-Llegando al refugio de Anastasia- 

Aldebarán: *Viendo la propiedad* Parece que es aquí.

Liliana: Es aquí, ya he estado aquí antes.

Priscilla: Lo mejor será tocar *toca la puerta*.

Ricardo: *Abre la puerta* ¿Quién está ahí? *lo dice pasando su hocico entre puerta sin abrirla por completo detenida por una cadena de puerta*.

Priscilla: Ricardo, somos nosotros, la candidata Priscilla y mi caballero Aldebarán, venimos a ayudarlos.

Ricardo: *Cerrando la puerta, quitándole la cadena a la misma y volviéndola a abrir* Priscilla, Aldebarán *voltea a ver a la otra niña* Liliana, ¿estás aquí?

Priscilla: *Confundida* ¿La conoces?

Ricardo: Claro que sí, es protegida del socio de mi ama el señor Kiritaka.

Priscilla: *Voltea a ver a Liliana* El comerciante Kiritaka, ¿es tu señor?

Liliana: Así es, a él es a quien sirvo mi señora.

Ricardo: *Cambiando el tema* Vamos pasen, el culto debe estar cerca, escóndanse aquí dentro.

-Los tres hacen entrada al refugio de Priscilla y se encuentran con Frederica-

Frederica: *Viéndolos entrar* Bienvenidos señor y señorita, mi ama los recibirá en su sala de estar.

Priscilla: Muchas gracias muchacha.

-Frederica los guía junto con Ricardo hasta la sala de Anastasia-

Anastasia: *Viendo entrar a Priscilla y a los demás* Priscilla, estás aquí.

Priscilla: Y vivita, no sabes por todo lo que hemos pasado.

Anastasia: Me lo puedo imaginar, la ciudad es un completo caos, adelante tomen asiento.

Priscilla: *Tomando asiento junto con los demás* Gracias.

Liliana: Señorita Anastasia, que gusto verla.

Anastasia: *Viendo a Liliana* También a mi me da gusto verte Liliana, ¿tu amo estaba preocupado por ti?, dijo que desapareciste desde ayer por la tarde.

Liliana: Desde que el culto tomó la ciudad, he estado ocultándome en los callejones y calles contando únicamente con mi lyulyre para defenderme.

Anastasia: Le comunicaré una carta al señor Kiritaka para que sepa que estás aquí y todavía con vida.

Liliana: Gracias señorita.

Anastasia: *Le da ordenes a su redactor de escribir el comunicado*.

Priscilla: ¿Dónde están los demás?

Anastasia: *Bajando la cabeza* Luego de lo de ayer, la mayoría o está herido o están buscando la forma de llegar a la arzobispa, algunos dicen que hay más arzobispos sueltos por la ciudad.

Aldebarán: ¿Qué razones hay para creerlo?

Anastasia: Han dicho que vieron a una autoridad de la gula por las calles, y otros afirman que uno de los arzobispos se piensa casar.

Priscilla: *Haciendo cara rancia* Este lugar está peor de lo que creí.

Aldebarán: No podemos perder la esperanza en esto, tenemos que pelear y recuperar la ciudad para su gente.

Anastasia: Ya hay alguien intentando hacer eso.

Priscilla: *Confundida* ¿Qué dices?

Anastasia: Una de nosotras se rehusó a esperar y ahora esto es lo que pasa.

-Dos horas antes-

Crusch: *Organizando a su ejército fuera de su refugio* Muy bien chicos, demostraron mucha disciplina y valentía en batalla el día de ayer, estoy segura de que hoy no será la excepción, tenemos un reto mucho más grande; hay una mujer arzobispa, cruel, vil y despiadada profanando el supremo poder del ayuntamiento de la ciudad de Priestella en este preciso instante, no podemos permitir que una practicante del pecado domine el supremo orden de gobierno de esta ciudad de una manera profana y obscena como lo está haciendo ahora. Esa mujer trabaja para la bruja de los celos, quieren matar hombres a costo de su autoridad, se cree un ser con decisión absoluta y quiere sembrar el terror de toda esta gente en parte de ello; no vamos a permitir que esa mujer le siga haciendo daño ni a esta ciudad, ni a esta gente ni a este país *levantando su espada* juntos, derrocaremos a Capella Esmerada y le devolveremos el orden a toda esta ciudad, y Lugunica volverá a ser un país libre...

Su ejército: *Levantando sus armas* Si...

Crusch: Seremos pocos lo sé, pero suficientes como para poder infiltrarnos en los dominios del ayuntamiento y en los de esa arzobispa, para emboscarla y derrocarla de raíz haciendo con ello que los demás miembros no tengan más opción que rendirse y caer ante el poder de Lugunica y su gente...

Su ejército: Si... venceremos... por la victoria...

Crusch: Muchos no quisieron apoyarnos, pero lo haremos y lo entregaremos todo para salvar este país; así que tomen sus armas, lleve todo su valor consigo, y síganme *da la vuelta y comienza a marchar hacia el ayuntamiento*.

-El corto ejercito de 100 hombres de Crusch y la ciudad comienzan a marchar hacia el ayuntamiento a enfrentar a Capella-

Anastasia: *Terminando de contar lo sucedido* Y ahora ella está ahí *se levanta de su asiento y abre unas cortinas con vista al ayuntamiento para que vieran en vivo lo que estaba sucediendo* los están aniquilando.

Priscilla: *Viendo la vista del ayuntamiento* ¿Cómo les pudiste permitir que salieran sin poner un plan en marcha?

Anastasia: *Volteándola a ver* Créeme que le insistí, pero no quiso escuchar, incluso mi primera al mando fue brutalmente herida por los guardias de esa maldita arzobispa, sino hubiese sido por un vástago de Tn y hermano de Frederica llamado Garfiel, ella probablemente habría muerto.

Priscilla: *Asustada* ¿Mimi?, ¿ella está bien?

Anastasia: Si, está en su habitación, ya pudieron mandarla de vuelta a nuestro refugio luego de tenerla casi en estado inamovible en uno de mis refugios de heridos, ni siquiera Félix era suficiente como para sanarla, necesitábamos de otro sanador.

Priscilla: ¿Ya lo consiguieron?

Anastasia: De milagro de Echidna, sí, llegó justo a tiempo a salvarla.

Priscilla: ¿Quién?

Anastasia: Ram.

-En el ayuntamiento-

Crusch: *Moviendo su brigada* Rápido, movilícense hacia las puertas, eviten los ataques de los enemigos *corre hacia uno de los rincones cerca de los ventanales del ayuntamiento* -si Whilhelm estuviera aquí esto sería mucho más sencillo- *saca un arpón de cuerda para trepar hasta el ventanal y llegar a la habitación de las oficinas principales y entrar a emboscar a Capella* muy bien este es el momento.

-Crusch llega hasta el ventanal principal y usa su espada para crear una de sus ráfagas de viento y destruir los cristales-

Crusch: *Entra al instante* ¡Capella...!

Capella: *Volteándola a ver con ira* ¡¿Tú maldita zorra eres la que está causando tantos problemas allá afuera?!

Crusch: *Mostrando su espada* Así es arzobispa, hemos venido aquí para recuperar el control de esta ciudad, y lo haremos con o sin tu consentimiento, así que te sugiero tomar una decisión porque no nos vamos a detener aquí.

Capella: *Viéndola con repudio* Vaya que eres una puta sin escrúpulos como todas las mujeres de tu clase.

Crusch: *Molestándose* ¿Qué clase de comentario difamador es ese?

Capella: Solo describo que eres la misma representación absurda y mierdera que todas las mujeres quieren asumir de sí mismas para aparentar tener algo que ellas mismas saben que no tienen ni pueden tener, vienes confiada aquí en tus hormonas y cólicos pendejeando que puedes lograr algo que ni tus mismos aliados pueden llegar a hacer; solo eres una puta más como cualquier otra, te revuelcas con cualquier hombre y encima pides más, tienes una lista de mil hombres calenturientos por ti y todos esperan que les des tu aprobación de poder cogerte bajo el margen legal, solo eres una puta cualquiera, pero una que asume tener poder en la política, que encima ni siquiera tiene.

Crusch: *Furiosa al más no poder* ¡No permitiré una obscenidad más como esa hacia mi persona maldita niña, en este momento descubrirás el verdadero poder de mi espada *activando su poder envía una fuerte ráfaga de viento hacia Capella destruyendo parte de la oficina en la que está*.

Capella: *La esquiva a toda velocidad* Que movimiento tan más predecible, por lo visto tengo toda la razón, solo eres una puta, y a ese nivel son tus ataques, ya me imaginaré el nivel que das en la cama.

Crusch: *La vuelve a atacar furiosa* Ah...

Capella: *La esquiva una y otra vez*.

-La pelea continuó disipándose en varios ataques más de Crusch hacia Capella hasta llegar el punto de dejar las paredes de la habitación casi completamente destruidas y expuestas al exterior-

Capella: *Esquivándola varías veces* ¿Ya te cansaste zorra?

Crusch: *Atacándola* ¡No hasta dejarte muerta y con tu cuerpo hecho añicos!

Capella: *Esquiva un ataque y se dirige hacia ella* Bien... *convierte uno de sus brazos humanos en un brazo de dragón y la golpea sin mucho esfuerzo*.

Crusch: *Cae inconsciente al suelo* Ah...

Capella: *Burlándose típicamente a su modo* Mira, no que muy acá, no que muy mamadora la luchona, solo eres una perra nalgas fáciles con fama de puta y una culeada lista de pretendientes que no buscan más que tu culo.

-Capella activa su poder de dragona intensificado en su brazo-

Capella: *Preparándose para atacarla* Ahora, vete con todas tus nalgas de perra al infierno.

Crusch: *Recobrando un poco la conciencia la voltea a ver*.

-Está a punto de impactar su brazo de dragón sobre ella cuando de pronto-

Tn: *Deteniendo su brazo con tu espada a toda velocidad antes de golpearla* Ah...

Capella: *Te voltea a ver sorprendida* Tú...

Tn: *Volteas a ver a Crusch* Hola Crusch *con la fuerza de tu brazo desvías su puño de dragón y rozas el filo de tu espada sobre el rostro de Capella sin ella reaccionar a tu ataque*.

Capella: *Cae al suelo derramando parte de su sangre sobre Crusch y sobre ti* Ahhhh...

Tn: *Ayudas a levantar a Crusch* ¿Estás bien?

Crusch: *Con dificultad para mantenerse parada* Tn... si viniste.

Tn: Fue un largo viaje *volteas a ver a Capella* luego te explico.

Capella: *Levantándose del suelo con una parte de su rostro rasgado* Maldito soldado.