Al querer llegar a prisa donde Howard, Randy termino tropezando con un hombre extraño, pero no le dio importancia y no se dio cuenta que lo miraba con algo de molestia y que miró de reojo al momento de disculparse con el hombre e irse.

Al llegar a la tienda de McFist, se encontró con Howard al final de la fila muy molesto.

Randy: ¿Estas al final?-Dijo molesto y sorprendido

Howard: Vaya, al fin llegas

Randy: ¿En serio me dirás que estuviste aquí y terminaste al final de la fila?

Howard: No, no, no te lo diré, ya lo dijiste tú

Randy: Algo me dice que también acabas de llegar

Howard: Sí claro, llegue hace dos horas como acordamos

En eso Randy llama a la chica que estaba delante de él con unos toques en su hombro quien resultaba ser Teresa.

Teresa: Oh, hola Randy-Dijo contenta

Randy: ¿Viste a Howard llegar hace poco?

Teresa: Sí, vino corriendo hace unos cinco minutos

Luego Randy ve de reojo y molesto a Howard.

Howard: Bueno, quizás acabo de llegar, pero llegue mucho antes que tú, no es mi culpa que te quedes dormido hasta medio día

Randy: No me quedo dormido para tú información

Howard: Será mejor que empieces a despertar más temprano, no te quedaras descansando cuando regresemos a la escuela mañana

Randy: Mira quién habla, el chico que se queda dormido en la escuela

Howard: Eso no lo discuto

En ese instante, abrieron las puertas de la tienda donde venden los nuevos McCelulares que tenia a todos enloquecidos por obtenerlos.

La fila se desarmó y todos entraron corriendo.

Luego de unas horas de locura, Howard y Randy lograron obtener los suyos y se fueron antes de que anocheciera ya que perdieron casi todo el día en ese lugar así que caminaron directamente a sus casas.

Howard: Valió la pena perder la sensibilidad de mis manos por esto-Dijo mientras besaba la caja donde estaba el McCelular

Randy: Y que lo digas, gente de otras ciudades tratando de arrancar nuestros McCelulares de nuestras manos

Howard: Vale la pena para entrar a la preparatoria con teléfonos de buena marca

Randy: Y nadie ha sido capaz de conseguirlos. Somos únicos

Howard: Bien, ahora necesito que me guardes esto hasta que vayamos a clases-Dijo jalando el cinturón de su mochila mientras lo abría

Randy: Oye, qué haces...

Howard: Mis padres creen que use el dinero para libros, no para esto-Dijo abriendo la mochila y guardar la caja del teléfono entre sus cosas

Randy: ¿En serio te dieron dinero para libros?-Dijo sin creerle

Howard: ¿Y esto...?

Al momento de guardar su teléfono vio algo que le llamo la atención de entre sus cosas.

Randy: Ya deja mis cosas

Howard: ¿Traes ropa contigo acaso?-Dijo con gracia-¿Que es...? -Dijo mientras trataba de sacar lo que encontró y que además se le hacia familiar

Randy: No saques nada que no... ¿Y eso?

Howard: ¿Por qué...? ¿Esto es...?

Randy: No traigo ropa, qué tienes...-Dijo quitándote lo que encontró-No es mía, qué es...

En el momento de mirarlo en sus manos, Randy vio que parecía un pedazo de ropa extraña, la miro confundido y antes de que supiera qué era exactamente, Howard se lo quito y lo escondió bajo su chaqueta antes de que Randy lo viera con cuidado y notara qué era.

Randy: ¿Qu...?

Howard: ¿Que?-Dijo como si no hubiera hecho nada

Randy: Déjame ver qué es, estaba en mis cosas

Howard: ¿No tienes que ir a casa? Yo debo correr o me meteré en problemas-Dijo para luego salir corriendo

Randy: ¡Howard!-Dijo molesto para luego sacar un suspiro e irse sin más

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- El momento esta a punto de venir...

De entre la oscuridad se escucho una voz femenina con un tono dulce pero a la vez amargo.

- Vamos, abre los ojos...

La voz sonaba con algo de eco como si estuviera en una cueva.

La persona a quien le hablaba empezó a abrir los ojos con dificultad y pesadez. Y al momento de abrir los ojos, lo primero que vio fue a un hombre vestido con una túnica, parecía un monje y lo miraba con preocupación.

Trató de levantarse y no miro a nadie más, la voz de la chica no estaba por ningún lado, solo vio a un sujeto a su lado.

- Ya estas bien-Dijo el hombre

- ¿Dónde estoy...?

Miró a su alrededor y vio que no estaba en ningún lugar que conoce, era de noche pero notaba un poco que estaba en medio de un bosque

- ¿Que esta...?-Dijo mientras se levantaba con la mano en la cabeza y le llamo la atención que tenia encima un traje negro y no recordaba nada

- Ya veo, es por el shock, tranquilízate y recordaras todo

- ¿Qué? Mi cabeza... -Dijo con voz agotada y adolorido-¿Que es esto? ¿Que llevo encima? ¿Y...? ¿Una mascara?-Dijo al notar, que no solo tenia un traje encima, si no que también tenia una mascara

- Pide al Nomicon que te saque, no puedes quedarte

- ¿Nomicon? ¿De que me habla?

- ¿Acaso no eres el Ninja?

- ¿Ninja? ¡No! ¡¿Que esta pasando?!

En ese instante el suelo bajo de ellos empezó a temblar de poco a poco.

- ¡¿Que pasa?!

- ¡Aléjate de aquí! ¡Corre!-Gritó bastante preocupado para que se fuera, él sólo se asusto y salió corriendo sin comprender lo que pasaba

Mientras corría, todo seguía temblando y al momento de estar corriendo en el bosque, todo se derrumbo y al final cambio a un pasillo bastante largo al estilo japones y la sacudida disminuyo bastante.

- ¿Qué es...?-Dijo dejando de correr mientras miraba el pasillo-¿Dónde estoy?