada): Aun así, no puede contra una pelea tan desigual— farfullo, preocupada por su tío y maldiciéndose porque no se enteró de nada.

Al igual que ella, los griegos se sentían como unos inútiles. Los hermanos de Hades quedaron callados y observando la grave y peligrosa situación.

 Pandora(preocupada): Mi señor.

Quin Shi Huang asintió con la cabeza, tan loco como sonaba, era lo que se tenía que hacer. Él también lo haría si estuviera en una situación como esa.

Chun Yan miró apretando sus brazos con fuerza debido al temor.

Leonidas recordó como marcho contra el ejército de Persas al lado de sus hombres, siendo una batalla que parecía imposible. El dios se ganó su respeto.

Nadie podía estar tranquilo con lo que veían, nadie podía hacerse ilusiones sobre que las cosas saldrían bien cuando se veían tan mal.

Hades sentía como su esposa, amiga y hermana lo apretaban con fuerza, no podía culparlas. Sabía que fue un movimiento suicida practicamente, pero al final lo hizo porque era un rey y le hizo una promesa a Adamas y Hestia que lo protegería de todo, debía hacerlo. 

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https://youtu.be/r2S7NeH7qPQ

En lo más profundo del inframundo, donde todo rastro de luz no existía. Los titanes avanzaban deseosos de encontrar su ansiada libertad.

Hartos y queriendo venganza, siguieron avanzando hacia su salida, ya podían sentir la sensación de euforia una vez estuvieran lejos de este lugar maldito.

Sin embargo, y antes de llegar sintieron a una presencia poderosa acercándose. Era tan poderosa que se pararon en seco por el shock, nunca antes sintieron algo así a excepción de su rey Cronos y Atlas.

Lentamente, elevaron su mirada escuchando pasos por el silencio que se formó. Pasos que se acercaban más y más, haciendo que su imponente presencia se sintiera un más fuerte y causando pánico en varios. ¿Quien venía? Nadie debería saber sobre su escape.

Que es esto— pregunto un Titán sudando frío por el poder tan aplastante que sentía.

Esta sensación, es como si, como que si fuera— hablo otro en el mismo estado que su compañero.

La muerte— finalizo otro con un rostro frío.

Y lo vieron. Ahí, parado arriba de todos ellos, desde lo más alto, estaba un sujeto.

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FIN DE CAP

Perdón por la tardanza, pero como ven quise hacer lo mejor que pude. El siguiente capítulo será Hades contra Titanes, así si habrá pelea y no será fuera de cámaras como en el manga.

Espero que les haya gustado tanto como a mí hacerlo, agradezco su apoyo enormemente, ya que me motiva a continuar.

Sin nada más que decir, nos vemos hasta la próxima...