Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

15. Sus juegos

Aparte de Bastardo es un sucio pervertido que siempre parece que nunca se cansa de los juegos preliminares.  Ese sucio como le encantan las mamadas  y siempre que tenía oportunidad aprovechava para pedir una. Ese maldito bastardo tiene que agradecer que estoy de buenas y con ganas de tener sexo hoy, por que soy capaz de arrancarsela a mordiscos por sucio.

Tenia que agradecer que nunca fue de esos que parece que prácticamente de quieren arrancar el cabello para llevar un ritmo ellos de la mamada, era de los que más bien aprovechava de acariciar mi rulo mientras yo hacia mi mejor trabajo como mi boca y ayuda de mis manos, no me lo iba a meter todo a lo boca y teniendo arcadas por andar de zorra, además del dolor de garganta que todavía seguía.

— Ahh.. Dios — gimió echando la cabeza hacia atrás — Ahhmmm.. Creó que es suficiente — dijo jadeando y solo me saque de la boca la Punta le di una lamida larga antes de sentarme otra vez en sus piernas rozando su miembro húmedo por mi saliva contra mi trasero.

Ni siquiera me atrevía a míralo a los ojos después de lo que hice, siempre me invadía la vergüenza no importa cuantas veces lo hagamos. Oculte mi cara en el espacio que había entre su cuello y su hombro, mientras el pasaba su mano por mi cadera.

— Idiota — Susurré mientras me abrazaba fuerte a él cuando subió sus manos a mi trasero dirigiando sus dedos a mi entrada.

Jugó con uno de sus dedos acariciando mi entrada y haciéndome gemír. No ingresaba ningún dedo dentro de mi y solo se divertía de oírme soltar pequeños gemidos y jadeos, no aguante y mordí fuerte su cuello molesto.

— ¡Ah, Romano! — gritó por el fuerte mordisco.

— No juegues, ya te lo dije — dijé molesto.

— Esta bien, esta bien. Solo no seas tan salvaje con tus mordiscos — Creó que si me pase un poco con la mordida y si fuera humano estuviera sangrando.

Cuando ingreso un dedo en mi, me sostuve fuerte y gemí bajito para cerrar la ojos y acostumbrarme a la intromisión, movia su dedos lento y con cuidado. Al minuto que me acostumbre al primero ingreso el segundo y esta vez si movió sus dedos juntos más rápido y en movimiento de tijeras, me mordía el labio tratando de no gemir tanto. Cuando ya tenía tres de sus dedos dentro de mi gemía constantemente contra su oído.

— Ahhh... Basta no quiero correrme ahh... con tus dedos — deje de abrazarlo y puse mis manos en sus hombros para sostenerme.

— No te iba a dejar hacerlo — podía ver como me miraba fijamente cuando saco sus dedos de mi y dirigió su miembro a mi entrada.

Esta vez fui yo quien únio nuestros labios y con un beso algo desesperado y pasional, fui bajando mis caderas autopenetrandome lento. Mis gemidos eran a callados por sus labios y el me sostenía. Tal vez fueron 2 o 3 minutos en los que quede sin moverme acostumbrándome y fueron los que pasábamos entre besos.

Empecé a mover mis caderas lento y me sostenía fuerte de sus hombros. Su mirada sobre mi en esa posición hacia que me diera un poco de vergüenza aun así no dejaba de moverme, era un bastardo que siempre me hacia sentir tan bien.

El cuarto se lleno de gemidos y jadeos, más de su parte por mi garganta lastimada que me dolia si gemía fuerte. El me ayudo sosteniendo mis caderas ayudando a llevar un ritmo más rápido y empecé a dar saltos sobre él.

— Te amo — lo dijo entre gemidos que me hizo ponerme completamente rojo.

De un momento a otro separandonos en un momento y buscando una posición más cómoda ya que en esa me cansaba muy rápido. Estaba de piernas abierta bajo de él y sosteniendo una almohada mordiendola para no lanzar gemidos altos.

Sus movimientos de cadera era rápidos, que hacian mi cuerpo temblar del placer que sentía gracias a él. No paraba de dar besos por mi cuello, hombros, mejilla y boca. Sosteniendo mi cadera con fuerza y yo solté la almohada para abrazarlo y termine clavando mis uñas en su espalda por el placer que sentía. En un momento dejo la delicadeza con que me trataba al principio que era algo molesta y todo se volvió un momento muy pasional.

— Yo.. y.. Yo también te amo — confesé bajo y unos minutos después me corrí manchando su abdomen y el mio.

Él duro un rato más extendiendo mi orgasmo y se corrió dentro de mi después de un rato.

Salió de mi y me abrazo para quedarse dormido del cansancio que se acumulo en el día. Me quede viéndolo dormir y llore en silencio, yo no quería irme y dejarlo; pero tenía que hacerlo.

Me fui a las 3 de mañana, esta fue la última vez que lo vi.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro