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- Buenos días Howie, buenos días Jarvis - saludó sentándose mientras Jarvis le ponía el desayuno.
- Buenos días señorita Stark.
- Buenos días pulga, ¿qué tienes pensado para hoy?
- Estaré con Peggy, haremos un día de chicas.
- Temo por el mundo.
- ¿Qué crees que es un día de chicas?
- Mejor no pensarlo.
- Así que eso hacían cuando estaban juntas - murmuró Steve sonriendo nostálgico al ver como Peggy la enseñaba a pelear y a usar armas.
- Me gusta su día de chicas - dijo Natasha.
Clint asintió, aunque pensó que Luz era una niña.
Tony le gustaba la personalidad de su tía.
- ¡Hola Brooklyn!
Los tres dejaron caer la mandíbula al ver a un Steve tan diferente.
- ¿¡Steve!? - miraron la pantalla, luego a él y otra vez a la pantalla.
- Ese era yo - asintió.
- Bendito suero - murmuró Natasha.
- Los Stark hacemos milagros- dijo Tony mirando al Steve de la pantalla y luego al que tenía al lado.
- Hola Luz - sonrió - parece que somos los más bajitos del lugar.
- Yo todavía estoy en crecimiento, ¿Cuál es tu excusa? - se burló recibiendo un pequeño choque de hombros de parte de Steve.
- Steve - dijo un chico vestido de uniforme; los dos voltearon - te presento a Gin y a Lisa, por cierto, ella es tu cita - señaló a Lisa.
- Ese es Bucky, mi mejor amigo - dijo Steve con un nudo en la garganta; estaba viendo a las personas más queridas para él pero que ya no estaban - siempre consiguiéndome citas, igual que tú, Nat.
Los demás se quedaron en silencio sabiendo que era difícil para Steve ver a su amigo.
- Bucky ella es...- intentó presentar a su amiga pero su amigo volvió a interrumpir.
- Hay que ir a la cola, éstas señoritas quieren ver de cerca los inventos de Stark.
- Eso fue grosero - frunció el ceño Natasha.
- Por lo que veo no sabe que tiene a una Stark cerca, ¿no? - lo miró Tony.
- No, no lo sabía - negó Steve - Luz decía que era un patán - rió recordando - le dejó muchas veces con la palabra en la boca.
Luz frunció el ceño.
- Creo que el ejército está perdiendo facultades al elegir a sus candidatos - dijo ofendida por haber sido ignorada - vamos Steve.
- ¿Eso iba por mí? - entrecerró los ojos Bucky -
- No, por las chicas que estan a tu lado - bufó Tony.
Steve, ¿Donde vas? La cola es por aquí - los siguió junto a las chicas.
- Buenas noches señorita Stark - dijo el guarda de seguridad.
Los cuatro rieron al ver la cara de Bucky.
- Buenas noches, vengo con él - dijo señalando a Steve.
- ¿Y ellos? - señaló a los demás.
- No sé quiénes son - dijo llevándose miradas indignadas -
- En realidad Luz tiene razón, no los conoce de nada. Ni siquiera te dejó presentarla - dijo Clint.
- Lo sé - suspiró Steve.
vigilalo, no sea que se cuele - se llevó una mala mirada de James.
- Entendido.
- ¿Algo que decir? - alzó la ceja mirando a su amigo.
- No, no - negó alzando los brazos.
- Cualquiera le decía algo - murmuró Steve llevándose miradas divertidas.
- ¡HOWARD! - gritó al ser levantada como saco de papas.
- Buenos días pulga - saludó dejándola en el suelo - venga que hoy es un día importante.
- Sí ya sé, el proyecto super soldado - se tapó la boca al bostezar -
- Umm, vamos a ver cómo pasaste de mini a Gran, Rogers - dijo Tony.
Natasha y Clint también estaban interesados de como fue el proceso.
¿sabes quién es el elegido?
- ¿Ella no lo sabía? - preguntó Natasha.
- No - negó Steve - aunque yo tampoco sabía que ayudaba a Erskine.
- Deberías saberlo tú, ya que has ayudado al doctor con el suero.
- Es lo menos - dijo Tony.
- No me lo ha dicho , es muy reservado con ese tema.
- Y con el suero.
- No me mires así Howard, puede que lo haya ayudado pero el suero es su invento - Luz alzó las manos - a parte, hice una promesa y no voy a romperla.
Steve asintió de acuerdo con su amiga.
- ¿Ni siquiera a alguien al que amas con todo tu corazón?
- ¿Peggy? Tampoco podría decírselo.
- ¿¡PEGGY!? ¿¡COMO QUE PEGGY!?
- Ay, ya cállate - sonrió divertida echándole de la habitación ignorando las quejas de su hermano.
- Las caras de tu padre son legendarias - rió Clint.
- Me divierte como Luz se mete con él - sonrió Tony.
- Señor Stark, señorita Stark - saludó el doctor.
- Doctor Erskine.
- Acompañenme. Caballeros, ellos son los que fabricaron la máquina y además la dama aquí presente, me ayudó con el suero.
- ¿Una mujer? - la miró un hombre escéptico.
- Sí, una mujer, una Stark, te sugiero que te calles, porque ella es más lista que tú y todas tus generaciones juntas - dijo Tony molesto.
- Debe haber sido molesto nacer en esa época en la que solo ven a la mujer como ama de casa y para cuidar a los niños - dijo Natasha - yo no lo soportaría.
- Mujeres como Luz o Peggy están para más que eso - dijo Steve.
- Bien dicho Cap - dijo Clint.
- ¿Sabe? - apretó los puños - existe una lista de personas que me subestimaron por ser mujer como usted ahora. Créame cuando le digo que ninguno de ellos volvió a hacerlo y usted no será la excepción.
Los cuatro aplaudieron orgullosos.
- Será mejor que vayan para comenzar a preparar todo - dijo Erskine enviándole una sonrisa tranquilizadora a Luz.
Los hermanos se dieron la vuelta y fueron a su lugar de trabajo.
- Humillemos a esos que creen que por ser mujer no estás a la altura - dijo Howard.
- Ay por favor, soy más lista que ese hombre y todas sus generaciones juntas - se burló chocando los puños con su hermano.
Miradas a Tony.
- A dicho lo mismo que tú - sonrió divertida Natasha.
- Las grandes mentes piensan igual.
- ¿Luz?
Ella levantó la mirada de su carpeta para ver a su amigo.
- ¿Steve? - frunció el ceño confusa.
- ¿Qué haces aquí?
- No, ¿Qué haces tú aquí?
- Hola Luz.
- Hola Peggy - sonrió - ¿Lo conoces?
- El doctor Erskine lo eligió para el proyecto del super soldado - respondió Peggy.
- ¿Él? - la miró sorprendida, luego lo miró a Steve - ¿tú?
- Tuvo que ser confuso, ¿no? - preguntó Natasha - ninguno sabía que estaba haciendo el otro.
- Sí - asintió Steve.
- ¿Y esas miraditas? - alzó la ceja mientras le ponía la penicilina.
- No sé de qué me hablas - contestó poniéndose colorado -
- Ay por favor, todos se dieron cuenta - rodó los ojos Tony.
- Cierto, esas miradas no son discretas Capitán - se burló Clint.
uff, eso no estuvo mal.
- Brooklyn - Steve la miró - solo era penicilina.
Steve la miró asustado.
- La hora de la verdad, Brooklyn - dijo colocando los aparatos - ¿crees que estás a la altura de las expectativas del doctor Erskine?
- Sí - dijo firme.
- No dudaste - dijo Natasha.
- Durante un segundo lo hice, pero vi la mirada confiada de Luz y lo supe.
- Bien, prepárate porque tu vida será distinta a partir de ahora - asintió sonriendo inyectando el suero.
- Un gran cambio - asintió Steve.
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