Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

RAZÓN OCHO.

•|.Necio.|•

'''"

¿Qué demonios sucedió ayer?

Me pregunte al nomás despertar sintiendo el cuerpo de alguien a mi lado, aun estaba muy somnoliento para recordar todo lo que sucedio el día ayer, mi cabeza dolia levemente y mis ojos aun se acostumbraban a la brillante luz del sol que se metía por la ventana, todo era muy confuso, aún así un sentimiento agradable de amor se incrementaba aún más en mi pecho. Extrañamente feliz y complacido como nunca antes en la mañana.

Mire bien al que estaba conmigo y di un brinco de los nervios al descubrir que era Giyū, obviamente, ¿quién más sería?

Era Giyū... Espera, ¿Giyū? ¿¡Dormí con él!? No puede ser, en las mañanas me comportó como un idiota, ¿cómo pude dormir tranquilo olvidando lo que sucedió ayer? Peor aún, como yo pude pedirle que se quedara conmigo.


.....

Ya era hora de dormir, descansar y asegurarnos de mañana terminar la misión, nos habíamos dado mucho tiempo y libertades arriesgando la vida de muchos. Giyū se ofreció a llevarme a la cama como si fuese un niño, sabía muy bien que era para asegurarse de que no llorara más y aunque mi orgullo me grito en mis adentros sobre que puedo valerme por mi mismo en algo tan sencillo como dormir, otra voz aún más fuerte estuvo de acuerdo, al final solo dije que sí.

El tomo mi mano y me ayudó a levantarme del suelo, pero al terminar eso no me soltó, me mantuvo tomado de la mano el trayecto de la sala hasta mi cuarto, yo no podia sentirme más feliz. Giyū hace un buen trabajo haciendo que me sienta mejor. Mi cerebro avergonzado me hizo recordar el "beso", no sé si catalogarlo de esa forma. No supe que pensar sobre eso, pude sentir como si me empezará a hervir la cara de la vergüenza.

Cuando menos me di cuenta ya estaba en el cuarto, sentado en la cama con Giyū a mi lado, esperando que diga algo, lo sé por como me mira, tal vez su rostro sea demasiado serio y monótono pero me siento orgulloso de poder diagnosticar este tipo de cosas y sus pequeños detalles.

—Giyū, ¿dormirías conmigo?— Pregunté y lo mire nervioso y cohibido. Él abrió sus ojos, más de lo que lo ha hecho en mi presencia, por primera vez su mirada impenetrable mostraba una reacción de vergüenza, y yo me di cuenta de mi petición.— ¡No así, cara de rata!— Lance una almohada a su cara.

—Perdón.—Dijo levantando sus manos cuando se cubrió de mi 'ataque'.

¿Te quedarás conmigo?— Oculte un poco de enfado, me pareció irreal que él pensara en la mala interpretación de esas palabras, ¿quién se cree que soy? ¡jamás pediría tal cosa!, me moriría de verguenza antes de hacerlo con alguien.— ¿Si o no?

Giyū me dijo que sí, y cuando todo se apagó nos acostamos en la cama, cada quien por su lado. No me gustaría que está situación se volviera más intima de lo que ya parece y es, intentaré mantener mi espacio.


.....


Mire a Giyū dormir, era la misma expresión que tenía todo el rato pero un poco más relajada, su boca siempre cerrada se encontraba entreabierta, la imagen de él acercándose a mí para besarme me hizo temblar y sentir presión en un punto de mi estómago.

Tal vez haya sido por nuestra cercanía y el ambiente del momento que no tuve en ese momento la necesidad de huir como si lo tengo ahora, con sigilo me pare sin querer despertarlo y fui al baño en seguida. En el camino ví a Kaburamaru, entonces lo tomé y me lo llevé conmigo.

En el baño deje a Kaburamaru en la tina dónde sumergió parte de su cuerpo antes de salir y quedarse en la orilla, esperando a que termine. Camine de un lado a otro sintiendo mis manos sudar ante todo lo que hicimos, nos acercamos, nos besamos,  ¡ni siquiera sé cómo pudo pasar!

Nunca esperé que alguien visualmente deprimente como lo es Giyū tenga una cualidad de consolar, tal vez solo me sentí bien porque su presencia es agradable, ya acepte que me gusta tenerlo conmigo. Aunque no fuimos los más cercanos cuando dormimos el solo hecho de haberlo sentido agradable y amoroso al despertar, me hace valorar su cercanía.

Mucho más en estos momentos donde una de las personas con las que más me acerque se ha ido. Casi de manera drástica y bipolar mis humores bajaron, mis labios los sentí temblar bajo mis vendas y decidí que lo mejor era quitarlas, con bastante esfuerzo por mis brazos decaídos pude desatar el nudo, la suave tela se resbalo de mi rostro hasta caer en el lavabo.

Me mire en el espejo del baño, sintiendo repulsión por mi propio rostro. Mi mano se movio hacia mis labios, luego tocando las cicatrices irregulares y pronunciadas, parecía que tuviera grietas profundas.  Siempre había tenido esa sensación de asco al verme en el espejo, pero no sé por qué ahora siento que se ha multiplicado.

Me lave la cara queriendo olvidar por completo mi malestar, el agua fria calmo por completo mi mente, después hice una pequeña rutina de la mañana antes de salir del sitio, con vendas nuevas y limpias, me disgusta mucho tenerlas sucias.

Quise hacer un desayuno para ambos, pero solo me lleve la sorpresa de que no había nada. Ayer lo comí todo, soy de los que comen hasta explotar cuando tienen algo que los estresa, no es algo que me enorgullece por eso lo tengo lo mejor que puedo en secreto. Fui a fuera para comprar ingredientes y cocinar algo, no sin antes comprobar que estaba vestido correctamente, no tenía el uniforme pero el Yukata esta bien.

Kaburamaru se subió a mi hombro, le di un pequeño mimo en su cabeza con mi mano antes de salir. Todo el ambiente era tranquilo, muy diferente al día de ayer, tal vez sea por lo temprano.

.....

Llegué a casa con todo lo comprado sin ver a Giyū por ninguna parte, ¿en serio duerme tanto? Me asome en la habitación y aun seguía en la cama, hice un gesto de preocupación pero se podía escuchar su respiración con la suficiente atención, no estaba muerto, me di media vuelta y seguí con lo mío.

A Kaburamaru lo deje comiendo a un lado de la sala, con mucha rapidez ya había picado y montado todo lo necesario en la cocina, me lave las manos y las seque con mi ropa antes de mirar la hora en el reloj pegado a la pared, eran casi las 10 de la mañana, ¿qué tanto duerme ese idiota?

¡Yo casi termino y él no se despierta! Sin ninguna razón aparente me comencé a desesperar cuando la comida estuvo lista, quería que viera lo que cocine y ver si le daba su aprobación, no es necesario, yo soy consciente de lo bueno que soy en la cocina pero no esta de más escucharlo de él.

Agarre mucho aire entre mis pulmones, y casi echando humos por las orejas abrí la puerta de ese cuarto, él seguía durmiendo e incluso se había movido para estar más cómodo en el colchón. Haciendo sonar mis pasos me acerque y le di varías sacudidas, que para mi sorpresa fueron muy suaves. No fue brusco ni  violento como lo pense en hacer.

—Giyū, despierta.— Dije en su oído, me había sentando de cuclillas en el suelo para estar a la altura de su rostro.— Ya está lista la comida, es tarde.— Volví a decir, pero él simplemente no se movía.

Ser amable y apacible no funcionó, y mi ya corta paciencia se agotó, ¡le di la oportunidad de despertar en son de paz! 

—¡Giyū Tomioka, ya despierta de una vez!— Un grito moderado pero fuerte logro hacer que se moviera, por el pequeño sobresalto es obvio que se asusto, aunque no demostró algo más.— Hasta que por fin despiertas, cara de rata.

Lo ví sentarse en la cama mientras rascaba su párpado con el puño de su mano izquierda, fue entonces que me di cuenta que no se había cambiado la ropa desde el día anterior, creo que ni siquiera se había bañado desde que llegamos. Yo me levanté del suelo y me cruce de brazos mirándolo con ojos entrecerrados y mis cejas arqueadas, antes de comer debe darse un baño.

—Buenos días, Obanai.— Dijo sin ninguna pizca de enfado o resentimiento por haberlo levantado, puedo decir que la comisura de sus labios subieron en una pequeña e imperceptible sonrisa.

—Buenos días.— Baje mis brazos y camine a la puerta.— Arréglate para desayunar.— Por fin salí dejandolo solo.

Antes de ir a la cocina fuí al baño para llenarle la tina, para que se bañara y pueda relajarse antes de comer, fue algo rápido y cuando salí y camine unos pasos lo escuché salir de la pieza, me voltee y lo mire de arriba a abajo, tenía una expresión sería pero agradable. Le señale la puerta del baño, él me miró raro.

—Antes de comer báñate, debemos estar con energía y en buen estado si queremos terminar la misión está noche.— Estuvo de acuerdo y sonreí, me di la vuelta caminando a la sala.

Lo escuché entrando al baño y yo me quedé sentado en uno de los sofás esperando, queriendo comer la primera comida del día con él. Es entonces que Kaburamaru se subió por mis pies hasta llegar a mis piernas enrrollandose sobre si mismo en mi regazo, le di unos mimos y caricias.

Me quedé unos minutos así hasta que por fin escuché a Tomioka salir del baño, no pude evitar asomar un poco mi cabeza y por un momento me alegre pero a la vez me arrepentí de haberlo hecho. Como era de esperarse estaba en toallas, una amarrada en la cadera y la otra en sus hombros, parecía que se acababa de secar el cabello con ella. Mi estómago dió unos cosquilleos, deben ser las famosas 'mariposas' en la barriga.

Se veía muy bien. Podía ver cómo los músculos de su enorme espalda se tensaban mientras movía la toalla de sus hombros para secar mejor el cuello, nuevamente me sentí muy pequeño ante Giyū, no pude quitar la vista hasta que escuche como entraba a su habitación, y aun así Kaburamaru tuvo que apretar mi muñeca para volverme a la realidad.

Me miró y supe que es lo que pensaba, me abstuve de dar una respuesta.

—No empieces.— Dije rodando los ojos con una expresión fastidiosa, la dejé en el pasamanos del sofá y me pare servir la comida.

Camine y servi dos platos de lo preparado; arroz, pescado con verduras a la plancha y sopa miso, también prepare té verde, es algo sencillo y podria considerarse repetitivo pero es el platillo que mejor preparo, me siento bastante seguro de los resultados.

Lleve todo a la mesita de la sala y sentado en el suelo de forma correcta espere a Giyū, me di cuenta que esto no puede considerarse un desayuno sino un almuerzo por las horas muy avanzadas, rasque un poco mi cuello esperando ansioso. Luego una gran ímpetu se formó en mi pecho, la sensación de querer verme presentable ante Giyū me hizo asegurar que mi Yukata se viera limpio y que mi haori no se viera sucio o tenga algún tipo de alimento encima, todo estaba en orden y luego pase una mano por mi cabello, toque sus puntas distinguiendo como los cortes por capas irregulares estaban bien acomodados.

Una puerta se abrió y yo apreté mis manos por debajo de las mangas del haori, mis fosas nasales se abrieron dejando entrar todo el aire que pueda hasta que al verlo aparecer lo solté otra vez, sintiendo la angustia de una falta de aire.

Tenía su cabello azabache recogido, como siempre con un aspecto desaliñado pero por la humedad un poco más aplacado, su Yukata era azul oscuro con unos adornos verdes muy sencillos que eran casi ocultados por su haori con estampados peculiares. Sus ojos se juntaron con los míos y un leve destello de su espalda me hizo sudar frío, mire a mis piernas. 

—¡Por fin apareces!— Exclamé cruzando mis brazos, arqueando las cejas hacia abajo y mirando pero a la vez no haciéndolo, en realidad me fijaba en otras partes que no sean sus ojos.— Ya siéntate, pareces una babosa de lo lento que eres.

Él no emitió sonido, solo se sentó al frente mirando la comida con una expresión muy monótona, luego me miró con la misma expresión de ayer, con sus cejas abajo preocupadas pero el resto de su rostro inamovible.

—¿Qué?— Dije, pasándole los palillos.

—Te ves mucho mejor que ayer.— Con eso separó los palillos, tomando el tazón de arroz y comiendo despacio, como si no esperara a que le respondiera.

Yo copié su acción comiendo por fin, solo que me di la vuelta primero y despues me baje las vendas, no pude distinguir si su expresión cambio al probar lo que prepare.

—¿Ayer me veía mal?— Contraataque disfrutando el sonido seco que salio de su garganta por la pregunta. Espere unos segundos su respuesta.

—Sí, horrible.— Luego de decir eso escuché como comenzó a comer como si no pasara nada.

Arrugue la cara y una pequeña vena se marco en mi rostro.

—¡Giyū, imbécil!— Exclame y me quedé callado después de un bufido.

Escuché como su respiración se volvió irregular, se estaba riendo de mí otra vez, pero a diferencia de antes no me causo malestar, solamente un poco de vergüenza que oculte con griterío.

—¡No te rías, cara de rata!

Sinceramente, no fue la conversación que esperaba pero en mi pecho puedo sentir como me gustaba esta dinámica, me era muy divertida. Me resultaría mejor si lo estuviera viendo, entonces con mucha rapidez termine de comer todo, incluso bebí el té caliente. Luego, por fin pude terminar y me limpie la boca con la manga de mi haori, coloque mis vendas y me di vuelta, mirando a Giyū comiendo de forma más tranquila.

—Debes apresurarte, tenemos que prepararnos para terminar la misión.— Dije extendiendo una pierna por debajo de la mesa y la otra la subí un poco.— Estás no son vacaciones.

Giyū me miró un poco, no hizo ningún gesto, parece ser que me ignoro pero luego movió la cabeza afirmativamente, trago lo que tenía en la boca y dejo los palillos encima del plato aun con arroz.

—Obanai.— De sus labios salió mi nombre, la forma tan lenta y penetrando en que lo dijo hizo que inhalara y retuviera el aire.— Tengo una pregunta, ¿no te enojas, verdad?

Ladee la cabeza alzando una de mis cejas en señal de duda, muchas preguntas pasaron por mi mente haciendo que me ponga bastante nervioso.

—¿Qué clase de pregunta es?— Cruce mis brazos a la altura de mi pecho, después mis piernas se cruzaron en forma de mariposa.

—¿Por qué usas siempre tus vendas?— Pregunto con notorio interés, su postura casi recta se inclino un poco a mí.

Mi corazón comenzó a acelerarse y una sensación incomoda me bajo por la nuca, de todas las preguntas jamás me imaginé que sería algo así, quiero decir, anteriormente me lo habían preguntado; Kyojirou, Kanroji y Kochō, los dos primeros por curiosidad genuina y la última solo para joder a alguien con la excusa de ser la 'medico' del lugar. Sin embargo, decidía ignorar la respuesta puesto que siempre llegaba alguien que me daba chance de escapar, y si insistían siempre terminaba con una actitud repelente.

—¿A...?— Comencé a hablar pero simplemente no sabía que podría decir.— ¿A qué se debe la pregunta?— Esquivé su duda, al menos un tiempo.

Él notó mi repentino cambio corporal, mis hombros estaban tensos.

—Siempre las tienes, ¿por qué?— Su voz seguía siendo monótona pero pude distinguir un destello de emoción, al igual que su rostro mostraba genuino interés.

—Tú siempre usas ese raro haori y no te pregunto, ¿por qué tú sí?— Ataque aunque sea una estupidez lo que dije, todos en la cofradía usan un haori distintivo, casi nunca he conocido a alguien que lo cambie sin razón.

Él se dió cuenta de mi manotazo de ahogado para escapar, pensé que dejaría eso hasta que lo ví tomar su haori y quitárselo después, dejándolo a un lado.

—Ya no lo estoy usando.— Yo solo pude soltar un bufido ante esa actitud tan inmadura.— Además, yo lo dejo a un lado para dormir, tú no lo haces. ¿no es sofocante?

—No, no lo es, es muy cómodo para mí.— En realidad no, solo me había acostumbrado. Había veces en las que el calor o un pequeño resfriado que no me permitía respirar correctamente era responsable de que me las quitará.— Repito, ¿por qué tan interesado?

—Quisiera verte sin ellas, tengo curiosidad...-

—¡Pues qué mal!— Exclamé interrumpiendo sus palabras.— No me veras sin ellas, ¡nunca en tu vida, cara de rata!

Es asqueroso lo que hay debajo de ellas, cuando lo vea sin duda su mirada hacía mi cambiaría, no estoy dispuesto a que él lo vea. En realidad nadie. No tiene sentido su curiosidad por eso, solo que use su imaginación para completar mi rostro, estoy bastante seguro que cualquier cosa que se imagine es mejor que la verdad.

—Obanai...— Lo mire, está vez sí estaba muy enojado porque su voz demostraba nuevamente insistencia. Él estaba con la cabeza ladeada con las cejas curvadas hacia abajo.— ¿Piensas que eres feo? ¿por eso te da vergüenza?

—¡¿Qué?! ¡¿ahora por qué carajos piensas eso?!— Mi cuerpo se inclino hacia él, puse mis manos en los lados de la mesa y mi rostro quedó un poco más cerca del suyo.— ¡Para tu información, por supuesto que..!— Mis palabras quedaron en mi garganta cuando ví sus ojos, a veces odio como su mirada profunda puede congelar el funcionamiento de mi cerebro. No tenía caso negarlo, quiero decir, tampoco es que este equivocado, la cosa es que 'feo' no es la palabra que uso hacia mí. Solté el poquito aire que tenía acumulado en mi garganta, de inmediato calme mi reacción. Me reincorpore a la misma posición de antes.— Eso no es asunto tuyo, ¡lo que piense o no, no es tu problema!

—¿Eso es un sí...?

¿Es que este estúpido no escucho nada de lo que dije?, ¡no solo tiene la cara de una rata, tal parece que también el cerebro!

—¡Maldita sea contigo, Giyū!

—¡Lo siento!— Se adelantó a decir, no me di cuenta que ya había tomado unos de los cojines del suelo y había estado en posición de pegarle.

No solté la almohada, lo metí en mi brazo y me límite a mirarlo muy mal, ¿se supone que este tipo me gusta? ¡es tan necio! Si fuese bajo otro contexto me hubiese gustado ese comportamiento suyo, pero con algo como esto y aparte que se lo tome a juego, ¡Ese imbécil no tiene ni idea sobre qué es lo personal!

Me calme, subí la mirada y él aun seguía mirándome con curiosidad. Solo que está vez su boca volvía a estar como siempre debió; cerrada. Igualmente sus ojos seguían queriendo decir muchas cosas, volví a fastidiarme.

—¡No me mires, termina de comer!

......

—No tenemos ningún rastro.— Dijo Giyū llevando una de sus manos a su mentón.

Estábamos caminando por un par de horas, buscando en los alrededores alguna pista de los niños o mejor aún, el demonio. Ese infeliz está siendo muy escurridizo, jamás había estado buscando tanto a un demonio de esta manera. Si no es una luna es muy probable que su arte demoníaco sea el sigilo o algún escondite, es como si hubiese desaparecido por completo.

Kaburamaru tampoco a podido sentir nada, él siempre es de ayuda en estas clases de búsquedas pero ahora resulta que el demonio también es invisible ante los animales, de alguna forma un miedo se abrió paso en mi pecho ante la idea de alguna luna superior.

Estoy seguro que si Kyojirou perdió ante una yo lo haré también, yo no era tan fuerte como él e igualmente mi respiración no es tan impresionante como sus llamas, yo jamás podria ante una superior. Yo probablemente sea un inútil, yo-.

—Obanai.— Escuché en mis espaldas junto con una mano en mi hombro, Giyū volvió a darme uno de sus estúpidos sustos.

¿Por qué empiezo a sentirme tan abrumado de repente?

—¿Qué sucede?

—Te detuviste, vamos a caminar más ¿no?— Pregunto poniéndose al frente de mí, su mano seguía en mi hombro.— ¿Tienes miedo?

Acabo de admitir que tengo miedo, pero él no debe saberlo, no es su problema. Si lo sabe su atención ya no iría hacia el demonio, iría a mí y no quiero volver a ser una carga como en el viaje.

—¡Claro que no, Giyū!— Quite su mano y me di la vuelta, caminando a la dirección en la que íbamos anteriormente.— Solo pensaba en un plan.

—No creo que sea buena idea seguir buscando hacia allí, ¿por qué no va-..?

—Tú busca por otra parte si quieres, no seas necio.—  Interrumpí y aumente mi velocidad dejandolo solo.

Pude escucharlo susurrar algo pero no me fijé en eso, solo seguí con mi supuesta inspección al entorno corriendo lejos de él, tuve una esperanza pequeña que fue escuchada al no ser seguido. Me sentí un poco paranoico por la idea de alguna luna cerca del lugar y todo el bosque tan tranquilo y tan oscuro hacia que esa sensación inquietante se hiciera aún más grande mi pecho.

Corri una distancia considerable y me detuve, el crujido del suelo bajo mis pies parecía pinchar un poco mis oidos, me gire y no pude distinguir si Giyū me siguió o no, probablemente se fue a la dirección que había dicho. Estar un poco separado de él me puede ayudar a pensar mejor.

Por prevención tome mi katana, me puse en posición y seguí caminando por la oscuridad del lugar, la única fuente de luz era la luna que se encontraba enorme en su punto más alto, está noche era perfecta para que apareciera el demonio.

Es obvio que no salvaremos a los niños, ellos de seguro fueron comidos desde hace mucho ya, sin embargo haremos que puedan descansar en paz cobrando la vida del responsable.

Luego de unos cuantos pasos más sentí algo, como si de pronto hubiese aparecido de la nada una presencia peligrosa a mis espaldas, inmediatamente me gire sin éxito alguno, no habia nadie. Aún así aquella sensación de tener a alguien amenazante observandome no se iba, gire mi cuerpo varias veces hasta que Kaburamaru siseo dando una señal.

Gire mi cabeza a un lado, Kaburamaru estaba mirando hacia arriba mientras abría la boca mostrando sus dientes amenazante, dude en mirar a su dirección un segundo antes de levantar la vista. Mi corazón se encogió y mis piernas solo temblaron en su sitio. De mis manos se cayó la Katana por la impresión, ¿cómo puede ser?

Era una demonio, su cabello era muy largo azabache, sus ropas era un simple kimono blanco con suciedad y tenía varias grietas en la piel. Estaba arriba sentada en las ramas de los árboles mirándome fijamente, tenía parte de su cuerpo y ropa manchadas con sangre, pensé que era de los niños o de algún desafortunado que paso más temprano que nosotros, pero luego mire bien el bulto a su lado, pude distinguir lo que parece ser un cadaver.

Rápidamente tome mi katana del suelo insultandome por haberla soltado, me puse en posición y me prepare para hacer una de mis posturas hasta que dejo caer al cuerpo. No estaba seguro si antes estaba muerto o no, pero por la caída era obvio que no sobrevivió, el golpe de un cuerpo chocar contra el duro suelo me hizo cerrar los ojos un segundo, pude sentir como sangre chispeo en mi rostro.

Cuando abrí los ojos mis brazos volvieron a aflojarse, deje de prestarle mi atención al enemigo y solo pude ver como todo se derrumbaba a mi alrededor.

¿En qué momento? ¿Cuando pasó?

—¡Giyū!— Grite soltando la espada corriendo hacia él, estaba boca abajo con partes de su uniforme destrozado con manchas de sangre. Su haori se torno en partes de un color oscuro rojizo por la cantidad de sangre.

Me separé hace un momento, ¿por qué no escuché nada? Esto parece ser un sueño, una vil mentira pero puedo sentir la sangre mojada de Giyū bajo mis pies, me arrodille moviendo su cuerpo hacia arriba y pude verlo a él, era Giyū, podía sentir su sangre mojando mi uniforme y manos.

Esto significa que es una luna, yo no debí dejarlo solo, fue una mala idea, fue mi culpa, debi quedarme con él. Mi cuerpo tembló ante esta horrible situación, mis ojos quisieron llorar, no quiero que él muera, Giyū no puede morir, no así.

—Idiota, ¡¿por qué no gritaste?! ¡Giyū, responde!— Eran exigencias sin sentido, podía sentir la piel fría y sin vida bajo mis manos, su cara estaba palida, no habia señal de dolor y ni siquiera respiraba.

Podía sentir como mi visión se tornaba borrosa, no pude diferenciar si era por mis lágrimas o algo más. Di un jadeo y un brinco hacia atrás cuando la demonio cayó de las ramas hasta el suelo al frente de mí, volví a sujetar mi katana poniéndome en posición.

Ella no parece ser un demonio fuerte, por la borrosa visión no puedo observar bien si tiene algo escrito en sus ojos, tengo que acercarme un poco más, tal vez sea un demonio de bajo rango.

Pero Giyū está allí, está muerto, ¿cómo puede ser? Quiero atacar, Kaburamaru está en defensa esperando mi ataque pero yo solamente no puedo. Siento miedo, Tomioka está allí tirado, lo que significa que ella es fuerte, más fuerte que yo posiblemente.

Ignorando mi visión, el temblor de mi cuerpo y el sentimiento de inseguridad corriendo mis venas decidí atacar.

—¡Primera postura: Corte de serpiente retorcida!

Fue un ataque más torpe de lo que estoy acostumbrado a realizar, no me sorprendió cuando ella lo esquivo rápidamente alejándose de mí. Odio esta sensación de insuficiencia, no me siento bien. Siento como el aire del lugar me marea.

—¡Maldita perra, no te muevas!— Exigí con un poco de insuficiencia en mi respiración.

No respondió a mi insulto, en cambio de quién si escuché algo fue de Giyū, olvide de inmediato cualquier peligro que el demonio representara y me acerque a él, esta vez sin soltar mi Katana y con una expresión más aliviada. 

—¡Giyū!, ¡¿estás bien?!— Volví a tocarlo pero bajo mis manos seguía habiendo un cuerpo frío, sin respirar pero de ojos abiertos.

Pude ver como su sangre dejo de escurrirse, solo era un cadáver, Giyū seguia muerto, ¿a caso es mi imaginación quien me hace estás malas pasadas? Siento que no puedo pensar, ni siquiera respirar bien por los sentimientos tan fuertes que me ahogan.

Debo pensar bien, es una luna, acabo con Giyū, va a hacerlo conmigo, debo hacer algo para detenerlo. No puedo quedarme sin hacer nada, Giyū muerto lleno de sangre y con los ojos abiertos no me ayuda a pensar. Quiero alejarme, pero aún siento su sangre sobre mi cuerpo, veo mis manos y luego a él, cualquier idea que se me ocurra termina derrumbada.

No miro bien lo que sucede a mi alrededor, la sangre sobre mí es común, esto ya ha pasado demasiado veces, he visto a muchas personas morir, ¿por qué no soy capaz de hacer algo útil? No fijo mi vista a ningún lado, no estoy en guardia y mucho menos intento reanimar a Giyū, ¿qué diablos hago? Solo soy un inútil, no puedo hacer nada.

Escucho algo tronar, observo a esa dirección y es la demonio dispuesta a irse, ¿por qué no me ataca? ¿Por qué nada de lo que sucede tiene algún sentido? ¿por qué no me habla? Ella no se puede ir y dejarme así, ni siquiera le he hecho algo, no me ha hecho nada.

—¡Perra estúpida, no permitiré que te vayas!

Deje a Giyū otra vez cuando su caminar se detiene, yo apretó mi katana y me preparo, la miro fijamente hasta que ella se da vuelta. Sus pies descalzos agrietados suenan contra las pequeñas ramas quebrándose debajo, su rostro lo veo borroso por la lejanía pero no me dice nada, no hace nada, ¿qué carajos espera?

—Respiración de la serpiente...— Pude ver cómo ella levantó sus manos en señal de defensa.— ¡Tercera postura: Espiral de serpien-..!

Un dolor intenso atravesó mi espalda baja, podía sentir algo frío en el interior de mi cuerpo, por la sorpresa mi katana cayo al suelo y lleve una de mis manos al lugar del dolor. En el momento que sentí la humedad de mi propia sangre mis rodillas cayeron al suelo, y después sentí nuevamente esa punzada fría en otra parte de mi espalda, intenté voltearme rapido pero mis movimientos se vieron afectados por aquel dolor.

¿Me acaban de apuñalar por la espalda? ¿Quién hizo eso?

Pensé que tal vez era otro demonio que le hacía compañía, no pensé en esa posibilidad. Cuando me voltee no ví a nadie, ni siquiera estaba el cuerpo de Giyū, ¿dónde está? ¡¿qué mierda sucede?!

Me siento cada vez más abrumado, mi respiración es más difícil de mantener y siento que todo me da vueltas. Mi ropa se llena de sangre al igual que el suelo, mi propio charco de sangre se va agrandando hasta juntarse con la de Giyū. Todo me da vueltas mientras intento girar mi cabeza al rededor del sitio, en busca de quien sea que me haya atacado o de la luna pero no soy capaz de ver a nadie, se habían ido.

No puedo mantener mi visión en un solo sitio y tampoco puedo mantener la respiración de concentración total, me arrodille en el suelo con una mano en el piso y otra en las heridas, una de las dos me había atravesado, no supe distinguir cuál por la perdida de dirección y la poca coordinación que puedo sentir en estos momentos.

Poco a poco puedo sentir como mi cuerpo se hace cada vez más pesado por lo que mi mano izquierda se rindió ante mi propio peso y me deje caer al suelo, ni siquiera puedo mover bien mis piernas o el resto de mi cuerpo, cada vez más siento como todo quema en mi interior.

Kaburamaru se mueve por mi cuerpo hasta mirarme, no puedo entender bien que quiere y tampoco sé que puedo hacer hacer por él, no quiero que me vea así por algo que fue mi culpa, no supe manejar la situación desde el principio. Cierro mis ojos por la poca energía que tengo en mi cuerpo, además de una notoria verguenza ante mi propia inutilidad, escucho un siseo de mi serpiente pero no soy capaz de reanimarme.

Lo único que puedo hacer es llorar en el suelo mientras me odio por mi propia miseria. Muy asustado y abrumado sintiendo un enorme vacío y desprecio creciente ante mi incompetencia.

.'"".

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro