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Piezas del rompecabezas

Senku se levantó de la cama lentamente, ceñudo, confundido, pero también comenzando a entender ciertas cosas.

Tenía sentido... Esto explicaba muchas cosas, en realidad, y no es que no lo hubiera sospechado antes, la maestra de idiomas de Tsukiku lo había insinuado una vez, incluso.

—Así que era cierto... Kohaku y yo íbamos a divorciarnos. —Se llevó una mano a la barbilla—. Pero ¿por qué?

La conocía mejor que nadie, ella lo conocía mejor que nadie, pasaron por tantas cosas juntos, tenían una familia juntos y confiaban plenamente el uno en el otro... ¿Qué demonios podría haber pasado para romper un vinculo tan fuerte?

Además, parecía ser que ella no estaba de acuerdo en lo absoluto, más bien estaba firmemente en contra e intentó convencerlo de lo contrario, pero él parecía muy firme en esa decisión.

—No tiene sentido...

Estaba seguro de que no dejó de amarla, ¿cómo podría? Nunca amó a otra mujer en toda su vida y sabía que eso no podría cambiar de la noche a la mañana, es más, pensó que nunca iba a enamorarse ni a formar familia, siquiera, pero llegó a amarla profundamente, y a pesar de perder la memoria ese sentimiento nunca se desvaneció, y sabía que borrar la memoria no era lo mismo que borrar los sentimientos.

Entonces, ¿por qué?

"¿Y crees que yo aún te amo después de todo lo que pasó?" eso le había dicho a ella en ese recuerdo, pero... ¿A qué se refería? ¿Qué pasó?

—Debería hablar con ella —se dijo, pero luego frunció el ceño.

Entre todas las personas, Kohaku parecía ser la menos entusiasmada en que él recuperara la memoria, y ahora entendía por qué, pero... no quería creer que ella en verdad tuviera alguna especie de intención maliciosa, porque tampoco es que se hubiera negado a que le retiraran los nanobots, incluso aunque podría haberlo hecho perfectamente al ser la responsable legal de su persona.

Sin embargo, eso no quitaba que ella no se veía nada entusiasmada de que recordara, y tenía un historial de negarse a decirle las cosas.

Si la confrontaba por esto ¿le diría la verdad? Lo dudaba, en realidad. Lo dudaba muchísimo.

Pero necesitaba respuestas.

Sin pensarlo mucho, decidió ir a ver a su hija solo para preguntarle si podía contactar con Reima, pero Tsukiku todavía no había llegado de la casa Oki, así que decidió arriesgar y preguntarle a Sai.

—Reima se quedó en la mansión Ishigami, te llevaría, pero estoy muy ocupado, y no puedes ir sin un escolta —le informó, sin dejar de teclear en su computadora.

—Bien... —Bufó, para luego mirar a Saira y Rey, que estaban intentando espiar lo que su padre hacía en la computadora.

—Y debe ser un adulto —aclaró Sai, mirando de reojo a sus hijos, que sonrieron nerviosamente y retrocedieron un paso.

Senku bufó, volviendo a su habitación y sacando su celular.

Chrome estaría ocupado, y no era capaz de guardar un secreto de todos modos, así que...

Marcó el número de Gen y, para su alivio, le contestó rápidamente.

—Hola, hola~, Senku-chan~. ¿Está todo bien allí en la mansión Nanami?~ —canturreó.

—Necesito tu ayuda para ir a la mansión Ishigami a hablar con Reima —dijo sin tapujo.

—Siempre tan directo ¿eh?~ Estoy en una reunión con unos políticos españoles, pero les inventaré alguna excusa e iré en quince minutos~.

—Bien, espero. —Colgó sin más.

Se preparó para salir y bajó hasta la entrada, pero entonces se topó con Elise y Maiko al final de las escaleras y se congeló, con ambas mirándolo con confusión.

—Faltan veinte minutos para nuestra sesión, Dr. Senku, ¿vas a algún lado?

—Ah... cierto, rayos. —Rascó su oído con fastidio—. Temo que debo cancelarla, iré a mi casa con el mentalista.

—¿Con Gen? ¿Vendrá? —Elise se sonrojó de inmediato, mirando anhelante a la puerta.

—Sí, eh... ya debe estar por llegar...

—Entiendo. —Elise no dijo nada más y se fue directo hasta la puerta.

Senku rodó los ojos, pero entonces notó la mirada de Maiko fija en él y bufó.

—¿Y tú qué quieres? Tus servicios no son requeridos hoy.

Ella rio suavemente, llevándose las manos a las caderas y comenzando a caminar lentamente en círculos alrededor de él.

—Te noto un poco... tenso. ¿Acaso recordaste más sobre tu pasado? —Sonrió como si supiera algo que él no—. ¿Algo sobre tu linda esposa, acaso?

Senku entrecerró los ojos.

¿Podría ser que ella... supiera algo sobre el divorcio?

Recordaba que le habían dicho que antes de borrarse la memoria había intercambiado muchas llamadas con Maiko, probablemente por su conocimiento del cerebro humano, pero aun así... ¿qué tal si las llamadas fueron por algo más, no solo eso?

Si ella tenía información... ¿se la daría? ¿Sería prudente preguntar o ella solo iba a causarle problemas si le decía más de lo necesario?

Gruñó por lo bajo, apartando la mirada.

Maiko, que lo observaba atentamente, agrandó su sonrisa, como si estuviera complacida por algo.

—¿No quieres preguntar algo? Por más que Kohaku te haya llenado la cabeza en mi contra, yo nunca deje de ofrecerte mi ayuda. —Se acercó hasta estar a pocos centímetros de él, inclinándose hasta que sus rostros estuvieron casi nariz con nariz, ya que ella tenía la misma altura que él—. Puedo ayudarte, Senku... y no sería la primera vez... y no solo en ciencia...

—No sé de qué demonios estás hablando. —Retrocedió un paso, sus ojos entornados.

—Te pones tan a la defensiva ahora... muy diferente a cómo eras antes conmigo. —Alzó una mano y posó el dedo índice sobre su pecho—. Claramente me interesa que recuerdes todo, para que te des cuenta que la verdadera mala en el cuento es tu esposa, mientras que yo soy tu verdadera aliada, la verdadera persona en la que puedes confiar.

—Sí, claro. —Bufó—. Tú no tienes idea de todo lo que Kohaku y yo hemos vivido.

—No, querido... no tienes idea de todo lo que han vivido. —Sonrió victoriosa cuando Senku palideció.

Y es que... tenía algo de razón en eso...

—Yo, por otro lado... sé un poco al respecto... —Maiko cerró más la distancia entre ellos—. ¿Por qué no vienes conmigo, en vez de ir con Asagiri Gen? —Terminó de posar por completo la palma de su mano en su pecho—. Yo puedo decirte todo lo que necesitas saber... —Acercó su rostro mucho más al suyo, y Senku estuvo a punto de apartarse, pero...

—Eso te encantaría, ¿verdad?~ —Gen de repente colocó una carta de la reina de corazones en la boca de Maiko, una justamente con el dibujo de Kohaku, y la dejó pegada ahí mientras le apartaba la cabeza sin mucha suavidad.

Maiko escupió la carta con rabia, mirando con odio a Gen.

—Asagiri...

—Nagashima-chan~. —Gen guiñó un ojo—. Tus servicios no son requeridos hoy, ¡adiosito!~

—Obedécelo —dijo Elise, a lo que Maiko bufó y no tuvo más remedio que obedecer a su superiora.

Una vez ella se fue, Gen recogió la carta del suelo, la limpió con un pañuelo y se la arrojó a la cara a Senku.

—¿Puedo preguntar qué fue eso? —Gen sonrió tensamente—. ¿Quieres que Kohaku-chan te mate? Aunque bueno, primero te mataría esa mini fiera que tienes como hija, la verdad~.

—No iba a dejarla besarme. —Bufó, tomando la carta y mirando con seriedad el dibujo de Kohaku allí—. Estaba por apartarla cuando te metiste.

—Bien, te creo. —Gen volteó hacia Elise—. Elise-chan, ¿no me prometiste que ibas a vigilar a Maiko-sensei?~

—Me disculpo... —Elise bajó la cabeza, haciendo un leve puchero.

—Será mejor que nos vayamos ya, Senku-chan. —Gen se dirigió a la puerta y Senku lo siguió sin dudar, encontrando a medio camino con Tsukiku que estaba regresando, pero ella los ignoró y se fue directo a hablar con Elise, cosa que hizo a Senku alzar una ceja, pero no tenía tiempo para entrometerse en los asuntos de su hija ahora.

Fueron al auto de Gen y él empezó a conducir a la mansión Ishigami.

—¿Y bien? ¿Vas a explicarme bien qué fue eso? Y explícame el motivo de este viaje, también —pidió el mentalista.

Senku bufó, antes de explicarle todo con lujo de detalles, queriendo su opinión como mentalista que lo conocía muy bien en el tema.

—Bien~ vamos por partes... —Gen se puso serio de repente—. Primero, el divorcio... yo no lo sabía. No creo que casi nadie de nuestro grupo de amigos lo supiera... quizás Ruri, pero si lo sabía no se lo dijo a Chrome, él es demasiado transparente, todos nos hubiéramos dado cuenta. Sin embargo, debo admitir que no me sorprende demasiado.

—¿Por qué? —Senku lo miró mortalmente serio. Gen apretó los labios, dudando—. Yo cambié... ¿no es así? Dejé de ser el mismo Senku de siempre... antes de perder la memoria. —Tomó aire—. Necesito saberlo, Gen, necesito saber qué clase de persona era.

—El problema aquí... es que en esa época realmente todos cambiamos. —Gen tomó aire—. Kinoeda es un científico brillante, pero uno de sus mayores puntos fuertes es su habilidad para jugar con la mente de los demás, y usó la carta del infiltrado para volvernos locos... y yo nunca pude leerlo. —Apretó la mandíbula con fuerza—. Es como un científico, un mentalista y un estratega todo en uno, sin mencionar que tiene cierta destreza física, es un modelo de ser humano realmente aterrador ¿no crees?~ Siempre me sentí culpable de nunca verlo venir... pero tú sí lo notaste... incluso antes que yo...

Senku parpadeó, confundido.

—¿Ahora me dirás que yo soy mejor mentalista? —Bufó, divertido.

—No. —Rio—. Simplemente llegaste a conocerlo demasiado bien... una vez me dijiste que Kinoeda te odia tanto como te respeta, que nunca te ha mentido, y que a cambio le das el mismo trato... en mi opinión, eso es demasiado peligroso~, pero por algo tú hacías tan buen trabajo en mantenerlo bajo control. Ahora que tú no recuerdas nada... todo es un caos.

Senku apretó los labios.

—No me han querido hablar mucho de los atentados... ¿tan malos son?

Gen suspiró.

—No tiene sentido que sepas mucho, realmente, pero si de algo sirve, son terroristas menores, Kinoeda no ha hecho casi nada... solo unos robos en la base lunar.

—Supongo que está aprovechando que la Dra. Mironi está aquí siendo mi niñera. —Senku bufó, apartando la mirada, pero luego sus ojos se ensombrecieron—. Escucha... esto es justamente la razón por la que quiero y necesito recordar. Tarde o temprano recordaré, y ahora quiero saber qué clase de persona era... ¿debería tener miedo de recordar quién fui? ¿Debería tener miedo de tal vez haberme metido con Maiko?

—No harías eso. —Gen rio—. Tengo descifrada a Maiko desde hace mucho~... es una narcisista con rasgos de psicopatía, pero ella valora demasiado su pellejo como para arriesgarse a cometer un crimen. Desea el poder, pero no se arriesgará mucho por él, más bien se esfuerza para ser necesitada por sus conocimientos, le causa placer que la gente que la odia la necesite.

—Que rarita desagradable...

—Exacto, tú siempre has pensado eso de ella. ¿Por qué tendrías algo con una narcisista semi-psicópata más allá de lo profesional? A Maiko también le causa placer jugar con mentes ajenas, especialmente con la tuya, eres su obsesión favorita, si la dejas afectarte, ella habrá ganado~ —advirtió con seriedad.

—Bien... —Cruzó los brazos—. Aun así, sigo sin entender por qué le pediría el divorcio a Kohaku... pero tú dijiste que no te sorprende del todo. ¿Por qué? ¿Qué tan loco o paranoico me volvió la mierda esa del infiltrado?

—Bueno, es... incomodo. Kinoeda supo jugar bien esa carta, nos metió miedo y desconfianza, nos hizo desconfiar de todo el mundo, y tú... bueno, te aislaste bastante.

—¿Me aislé?...

—Seguías yendo a las reuniones de padres y los recitales de Tsukiku-chan, continuaste con tu rol de papá ideal~ aunque ya no tan bien como antes, pero como amigo en comparación te volviste la sombra de lo que eras... antes nos consultabas a mí, Ryusui, Tsukasa, Ukyo y Chrome para todo, pero después de los juegos mentales de Kinoeda... ya casi no te veíamos más. Casi nadie te veía, y llegué a ver a Kohaku-chan sufriendo por eso también. Fue tu peor época como amigo y esposo, diría yo, por eso no me sorprende que pidieras el divorcio, había fuertes rumores desde un año antes de que te borraras la memoria.

—Algo escuché de eso... —Suspiró.

—Sin embargo, no sé mucho más, tenía mis propios problemas... básicamente porque me ordenaste mantener vigilado a todo el mundo en busca de ver quién podría ser el infiltrado... eso me sacó muchas canas verdes, nunca habría imaginado que era ese noviecito de tu hija...

—No es su novio. —Bufó.

—En fin~ —Rio— incluso con tu actitud tan arisca y distante, todos tratábamos de apoyarte, te dejamos aislarte y trabajar en tus cosas solos... supongo que ese fue nuestro error, a todos nos tomó por sorpresa eso de que te borraste la memoria.

—Entonces mis sospechas sí eran ciertas... yo sí cambié. —Frunció el ceño.

—Un poco, sí... —Gen suspiró, finalmente aparcando delante de la mansión Ishigami, que ya parecía completamente reconstruida—. Te volviste más distante, más paranoico, supongo, y con muchos secretismos hacia las personas más cercanas a ti, incluso hacia tus amigos más cercanos, incluso hacia tu propia esposa, aparentemente...

Senku quería indagar más, pero el viaje se acabó, así que salieron del auto y se acercaron a la mansión, con Gen tocando el timbre.

Fue Tsukasa el que les abrió la puerta, sorprendentemente, Ukyo asomándose detrás de él.

—Hola~ Tsukasa-chan~, Ukyo-chan~... ¡Oh, hola a ustedes también, Haishi-chan, Umi-chan!~ —saludó Gen al ver también a los adolescentes sentados en las escaleras.

—Oh, ¡tío Senku, tío Gen, cuánto tiempo! —Umi los saludó alegremente, mientras que Haishi solo agitó una mano.

—¿Puedo preguntar qué hacen aquí? —Ukyo los miró con curiosidad y algo de preocupación.

—Oye, me dijeron que tenía que traer un escolta y lo traje, vengo a hablar con Reima y no quiero quejas al respecto ¿puede ser?

—Ah, típico Senku. —Ukyo rio un poco, mientras que Tsukasa lo miró con una ceja en alto.

—Tienes mala cara, ¿está todo bien? —preguntó Tsukasa.

—No, pero no quiero hablar de eso, solo quiero hablar con Reima y Gen me vigilara, ¿está bien o quieren que tenga más niñeras? —Bufó.

—Bien... nosotros estamos supervisando las reparaciones en tu casa, debería estar lista en uno o dos días, solo falta reparar unos detalles para hacerlo del todo habitable —comentó Ukyo—. Ya han instalado un sistema actualizado de detección de amenazas, así que ahora este lugar será nuevamente el más seguro del mundo.

Así que pronto volvería a casa ¿eh?

—Hablaré con ustedes luego, ahora quiero hablar con Reima. —Siguió su camino hacia el laboratorio con Gen siguiéndolo, y Senku de repente lo notó extrañamente callado—. ¿Y a ti te pasó algo o qué?

—Ah~ supongo que no soy tan bueno ocultando mis emociones, síntoma de la vejez~. —Rio por lo bajo—. Bueno, hace unas semanas, en mi cumpleaños y el de tu retoño~, ella me dio un regalo especial, que resultó ser un escáner de mano, uno de esos con luces invisibles~. —Juntó sus mangas—. Yo entendí de inmediato la intención de tu pichoncita~, me lo dio para comprobar si Elioth, el hijo de Elise, es mi hijo...

Senku alzó una ceja.

—¿Qué no es obvio?...

—Necesitaba comprobarlo. —Gen tensó la mandíbula—. Y, hace unos días, lo comprobé... y aún no sé qué hacer al respecto, para ser honesto. Me considero un buen padre para Neo, pero lo he cuidado desde que nació, Elioth es un adolescente... casi un adulto joven ya...

—Je, bienvenido al club de padres que no saben qué hacer con sus hijos adolescentes. —Senku rio entre dientes, a lo que Gen abrió mucho los ojos—. ¿Qué? ¿Piensas que eres el único que no sabe qué hacer con un adolescente? Son insoportables, pero los amas, yo debo estar pagando el karma de todos los dolores de cabeza que le cause a mi padre. —Rio.

Gen rio divertido.

—Bueno, supongo que es cierto... pero no estoy seguro de cómo acercarme a él... ni siquiera estoy seguro de si sabe que soy su padre... aunque seguro lo sospecha, pero no sé si Elise se lo dijo directamente. Y tampoco sé cómo hablarlo con Elise... ella se está portando misteriosa ante mis preguntas, y es la única mujer a la que nunca pude descifrar ni un poco.

—Ni la ciencia ni el mentalismo puede con las mujeres, quién lo diría. —Senku rio irónicamente, hasta que por fin llegó a la puerta del laboratorio—. Bien... hora de volver a interrogar a un robot...

—Hurra~...

Entraron, y Senku notó rápidamente que el lugar estaba tal cual lo dejó, muy limpio y con todo en su lugar, y Reima esperando mientras flotaba alrededor de las mesadas.

—¡Senku-sama, bienvenido una vez más! —saludó Reima—. Gen, tú también.

—Se nota que tienes tu favorito~.

—Reima, tengo preguntas. —Una vez se aseguró de que la puerta esté bien cerrada, Senku se acercó a su robot asistente.

—Estaré feliz de ayudar en todo lo que pueda, amo.

—Primero que nada, ¿no sufriste daños durante el ataque? —preguntó con curiosidad.

—El laboratorio está bien protegido. Cuenta con un sistema flexible, se mueve si la tierra se mueve, esto también ayuda con los terremotos. Además resiste cualquier impacto desde cualquier ángulo, y los materiales pueden fijarse a sus lugares siempre que yo así lo decida.

—Qué fascinante. —Senku rio entre dientes—. Tengo muchas más preguntas sobre eso, pero por ahora quisiera saber qué tanto sabes sobre mi vida personal.

—Solo lo que ha pasado delante de mí, señor, y lo que ha pasado delante de Reimo, ella me comparte sus datos, también.

—Robots chismosos. —Senku bufó.

—¿Nunca fuiste algo así como un confidente para Senku-chan? —preguntó Gen, curioso.

—Hubo momentos, pero fueron más bien él desahogándose de toda su ira en asuntos imposibles y haciéndome preguntas que nadie podría responder.

—¿Qué hay de Maiko? —preguntó Senku—. ¿Sabes por qué la llamaba tanto antes de borrarme la memoria? ¿Sabes... qué tipo de relación tenía yo con ella?

—¿Nagashima Maiko? Creo que la odias incluso más que a varias personas que quieren matarte —contestó Reima—, pero la calificas como "eficiente" y fue una de tus fuentes para consultar ciertos aspectos del cerebro humano, sobre todo en el hipocampo.

Senku entrecerró los ojos.

Por un momento pensó que le hablaría de la amígdala, que era la encargada de guardar los recuerdos emocionales, pero no debía olvidar que su intención primaria para crear el arma seguramente fue para borrar algo relacionado a Whyman, probablemente su ubicación secreta o algo así, por lo que el hipocampo tenía sentido.

—¿Alguna vez me viste hablar con ella? —preguntó Senku—. ¿Sabes sí me reunía con ella?

—Apenas salías de un laboratorio al otro, o a estar con Tsukiku-chan, con Nagashima Maiko solo intercambiabas llamadas, y sé por un par de llamadas que hiciste en mi presencia que ella te pedía verse en persona, pero te negabas.

—Bueno... creo que eso descarta por completo que pudieran ser amantes —comentó Gen.

—Supongo... pero entonces... ¿por qué le pedí el divorcio a Kohaku? —se preguntó Senku en voz alta—. ¿No te dije nada al respecto, Reima? —Miró al robot ansiosamente.

—Negativo, pero presencié fuertes discusiones entre Senku-sama y Kohaku-sama respecto al divorcio, tú insistías en que el divorcio era el único curso de opción, ella prácticamente te rogaba permanecer juntos... y pedía perdón por sus errores.

Senku alzó una ceja, mientras que Gen palideció un poco.

—¿N-no crees que... que ella pudiera haber sido la que... tenía un amante?... A-aunque nunca lo creería de Kohaku-chan, pero sino ¿por qué se disculparía...?... —Gen se llevó una mano a la barbilla, pensativo.

Senku quería negar que eso fuera posible, pero entonces un fuerte dolor de cabeza lo hizo tambalearse y se llevó las dos manos con desesperación a la frente, gruñendo, porque le estaba doliendo horriblemente, ¡maldición, dolía demasiado!

Se tambaleó, casi cayéndose sobre Reima, antes de sentir un dolor mucho más agudo y punzante y caer desmayado en el suelo.

.

Despertó de regreso en la mansión Nanami, en la sala de pruebas donde le quitaron los nanobots, con Elise, Maiko, Mironi y Chrome mirándolo con rostros muy serios.

Pestañeó aturdido, mirando a su alrededor, notando a Kohaku tras los ventanales, observando con ojos distantes.

Gen, Ukyo y Tsukasa estaban allí también, con sus hijos cerca. Ruchiru y Tsukiku estaban de su lado del ventanal, esta vez, parecía ser que ahora iban a dejar a Tsukiku ayudar con las máquinas, por lo que estaba al lado de Sai y del Dr. DJ.

—¿Y ahora qué se supone que está pasando? —preguntó con voz ronca, frotando sus sienes, ya que todavía casi podía sentir el dolor aún queriendo perforarle el cráneo.

—Tu cerebro intentó recordar algo desesperadamente —murmuró Elise, checando una de las imágenes de los escáneres—. Los nanobots bloquearon el recuerdo y en consecuencia te provocaron un dolor tan insoportable que te desmayaste.

—Esa cosa bien podría matarte —masculló Tsukiku, con voz dura y preocupada—. De milagro no ocasiona daño cerebral, pero si vuelve a darte un ataque de estos, podría comenzar a dañar seriamente tu cerebro.

—Y claro, no podemos permitirnos perder un recurso tan valioso. —La Dra. Mironi se acercó a él y colocó las manos sobre cada punta de su frente—. Te abriría este bonito cráneo y te sacaría el hipocampo y la amígdala con tal de conservar lo más que se pueda de tu preciosa inteligencia, querido, pero nadie parece estar de acuerdo conmigo en eso —habló con voz decepcionada, antes de terminar haciendo un puchero.

—¡Por supuesto que no te dejaremos! —gritó Chrome, antes de mirar preocupado a Senku—. Por suerte, hay una esperanza, y Kohaku ya lo autorizó.

—Lo cual demuestra su completa ignorancia. —Maiko bufó—. El método fue desarrollado por una niñita de catorce años, ¿cómo esperan que salga bien?

Senku miró sorprendido a Tsukiku, que le sonrió débilmente.

—La jovencita Tsukiku ha desarrollado un método mucho más eficiente que el tuyo, Nagashima Maiko —comentó Elise con frialdad—. La Dra. Mironi y yo lo hemos aprobado, en la teoría no tiene ningún fallo, e incluso si no funciona no hay riesgo de daño cerebral.

—Si eso quieren creer por consentir a una niña mimada... —Maiko solo rodó los ojos.

—Es un buen método —habló Ruchiru, saliendo a defender a su prima con una mirada fiera en los ojos—. Yo mismo la ayude a comprobar cada paso junto con las computadoras más avanzadas de mi universidad y las del laboratorio principal, no hay fallas, no hay peligro para mi tío.

—Ya está aprobado. —Elise asintió—. Kohaku está de acuerdo, falta que tú lo estés, Senku.

Senku asintió, antes de mirar a su hija.

—Explícamelo, ¿de qué se trata?

Tsukiku miró nerviosamente a Ruchiru, que le enseñó el pulgar, lo cual de alguna forma le terminó de dar confianza y ella avanzó un par de pasos hacia él.

—Examinamos los nanobots que sacaron de tu cerebro, y notamos que tienen componentes ferromagnéticos, y sabemos el área general de los que aún están allí adentro... Robé algunos nanobots —admitió— y los hice pasar por diferentes pruebas magnéticas con imanes. No respondían a ninguno, hasta que cree mi propio imán absurdamente potente creando yo misma su estructura desde cero con nanobots, entonces sí funcionó, pero el imán era demasiado grande, así que estuve trabajando como loca para hacerlo tan pequeño que pueda entrar en tu cerebro... y ahora creo que debería poder funcionar... y eso —concluyó.

Senku la miró con los ojos muy abiertos.

"Así que para esto estuvo tan pegada a libros de neurociencia todo este tiempo desde que desperté del coma... Estudió diligentemente por meses para este momento...", pensó Senku.

Ah, orgullo paternal... era una sensación bastante agradable...

Sonrió suavemente, notando que ella ahora le daba una sonrisa un poco más sincera.

—"Creo que debería poder funcionar", que poca profesionalidad —se burló Maiko.

—Tan poco profesional que supera ampliamente tu método de sacarlos uno a uno. —Chrome la miró con sequedad.

—¿Exactamente por qué sigue ella aquí? —se preguntó Ruchiru.

—Es cierto, creo que será mejor que esperes fuera, Maiko-chan —pidió la Dra. Mironi, sin siquiera mirarla, más ocupada en observar los escáneres.

Maiko pareció querer protestar con todas sus fuerzas, pero al final no lo hizo y solo se fue.

Senku siguió sonriendo, antes de suspirar.

—Estoy de acuerdo con el método. Hay que intentarlo.

—Excelente. —La Dra. Mironi tomó una mascarilla y la colocó sobre su boca y nariz—. Te vamos a dormir, querido... esto podría dolerte. —Bajó sus lentes de sol y le guiñó un ojo.

Senku cerró los ojos sin protestar.

Confiaba en su hija, y estaba orgulloso de ella por este impresionante paso para ayudarlo.

Y además... este podría ser el fin de todo... era posible que, después de esto, ya no existiera ninguna barrera privándolo de los recuerdos más importantes de todos.

Finalmente podría reunir todas las piezas del rompecabezas. Ya no habrían más misterios.

Continuará...

Holaaa :D

Se vienen cositas owo~

He estado teniendo alguos problemas de conexión D: pero intentaré seguir con las actualizaciones constantes, no se me impacienten demasiado uwu

Gracias a todos por su apoyo! :'D

No olviden apoyar con sus votitos y comentarios QwQ

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

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