-Los días transcurrieron, Emilia trata de llevar una vida lo más amena posible pero la soledad y la falta de apego emocional la mantienen en el mismo vacío del cual simplemente no puede salir por sí misma-

Emilia: *Siguiendo el camino de un nuevo mapa que ella misma había reorganizado encuentra unas huellas* ¿Ah?, aquí hay huellas, y se ven frescas, lo mejor será que evite esta área por el día de hoy, no quiero lastimar a nadie más.

-Ve una caravana de hombres pasar cerca de ella y se detienen al verla-

Emilia: *Se cubre con su capucha*.

El líder: *La mira de frente con una mirada interesada* Jajajajajajaja... finalmente te encontramos.

Emilia: *Los volteas a ver* Este es un lugar muy peligroso, si no quieren salir heridos será mejor que regresen.

El líder: ¿Esperas que digamos "sí claro" y nos vayamos como si nada? *toma una jaula de gran tamaño* hay muchos pervertidos en el mundo, y a muchos les gustaría una elfa enjaulada para poder divertirse con ella cuando quieran.

Emilia: *Los mira asustándose*.

El líder: ¿Qué pensaban los pueblerinos al comerciar con un sucio semihumano del bosque?, a la gente de esa aldea sí que le gusta cometer crímenes, ¿o no?

Todos: Sí...

Emilia: ¿Qué quieres decir?, ¿qué tienen que ver los aldeanos?

El líder: Ellos tienen todo que ver, perdieron la aldea contra los semihumanos así que no merecen tener ningún derecho, y tan solo estar cerca de uno de ustedes es considerado un delito.

Emilia: ¿Le han hecho algo a los aldeanos?

El líder: No, no les hemos hecho nada, bueno lo que les hagamos dependerá de tu respuesta, ellos cometieron el crimen de ayudar a un semihumano, así que lo pagarás con tu cuerpo.

Emilia: *Se le queda viendo con enojo*.

El líder: ¿Qué dices?, la verdad que me da lo mismo, siempre podemos usar a las mujeres de la aldea para divertirnos.

Emilia: No metan a los aldeanos en esto.

El líder: Me parece que cualquier otra de tus amigas de orejas largas nos servirá y mucho.

Emilia: ¿Eh?

El líder: Muestra la cara, tu apariencia será lo más importante en este negocio, ¡rápido!

Emilia: No estaré a la altura de sus expectativas, pero aún así *se descubre la capucha* ¿todavía quieren venderme?

Todos: *Se asustan al solo verla*.

El líder: Pelo plateado, ojos morados, una elfa plateada.

Entre ellos: Es la bruja... la bruja de los celos... es igual a ella...

El líder: *Se empieza a reír* Jajajajajajaja... espera, esta es una broma, esto es mejor de lo que esperaba.

Emilia: ¿Dime de qué diablos te estás riendo?

El líder: De ti, ¿de quién más sería?, ahora no pienso en darte a nadie más, te encerraré en esa jaula para dejarte morir lentamente...

Emilia: *Los sigue mirando con desprecio*.

-Se dirige corriendo hacia ellos, los hombres al frente tratan de detenerla, pero derriba a cada uno de estos sin mucha dificultad al tener experiencia de antaño-

Emilia: *Llega hasta el líder*.

El líder: Bien... ansío ver como la duda y la ansiedad acaban con tu pequeño corazón.

Emilia: Por favor, salgan del bosque ahora, y no lastimen a ninguna persona de la aldea, solo así podremos llevarnos bien.

El líder: *Se molesta* ¿Eh?, ¿qué dices?, ¿quién eres tú para darme ordenes?, yo tengo el control de toda esta situación, no te confundas bruja.

Emilia: Pero no estoy confundida.

El líder: Cállate y solo entra a la jaula en este momento.

-En eso se escucha un ruido de pisadas que para Emilia ya eran más familiares que extrañas-

Emilia: *Asustándose* Oigan, váyanse ya por favor, si siguen aquí algo horrible les pasará, tenemos que huir de aquí cuanto antes, este lugar es muy peligroso.

El líder: ¿Qué?, ¿de qué hablas?

-Una bestia parecida a la anterior que había enfrentado a Emilia se hace presente y comienza a atacar al grupo, primero lanzándoles bolas de nieve gigantescas y luego aplastándolos-

Emilia: Ah... ¡corran...! Les dije que corrieran.

-La bestia ataca, asesina y aplasta a cada uno de los tipos que ve frente a ella, llegando al punto de atacar al líder-

El líder: *Cayendo al suelo* Ah... ah... aléjate...

Emilia: *Toma una ballesta de uno de los hombres caídos y la dispara contra la criatura en la espalda* Detente.

La criatura: *Se acerca a ella para atacarla*.

Emilia: *Aterrándose* Ya basta, basta por favor, deja de lastimar a este bosque, no lastimas más a la gente, ya no quiero, ya no quiero que nadie más sufra.

La criatura: *Al momento de disponerse a atacarla la criatura es nuevamente víctima del hielo de Emilia en esa flecha al expandirse hasta sus límites dentro de su cuerpo hasta hacerlo caer al suelo y matándolo al momento*.

Emilia: *Nuevamente se asusta por lo que ocasionó* ¿Ah?

El líder: ¿Ah...?, ¿qué fue eso?, ¿ella en verdad hizo todo eso?

-Algunos de los hombres también son víctimas del hielo de Emilia y comienzan a sufrir sus consecuencias-

Emilia: *Se asusta todavía más por ello* Ay no.

El líder: *Se arrodilla frente a ella* No por favor, perdóname, por favor detenlo *un trozo de hielo comienza a expandírsele en el rostro* ah...

Emilia: *Envuelta en una enorme desesperación* Por favor, basta, detente *se deja caer al suelo* por favor, no quiero más, detente, ayúdenme... ¡ayúdenme por favor...!

-Pasan 8 largos años en la vida de Emilia, mismos que para su tiempo de vida solo representaban lo que unos meses para un humano común, más este tiempo sin embargo fue suficiente para que Emilia tomara una decisión que se cuestionó durante mucho tiempo por el apego que le tenía a su bosque y a la gente que vivía en su aldea-

Emilia: *Hace un equipaje en una mochila improvisada por ella misma y se dispone a abandonar el bosque* Ya no puedo más, ya no puedo...

-Abre la puerta de su casa y sale mientras se da unos suspiros alejándose y observando los recuerdos de su casa y de su vida antes de que lo que pasó ocurriese; pasa entre las estatuas y las limpia por una última vez antes de partir-

Emilia: Lo lamente mucho, yo de verdad... quisiera mantenerme aferrada solo por ustedes, pero... me desgastaré si me quedo, y muerta no les podré servir, perdónenme *besa y abraza algunas de las estatuas y camina en línea recta lejos de su hogar*.

-Camina lejos de su bosque congelado adentrándose finalmente a una zona fuera de hielo y libre de la nieve que alguna vez provocó su poder-

Emilia: *Camina sintiendo una confortante dicha* Bosque verde, hace tanto tiempo que no veía el bosque de color verde *camina unos cuantos kilómetros más hasta encontrarse con una civilización de un pueblo*.

-En el pueblo-

Emilia: *Entendiendo de antaño su recibimiento, cubre su rostro con su capucha y se adentra a uno de los mercados para conseguir algo de comer y continuar su recorrido*.

-Comiendo en su camino, encuentra una salida a través de un sendero que ella decide seguir hacia adelante-

Emilia: *Comiendo* Si puedo seguir hacia adelante y continuar con las piedras que aún me quedan, voy a continuar, dudo mucho que me acepten en este pueblo.

-Recorre a unos metros más el sendero hasta llegar a una propiedad gigantesca y completamente desconocida para ella al nunca haber visto algo similar en su vida-

Emilia: *Mira directamente el lugar confundiéndolo con un castillo medieval* Esto es un castillo, es similar como a los de los cuentos que tía Fortuna constantemente me contaba cuando era pequeña; ahí habitan princesas, príncipes, reyes, reinas y... mucha gente importante *toma la reja de la puerta* el gobernante que viva aquí debe de ser muy poderoso, seguro nunca tendría la necesidad de abandonar su casa, ni de resguardarse de los intrusos, las bestias, los peligros y la gente que seguramente lo juzgue *baja la mirada* completamente ajeno a mí, yo no tengo nada ni nadie, tenía un bosque y el mismo me obligó a irme, perdí mi aldea, perdía a mi familia y todo aquello que alguna vez llamé vida, como quisiera... quisiera tan solo... tener una oportunidad.

-En eso escucha una voz peculiar detrás de ella-

¿?: ¿Crees que mereces una oportunidad?

Emilia: *Voltea tras sus espaldas* ¿Ah?

Roswaal: Buenas tardes, mi nombre es Roswaal L. Mathers *alza su mano*.

Emilia: *Estrecha su mano* Encantada, soy Emilia, y soy... una medio elfa.

Roswaal: Lo sé, lo note por tu apariencia.

Emilia: No soy la bruja de los celos.

Roswaal: Yo nunca te comparé con ella.

Emilia: Usted lo dice, pero todo el mundo lo hace, me juzgan por quien no soy, me reclaman algo que yo no puedo cambiar y me lo reiteran como si fuese algo que yo decidí ser; solo soy una niña de 108 años, perdí a mi familia, perdí a toda mi aldea, el bosque en donde vivía, y yo... no puedo dejar de culparme por lo que pasó.

Roswaal: *Se acerca a ella: Tranquila pequeña, no te autoflageles en lo que ya no puedes cambiar, mejor cuéntame ¿qué fue lo que pasó?

Emilia: De acuerdo.

Roswaal: Vamos adentro.

Emilia: *Señalando la casa* ¿Allá adentro?

Roswaal: Sí.

-Roswaal y Emilia entran a la casa-

Emilia: Me impresiona este castillo, nunca había entrado a uno, es como un palacio, como esos que solo se ven en los cuentos.

Roswaal: *Sentado en un sillón* No quisiera contradecirte, pero este no es un palacio, ni tampoco un castillo, estamos en una mansión digna de un marqués de mi categoría; soy una persona importante pero no tengo ningún voto popular en el consejo de ancianos.

Emilia: Nunca había visto algo así.

Roswaal: Dejemos las impresiones para otro momento, ven, siéntate.

Emilia: *Toma asiento frente a él*.

Roswaal: Dígame, ¿qué fue lo que ocurrió?

-Emilia le explica con lujo de detalles lo que le pasó y cómo llegó hasta la mansión-

Roswaal: Eres una medio elfa muy buena, me sorprende como te han dejado, todo el mundo a tu alrededor te ha tratado mal.

Emilia: Yo jamás podré ser amada, nadie va a quererme, ni escucharme ni apreciarme *llora mientras lo dice* ijih... soy una bruja, soy una bruja, eso es lo que siempre dicen, no soy nada más; ¿por qué todo el mundo es tan cruel si yo solo quiero hacerles el bien a otros?, ijih...

Roswaal: Es porque son idiotas, son gente que no quiere entender; el mundo es un lugar errado en donde la sociedad se forma una opinión a base de una o dos personas que asumen una postura, y en pos de eso no se abren a algo más. Pero ya no creas eso, no sigas aferrándote a lo que los demás dicen de ti, tú no eres lo que tú sabes que no eres, la gente podrá juzgarte, el mundo te podrá hacer daño y la sociedad te tachará de bruja cada vez que tengan la oportunidad, solo por tu físico y no porque tus acciones lo definan, pero ya no te quedes así reprimiéndote por lo que no es tu culpa.

Emilia: Todo lo que pasó fue mi culpa.

Roswaal: No lo fue Emilia, eras una niña, perdiste a las dos personas que más amabas, actuaste con normalidad y tus poderes actuaron por ti. Pero no hiciste nada malo, tú solo querías lo mejor para ti y para tus tíos, pero no fue tu culpa, fue de ellos, de ellos y solamente de ellos, malditos arzobispos.

-Roswaal tiene una conversación alentadora con Emilia durante poco más de dos horas y este más tarde le ofrece un lugar donde dormir-

Emilia: *Entra a su cuarto y se dispone a dormir*

Rem: *Entra a la alcoba* Buenas noches señorita, nos complace recibirla, perdone que mi hermana no me acompañe, pero ella ya está dormida, mi nombre es Rem y estoy a sus servicios por si me necesita.

Emilia: *La ve* Hola Rem, mucho gusto.

Rem: Igualmente señorita, ¿necesita algo?

Emilia: No, solo quiero... *la mira* ¿podrías... hacerme compañía esta noche?

Rem: *Se sienta junto con ella* Claro, pero... comprenda que yo también tengo que irme a dormir a mi cuarto.

Emilia: Aunque sea un rato.

Rem: Un rato está bien, dígame.

Emilia: ¿Estás aquí por obligación o realmente te gusta hacer lo que haces?

Rem: ¿Eh?, bueno... me gusta mi trabajo.

Emilia: ¿Qué hiciste para estar aquí?

Rem: Es una larga historia.

Emilia: Si me cuentas tu historia yo te cuento la mía, yo... quiero comparar si cumplo los requisitos para tal vez... trabajar aquí.

Rem: Bueno, te lo diré; cuando era más pequeña mi hermana y yo... huimos de la invasión del culto de la bruja en nuestra aldea de demonios y...

Emilia: ¿El culto de la bruja destruyó su aldea?

Rem: Sí, malditos.

Emilia: Malditos, hicieron lo mismo conmigo.

Rem: *Viéndola* Entonces estamos en las mismas.

Emilia: ¿Qué más hiciste?

Rem: Mi hermana y yo vagamos por un tiempo en el bosque, cazamos, pescamos, sobrevivimos, hasta que... el señor Roswaal nos rescató y nos dio una garantía de trabajo aquí junto con Frederica.

Emilia: ¿Quién es Frederica?

Rem: Una sirvienta que antes trabajaba aquí.

Emilia: ¿Crees que me podría convertir en sirvienta también a mí?, venimos de donde mismo.

Rem: Podría ser, pero el señor Roswaal ya tiene dos sirvientas, quizá podrías ser ama de llaves, costurera, cocinera o algo así, o quizás puedas pedir ser un huésped si no te convences.

Emilia: No me gustaría irme por el camino fácil, quiero por una vez en mi vida ser importante en algo y que alguien destaque lo que yo hago, no quiero seguir escondiéndome.

Rem: Te entiendo, yo... viví mucho tiempo entre las sombras, mi hermana siempre fue mejor que yo en muchos aspectos, yo me traté de destacar en la cocina y en el trabajo doméstico, pero sin embargo nunca fue importante para mi familia, siempre quise que me destacaran, pero aún y en su lecho de muerte nunca fueron capaces de destacarme en algo, es todo muy injusto.

Emilia: +Toma su mano* El señor Roswaal me dijo que no tenemos por qué aferrarnos a las opiniones de los otros, es bueno crecer y aprender a ser una mejor persona cada día, o cada año, pero lo importante es siempre saberse destacar sin aferrarse a la opinión que las malas personas pongan sobre nosotros, hay que ser mejores, pero nunca conformarnos con lo que las malas opiniones pongan sobre nosotras.

Rem: ¿Lo dices en serio?

Emilia: Sí, si eres buena en algo, si te gusta cocinar o hacer tareas domésticas, trata de destacarte y que nadie te diga que no eres buena o suficiente, eres la mejor y trata de serlo, solo hazlo así, Rem.

Rem: *Abraza con fuerza a Emilia* Gracias, te lo agradezco mucho, me has dado un aliento nuevo.

Emilia: Estoy segura de que tú y yo seremos grandes amigas.

Rem: Te aseguro que sí, jeje.

-Días después-

Roswaal: *Conversando con Emilia* Lo único que quieres es recuperar tu hogar.

Emilia: Solo quiero que mi gente vuelva a la normalidad.

Roswaal: Desde que me lo dijiste estuve pensando una alternativa para poder apoyarte, y considerando que yo soy un marqués y tú por tu parte eres una bruja con un inigualable poder, quizá podamos llegar a un acuerdo, no confías 100% en mí y yo tengo algunas dudas sobre tus intenciones.

Emilia: Le juro que yo no quiero...

Roswaal: *Interrumpiéndola* Hija, quisiera creerte, pero no me puedo dar el lujo de creer en una bruja, tuve consecuencias por confiar en una en el pasado.

Emilia: *Baja la cabeza sintiéndose nuevamente insegura*.

Roswaal: Pero podemos llegar a un acuerdo, acuerdo del cual ambos podamos salir beneficiados, ¿tú quieres recuperar la estabilidad en tu bosque?

Emilia: Sí, eso quiero.

Roswaal: Yo puedo regresártelo a la normalidad, pero, para ello quiero que cumplas un deber a mi merced.

Emilia: ¿Qué desea?

Roswaal: Deberás postularte para las elecciones reales en Lugunica afiliándote a mí como tu patrocinador y ganando las elecciones del país.

Emilia: ¿Quiere que sea candidata?

Roswaal: Será lo mejor para mí considerando las afiliaciones que en ello se me presentan.

Emilia: No sé nada de política, no entiendo cómo funciona el mundo fuera de mi bosque ni qué es lo que busca la gente en un representante; pero lo haré señor, me esforzaré, estudiaré, trabajaré duro y me estableceré como la candidata deseada para este reino.

Roswaal: Así se habla hija, bienvenida a la familia Roswaal.

Emilia: Gracias señor.

Roswaal: Desde ahora seremos socios señorita Emilia, tu deber será ganar las elecciones y el mío apoyarte a conseguirlo, considera que es más el apoyo que te doy a ti en estos momentos, pero, no será nada comparado con lo que espero de ti una vez que seas reina, tengo mi fe puesta en ti.

Emilia: No lo defraudaré señor.

Emilia narrando: -Durante mis 109 años de vida los únicos momentos que he podido realmente llamar felicidad fueron cuando mi tía Fortuna y tío Geuse vivían conmigo, luego de eso mi vida ha sido un tormento, todos en el bosque y la aldea aledaña me trataron igual, soy una bruja, una descendiente de Satella con una apariencia que para nada puedo cambiar. Tía Fortuna siempre me decía que yo era muy linda, que mis ojos eran lindos, mi cabello era hermoso y que mi apariencia era simplemente tierna, no era así, durante todo mi tiempo de ermitaña ninguna persona me dijo tan siquiera que era linda, yo soy fea, mi solo parecido me vuelve así delante de todos, durante toda mi niñez, adolescencia y ahora que recién entro a la adultez soñé con poder encontrar a alguien que realmente me amara, y durante décadas solo asumí que eso no podía suceder; o al menos eso creí hasta que conocí a Tn, él fue el único hombre humano que me consideró linda, atractiva y hasta elogiaba mis características sin considerarme un fenómeno como los demás, él me amo, me cuido, me trató como si fuese una princesa antes de subir al trono, y hasta me propuso la mano junto con Rem, mi mejor amiga, es sin duda alguna el hombre con el que quiero estar y con quien estoy segura podré ser feliz el resto de mi vida, si es que él logra aumentar su periodo de vida que el humano promedio con sus habilidades; Tn será mi oportunidad perfecta para iniciar de nuevo, restablecer lo que yo alguna vez llamé familia y ser una persona nueva, y sé que será mucho mejor ahora que tía Fortuna está conmigo, pronto lo que alguna vez sufrí quedará en el pasado. Aunque en toda mi vida viví con el desprecio y el rechazo de muchas personas, nunca me he atrevido a culpar a los demás por lo que siento, no le tengo ningún rencor guardado hacia toda la gente que me ha lastimado y me ha hecho sentirme como me siento, toda la gente para mí es valiosa, seamos de la raza o especie que seamos, todos para mí son iguales, yo soy una medio elfa y entre humanos y elfos me he dado cuenta de que no existen barreras; la oportunidad de ser reina es una oportunidad única, no solo para tomar el poder y descongelar el bosque como lo visualicé en un principio, si no también para establecer en el país el dominio y el control que toda la gente necesita, no permitirle a más personas sufrir el trato que yo sufrí por mi mediana especie y crear una sociedad en la que todos podamos ser iguales, sé que lo lograré, yo sé que sí-.