Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

(III) Veinte minutos

—Hola— saludo a mi vecino, buscando algún auto que me dé señal de que estaba esperando a alguien más que no era yo.

—Hola, chicas— nos saluda, Cleo le da un beso en el cachete después de mí para devolver el saludo.

—¿Dónde están tus amigos?— le pregunto, confusa.

—Los veremos allí. ¿El resto de su grupo también?— contesta Jaden.

—Oh, lo mismo, sí— me gire a ver a Cleo cuando empezó a responder. Ambos receptores nos encogemos de hombros y marchamos todos juntos.

—Este es mi auto— dice Jaden, deteniendonos frente a un auto verde, un color inusual en coches.

—¿Manejas?— le pregunto.

—Sí, desde los dieciseis años lo hago— contesta quitando mi curiosidad sobre el hecho.

—Wow, yo a esa edad estaba desesperada por perder mi virginidad y tú ya manejando— comenta Cleo, haciendo que mi vecino soltará unas cuantas risas incómodas.

—¿Vamos?— interrumpiendo el silencio, propongo.

—Sí, ¡Ya quiero bailar!— festeja mi amiga cuando vé que Jaden empieza a acercarse a su auto, y yo lo imito.

Él arranca el auto mientras yo y Cleo entramos en los asientos traseros.

—Próximo destino: borrachera— bromea mi camarada.

—¿Siempre es así?— chistea Jaden.

—Lastimosamente, sí, siempre la tengo que soportar así— sigo con el chiste.

—¡Ey!— capricha Cleo.

—Oh, vamos, Cleco, sabes que es así— vuelvo a bromear y ella se cruza de brazos fingiendo enojo.

Seguimos riendo hasta llegar al boliche.

—Deberían estar por aquí— comento buscando con la mirada al resto de las chicas.

Un brazo se agita entre la multitud y veo como se acerca a la puerta por las que acabamos de entrar.

La cara de Katherine se asoma sobre la gente.

Sí que era alta.

—¡Allí!— llamo la atención de mis acompañantes, señalando a las chicas.

—¡Hola, diosaaas!—saluda con un beso Móni.

—¡Están divinas!— halaga Cleo.

—¿Te viste a tí? ¡Estás uff!— exclama Kather y entramos en un huracán de halagos mutuos.

Le sonrió a mi vecino al ver que me dirige la mirada y la mantiene firme, poniéndome nerviosa.

—No es por interrumpir su ola de amor, pero tenemos que ir hacia allí— dice Jaden, entrando en nuestra ronda.

—Ohh, quería seguir en ella— bromea Kather y nos dirigimos por dónde nos guía mi vecino, que sabe en qué mesa se encuentran sus amigos.

—Creo que ellas tienen razón — me susurra al oído, a lo que le hago una mueca confusa y él lo nota —. Estás muy linda.

OH MY GOOD.

—Gracias— luego de un rato de no responder, mientras mi cerebro procesaba la información, contesto —... Tú también estás muy bien.

Él me regala una sonrisa que me vuelve loca.

¡Carajo! ¡Me gustaba!

Ya te empiezas a babear y todo.

Lo peor de todo: mi conciencia dice la verdad.

¿Dónde está mi lista de "Porque él está prohibido"?

Rebusco en mi cartera, encontrando mi libreta. Siempre llevaba a mano mi libreta, y, para mi suerte, había arrancado la lista del anotador de Cleo y lo había dejado entre las páginas de mi diario.

"Porque él está prohibido."

Encabezaba en la hoja. Miré a mis alrededores, asegurándome de que nadie me viera con aquella lista entre mis brazos, y mentí a mis conocidos fingiendo ir al baño para hacer mis necesidades en vez de para leerla.

—Okey, es normal sentir confusión, para eso hiciste esta lista— me motivo, encerrada en un baño de la casa donde la fiesta  —... Solo tienes que leerla hasta que se te pase, vamos.

"Porque él está prohibido.

·Es tu vecino.

·Tiene novia.

·Tiene experiencia... En la cama y tú no.

·Tiene muchas pretendientes.

·Tiene sexo cada semana... Demasiado para tí.

·Sus amigos son unos imbéciles.

·Tu mamá no lo aprobaría.

·Es un pervertido.

·Hoy te avergonzó en el bar.

·No va a la misma uni, casi no se verían.

¿Habrá más?"

Me encontré leyendo una y otra vez, alternando cuando lo hacía en voz alta y cuando en voz baja.

—Mía, ¿Estás bien?— la voz de Móni hace que mi piel se erice —. Estás aquí como hace veinte minutos.

¿VEINTE MINUTOS? Eso es mucho, hasta para mí. ¿Me había quedado todo ese rato releyendo una y otra vez la lista?

—Sí, ya salgo, espérame abajo— le indico, teniendo por que no lo haga y vea la hoja que llevo entre mis manos.

—No pasa nada, no te dejaré sola, puedo esperar— respondió, para mí desgracia.

¿Por qué tenía que tener tan buenas amigas?

—No, en serio, insisto, no me molesta, quédate tranquila, yo ya salgo— intento convencerla. Pero claro, ella me conocía lo suficiente como para saber diferenciar cuando mentía, sobre todo porque lo hacía tan mal.

—¿Qué pasá, Míchu?— pregunta, sabiendo que ese apodo iba a convencerme de decir la verdad.

Abro la puerta del baño de un empujón, sosteniendo el papel entre las manos.

Lo entrego en sus manos sin siquiera mirarlo, y ella hace lo contrario: lo examina con detalle.

—Ey, está bien si tienes sentimientos por él— me motiva —, no puedes reprimir lo que sientes.

Apoyo mi cabeza en su hombro, deprimida.

—Hay diez, y solo diez porque no nos esforzamos en pensar más, razones por las que no debo de estar con él— comento—, Móni, no puede gustarme.

—Ay, nena— empieza a acariciar mi pelo —. Ven aquí— dice y me abraza.

—Te quiero— confieso, agradecida por su apoyo.

—Yo a tí— devuelve —. Ahora, vamos, disfrutamos de la fiesta, y luego, con tiempo y sin estresarte, te replanteas lo que sientes por él. Pero sabes que, sea lo que sientas, todo estará bien.

—Eres la mejor— digo con una sonrisa triste y bajamos las escaleras hacia donde se encontraban mis amigas y los de mi vecino.

—¿Todo bien?— pregunta Jaden, preocupado.

—Nah— miento —, todo bien.

—Eres muy mala mintiendo, ¿Ya te lo había dicho?

—Está todo bien, Jaden— vuelvo a mentir.

—Te creeré, solo por hoy.

—Oufh— ruedo mis ojos —, haz lo que quieras.

—¿Está todo bien?— intenta susurrarle a Mónica, aunque juraría que lo dijo tan fuerte que hasta en la otra parte de la fiesta lo escucharían.

Me giro a mi amiga, que me da una mirada nerviosa, dudando sobre que decirle.

Asiento con la cabeza disimuladamente, indicándole que debería mentir al respecto.

—Todo bien— afirma, para mi suerte. Suelto un suspiro de alivio, me había puesto tensa por lo recién ocurrido.

—¿Sabes qué libera el estrés?— murmura en mi oído Jaden.

¿No le había quedado claro que estaba todo bien?

—Oh, Dios— suspiro —, aunque no tengo estrés, ¿Qué? ¿Qué libera el estrés?

—Una buena copa— responde, tomando mi mano para guiarme a la barra —; yo invito.

Miro el menú que encabeza la barra. Varias bebidas hay, cada una con un nombre más asqueroso. ¿Qué necesidad de referir todo al sexo?

—Un Sin Vergüenza— aquel era el nombre más apto del lugar, así que preferí ir a por él.

—Dos Sin Vergüenza serán— dice mi vecino al barman, el cual nos prepara las recién pedidas.

Bebo del líquido; buena elección, sabía exquisito.

—Está bueno— comento, a lo que él asiente.

—Nada mal— responde, aunque la sensación de que quiso decir algo más era evidente en mí.

***

Unas ojeras gigantes consumían mis párpados inferiores cuando me mire al espejo a la mañana  siguiente.

Gruñí algo inteligible a mi reflejo al ver las dos bolsas negras que colgaban de mis ojos, mientras una notificación llamo mi atención.

'Jaden ha publicado algo' destacaba entre mi teléfono. Era una notificación de Instagram.

Tomé mi celular con rapidez, ansiosa por ver lo que había publicado.

—Espera— me detuve justo antes de apretarla, entrando a la app —, será evidente todo si abres lo que haya subido apenas lo publica. Espérate un rato y listo.

Estaba como una loca por aquel chico.

Y era una mierda de las grandes. Una real cagada.

—¿Sabes que arregla todo?— me digo en voz alta —: una buena cerveza. Vamos.

Tomo mi dinero y llaves y salgo del departamento.

Ohgt, salte de mi vida o no podré controlarme.

—Hola, vecina— saluda Jaden con una sonrisa divertida.

—Hola— devuelvo, abrumada y maldiciendo por dentro.

—No te pregunté— empieza —: ¿Cuál es la uni a la que irás?

—Ah, a la FNPFYL— contestó. Esas eran las siglas de la Facultad Nacional Privada de Filosofía y Letras, y lo mejor, había entrado con beca.

—¡Me jodes!— dice, mostrando lo sorprendido que estaba —, ¡Yo también!

Mierda.

El hecho de que fuera a mi misma universidad tachaba una de las razones de la lista de Porque él está prohibido, y, a su vez, aumentaba mis ilusiones estúpidas que debían desaparecer.

—¿Qué tal si vamos juntos?— ofrece —, podríamos hacernos buena compañía en el camino cuando empecemos.

Y aún peor. Casi sentía como mi tonto corazón latía a todo nivel.

—Claro— respondo. Jaden y yo no comentamos más a causa de que el ascensor llega a plata baja y nos despedimos.

Compro mi cerveza y vuelvo al edificio, teniendo la suerte de no volver a encontrarme con mi vecino.

Adentro de mi casa, miro la lista.

Tacho una razón de las tantas que había.

No va a la misma uni, casi no se verían."

Ahora eran nueve. Pero mis ilusiones, a diferencia de los motivos, eran más aún.

Y eso me asustaba. Mucho.

Mía: Estoy cada vez peor.

Decido, después de sobrepensarlo mucho, contárselo a mis amigas, así que les mando aquel mensaje.

Mai: ¿Debemos preocuparnos?

Móni: ¿Qué pasó?

Mía: Es sobre Jaden. ¿Recuerdan la lista que hicimos?

Cleo: ¿Qué hiciste ahora?

Mía: Me lo crucé, y resulta que irá a la misma uni que yo, por lo tanto, hay un punto menos en la lista de razones por las que no podría ser su novia.

Cleo: ¿Y se supone que eso es malo?

Mía: Sí, puesto que aumenta mi atracción hacia él.

Cleo: ¿Y qué tiene eso de malo? Tienes derecho a que te guste alguien.

Mía: Pero... ¡Cleo, hicimos una lista de motivos por los que no me puede gustar!

Cleo: Sí, pero si descubres que algunos hechos no tienen que estar ahí... Quizás todo lo que pusimos es falso y puedes enamorarte tranquila.

Tenía razón. Si me auto-demostraba que todo aquello era falso, podría tener mi historia de amor tan deseada.

Así que, Mía, averigüemos más sobre la vida de Jaden.

Hagamos que esa puta lista ya no tenga ni un punto sin tachar.

Porque si tan pocos defectos tiene, no habrá problema en tener una relación con él, o, al menos, el deseo de una.

Si me deshacía de todos los puntos en conta, ya no tendría ni una red flag, o lo que sea.

Si esos pequeños detalles dejaban de estar anotados porque no resultaban ser verdaderos, Jaden sería mi pareja ideal.

Y recién empezaba con esta misión de acabar con todo mal que le veía, todavía me quedaba camino hasta llegar a demostrarme que él era un tipo honorable y valioso.

Nuevo objetivo: desmentir todo mal visto en él.

Estaba segura de que lograría abrir los ojos y notar el pedazo de hombre que tenía frente a mí, justo a mi alcance.

Era lindo, sexy, con una sonrisa que moría por probar. Pero, también, si lograba confirmarlo, era un hombre conveniente, bueno, que te protegería en todo.

Jaden, te daré una oportunidad.

Más vale que la sepas aprovechar.

--------------------------- ★ ----------------------------
NOTA DE AUTORA: ¡¿CÓMO ESTÁN MIS LECTORXS FAVORITXS?! Perdón el grito, es que estoy emocionada por volver a publicar. Como probablemente sepan, estuve enferma y pasando bloqueos, pero al fin logré terminar de escribir este capítulo. Que me costó no lo voy a negar, pero esta es la demostración de que por más difícil que sea algo, si te lo propones, lo podrás lograr.

Es poco decir que este capítulo es importantísimo para la trama. Ya se pueden imaginar por dónde va esta historia.

Recuerden: no es una historia de amor. Todo lo contrario... JEJEJE.

¿Alguien notó que ahora pongo una estrellita al terminar el cap? Me gustó la idea, no sé.

Por cierto: perdón por armar tan corto este capítulo, como les estoy contando, atravieso un bloqueo en esta historia y se me dificulta escribir las 2000 palabras de costumbre, pero sepan que seguro pronto voy a poder volver a hacerlo.

Buenoo...

¡Besitos felices!,
Ratita 🐀🐭.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro