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La Niña Trovadora

-En Priestella-

Priscilla: *Viendo a la extraña niña* ¿Quién eres tú?

Liliana: *Viéndolos* Por su propio bien cúbranse los oídos.

Priscilla/Aldebarán: *Se cubren al instante los oídos*.

Liliana: *Comienza a tocar su raro instrumento haciendo con su melodía un encantamiento hipnótico que obliga a los guardias a verla de forma deslumbrante*.

Los guardias: *Se le quedan viendo de forma hipnótica* Es increíble... es tan hermosa...

Aldebarán: *Se descubren rápidamente los oídos y comienza a atacar* Ah...

Priscilla: *Aprovecha y también ataca con su arma carmesí* Ah...

Liliana: *Deja de tocar su instrumento* ¡Destrúyanlos!

-Los guardias comienzan a caer uno a uno al estar fuera de guardia y ser blanco fácil-

Priscilla: *Guardando su arma* Gracias, nos salvaste la vida.

Liliana: *Bajando de los muros de la ciudad* No fue nada, me la vivo tocando entre los palenques.

Aldebarán: ¿Cuál es tu nombre niña?

Liliana: Me llamo Liliana Masquerade, soy una trovadora, toco el lyulyre.

Aldebarán: Nos salvaste de estos tipos, ¿cómo podríamos agradecerte?

Liliana: No me caería mal una compensación, pero viendo como la ciudad se está cayendo en pedazos, lo menos que le puedo pedir ahora es un refugio, perdí todo contacto con mi amo.

Aldebarán: Podríamos ayudarte a encontrarlo, nosotros también estamos buscando a nuestros amigos.

Liliana: Es una coincidencia muy común ahora entre los citadinos, con el culto aquí todos estamos rondando con miedo de un lado a otro.

Priscilla: Y eres afortunada de tener ese poder contigo, muchos ya estarían muertos en este punto.

Liliana: Admito que no sé pelear, pero al menos mi música me brinda protección y seguramente se las podrá brindar a ustedes, pero por favor ayúdenme a encontrar a mi amo.

Priscilla: Lo haremos, no te preocupes.

-Priscilla y Aldebarán se aventuran junto con la niña por las calles de la ciudad, protegiéndose de los miembros del culto de la bruja-

Aldebarán: *Hablando en voz baja* ¿Es por aquí?

Liliana: Si, es como a unas 30 cuadras de aquí, si cruzamos por los callejones llegaremos más rápido.

Priscilla: No podemos meter la carroza en los callejones, para eso están las calles.

Liliana: Estoy segura de que si seguimos así nos encontraran pronto.

Priscilla: Tonterías, jamás se darían cuenta de que nos metimos a la fuerza.

-De pronto ven un pelotón de miembros del culto bloqueándoles el paso a unas cuadras delante de ellos-

Liliana: *Viendo al pelotón* Decías.

Priscilla: *Enojándose* Demonios, Aldebarán cambiemos de ruta.

Liliana: *Viendo hacia atrás* Eso no será posible, ahí vienen.

-Voltean a ver una caravana de miembros del clan de la bruja acercándose para acorralarlos-

Priscilla: *Poniéndose furiosa* Genial, esto no puede estar mejor.

Aldebarán: ¿Qué hacemos?

Liliana: Yo tengo una propuesta, los callejones.

Priscilla: Maldición, tendré que caminar.

Liliana: No es tan malo, yo lo hago a diario a 30 calles a la redonda.

-Se bajan de la carroza lo más rápido que pueden y se escabullen entre los callejones-

Guardias: Se fueron por allá, vamos...

-Aldebarán, Priscilla y Liliana se ocultan entre unas cajas de cargamento y los dejan pasar-

Priscilla: *Saliendo de entre las cajas* Esto es inaudito, caminar entre los callejones de esta ciudad como una simple pueblerina y ensuciando mi vestido de prestigiosa procedencia.

Aldebarán: Mi señora, siento que su vestido está en buenas condiciones.

Priscilla: Claro que no, lo estaría si estuviéramos dentro del carro.

Liliana: Dejen eso para después, debemos retomar el curso.

Aldebarán: *Viéndola* ¿Sabes hacia dónde ir?

Liliana: Señor, he recorrido estos callejones desde que era una niña y se como ir y regresar a mi sitio sin ningún tipo de percance.

Priscilla: Entonces vámonos de una vez, no toleraré ensuciarme entre estos barrios por mucho tiempo.

-Los tres continúan su recorrido y llegan hasta unas propiedades cercanas al lago-

Liliana: Es por aquí, ya casi llegamos.

Aldebarán: Este lugar es increíble, y a puesto a que se vería mejor sin el culto aquí.

Priscilla: *Viendo hacia una iglesia* Miren allá, están haciendo preparativos, al parecer una pareja se va a casar.

Liliana: *Señalando* Vengan es por allá.

-Los tres están a pocas de entrar a la calle principal que señaló Liliana, cuando de pronto-

Un guardia: *Volteándolos a ver* ¿No son esos los que se colaron?

Otro guardia: *Gritándoles* ¡Deténganse!

Liliana: *Volteándolos a ver* ¡Corran!

Aldebarán: *Ayudando a Priscilla* Corramos candidata.

Priscilla: *Quejándose* Lo mío no es correr...

-Un grupo de guardias del culto de la bruja les bloquea el paso a la calle y otro más le sigue en sus otras direcciones-

Liliana: *Poniéndose de espalda con sus amigos* Estamos atrapados.

Aldebarán: *Sacando su espada* No nos van a detener sin pelear.

Priscilla: *Activando su magia* Tengo protección divina, podré salir de esto.

-Los guardias los comienzan a cerrar cada vez más sin abrirles una vía de escape-

Guardia: *Activando su poder* Hasta aquí llegaron imbéciles.

Liliana: *Saca su instrumento preparándolo para hacerlo sonar*.

-En ese instante un hombre encapuchado hace aparición y comienza a atacar con espada a los miembros del clan de la bruja-

¿?: *Atacando en círculos* Ah...

Aldebarán: *Aprovechando* ¡Ataquen!

Priscilla: *Activa su espada carmesí y comienza atacar a sus guardias a su derecha*.

Liliana: *Comienza a tocar y a cantar al ritmo en el que dejaba a sus contrincantes prácticamente fuera de combate y los demás aprovechaban para atacar*.

Aldebarán: *Utiliza sus técnicas de combate cuerpo a cuerpo con la espada y termina de arrasar con la multitud con una de sus habilidades de tierra sobre el suelo*.

¿?: *Guardando su espada* ¿Están todos bien?

Aldebarán: *Viendo al sujeto* Estamos bien amigo, gracias; eres bueno con la espada.

¿?: Gracias hermano, tengo dominio en ella.

Priscilla: Un placer conocerlo, me llamo Priscilla Barielle *señalando a sus amigos* ellos son Aldebarán y Liliana, mi caballero y yo recién llegamos a la ciudad y estamos buscando refugio.

¿?: Mucho gusto, he estado vagando por las calles desde que todo esto empezó, el culto de la bruja está destruyendo cada vez más y más lo que queda de esta ciudad, ya casi no queda gente por las calles, algunos muertos y otros no se atreven a salir, hoy por la noche la arzobispa matará a un grupo de hombres, alguien debe detenerla.

Aldebarán: ¿Cómo sabes eso?

¿?: Los guardias de las calles, están robando hombres de las calles para satisfacer a Capella, anunció por la noche que los mataría el día de hoy al ponerse el sol; según los rumores algunos ya murieron dentro, unos se quitaron la vida y otros murieron al resistirse, pero es un hecho de que están atrapados y amenazados por igual en el ayuntamiento.

Priscilla: Y el ayuntamiento lo tomó Capella según me dieron a entender, ¿hay algo que podamos hacer?

¿?: Nada.

Liliana: ¿Eh?

¿?: Los guardias son muy poderosos, la arzobispa es de lejos un monstruo y tiene toda esta ciudad bajo su poder, necesitaremos a miembros de la guardia real lo suficientemente capaces como para detener algo así.

Aldebarán: ¿Tienes alguna información sobre la arzobispa que nos pueda ser de utilidad?

¿?: *Buscando entre su capa* Si la tengo, fue todo un riesgo obtenerla, pero he vagado y librado las calles desde anoche y pude conseguir esto *les entrega un libro del evangelio de la bruja*.

Aldebarán: *Tomándolo* ¿Dónde conseguiste esto?

¿?: Tal vez no me lo creas, pero estuve peleando anoche y uno de los arzobispos me guio durante la batalla hasta el ayuntamiento, ahí encontré a los guardias y me atacaron brutalmente, casi pierdo el brazo izquierdo *tomándoselo* aun me duele, pero luego del ataque me pude refugiar entre los setos para luego infiltrarme entre los rincones del ayuntamiento. Pude ver a Capella a unos metros de mí, tiene la apariencia de una chica joven con ropa corta, cabellera rubia, alas de dragón, brazo de dragón y cola de dragón, sinteticé que solo se trataba de su forma humana, en realidad nos estamos enfrentando a un dragón.

Priscilla: *Pasmada* ¿Un dragón como Volcánica?

¿?: Seguramente uno peor, porque Volcánica selló a las brujas y trajo la estabilidad al reino de Lugunica, pero en cambio esta mujer quiere tomar el reino, empezando con Priestella y luego con el palacio real; escuché parte de sus planes y lo que quiere es matar 20 hombres esta noche, saciar parte de su autoridad en base a ello y luego tomar la ciudad capital derrocando al consejo y rompiendo el sello de Volcánica en la ciudad.

Aldebarán: Este país volverá a ser un caos si eso sucede.

¿?: He tratado por todos mis medios encontrar la forma de volver a la capital e informar de esto a los guardias, porque... estoy seguro de que ni ustedes serán suficientes como para detener una amenaza de este nivel, y el culto ha estado matando a todos los dragones para que nadie pueda salir.

Aldebarán: Amigo, he vencido enemigos muy peligrosos a lo largo de mi vida como gladiador, podremos hacer lucha yo junto con mi candidata y mis compañeros de batalla.

¿?: ¿A quienes se refiere mi amigo?

Aldebarán: Esa es información clasificada, no se la puedo compartir ni aunque me haya salvado la vida y la de mi candidata.

¿?: Muy bien, solo le diré esto *se acerca a Aldebarán* necesitamos de Tn y de Reinhard.

Aldebarán: *Sacándose de onda* ¿Qué?

¿?: *A punto de retirarse* Trae también a Whilhelm *se va escabulléndose entre los callejones*.

Priscilla: *Viéndolo irse* ¿Quién era ese hombre?

Aldebarán: No tengo idea, pero al parecer nos conocía *ve una hoja de papel tirada en el suelo* ¿eh? *la recoge* ¿qué es esto?, la tiró antes de irse *abre el papel*.

Liliana: *Se acerca a Aldebarán* ¿Qué es?

Aldebarán: *Leyéndola* Dice... "Busquen refugio en la calle principal dentro de la casa #... ahí estarán a salvo".

Priscilla: Nos dio un refugio.

Aldebarán: ¿Qué tal que sea una trampa?

Liliana: *Leyendo el papel* Es la casa de uno de los comerciantes con los que tiene negocios mi amo.

Aldebarán: *Viéndola* ¿Estás segura de eso?

Liliana: Si, casi segura, sin más lo recuerdo, creo que es de una chica.

Aldebarán: ¿Una chica?

Liliana: Es una empresaria famosa de aquí, la he visitado varías veces con mi amo, fue una de las candidatas al trono de Lugunica.

Priscilla: *Armando los cabos* Es Anastasia.

Liliana: Sí, así creo que se llama.

Priscilla: Yo la conozco porque estuve entre las candidatas, y es nuestra aliada en esto, tenemos que ir allá.

Liliana: ¿No dijimos que iríamos a ver a mi amo?

Priscilla: El plan era buscar un refugio y encontrar a nuestros aliados, ahora lo hemos hecho *comienza su rumbo hacia la casa de Anastasia*.

Aldebarán: *Siguiendo a su candidata* Voy con usted candidata *viendo a Liliana* niña, gracias por tu ayuda, nos serviste de mucho.

Liliana: Mmm... *acercándose a ellos* déjenme ir con ustedes.

Priscilla/Aldebarán: *La voltean a ver*.

Liliana: Estoy en medio de la ciudad, y hay miembros del culto en todas partes, no quiero ser blanco fácil.

Priscilla: ¿De qué hablas?, puedes usar tu magia instrumental, nadie podrá hacerte daño.

Liliana: Tal vez pueda usar la magia instrumental, pero les recuerdo que no sé pelear, y no puedo quedarme cantando todo el día, debo reposar mi prana y encontrar donde hacerlo.

Aldebarán: Podríamos llevarte hasta tu hogar.

Priscilla: *Viendo a su caballero* No podemos hacer eso.

Aldebarán: *Viéndola* Pero candidata.

Priscilla: No la conocemos, tampoco podemos perder más tiempo ayudando a otros, debemos encontrar a Anastasia, a Crusch y a los demás, y enfrentar a estos malditos.

Liliana: No tengo nada para hacer que confíen en mí, es cierto.

Aldebarán: Pero nos salvaste de los guardias.

Priscilla: Eso no es suficiente como para considerarla nuestra amiga, puede que quiera algo.

Liliana: *Soltando su instrumento* Miren, es mi único medio de defensa, tómenlo; si para creerme debo desarmarme por completo, entonces tómenlo y andaré así por el resto del camino.

Priscilla: *Quitándoselo* Parece ser un precio justo para comprar la confianza.

Aldebarán: No creo que sea peligrosa Priscilla.

Priscilla: No correré ningún riesgo, por lo que deberá ir desarmada si quiere acompañarnos y salvar su vida.

Liliana: Me pondré a sus órdenes, solo permítanme la oportunidad de acompañarlos.

Priscilla: Serás aceptada en el grupo, tal vez tu habilidad nos pueda servir en otras peleas, pero por ahora, no tendrás la voluntad de hacerlo.

Liliana: Si señora.

-Luego de ponerse de acuerdo, continúan su camino ahora en torno a la sede de Anastasia y llegan a su destino-

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