Sirius la Arzobispa (Parte 4)
-En una zona profunda del bosque lejos de los arzobispos-
Fortuna: *Deteniéndose con Emilia* Emilia, escúchame bien, tendré que volver a la pelea junto a tu tío Geuse, por favor, escóndete aquí, trata de encontrar un lugar seguro y yo más tarde volveré por ti, te lo prometo.
Emilia: *Super asustada* No madre, por favor no me dejes, tengo mucho miedo, ese hombre y esa mujer son malos y nos van a matar a todos, huyamos, tenemos que escapar del bosque.
Fortuna: Emilia, no tenemos a dónde ir, este bosque es nuestro hogar, es propiedad de todos los elfos y medianos elfos como tú, los humanos nos concedieron este sitio como nuestro hogar y no permitiremos que los arzobispos del pecado se apoderen de él, tenemos que pelear.
Emilia: No quiero que te vayas tía.
Fortuna: Si eso ocurre, tú tendrás que seguir adelante Emilia, sin mí, sin tu tío Geuse y sin nadie más; tendrás que caminar por ti misma.
Emilia: *Al borde de ponerse a llorar* No, no tía, no quiero, no quiero que me dejes, no quiero estar sola y vivir sin los dos, no podré hacerlo, soy solo una niña, no podré valerme en este oscuro bosque.
Fortuna: Procuraré que no sea así mi amor, por eso tengo que volver y acabar con esos arzobispos del pecado junto con Geuse, si no vuelvo corre lejos de aquí, no dejes que te atrapen.
Emilia: *Insistiendo* Pero tía.
Fortuna: Escóndete *se da la vuelta* no te dejaré sola Emilia, créeme que siempre estaré junto a ti, estaremos juntas nuevamente *se va corriendo abandonando a Emilia*.
Emilia: *Soltando su llanto* ¡No tía...! *se derrumba sobre el suelo*.
Fortuna: Escóndete...
-Emilia con su llanto y su resentimiento comienza a crear hielo y a congelar el espacio a su alrededor en donde se encuentra-
Emilia: *Se trata de levantar y mira hacia unos arbustos* Ijih... -los arbustos, los arbustos siempre han sido mi opción- *se termina de levantar y corre hacia ellos para esconderse*.
-Al estar a punto de adentrarse en ellos, tiene una inesperada aparición-
Pandora: *La ve de frente* El esconderse es siempre una alternativa segura, pero sin embargo, es de suma necesidad no ser hallado ni visto al momento de decidir el sitio.
Emilia: *La mira asustándose* ¿Ah...? *voltea* tía...
Pandora: *Cubre su boca con su dedo* Sh... no es necesario llamar a quién ya se ha ido a cumplir deberes de los cuales a ti te pidió no interferir en ellos.
Emilia: Pero... pero... ella fue tras de ti.
Pandora: Mientras ella crea aquello podrá estar lejos, y tú y yo por el contrario tendremos un mejor encuentro.
Emilia: *Tratando de evitarse las lágrimas* ¿Qué... qué quieres de mí?
Pandora: De ti, nada, es lo que quiero contigo; eres la bruja del hielo y tu poder es tan indescriptible como el mismo de la bruja de la vanagloria.
Emilia: No soy una bruja, no tengo ningún parentesco con la bruja de los celos.
Pandora: En realidad sí, tú... eres prácticamente su descendiente, la sangre de una bruja mora dentro de ti y no eres ajena a ella, fuiste concebida con la autoridad de los glaciares y el bosque obedece tus ordenes, no podremos apropiarnos de este sitio con un usuario de tal nivel como lo eres tú, señorita Emilia.
Emilia: Yo... no quiero problemas.
Pandora: Y no tienes por qué tenerlos, es tan simple, únete a nosotras, a todos tus semejantes mi querida niña, tú eres una de nosotras, tu destino está con el culto, y si tú deseas servir al culto del pecado como una usuaria más, este bosque quedará bajo tu control, no lastimaremos a tu aldea, tu tía Fortuna y el arzobispo Geuse seguirán de pie, y tú tendrás el mayor de los decoros gobernando el bosque que por derecho te pertenece.
Emilia: ¿Gobernaré el bosque?
Pandora: *Alza sus brazos nuevamente* Todo lo que ves, todo esto y más te será concedido a cambio de que accedas a abrazar nuestro credo y lo establezcas como nuestra constitución por encima de cualquier órgano de autoridad en tu aldea.
Emilia: ¿Si lo hago no lastimarán a nadie?
Pandora: A nadie, todo será como tú lo desees.
-Emilia se queda en silencio y Pandora por respeto también permanece así esperando su respuesta-
Emilia: Si lo hago mi tía Fortuna no me volverá a querer.
Pandora: Lo entiendo, tu apego a ella es tan grande que él solo hecho de pensar en seguir un camino distinto al que ella forjó en ti te hace verte en una postura de traición y falta de compromiso hacia la mujer que te crio durante toda tu vida.
Emilia: ¿Cómo sabes eso?
Pandora: Como bruja de la vanagloria conozco a todos aquellos usuarios que rondan mis alrededores.
Emilia: Solo quiero que yo y mi familia podamos ser felices.
Pandora: Y podrán serlo, solo acepta o de lo contrario elegiremos a alguien más para el dominio de este bosque, mismo que impondrá sus propias leyes y normas según su preferencia.
Emilia: ¿Ah?
Pandora: Ahora di, ¿qué es lo que decides bruja del hielo?
Emilia: Yo... yo... eh...
Fortuna: *Corre a toda prisa hacia ella y la ataca* ¡Pandora...!
-Pasa lo mismo que anteriormente-
Pandora: *Recibe los ataques y cae al suelo*.
Fortuna: Emilia, no la escuches, solo quiere hacerse de la posesión del bosque, piensa arrebatárnoslo todo prometiendo falsas garantías, pero no permitas que te engañe.
Pandora: *Aparece a su lado* ¿No te parece algo cruel cuestionarle sus acciones?, estaba preocupada por ti y vino a mí porque su corazón deseaba mucho ayudarte.
Emilia: *Voltea a ver el sitio en donde había caído muerta y ya no estaba el cadáver de pandora ahí*.
Pandora: Cuando ambas muestran la misma expresión sus semejanzas se vuelven más claras, de verdad que eres su madre.
Fortuna: La madre de Emilia es otra persona, sacó el adorable rostro de mi cuñada.
Pandora: Ay ¿fue de ella?, en ese caso me disculpo, me imagino que los verdaderos padres de ella deben de estar muy contentos.
Fortuna: No te atrevas... ¡a hablar de mi hermano ni de su esposa! *la ataca de muerte otra vez*.
Pandora: *Aparece en otro lado* Atacas a la defensiva reusándote a hablar, eso te terminará cansando.
-La vuelve a atacar una y otra vez-
Pandora: *Apareciendo nuevamente* No te podría pedir que ames a alguien como si fuera tu propia hija, pero hay cosas que cambian si muestras un poco de simpatía.
Fortuna: No seas ridícula, yo jamás, jamás le haría caso a alguien como tú.
Pandora: Entonces hagamos esto, podrías ayudarme a convencer a Emilia con tus propias palabras, ya pude asegurarme de que ella posé la autoridad del hielo, pero parece que no se muestra dispuesta a tomar el control del bosque que por derecho es suyo ya que lo que quiere es mantener su lealtad contigo.
Fortuna: ¿Ah? *voltea a ver a Emilia*.
Pandora: Te prometo que si Emilia gobierna bajo el credo del culto de la bruja, nos vamos a ir del bosque y nadie saldrá herido, es una promesa.
-Se guarda nuevamente un momento de silencio, hasta que Fortuna decide tomar palabra frente a Pandora-
Fortuna: No permitiré que se una a ustedes, no te la entregaré, jamás conocerá ni se dispondrá ante la causa ni las acciones de ustedes; y tú, morirás siendo una estatua de hielo *activa todo su poder*.
-En eso Petelgeuse se lanza sobre el sitio-
Petelgeuse: ¡Al fin te encontré bruja!
Fortuna: *Lo voltea a ver* Geuse *tomando acción usa su poder y ataca a Pandora* aluma.
Petelgeuse: Mano oculta *lanza su ataque*.
Pandora: *En vez de recibir los ataques y caer desplomada como lo hizo anteriormente, los esquiva desapareciendo del sitio y transportándose lejos de ellos*.
-Al momento de impactar, el ataque de Petelgeuse no iba dirigido hacia Pandora si no hacía Fortuna atravesándole al instante-
Fortuna: *Cae derrumbada al suelo*.
Emilia: *Exasperándose* ¡Madre...!
-Emilia corre hasta el cuerpo de su padre tomándola mientras esta delira sobre el suelo-
Emilia: *Tomándola* Madre... madre Fortuna.
Fortuna: *Delirando y escupiendo sangre* Ah... Emilia... por favor perdóname.
Emilia: No madre, tú perdóname, siempre me cubriste, me sobreprotegiste y me cuidabas por lo especial que yo era al ser la princesa y la bruja del hielo, y yo... no hice más que desobedecerte *llorando* ijih... lo diste todo por amor.
Fortuna: *Tocando el rostro de Emilia* Emilia... no tengas miedo...
Emilia: No lo tendré, madre Fortuna.
Fortuna: Te quiero... *lo dice dando sus últimos suspiros sobre los brazos de Emilia*.
Emilia: Tía... tía Fortuna...
Fortuna: *Se queda completamente estática sobre el suelo*.
Emilia: Tía... *sobre saliéndosele las lágrimas* ijih... tía Fortuna... *cayendo en la desesperación* ¡tía Fortuna...!
Fortuna: *Dando un último suspiro más* Ah... Emilia... te buscaré *pierde por completo el pulso*.
Fortuna: *Acercándose a las espaldas de Emilia* Ahora, ¿estás lista para escoger la esperanza que hará depender el futuro del bosque de ahora en adelante?
-Emilia ya no aguanta más las palabras de Pandora, intercambia sus pasadores de flores del pelo por el pasador de su tía y dejándose llevar por la desesperación voltea hacia Pandora-
Emilia: *Envuelta en un coraje profundo* Muérete.
-Pandora recibe un ataque mortal de hielo creado por Emilia desde dentro de su cuerpo hasta hacerla explotar de tanto hielo acumulado-
Pandora: *Vuelve a aparecer* Pero que peligroso fue eso, deberías de...
Emilia: Muérete *la ataca con su hielo otra vez*.
Pandora: *Aparece otra vez* Cálmate por favor, hablando se entiende la gente.
Emilia: *Muérete *vuelve a asesinarla*.
-Repite el mismo proceso una y otra vez-
Emilia: Muérete *la mata* muérete *la mata otra vez* muérete *la mata de nuevo* muérete... muérete... muérete... ¡muérete...!
-Repite el mismo proceso una y otra vez al grado en el que Pandora siente que ya no puede más-
Pandora: Parece que he fracaso el día de hoy, al continuar esto parece que trataré de obligarla a hacer lo imposible, no es recomendable permanecer más aquí.
-La nieve comienza a caer sobre el bosque-
Pandora: ¿Oh?
Emilia: ¡Muérete... muérete... muérete... muérete...!
-Emilia desequilibra todo su poder creando con ello una enorme tormenta de hielo que congela en instantes el bosque entero congelando y consumiendo a todo ser vivo a su alrededor, excepto aquellos que cuentan con habilidades por encima de un usuario de habilidades comunes-
Pandora: *Dándose cuenta de todo lo que hizo* Mmm... lo siento, pero no puedo morir, nos volveremos a ver cuando la blanca nieve y el hielo se derrita, puedes estar segura de eso, esperaré con muchas ansias el día de nuestro reencuentro *le sonríe al finalizar*.
Emilia: *Ya no lo soporta más y huye desesperadamente al bosque a encontrar refugio nuevamente en su aldea*.
Pandora: *Se da la vuelta para irse* Ella ya no será más un problema para nosotros, vámonos arzobispo Petelgeuse Romane-Conti.
Petelgeuse: *Yéndose junto con ella* Jiji... jajajajajajaja...
-De vuelta al presente-
Sirius: *Abre su gabardina y muestra a una niña dentro de ella atada como su rehén* Antes... tendrás que pasar por esta...
Priscilla: *Sin bacilar corta con su espada las cadenas que la tenían atada liberándola al instante y Sirius recibe parte del daño del corte* Mi espada puede cortar fácilmente lo que elija.
Sirius: *Teniendo sobre ella todo el daño del corte* Maldita...
Priscilla: ¿Acaso crees que esto ya terminó? *viéndola con una sonrisa maquiavélica* tu tormento apenas comienza, arzobispa, ya no tienes poderes, ya no tienes más con qué valerte, ahora... serás todo lo que yo quiera... *creando con toda la energía que había absorbido anteriormente del fuego comienza a crear un enorme estruendo de fuego alrededor de Sirius quemándola en el proceso*.
Sirius: *Recibiendo todo el flamante fuego de las llamas de Priscilla* Ah... ah... basta ya... *sus lagrimas comienzan a correr nuevamente mientras una desconocida onda de recuerdos desconocidos para ella comienza a nublar su mente* -¿eh?, ¿qué es todo esto?, ¿qué son todas estas vivencias que a mí mente no dejan de llegar?; ¿eh...?, ¿Geuse?, no... yo amo a Petelgeuse Romane-Conti, ah... ¿Emilia?, yo odio a esa medio elfa, ah..., ¿qué me sucede...?-.
Emilia: *Corriendo a gran velocidad hacia la catedral* Ah... ah... *usando su poder de magia espiritual intenta ponerse en contacto con lo que alguna vez fue su tía* -¿tía?, tía Fortuna, aún sigues ahí, yo lo sé, yo sé que aún sigues viva-.
Sirius: *Tratando de pelear tanto con las llamas de Priscilla ideando una posible salida como peleando contra el alma de la anterior propietaria del cuerpo que ella poseía* -¡Ahhhh...!, no puedo más, Ahhhh... esto me quema, ¡me consume...!, no puedo seguir más así...- *dentro de ella se manifiesta el control de la mente de Emilia utilizando sus recuerdos para hacer recobrar el alma de su tía nuevamente en el cuerpo* -¿Fortuna?, ¿Geuse?, ¿Emilia?, ¿Pandora?, ¿Regulus Corneas?, ¡ah...!, hasta aquí ha llegado mi autoridad, fue un largo pero modesto recorrido, y sin más me voy de vuelta con mi amado Geuse- *cae al suelo mientras las llamas la cubren y sus vendajes se incineran en ciertos extremos, pero el cuerpo se restaura nuevamente como si de una actualización de software se tratara*.
Emilia: *Llega hasta la catedral y ve la situación* Ah... *corre directamente hacia la escena*.
Tn: *Aun persiguiéndola corres tras de ella* Emilia...
Priscilla: *Al ver caer a Sirius disuelve todas sus llamas y hace desaparecer su espada* Ah... perra... me has sorprendido, mas sin embargo, ahora estás en el suelo.
Emilia: *Llega hasta con Priscilla* Tía... tía Fortuna, tía...
Priscilla: *La voltea a ver* ¿Tía?
Tn: *Llegas hasta con ella* Emilia, no te lo volveré a repetir, ella no es...
Emilia: *Gritándote* Es ella... está... *voltea a ver su cuerpo en el suelo mientras ve como se comienza a levantar* ella está aquí.
Priscilla: ¿Ah? *vuelve a sacar su espada*.
Tn: *Sacas tu espada también*.
Emilia: *Se pone entre ambos* ¡Esperen!, bajen sus armas.
Tn: Emilia no me hagas moverte a la fuerza, ella no es tu tía.
-El cuerpo de Sirius comienza a moverse, pero ya no era Sirius quien lo controlaba, en él despertaba una nueva alma recién vuelta a la vida y con un conocimiento nulo sobre la situación en la que se encontraba-
Fortuna: *Viendo el suelo a su alrededor y observándose las manos entre vendadas y descubiertas luego del fuego* ¿Eh?, ¿dónde estoy?, ¿qué fue lo que pasó?
Priscilla: *Viéndola* Lo que pasó fue que destruiste la catedral de la ciudad de Priestella e intentaste matar millones arzobispa *le apunta con su espada*.
Emilia: Baja la espada *ve a su tía* tía Fortuna, ¿eres tú?
Fortuna: *La voltea a ver con su rostro entre cubierto y desenredado de los vendajes* ¿Eh?, ¿Emilia?
Emilia: *Al borde de ponerse a llorar* ¿Tía Fortuna?
Fortuna: *Intentando levantarse* Ah... Emilia, estás enorme.
Emilia: *Trata de acercarse a ella* Ya crecí...
Tn: *Tomas con fuerza a Emilia mientras volteas a ver a Priscilla* Priscilla ¡mátala ya...!
Priscilla: *Se dispone a atravesarla con su espada* Ah...
Emilia: *Desesperándose* ¡No...! *se libra de tus brazos y le lanza un diamante de hielo a la espada de Priscilla despojándosela de las manos*.
Priscilla: *Con la muñeca torcida* Ah... *hace uso de su poder y recupera su espada para regresar el ataque*.
Emilia: *Se pone frente a su tía y crea una barrera de hielo*.
Priscilla: *Golpea con fuerza las barreras de hielo de Emilia destruyéndolas al golpe*.
Emilia: *Las compone volviéndolas a construir una y otra vez con tal de que no la toque ni a ella ni a Fortuna*.
Priscilla: *Continúa golpeando y cambiando su ataque una y otra vez más no logra vencer a Emilia*.
Emilia: *Congela la espada de Priscilla y sin darle tiempo a que esta la encienda para derretirlo, Emilia la destruye con la presión de la fuerza de su hielo*.
Priscilla: Ah... mi espada...
Emilia: ¡Ya basta, deténganse...!, ella ya no es Sirius, es mi tía, mi tía Fortuna.
Tn: *Haces a un lado a Priscilla y sacando tu espada tratas de razonar por última vez con Emilia* Emilia, esta ya es la última, no lo repetiré de nuevo, aléjate de ella ahora y déjanos acabar con esto ya.
Emilia: Tn, por favor tú escúchame, tuve una conexión espiritual con ella; mientras Sirius peleaba y se fue quedando moribunda hasta no tener más poder con el que hacer frente, entré dentro de su mente como lo vine haciendo desde que sentí su presencia en la ciudad, rompí los muros entre el alma presa de mi madre que aún conservaba un rayo de luz en mi memoria y fue reconstruida nuevamente en el cuerpo que antes había profanado la tirana de Sirius y esta la desechó para recuperarse con su portadora original que era y es mi tía Fortuna.
Tn: Emilia, quisiera creerte, pero me estás haciendo pasar por una información y una visión de cuestiones espirituales que no los revelan en la academia militar, no es algo que yo antes hubiera escuchado, y ya había sabido de antaño que los profanadores de cuerpos necesitan un cascaron vacío para poder asentarse en los cuerpos, pero... tú me dices que su alma aún se pudo recuperar y expulsar a Sirius del cuerpo para nuevamente estar ella en él.
Emilia: Así fue *viendo a Fortuna* ¿verdad tía?
Fortuna: *Te voltea a ver entre nerviosa y confundida* Ah... ah... yo... yo... soy la tía de Emilia, encantada, mi nombre es... Fortuna, la anterior líder de la tribu de elfos del bosque.
Tn: *La miras medio sorprendido* ¿Usted realmente es Fortuna?
Fortuna: Sí, soy yo *abraza a Emilia* y ella es mi sobrina Emilia.
Tn: *Sin querer envainar tu espada* Dígame, ¿cómo derrotaron a Pandora y a Regulus?
Fortuna: ¿Pandora y Regulus? *hace una cara de coraje* esos malditos... *viéndote* nunca los derrotamos, a Regulus lo expulsó Pandora al ya no sentirlo apto para pelear con Geuse, y Pandora... *baja la cabeza pensando* Pandora... la verdad que no sé qué pasó con ella.
Emilia: *Interfiere* Tía, no consiguió el control del bosque, tranquila, se congeló y la gente vive segura en un sueño criogénico.
Fortuna: ¿Eh?, ¿el bosque se congeló?
Emilia: Tranquila, me supe valer por mí misma durante las décadas siguientes, viví un tiempo en nuestra casa ahora cubierta por la nieve, viví sola y apartada del exterior por un tiempo hasta que... cumplí los 100 años, me abrí al mundo, conocí a un marqués llamado el señor Roswaal y él antes de su muerte me concedió la oportunidad de participar en las elecciones reales de Lugunica.
Fortuna: ¿Elecciones reales?, ¿ahora eres una reina?
Emilia: Lo seré pronto, yo por ahora... *la toma de los hombros* estamos en guerra tía, te contaré lo demás después.
Fortuna: Emilia.
Emilia: Tía no podemos detenernos a explicar ahora, es un placer tenerte de vuelta, pero... hay una batalla con los arzobispos que ganar.
Fortuna: ¿Arzobispos?, ¿eh?, espera Emilia, ¿qué pasó con Geuse y con Regulus?
Emilia: Ambos murieron.
Fortuna: ¿Eh?, no...
Tn: Señora, lamento mucho lo de su marido, pero... Emilia no tuvo la oportunidad de volver a verlo, él... consumido por la autoridad de la pereza intentó asesinarla y yo... cumpliendo con mis deberes militares, no sabía que podían existir esperanzas, lo maté.
Fortuna: *Se pone a llorar*.
Emilia: No te culpes Tn, yo también traté de hacerlo a la distancia, sentí su presencia pero no logró reconocerme, tristemente se perdió.
Tn: Pero... acabamos precisamente el día de hoy con la vida de Regulus Corneas, puede estar segura de que no volverá a ser un problema ni para usted ni para Emilia, ahora podrán vivir en paz y juntas nuevamente.
Fortuna: *Abraza con fuerza a Emilia* Emilia... Emilia... mi chiquita...
Emilia: *La abraza con fuerza* Tía... tía Fortuna... te quiero mucho *se desbordan sus lágrimas al sostenerla, pero son de felicidad*.
Fortuna: Perdóname por haberte abandonado, te juro, te juro que nunca jamás me volveré a separar de ti.
Emilia: No tendrás que hacerlo nunca más, desde ahora viviremos en un lugar mejor, las mabestias fueron consumidas y los arzobispos están cayendo, solo será cuestión de tiempo para lograr la esperanza que tú tanto añoraste en mis días de infancia madre.
Fortuna: Emilia... yo siempre supe que serías una mujer buena, todos temían tu futuro como una bruja del hielo, pero... te mantuviste firme por hacer el bien y usas tus habilidades para salvar este mundo y no para destruirlo, te amo.
Emilia: Y yo a ti tía *la abraza nuevamente*.
Tn: Chicas, no las quiero interrumpir, en verdad me conmueve este momento, pero... es hora de regresar a los campos de batalla, debemos de ser útiles.
Emilia: *Tomando con fuerza la mano de su tía* Iremos a pelear.
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