Sirius la Arzobispa (Parte 3)
-De vuelta al presente-
Liliana: *Comienza a cantar una canción que no debía ser escuchada en la cima de las torres, esto debido a que su poder había llegado hasta los límites de su locura y desesperación que la hizo entonar una letra y una melodía que la hizo liberar todo su poder musical en toda la ciudad, liberándola del hechizo de Sirius en el proceso*.
Sirius: *Mueve su serpiente llameante atacando a Priscilla*.
Priscilla: *Contrataca con un golpe de su espada llameante carmesí*.
Sirius: Tanto tú como esa chica son molestas.
Priscilla: La diferencia está en los sentimientos, tú no puedes entenderlos, los sentimientos que acompañan a las canciones varían de acuerdo al espectador, las canciones clásicas son encantadoras, pero la percepción de ese encanto es diferente para cada persona.
-Sirius no podía entender las palabras de Priscilla y solo se molestaba más, esa canción afectaba a tal grado su cabeza que la poca compostura que le quedaba la hacía retorcerse más de lo normal-
Sirius: *Comienza a llorar lágrimas y sangre de sus ojos y el fuego comenzaba a cubrirla, incluso sus vendajes comenzaron a afectarse por las llamas*.
Priscilla: *En su mente* -Esta mujer está en sus últimos suspiros de gracia, no voy a vacilar en esto- En este caso mi decreto es el decreto del cielo, mi espada carmesí prevalecerá *sostiene su espada fusionándola con las llamas que ya había creado, convirtiéndola con toda esa energía y poder en una espada encendida y ardiente al rojo vivo*.
Sirius: *Aprovechando la desaparición de las llamas de Priscilla, corre directamente a las torres de la iglesia y usando nuevamente sus cadenas para crear otra serpiente de fuego, la utiliza para destruir las columnas sobre las que Liliana se sostenía en pie, con ello derrumbando las bases del edificio*.
-En ese momento la torre colapsa y cae Liliana junto con ella y los escombros-
Liliana: *Cayendo entre los restos, no para ni deja de recitar su canción manteniéndose firme como si de su último deber se tratase*.
-Liliana permanece cantando su canción sin desbordar su poder y el efecto que la misma sintonía causaba en la gente, hasta que termina la canción y deja de sonar-
Sirius: *Sus cadenas se apagan por completo en señal de que se había quedado prácticamente sin poder* ¿Eh?, ¿qué es lo que pasa? *trata de hacer fuerzas y mover sus cadenas con tal de encenderlas de nuevo, pero no lo consigue*.
Priscilla: *Preparando el filo de su espada* Hasta aquí llegaste perra.
-Contigo y con Emilia-
Emilia: *Se deja caer al suelo sintiendo un fuerte dolor por dentro* ¡Ah...!
Tn: *Te mueves a prisa a ayudarla* ¡Emilia!, ¿qué sucede?
Emilia: *Tratando de aferrarse a ti* Tn... tenemos que volver a la catedral.
Tn: ¿A la catedral?, ya acabamos con Regulus.
Emilia: *Gritándote* ¡Es mi tía!
Tn: Emilia no sigas con eso.
Emilia: *Se pone de pie y se da la vuelta* Está en problemas debo ir por ella *se echa a correr*.
Tn: Emilia espera *vas tras ella*.
Emilia: *Corre a toda velocidad de vuelta a la catedral* -Tía Fortuna-.
-Devuelta al pasado meses después de la declaración de Geuse-
Fortuna: *Terminando de peinar a Emilia* Ya está, quedaste tan linda como la princesa que eres.
Emilia: Gracias tía.
Geuse: *Entrando a la casa* Ya llegué familia...
Emilia: *Va hasta con él a recibirlo* Bienvenido tío.
Geuse: Hola Emilia, gracias por venir a recibirme, que guapa te ves con ese peinado.
Emilia: Gracias tío, me peinó mi mamá Fortuna.
Fortuna: *Lo voltea a ver* Sí, y creo que viene siendo hora de que tú me peines a mí querido.
Geuse: *La voltea a ver* Lo que sea por mi querida esposa *se acerca a ella* ¿dónde está el peine para rizar tu hermoso cabello?
Fortuna: Geuse no seas tan exagerado.
Geuse: Solo trato de ser honesto.
Emilia: *Los ve denotando su felicidad en su rostro*.
-Saliendo de su casa-
Fortuna: *Asegurando la puerta* Ya está, vámonos.
Geuse: *Tomando a Fortuna del brazo* Vámonos Emilia.
Emilia: Voy con ustedes.
-Se van por el sendero del bosque recorriendo algunas de las viviendas junto con los aldeanos del pueblo-
Fortuna: *Viendo a Emilia* Recuerda que en cada visita tenemos un par de reglas, la primera de estas es no irse a ningún lado sin pedir permiso, portarse bien y hacer lo que yo te diga Emilia.
Emilia: Lo tendré en cuenta madre.
Geuse: Fortuna, no seas tan dura con ella, sabes que Emilia es una buena niña.
Fortuna: No tengo duda de que lo sea amor, pero aún y con eso tiene que obedecer.
Geuse: *Tomando a Emilia del hombro* Pues si tú corres o te vas a algún lado sin pedir permiso, avísame y me voy contigo a perdernos.
Emilia: *Se ríe y le sigue el juego* Sí...
Fortuna: *Viéndolo* Oye, no se trata de darle alas.
Geuse: No le doy alas quiero que entre en confianza con ambos.
Fortuna: Si no aprende las cosas en base a reglas no va a desarrollarse ni aprender nada.
Geuse: Vamos Fortuna, ¿qué es lo peor que puede pasar, que cuando cumpla 109 años que para nosotros los humanos serían 19, ella todavía tenga una mentalidad de 14?
AUTOR: Sí, eso precisamente va a pasar, ahora entiendo de quién es la culpa :b
Fortuna: Ay... la conscientes más de lo que lo hago yo.
Geuse: Si ambos la consentimos no sé de qué te quejas.
Fortuna: *Lo abraza* Si no estuvieras tan guapo me pondría furiosa contigo.
Geuse: *Abrazándola también* Tú cuando te enojas te ves más preciosa.
Fortuna: No digas cosas raras.
Geuse: *Con sarcasmo* Uno nunca puede ser sincero.
-Van al campo a pasear y divertirse un rato, cruzan los templos, el puente del lago y más tarde regresan de vuelta a la aldea-
Geuse: *Jugando con Emilia entre el sendero del bosque* Voy tras de ti Emilia...
Emilia: *Corriendo* A que no me alcanzas...
Geuse: Ah... pinche vieja nomás haces correr a uno.
Fortuna: *Viéndolos* Parece que te costará mucho seguirle la pista de sus travesuras amor.
Geuse: ¿Olvidas que soy el arzobispo del pueblo?, nada es imposible para alguien como yo.
Fortuna: Íngasu, pero esta va a estar bien complicado, sobre todo con ella.
Geuse: Parece que me subestimas mujer, mi reconocimiento no es por nada, he perseguido y atrapado mayores fieras que esta para los banquetes del ministerio.
Fortuna: ¿Acaso vas a cenar a Emilia?
Geuse: *Jugando con ella* Te voy a cenar a ti en la noche.
Fortuna: *Enojándose* Oye... no seas payaso.
Geuse: Yo soy tu gran payaso niña.
Fortuna: *Se ríe* Eres todo un payaso.
Emilia: *Gritándoles* Oigan... tía Fortuna y tío Geuse, ¿por qué no me persiguen ninguno de los dos?, se supone que estamos jugando a las atrapadas.
AUTOR: Ah pinche vieja castrosa; en México se les dice "atrapadas", aunque es hispanamente reconocido como "las traes", ahí les aclaro el dato. Y no es por nada, pero agrego que el más "What That Fuck" que escuché de las formas en que lo llaman fue precisamente el de Ecuador porque allá lo llaman las "cogidas" 😂 😂 😂 😂 😂
https://youtu.be/OXZO434tex0
(No wey, si a mi me dicen "jugamos a las cogidas" yo digo, "no compa, yo paso", al menos que haya viejas ;v).
Geuse: *Viendo a Emilia* Ah chinga, perdón señorita, no era mi intención dejar de perseguirla.
Fortuna: No la consientas demasiado cariño, debe aprender a que no todos deben de estar sobre ella.
Emilia: *Viéndola* ¿Y ahora de qué hablas madre?, hasta donde yo veo tú eres muy dependiente a mí.
AUTOR: Señora, pártale el hocico >:v
Fortuna: *Le mete una nalgada, pero muy de juego* Tome pequeña igualada, todavía que una se toma el tiempo de jugar contigo.
Emilia: Oye... no es justo.
AUTOR: Así qué chiste, suénesela bien pa que luego no se la ande chingando Tn en el futuro, OK NO :V
Geuse: *Viéndolas* Mi amor, si le vas a dar una buena tunda dásela como debe de ser.
AUTOR: Él lo entiende.
Fortuna: ¿Ah sí?, ¿tú le pegarías mejor que yo?
Geuse: Yo con todo respeto no tengo la aprobación de su padre como para nalgueármela cuando se porte mal.
Fortuna: Pues yo te dejo entonces, a ver tú nalguéatela como su tío que eres.
Geuse: ¿Y yo por qué?, es tu asunto con ella no mío.
Fortuna: Ah cómo te gusta dejarme sin argumentos *suelta a Emilia* bueno, en la casa ya te pondré tus nalgadas.
Geuse: *Viendo a Fortuna* Y yo te las voy a poner a ti.
Fortuna: *Le da un coscorrón* Menso.
AUTOR:
Emilia: *Abraza a Geuse* Tío Geuse *toma a su lado a Fortuna* tía Fortuna, ustedes son lo más cercano que tengo a unos padres en la vida.
Geuse: *Viéndola* Y en sí ese es el rol que decidimos tomar al criarte Emilia, quizá tu tía Fortuna comenzó a hacerlo antes que yo, pero de ella es de quien baso mis conocimientos para poder cumplir con la misma vara mi rol de figura paterna contigo Emilia.
Fortuna: Y aunque él no es tu padre ni yo sea tu mamá, créeme que te queremos como tal.
Emilia: *Los abraza* Los amo a ambos, ustedes son mi familia, la más cercana que tengo, y si mis padres viven lejos de mí con ustedes siempre podré ser feliz.
Fortuna: Te amamos mucho Emilia.
Geuse: Y siempre estaremos junto a ti.
-Pasan unos minutos entre abrazos, palabras y buenos gestos, hasta que...-
Geuse: *Escuchando el sonido de unos zapatos de piso sobre el sendero voltea a ver al instante* ¿Eh?
Fortuna: *Lo voltea a ver* ¿Quién es usted?
-El sujeto se detiene parándose a tres metros de distancia sobre ellos-
Regulus: Antes de preguntarle el nombre a alguien, lo normal es presentarse primero, y al parecer... ustedes no me habían visto antes, por lo tanto, iniciamos en igualdad de condiciones para que entablemos una relación, ¿por qué has de preguntarme mi nombre como si te tratases de alguien superior a mi persona?
AUTOR: Los diálogos de este wey me sacan de quicio cada vez que los oigo, cae mal con solo oírlo.
Fortuna: *Viéndolo* Pues creo que te gusta mucho hablar de ti mismo como para ser un hombre ¿no lo crees?
Regulus: ¿Hablar de mi mismo?, ¿para ser un hombre dices? *se ríe* Jajajaja... entonces no has conocido a muchos hombres en tu vida. Y no me gusta para nada tu actitud, le estás faltando mucho al respeto a mí como a mi autoridad niña...
Fortuna: Ya es suficiente, deja de hablar con tanta arrogancia, dinos ya quién eres.
Geuse: *Viéndolo con un aura de enojo*.
Regulus: *Sonriendo* Jeje... mmm... soy el arzobispo de la avaricia de la secta de la bruja, me llamo Regulus Corneas.
Geuse: *Haciéndole frente* Dime ¿qué haces en este lugar?, ya me había asegurado de que nadie podía involucrarse en este bosque, nadie a parte de mí.
Regulus: ¿Asegurado?, tú solo inventaste esa regla y pensaste que con eso se acabaría todo, ¿ahora tratas de obligar a alguien más a seguir tu propio invento?, engreído para un inútil obispo como tú.
Geuse: Pues si no les gusta el arreglo que tenemos entonces puedes ir a discutirlo con la congregación, ¿por qué estás aquí Regulus?
¿?: *Detrás de Regulus* ¿Por qué?, porque esas fueron mis estrictas ordenes *haciéndoles frente* ¿por qué?, ¿hay algún problema arzobispo Romane-Conti?
Geuse: *Tanto asustado como enfurecido* ¿Qué...?, díganme ¿qué hacen aquí?, ¡¿Regulus Corneas qué hace ella aquí?!
Regulus: Ella vino aquí por su propia voluntad, a ti te encanta culparme por todo, ¿acaso tienes algo contra mí?
Pandora: Arzobispo Corneas él nada más está confundido, intente no criticarlo por favor.
Regulus: *Se sume a sus órdenes*.
AUTOR: Tengan en cuenta de que si Regulus es super poderoso, o era en los términos actuales de esta historia, imagínense el grado de poder de Pandora como para darle órdenes y que este no titubé en aceptarlas.
Pandora: *Alzando sus brazos* Ahora, entréguennos el control de su aldea y los derechos del bosque y el culto de la bruja logrará lo que siempre ha deseado.
Fortuna: *Encambronándose* ¡Pandora...! *activa con su poder una infinidad de cuchillos de hielo super afilados y los lanza con bestialidad contra ella*.
Pandora: *Recibe todos y cada uno de los ataques*.
Fortuna: ¡Ahora muérete por completo! *crea un enorme bloque de hielo y lo aplasta sobre ambos*.
Fortuna: *Se hace a un lado luego del impacto*.
Regulus: *Sacando una de sus gracias entre la escarcha* ¿En serio?, primero ignoras mi presencia por completo, y luego me atacas sin tener algo que ver con esto, eso es exactamente lo mismo que escupir en mi vida, en mi existencia, en mi autoridad y hasta en mi humanidad, es algo cruel ¿no lo crees?
-Rompen el cristal sin mucha dificultad y se dirigen hacia ellos-
Geuse: *Haciendo frente* Fortuna escapa con Emilia, yo me encargaré de esto.
Fortuna: *Toma a Emilia* Pero Geuse...
Geuse: Descuida, no me quedaría si no tuviera un plan bajo la manga, corran.
Fortuna: *Toma a Emilia en sus brazos* Ah, regresaré más tarde y vendré a ayudarte, te lo juro Geuse.
Emilia: No, tío Geuse...
-Fortuna se va corriendo con Emilia-
Regulus: *Burlándose de él* Oye muy lindo y todo, pero ¿quién te dio permiso de dejarlas escapar?, esa fue una clara violación hacia mis acciones y hacia mi autoridad ¿lo sabes?
Geuse: Di lo que tú quieras para mí no eres más que un hablador sin el menor sentido del decoro y de la decencia, y aunque deba de sacrificar mi existencia ¡no permitiré que ninguno de ustedes logre pasar este punto!
-Saca una cajita con un sello que representaba la autoridad de la pereza-
Regulus: *Viéndolo con algo de sorpresa* ¿Eh...?, tú jamás te atreverías.
Geuse: No soy digno y no poseo la sabiduría como para adaptarme a esto, es por eso que no he hecho más que guardarlo todo este tiempo, pero aún así, fue creado para este momento.
Pandora: Arzobispo Petelgeuse Romane-Conti, que tenga buen viaje.
Geuse: *Abre la cajita descubriendo el poder en su interior* Ah... por favor Dios, perdóname... *toma el poder y este se termina adhiriendo a él*.
-La autoridad hace posesión de su cuerpo al mismo tiempo de que toma su mente y su espíritu al grado en el que pierde toda cordura y emoción propia de él-
Regulus: *Viéndolo* Eres un idiota.
Pandora: *Comienza a aplaudir* Esto es maravilloso, jeje... *viendo a Regulus* arzobispo Corneas.
Regulus: ¿Eh?
Pandora: Viene hacia acá.
Petelgeuse: *Toma a Regulus de un pie con una de sus nuevas manos invisibles y se lo lleva por los aires*.
Regulus: *Sin saber qué chingados pasa* ¿Eh?, Ahhhh...
AUTOR: A partir de este punto ya no me voy a dirigir a nuestro amigo como Geuse sino como Petelgeuse al ya haberse hecho posesión de la autoridad de la pereza sin ser digno.
Petelgeuse: Ya te lo dije, aquí no hay nada más que esperanza y una enorme pero inolvidable deuda con esta gente que me hizo quien soy ahora, y por eso, soy más que digno de escupir mi sangre.
Pandora: Dime por favor ¿qué es lo que ves con esos ojos color escarlata arzobispo Romane-Conti?
Petelgeuse: Veo amor, no dejaré que las sigas, no pasarán de este punto, no dejaré que las lastimen, lo juro.
-Su cuerpo comienza a sufrir los efectos internos de la autoridad al no darle su aprobación-
Pandora: Que gran muestra de determinación arzobispo Petelgeuse Romane-Conti, en el nombre de la bruja de la vanagloria, por su devoción y su firme voluntad, le otorgo el título de arzobispo de la pereza.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro