Sin dolor
Después de instalarse cómodamente en la residencia Nanami... otra vez... Senku notó que Kohaku estaba actuando de forma muy extraña.
Cada vez que él quería sacar el tema cuando estaban solos en la noche, ella evitaba por completo la conversación y lo distraía besándolo y llevándolo a la cama, cosa muy efectiva en callarlo.
Agh, se odiaba por ser tan débil y manipulable, pero esos días estaban siendo muy estresantes y en el momento en el que sus labios tocaban los suyos era como si todas las cargas se desvanecieran de sus hombros, y no podía evitar ceder a ella y aprovechar los momentos de paz para amarla tranquilamente... sobre todo porque últimamente se estaba comenzando a preguntar cuánto iba a durar la paz.
Los ataques no habían cesado. Constantemente todos los días recibían amenazas e intentos de atentados, en distintas partes del mundo, por lo que todos sus compañeros científicos y lideres de distintas partes del mundo estaban muy estresados y que él aún fuera un inútil amnésico no estaba ayudando en lo absoluto.
Sabía que intentaban decirle lo menos posible de los problemas de seguridad que tenían, sobre todo porque realmente no podía ayudar en casi nada, pero... él se daba cuenta, y lo frustraba demasiado saber que no podía ayudar, por eso no dejaba de preguntar por los avances que habían hecho al trabajar con los planos que consiguió de Reima.
Xeno ahora se estaba encargando de la seguridad, así que la Dra. Mironi y Chrome se encargaban mayormente de los planos del arma que le borró la memoria.
La Dra. Mironi era muy misteriosa y criptica en todo, pero Chrome era transparente como el agua, así que Senku sabía que más o menos ya estaban a pocos pasos de descifrar al 100% los planos, pero él estaba demasiado impaciente.
Quería respuestas, y las quería cuanto antes.
Por eso... cuando el día finalmente llegó, al principio casi no pudo creerlo...
—¿Entonces... ya está listo? —preguntó Senku, incrédulo.
—Claro que no al cien por ciento... porque Reima no tenía todo completo —murmuró la Dra. Mironi con un bufido—, pero digamos que con lo que nos dio pudimos descifrar un 99% del total... pero aún falta un detallito clave que no está del todo claro...
—¿Y eso es...? —Kohaku, que había estado callada y tensa hasta el momento, habló en ese momento.
—La parte que controla qué recuerdos específicos borrar —masculló Chrome, con ojeras, visiblemente cansado por tanto haber trabajado—. ¿Cómo identificaban los nanobots los recuerdos deseados? Eso no lo pudimos descifrar, Reima no tenía esas notas.
Cuando confrontaron a Reima, el robot admitió con pena que no lo tenía todo.
—Senku-sama normalmente terminaba sus planos y luego me los daba para que corrobore los datos, detectara errores o aportara con alguna mejora, pero con los últimos detalles...
—¿No corroboré los datos, verdad? —preguntó Senku con la mandíbula tensa.
"¿Cómo pude ser tan imbécil? Un científico siempre debe corroborar los datos... Mucho más un científico que se dedica al rubro aeroespacial, porque con un solo error el trabajo de muchos meses y muchas personas se va al diablo... Y en esto, al jugar con mi propia mente, ¿decidí correr un riesgo tan absurdo?"
Claramente había tomado la decisión de borrarse la memoria por un impulso, sin pensarlo demasiado, sin molestarse en estar seguro de que el artefacto estaba 100% lista...
Y la pregunta aquí era ¿por qué?
"¿Por qué hice algo tan estúpido?..."
¿Qué fue lo que pasó, qué fue lo que hizo, lo que escuchó o lo que vio?...
Al intentar recordar eso, de repente su frente comenzó a dolerle y se llevó una mano a frotar sus sienes, ganándose miradas preocupadas, especialmente de Kohaku.
—No creo que sea buena idea continuar con esto, Senku se siente mal —dijo Kohaku, acercándose a tomarlo por los hombros con rostro angustiado.
—Pero no vinimos solo a decirle eso, no habría valido mi tiempo —bufó la Dra. Mironi—. Vinimos a decirle que ya tenemos una forma de eliminar los nanobots...
—¿Eh? ¿T-tan rápido? —Kohaku palideció, mientras que Senku miró esperanzado a su compañera científica.
—Pero hay un problema con eso —intervino Chrome—. Como faltaba información clave del control de los nanobots, no estamos del todo seguros qué pasará al retirarlos... Sería mejor si pudiéramos hacerlos revertir lo que hicieron, pero no tenemos esos datos, aunque... creemos que siguen ahí para impedirle a Senku recordar, y si los retiramos...
—Podré empezar a recordar por mi cuenta. —Senku sonrió emocionado, pero entonces vio el rostro angustiado de Kohaku y su sonrisa se desvaneció mientras otro leve dolor de cabeza lo invadía al preguntarse por qué tenía esa cara.
—Es lo que intuimos, pero no es seguro que vaya a pasar —murmuró la Dra. Mironi, mirando de Senku a Kohaku con curiosidad—. Necesitaremos la autorización de ambos para intentar ese experimento.
Senku de inmediato miró fijamente a Kohaku, y ella apartó la vista con nerviosismo.
—Yo acepto —dijo él sin dudar—. Quiero recuperar mis recuerdos, estoy harto de ser un inútil, y de que todos intenten aprovechar que soy un inútil para atacar a mis amigos y a mi familia... y especialmente a mi hija. Y sé que si tuviera mis recuerdos... —Miró de reojo a Kohaku— podría proteger mejor a mi hija.
Kohaku bajó la mirada por un momento, antes de tomar aire y asentir.
—Si no le va a pasar nada malo, entonces... tienen mi consentimiento, también.
—No tendrá efectos secundarios, gracias a la información que reunimos los mismos nanobots podrán retirarse de su cerebro ellos solos con nuestro comando, ahora solo falta terminar de construir nuestro prototipo del arma borra-recuerdos y podremos empezar.
Senku sonrió ante las palabras de Chrome, y más cuando Kohaku simplemente asintió.
Cada vez podía leer mejor a Kohaku, ya no la sentía una extraña como cuando acababa de despertar del coma, se podría decir que acababa de manipularla, pero... era por un bien mayor.
Necesitaba sus recuerdos.
Y ahora por fin estaba a un paso de recuperarlos.
.
Fue cuestión de otras dos semanas para que el prototipo del "arma borra-memoria" estuviera listo, y le cuestionaron a Senku mil veces su decisión de dejar que retiraran a los nanobots sin más, pero él se mantuvo firme.
—Esto es solo retirarlos, y no sabemos si alguna vez podremos volver a introducirlos, al menos no con las posiciones tan especificas en las que están ahora —advirtió la Dra. Mironi—, el único riesgo sería que si necesitamos que los nanobots hagan algo para que recuperes tu memoria, entonces nos estaríamos disparando en el pie al sacarlos.
—Pero también tenemos la teoría de que los nanobots se quedaron ahí precisamente para evitar que recuerdes —acotó Chrome— y como de todos modos no podemos hacer nada con nuestro nivel actual hasta que recuperes la memoria, creo que es la mejor opción.
—También lo creo. —Senku no iba a dar marcha atrás en esto—. Ya está listo, ¿no? Hagamos la prueba ahora.
Entraron al laboratorio principal de Chrome, en una sala de pruebas con un sillón en medio. La sala era circular y en todas las paredes había ventanales que rodeaban el centro.
Senku miró de reojo a Kohaku y Tsukiku observándolo desde detrás de los ventanales, las dos serias y preocupadas, de hecho, se parecían bastante cuando estaban con ese gesto, con las cejas curvadas y el labio inferior contraído. Él les envió una sonrisa tranquilizadora, pero ellas mantuvieron el gesto de preocupación.
Finalmente, Ruchiru terminó de ayudar al Dr. DJ Ions a ensamblar el arma y la Dra. Mironi, desde una super computadora conectada al arma (lo cual se salía del diseño original que tenía su propia super computadora integrada, pero no pudieron recrear el arma a la perfección) les dio la señal de "ok".
—Bien... —Chrome tomó el arma que ahora tenía forma similar a una secadora de pelo, y la acercó a las sienes de Senku—. ¿Listo para que te dispare, amigo? —Sonrió preocupado.
Senku rio entre dientes.
—He estado esperando esto por meses desde que desperté, más te vale ir directo al grano, Chrome. —Sonrió emocionado—. Quiero recordar.
Chrome asintió con una sonrisa, pero a la vez con una mirada muy seria en sus ojos, y finalmente presionó el arma contra las sienes de Senku y accionó el gatillo.
Hubo un destello eléctrico que tuvo a Kohaku y Tsukiku cubriendo sus ojos rápidamente.
Al descubrir sus ojos a los pocos segundos, madre e hija pegaron las palmas contra el cristal, viendo fijamente a Senku, que tenía los ojos cerrados.
Él abrió los ojos lentamente, mirando primero a Chrome, para luego desviar su mirada a Tsukiku y finalmente encontrar sus ojos con los de Kohaku.
Cuando Senku la miró muy seriamente, ella dio un paso hacia atrás, casi como si temiera por algo... a lo que Senku la miró confundido.
—Yo no... no recuerdo nada —aclaró rápidamente.
—Hm, interesante. —La Dra. Mironi le hizo una seña a Ruchiru, que rápidamente corrió hacia Senku con un escáner y dio una vuelta a su alrededor mientras la máquina con forma de engrapadora lo cubría con su luz roja—. Ya me están llegando las imágenes de su cerebro —murmuró la científica mientras le llegaban las imágenes gracias al escáner de Ruchiru—. Está limpio, ya no hay más nanobots ahí.
—¿Entonces efectivamente no sirvió para nada? —preguntó Chrome con evidente decepción.
—Bueno, aún no lo podemos saber con certeza —afirmó la Dra. Mironi, todavía mirando las imágenes—. Si nuestra teoría de que estaban ahí para impedirle recordar es correcta, entonces puede ser que él eventualmente vaya recordando todo solo y... oh... —Se interrumpió de repente—. Algo sigue ahí...
—¡¿Qué?!
—Todavía tienes un pequeño cumulo de nanobots protegiendo un área específica... —La Dra. Mironi chasqueó la lengua—. Ya no son los miles de millones de antes, por lo menos, tal vez podamos retirarlos con algún método menos convencional, pero me extraña que no obedecieran la orden igual que el resto de los nanobots...
—¿Quizás protegen... un recuerdo en específico?... —preguntó el Dr. DJ.
—Dos, por lo visto. —La científica hizo una mueca—. Ya noté otro cumulo...
—¿Pero qué? —se preguntó Chrome más para sí mismo.
Senku volteó a ver a su esposa e hija, notando que ambas evitaban mirarlo ahora, pero podía notar con solo verle las caras que las dos tenían su propia teoría de cuáles recuerdos podría querer suprimir de forma tan especifica...
Después de hora y media de todos los científicos disponibles revisando las imágenes del cerebro de Senku, concluyeron que efectivamente solo dos cúmulos de nanobots persistían, y no hacían ningún caso al prototipo de arma que construyeron hasta el momento.
—Tal vez si lo mejoramos podamos hacer que obedezcan —sugirió Chrome, ya cansado.
—No podremos, no sin hacer un arma idéntica a la que hizo Senku al borrarse la memoria —bufó la Dra. Mironi—, pero hay una alternativa un poco menos... ortodoxa.
—¿Cuál sería esa? —preguntó Tsukiku que ahora estaba ayudando en mirar las imágenes cerebrales de los escáneres, con su madre al lado.
—Nagashima Maiko-sensei —dijo la Dra. Mironi, haciendo que Senku y Kohaku se tensaran—. Como me pediste, Kohaku, la he tenido trabajando para mí en este caso en el laboratorio de la ciudad vecina, y ella me presentó algunas alternativas que yo descarté por ser muy lentas, pero como estos son menos nanobots, pues... hay una que podría funcionar, es lento, pero no tan lento como reconstruir el arma original.
Senku bufó.
Había estado aliviado cuando la Dra. Mironi abandonó su puesto en la base lunar para venir a ayudarlo en la Tierra, porque así Maiko no era necesaria, ¿y ahora se suponía que iba a volver a ver a esa mujer que se notaba que solo quería causar problemas?
—¿Y qué hay de la Dra. Coutta? —preguntó, pensando en la ex de Gen que seguía monitoreando su caso y actualmente vivía con ellos en la mansión Nanami mientras esperaban que terminaran de reconstruir la mansión Ishigami.
—Las haré trabajar juntas, así será aunque sea un poco menos lento. —Bufó la Dra. Mironi, bajando del podio donde había estado manejando la super computadora principal—. El Dr. Ions también las ayudará. —Señaló a DJ, que alzó el pulgar en señal de acuerdo.
Senku miró a Kohaku, que encogió los hombros con cansancio.
—Si no hay otra opción...
—Bien. —Senku asintió y la Dra. Mironi asintió, sacando su celular para llamar a sus secretarias y que se encargaran de todo.
Senku notó a Kohaku muy estresada y, viendo que ya habían terminado por hoy, decidió tomar su mano y llevarla fuera del laboratorio, haciéndole una seña a Tsukiku de que los esperara ahí.
La llevó por un pasillo hasta el patio trasero donde por suerte no había nadie y miró con confusión su gesto preocupado y hasta un poco perturbado. Era como si acabara de pasar un gran susto pero aun no saliera de él... ¿era por Maiko o qué?
—Si no quieres, le diré a la Dra. Mironi que no la contraté —dijo para tranquilizarla.
—N-no es eso, Maiko no me preocupa, sé que tú no le creerás ninguna locura que intenté. —Sonrió nerviosamente—. E-es que... De hecho me preocupa que esté muy cerca de nosotros porque no es como que sea una persona demasiado confiable y... —Se abrazó a sí misma—. Hay... cosas que... D-debería decirte que... —Lo miró con pánico, quedándose callada por un largo tiempo, pero Senku siguió mirándola expectante de que hablara.
Justo cuando ella parecía haberse decidido a hablar, Tsukiku llegó a buscarlos, diciéndoles que su tía Ruri preguntaba si se quedarían a cenar.
Kohaku rápidamente aprovechó la oportunidad para dejar la conversación y Senku decidió no presionarla.
Confiaba en ella, así que esperaba que eventualmente le dijera.
Por la noche, volvieron a la mansión Nanami y fueron directamente a dormir, y Kohaku se durmió apenas tocar la almohada.
Senku sonrió suavemente al verla mientras se recostaba a su lado.
Últimamente parecía más cansada de lo habitual, debía estar muy estresada... y con razón, ya que no era como que los locos que querían matarlos se estuvieran tranquilizando, de hecho, se volvían cada vez más agresivos, aunque Kinoeda no había vuelto a hacer otro movimiento.
"Desearía poder recordar de una vez y que esos idiotas vuelvan a temerme o lo que sea..."
Se recostó junto a Kohaku y pasó un brazo por su cintura.
Je, si aún podía pasar noches durmiendo abrazado a su esposa, entonces no podía quejarse demasiado de la vida.
Ojalá todo pudiera mejorar pronto...
.
—Y básicamente esos son todos los usos actuales para las computadoras cuánticas, pero se teorizan que las podremos utilizar para muchas cosas más, quizás tenga usos casi ilimitados, usos que ni siquiera podemos imaginar. —Senku sonrió emocionado.
—Wow... —Tsukiku, con cinco añitos, miró con sus grandes ojos muy abiertos y brillantes desde su lugar sentada en su regazo—. ¿Crees que...?... Umm... —De repente se sonrojó un poco y se frotó los brazos nerviosamente.
—¿Qué pasa? —Sonrió alentadoramente—. Ya te he dicho que no debes tener miedo de preguntarme lo que quieras, me encanta saber qué es lo que te causa curiosidad, de hecho fue con tu pregunta sobre si el sol puede girar más rápido que formule una teoría clave para el nuevo reactor de energía de fusión nuclear. —Rio encantado.
—Bueno, es que... me preguntaba si alguna vez podríamos saber el origen del universo... ¿Esas computadoras podrían mostrarlo? —Lo miró tímidamente—. Dijiste que podían ser muy poderosas, ¿n-no?
Senku sonrió suavemente, completamente maravillado de que ella hubiera llegado a esa conclusión siendo tan pequeña.
—Para la ciencia, no hay nada realmente imposible. —Se puso en pie, llevándola en sus brazos hasta una ventana donde se apreciaba claramente el cielo nocturno—. Ahora mismo, incluso con los grandes avances tecnológicos que hemos estado haciendo, el sueño de saber el origen del universo aún es lejano, pero sí, es posible que las computadoras cuánticas sean el primer escalón en las largas escaleras que seguramente deberemos construir para que podamos llegar a ese punto... y quizás yo no llegue a estar vivo para cuando eso pase...
—¿Qué? —Lo miró boquiabierta y hasta un poco preocupada y Senku rio.
—Tu madre y yo te hablamos de la vida y la muerte, es algo inevitable, incluso con Whyman, pero también es algo maravilloso, porque nos vamos para dejar el espacio y los recursos a las futuras generaciones, porque la humanidad tiene la increíble capacidad de mejorarse a sí misma y no solo en cosas como la evolución, sino pasando los conocimientos de mente a mente. —La alzó un poco más para pegar su frente a la suya, viendo sus ojitos azules muy abiertos y maravillados—. No tienes que ser como yo, pero sé que serás mejor que yo en lo que sea que te propongas. —Acarició su mejilla cariñosamente—. Tú eres mi mayor orgullo.
—¡Yo seré mejor, papi! ¡La mejor de todos en todo el mundo! ¡Haré que estés super, ultra mega orgulloso y me amarás aún más! —gritó con ojitos decididos.
Él rio suavemente.
—Ya lo estoy, mini-leona, y ya te amo más que a nada. —El labio inferior de su hijita tembló levemente, antes de que se lanzara a abrazarlo con fuerza, haciéndolo reír felizmente.
Nunca antes se había sentido tan pleno en la vida...
.
Senku despertó sobresaltado, llevándose una mano con rapidez a su frente.
—¿Eso fue... un recuerdo?
Normalmente, los recuerdos solían venir acompañados de dolores de cabeza, pero esta vez se sentía bien... ¿sería por los nanobots retirados?
¿O acaso eso fue más bien un simple sueño por lo mucho que anhelaba el recordar más cosas de su hija?...
Kohaku se removió a su lado en la cama, pero no se despertó, cosa rara en ella que era de sueño ligero... Últimamente parecía tener el sueño pesado.
Decidió levantarse y alistarse para el día. Una vez listo trato de despertarla, pero ella gruñó molesta y decidió mejor dejarla en paz, no vaya a ser que diera un golpe al aire y lo matara.
Cuando bajó a desayunar, encontró a su hija comiendo en un rincón de la gran mesa del comedor, mientras que Sai estaba comiendo distraídamente sin dejar de teclear en su computadora, ayudado por su hija Saira que sostenía la tostada cerca de su boca mientras ella no dejaba de revisar el celular con la misma cara de obsesiva de la tecnología que él.
—¡Oh, hola, Senku! —Luna llegó en ese momento, metiéndose una tostada a la boca y dándole un beso en la frente a su hija y a su esposo aún con la boca llena mientras se colocaba su bata de médico a las apuradas—. ¡Voy tarde al hospital, los atentados traen mucho trabajo y las máquinas petrificadoras necesitan baterías nuevas así que estoy con las manos llenas, adiós, los amo! —Corrió hacia la salida.
—¡Espera, mamá, tu maletín! —Su hijo menor, Rey, fue corriendo tras ella.
—¡Que tengas buen día! —exclamaron Sai y Saira sin levantar la mirada del computador y el celular, respectivamente.
Senku rio entre dientes al ver el parecido padre e hija, pero entonces volteó a ver a su propia hija, que estaba muy callada leyendo algo en su celular.
Recordó su sueño, lo unidos que eran cuando le leía y le enseñaba cosas de ciencia y del universo, preguntándose si acaso no podían volver a ser así de unidos.
Vio su plato lleno y como ella jugueteaba con una pierna de pollo con una sola mordida en su mano, cosa rara en ella, ya que sabía que ella tenía el apetito de leona de su madre.
Se sentó junto a su hija y ella lo miró de reojo, antes de volver a ver su celular.
—¿Estás bien? ¿No tienes apetito? —preguntó con curiosidad y un toque de preocupación.
—Estoy bien... —susurró desganada.
—Seguro está triste porque su novio se fue —comentó Saira de repente, su tono divertido.
—¡Cállate, Saira, Yok no es mi novio! —Tsukiku hizo bola una servilleta rápidamente y se la lanzó a la cara a Saira, que solo rio con picardía.
Senku rodó los ojos y prefirió mejor no decir nada respecto a eso. Su niña estaba demasiado joven para esas tonterías, de todos modos.
—Así que el mocoso mafioso se fue ya ¿eh? —preguntó con curiosidad.
—Sí... mamá metió a su hermana Shiky en un programa de protección a testigos, así que tienen una casa para él, Shiky y su sobrinita Kimi, deberían estar bien y con guardias protegiéndolos, supongo. —Suspiró, visiblemente desanimada y visiblemente sin ganas de decir nada más al respecto.
Conociéndola, debía estarse sintiendo culpable por haber involucrado a su amigo en su caótica vida, a Senku le gustaría poder decirle algo para consolarla, pero sabía que ella no apreciaría una conversación de corazones abiertos delante de más personas, y presentía que no accedería si le pedía hablar a solas.
Agh, tendría que intentar hablarle luego.
En ese momento, Kohaku llegó bostezando y frotando sus ojos, antes de mirar anhelante al montón de comida en la mesa.
Se sentó junto al otro lado de Tsukiku y comenzó a comer a dos manos.
—Buenos días ¿no? —murmuró Senku con una ceja en alto.
—Buenos días —dijo Kohaku de forma poco entendible, con la boca llena, antes de concentrarse solo en la comida.
Hmm, ¿por qué tenía la impresión de que tanto su esposa como su hija lo estaban medio ignorando ahora?
—Senku. —En ese momento, la Dra. Elise Coutta, la neurocientífica encargada de su caso (la ex de Gen que tenía un hijo sospechosamente similar a él) llegó y lo miró con seriedad—. He recibido ordenes de trabajar con Nagashima Maiko, ella me comentó que llegará mañana con su equipo ya listo para examinarte —informó, ganándose que todos, especialmente Kohaku, centraran su atención en ella—. He decidido estudiar su trabajo minuciosamente, así que hoy no tendremos las sesiones de escáneres, y mañana las retomaremos con la Dra. Nagashima.
—Muy bien. —Suspiró con fastidio de solo pensar en volver a tener que aguantar a esa mujer tan irritante que trataba mal a su familia.
Pero ni modo, la Dra. Mironi lo pidió, y Senku sabía que su opinión era muy valiosa.
Con él incapacitado, los lideres científicos se habían vuelto Mironi, Xeno y Chrome, liderando Mironi en su caso de pérdida de memoria, Xeno en seguridad y Chrome asistiendo en el arma borra-mentes y además encargándose prácticamente de todo en robotica junto con el Dr. DJ Ions.
Lo frustraba pensar en eso, quería recuperar su memoria rápidamente para poder hacer su parte también, pero parecía que retirar los nanobots no sirvió de mucho...
¿O podría ser que... recordara más cuando dormía?... Después de todo, estaba bastante seguro de que lo que soñó fue un recuerdo.
Decidido, y ya que no tenía mucho más que hacer, después de desayunar intentó dormir una siesta, pero solo dio vueltas en la cama hasta que llegaron a decirle que era hora del almuerzo.
Comió algo ligero y rápidamente volvió a intentar dormir, sin mucho éxito... hasta que, con toda la sobrecarga de pensamientos estresantes sobre ser un inútil amnésico, finalmente comenzó a sentir los parpados pesados.
Permaneció en la misma posición, intentando relajarse, y finalmente pudo sentir su mente comenzar a caer en la inconsciencia.
Y soñó.
.
—¿Y bien? ¿Qué te parece el resultado final, Dr Ishigami? —preguntó una voz amable mientras Senku examinaba un escáner en sus manos.
—Es la siguiente revolución científica, Dr. Aspen —exclamó él con ojos brillantes, volviendo a examinar los resultados de su escaneo en la pantalla de la computadora—. Tienes diez billones de puntos, esto nos hará dar pasos agigantados en medicina y además puede tener otros diez billones de usos.
—Son el trabajo de mi vida, pero nunca tuve los fondos para poder lograrlo. —Suspiró con tristeza, para luego mirarlo con una sonrisa agradecida—. Tú me diste esos fondos, confiaste en mí, eso es algo que siempre agradeceré, por eso compartiré la gloria de esta creación contigo, llamándote el cocreador.
—Solo hice algunas correcciones a tus cálculos, pero la idea es totalmente tuya, creo que no merezco tal honor. —Rio entre dientes—. Aun así, sé que no dirías eso si no estuvieras sinceramente agradecido, y que no aceptarás un no por respuesta, así que aceptó tu oferta.
—Gracias. —Asintió, tomando el escáner de sus manos y mirándolo con admiración—. Es el inicio de una nueva era, y no es malo compartir algo de la gloria...
—Lo sé, por eso yo aclaré que el nuevo sistema de petrificación disparada como un rayo en vez de expandirse en una esfera fue mayormente gracias a ti, que algunos medios de comunicación lo malversaran fue... desafortunado —murmuró incómodamente, pero sabía que eso era algo por lo que Aspen seguía dolido en el fondo y que por eso hablaba así del tema de compartir la gloria.
—Yo lo entiendo, Senku. —Su sonrisa se deshizo por un momento, antes de regresar con un suspiro—. Agradezco que le hayas pedido a tu amiga Minami aclararlo en su medio, ella es la más vista, así que me conformó con eso, y ahora ella podrá dar la noticia de que yo creé los escáneres, y que tú me apoyaste como el cocreador.
Senku asintió sin problema, porque lo último que le interesaba era la gloria, algo que sabía que Aspen buscaba, pero era brillante y la merecía, así que no le vio nada de malo.
—Me gustaría también que alguna vez la señorita Minami pudiera aclarar que yo en realidad poseo una inteligencia superior a la tuya —dijo Aspen de repente, haciendo que Senku lo mirara de reojo, en silencio—. Más allá de ciertas áreas en las que me superas, yo te ganaría en una competencia de los conocimientos más elevados y difíciles para el promedio de los científicos, como ya ha quedado demostrado.
Senku rio entre dientes.
Aspen era uno de esos científicos a los que le gustaba compararse, lo que en cierta medida contrastaba con su personalidad normalmente tan amable y calmada, pero incluso con ese rasgo un poco desagradable... a Senku le caía bien, porque Aspen no ocultaba lo que en verdad pensaba, se mostraba genuino, y podía leerlo con facilidad.
Y sí, a veces leía un poco de envidia en él, pero no es que fuera el único, era una consecuencia esperable de ser el líder del reino científico.
—Sí, tal vez debería decirlo en alguna ocasión. —Encogió los hombros—. Puedo arreglarte una entrevista con ella, o puedes pedirle a Tsukasa, están saliendo y ella hace todo por complacerlo.
—Me gustaría una entrevista, sería interesante saber qué opinan las masas sobre mí, siempre he tenido la duda de si yo hubiera podido ser un buen líder para este nuevo mundo... pero, por desgracia, no tengo tu carisma, Dr. Senku.
Senku alzó una ceja.
Ese tipo de comentarios no los había hecho antes... y sonaba como si él...
No, debía estarlo imaginando.
—Tienes carisma. —Encogió los hombros—. Tienes a varias científicas aquí muriendo por ti, ya sabes...
—No es el tipo de carisma que se necesita para liderar, por desgracia. Y ciertamente no es el tipo de carisma que tienes tú... aunque atraes a las mujeres, como a la bella Kohaku, que no deja de lanzarte indirectas muy directas que quizás deberías tomar. —Senku bufó.
—No tengo tiempo para eso.
—¿Entonces puedo invitarla a salir?
Senku volteó a verlo con enfado, relajándose al ver la sonrisa burlona en su rostro.
—No bromees con eso...
—Lo siento, pero sabes que respeto los límites, de mí no debes preocuparte, de otros tal vez sí. —Rio grácilmente al escucharlo bufar—. En fin, un carisma que atraiga mujeres no es lo único que necesita un líder... pero los lideres normales tampoco son como tú, tú mueves corazones, inspiras, das ilusiones sobre un futuro mejor... yo no podría hacer algo así.
Senku lo miró en silencio, frunciendo ligeramente el ceño.
¿Por qué tenía la impresión de que sus palabras sonaban como si...?...
No, no debía ser tan paranoico... Aspen respetaba los límites, él no sería capaz...
—En fin. —Se levantó, tomando el escáner—. Hay que mostrarlo a los demás, ¿vamos?
—Con gusto, querido amigo. —Sonrió sinceramente, pero esa vez Senku notó algo más detrás de su sonrisa... y fue entonces que comenzó a preocuparse.
Aspen era fácil de leer, al menos en la superficie... pero tenía un interior mucho más retorcido de lo que nunca habría podido siquiera imaginar... y él se dio cuenta demasiado tarde.
.
Senku despertó sobresaltado, sudando profundamente.
"Un recuerdo... y uno sobre Aspen en esa época antes de que fuera una amenaza mundial... cuando éramos amigos"...
Se llevó una mano a la frente, de nuevo sorprendido de no sentir dolor alguno.
Ya no había duda, la estrategia de la Dra. Mironi y Chrome había sido todo un éxito.
Aparentemente sus recuerdos si podrían regresar... aunque fuera poco a poco, ya sin dolor, porque ya no había ninguna barrera que se lo imposibilitara, aunque todavía tenía nanobots en el cerebro que parecían proteger un par de recuerdos claves, pero la mayoría ya estaban a su alcance, aunque fuera solo a través de sueños.
Incluso si debía ser poco a poco, noche a noche, siesta a siesta, iba a recordarlo todo, ya nada se lo iba a impedir.
Por fin podría recordar quién era él en verdad.
Continuará...
Holaaaaaaaaaa :D
Lamento la gran tardanza, pero ya se vienen capítulos seguidos gracias a mi querida Paula Maxine! Muchas gracias por comisionar el fic! QwQ/
Espero este cap les haya gustado y q no se hayan olvidado de este fic n,w,n
Muchas gracias por su apoyo, los amo~
Se vienen cositas~ ~owo~
Bien, yo aquí me despido! Nos leemos prontito uwu
CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!
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