Capítulo 2: Nacimiento
Un ambiente mucho más fresco de lo usual acompañaba a Konoha en la actualidad. El invierno había llegado, y lo más probable era que las primeras neviscas no tardarían en llegar también.
Hacía algunos cuantos meses que el hijo de Sakura y Naruto llegó al mundo y, ciertamente, fue algo sumamente maravilloso para ambos.
El ser padres, como tal, era algo que iban aprendiendo a ser sobre la marcha, aunque a Naruto se le complicaba un poco. El hecho de no haber tenido una familia y no haber convivido con sus padres le ponía un poco de dificultad en ello, pero esas heridas se podían usar para bien y, al menos en la actualidad, el rubio podía usarlas para tratar de ser un padre ejemplar.
Mientras Naruto se encontraba fuera de la casa, entrenando, y aún con la baja temperatura que había, Karin y Sakura se encontraban en el interior del hogar Uzumaki.
La vista de la pelirosa mientras sostenía a su hijo, el cual se entretenía jugando con la mano de su mamá era lo que adornaba el lugar, además de a una Karin muerta de ternura por ello.
-Realmente lamento mucho no haber estado presente cuando Shina-chan nació- dijo la pelirroja.
Sonriendo, Sakura la miró.
-No te preocupes por eso, supe los motivos y lo entendí a la perfección, además, eso no quita el hecho de que Shina te vaya a considerar una tía maravillosa- comentó.
Aquellas palabras hicieron a Karin acercarse al pequeño de los Uzumaki, para después acariciar una de sus mejillas con un dedo..
-Aunque hasta el momento no has mencionado nada acerca del nombre que llevará la pequeña- mencionó Sakura.
Una sonrisa con algo de vergüenza en ella fue lo único que pudo observarse en el rostro de la pelirroja quien, después, acarició levemente su vientre.
-Hablamos con Sasuke sobre eso y llegamos a un nombre... Anzu- dijo.
-Así que Anzu- decía la pelirosa, sonriendole. -Espero que ella y Shina se lleven de maravilla, no quisiera que hubiera una tonta rivalidad como la que había entre Naruto y Sasuke- dijo
Aunque tras esas palabras, Karin pensó un poco.
-Creo que a mí no me parecería del todo mal si tienen alguna especie de rivalidad- comentó, dejando sorprendida a Sakura. -No me malentiendas, siempre y cuando sea una rivalidad sana en la cual ambos quieran superarse mutuamente- dijo.
Tras aquellas palabras, la pelirosa también pensó un poco en ello y si era sincera... Karin tenía razón. Como tal, una rivalidad sana puede traer buenas cosas, el superarse constantemente, y en muchas ocasiones, incluso una amistad muy fuerte.
-Pensándolo bien... sería bueno- dijo.
Aunque tras un pequeño silencio, la pelirroja habló.
-Sakura tú... ¿hay algún consejo que puedas darme al respecto sobre todo esto? sé que apenas eres mamá hace tres meses, pero eres la única que puede darme consejos- mencionó.
Con algo de sorpresa en su rostro, la pelirosa posó un par de dedos en su barbilla y pensó...
-Primero que nada, ropa de algodón, esencial para que Anzu-chan no este incómoda todo el tiempo, y eso evitará también que llore, otra cosa también es una cuna de estilo colecho, así podrás tener a la pequeña en la habitación junto a ti cuando duermas...- decía.
Era un largo etcétera.
Y mientras un rostro con algo de vergüenza se marcaba en la pelirroja...
-Afortunadamente puedo hacer clones de sombra... gracias por ayudarme eso, Naruto- pensó Karin.
...
Al estar entrenando en el exterior, aún con la baja temperatura que había, Naruto pudo sentir una presencia peculiar, girando para observarlo.
-¿Por qué nunca usas la puerta?- preguntó el Uzumaki.
-No venía en esa dirección, así que opté por entrar de esta manera- respondió Sasuke.
Aunque con un rostro de incredulidad, el rubio habló.
-Eso tiene algo de sentido- decía, para después sonreír. -Pero me alegra verte, hace algunos meses que no te pasabas por aquí- comentó.
Con una sonrisa muy ligera, el Uchiha lo miró.
-Pienso lo mismo, me alegra de que no te hayas muerto- comentó.
-Esa habría sido una manera algo humillante de morir, y si te soy sincero, aprendí la lección... ahora me dedico a entrenar otros aspectos- dijo.
Tras aquellas palabras, la única reacción por parte de Sasuke fue asentir.
-Es mejor de esa manera... con los tiempos que corren, es mejor prepararse- dijo.
Suspirando levemente, el Uzumaki habló.
-¿Y bien? ¿cómo te sientes?- preguntó
Tras ello, un pequeño silencio invadió a Sasuke... para después hablar.
-Raro- respondió.
Eso dejó algo confundido a Naruto quien, mirándolo, habló.
-¿Raro?- preguntaba.
-Es raro en el sentido de que tendré una hija... nunca me había visualizado a mí mismo como padre hasta que Karin me dió la noticia en Suna- respondió. -Pero es agradable también- dijo.
-Es normal que te sientas de esa manera- respondió Naruto, sonriendole. -Los nervios seguirán, pero también ten por seguro de que aprenderás en el camino... no es como que yo sea el mejor padre del mundo, pero Sakura-chan y yo vamos aprendiendo, será lo mismo para ti, estoy seguro- dijo.
Aunque el mirar a Sasuke negar con su cabeza lo hizo sentirse algo confundido.
-Sabes que no será así en mi caso... no teniendo en cuenta mi misión fuera de Konoha- le dijo.
Eso dejó mudo a Naruto. Había olvidado esa parte.
-¿Y no crees que deberías posponerla un tiempo?- preguntó Naruto.
Tras escuchar esa pregunta, Sasuke giró para observar el interior de la casa, logrando mirar a Karin sosteniendo al pequeño Shina, mientras reía con Sakura.
-Aparte de Konoha, tú y yo ahora tenemos la tarea de proteger a los que amamos... ya tienes una familia y yo la tendré pronto- decía. -Sabes que una misión así no se puede dejar pasar, sobretodo después de encontrar el pergamino que inteligencia está investigando- dijo.
Aquellas palabras hicieron que Naruto mirase hacía el interior también, observando a Sakura.
Sasuke tenía razón... pero lamentaba profundamente el hecho de que haya tomado una tarea tan alejada de Konoha, al menos durante largos lapsos de tiempo.
Naruto ya tenía una familia y no eran perfectos, pero los momentos que hay en familia son lo más valioso que una persona puede experimentar, en ese aspecto, sentía mucho que Sasuke iba a perderse de muchos momentos así.
-Sabes que siempre puedes contar conmigo para apresurar las cosas- dijo el rubio, girando para observarlo.
-Lo sé- decía, mirándolo de igual manera -Pero tú eres la defensa en el interior, yo soy la exterior... si uno de nosotros no está aquí, Konoha corre peligro- dijo.
Aunque al mirar nuevamente al interior de la casa, el Uchiha se percató que algo ocurría, yendo así a toda velocidad, con Naruto siguiéndole.
Ingresando, la pelirosa le dió rápidamente al pequeño Shina a Naruto, actuando rápidamente para repasar todos los signos vitales en la pelirroja.
-Trata de inhalar y exhalar, conoces el protocolo, Karin- decía Sakura, para después observar a Sasuke. -El proceso de parto va a comenzar- dijo.
Aquello sorprendió a Karin, quien observando a Sasuke, este la miró.
-Tenemos llevarla con Orochimaru- dijo.
Eso dejó muy, muy confundidos a Naruto y Sakura, pero al mirar a la pelirroja, en su rostro se podía notar mucho enojo.
--Sasuke Uchiha, ya habíamos hablado de eso... ni siquiera pienses que dejaré que nuestra hija nazca bajo tierra, en una de las guaridas sucias de Orochimaru- decía.
-Sabes que es por seguridad- dijo el Uchiha.
-¡Sasuke, no discutiremos esto otra vez!- se apresuró a decir la pelirroja, quien había comenzado a sudar mucho. -Quiero que Anzu nazca en un lugar limpio y rodeada de personas que la querrán mucho... además, Sakura y Naruto estarán ahí ¿cuánta más seguridad puedes pedir?- preguntó, sonriendole.
Tras ello, la sonrisa de ambos Uzumakis no se hizo esperar.
Y pensándolo, el Uchiha habló.
-Está bien- dijo finalmente.
...
La misma sala de tocología en donde el pequeño de los Uzumaki vinó al mundo, podía observar a Ino, quien se encontraba cerca del hospital. Además de que se podía observar, también, a todo el equipo de Gai reunido... eso había sorprendido un poco a Sasuke, con el paso del tiempo, Karin se había vuelto muy unida a ellos, sobretodo a Lee, quien la había entrenado en taijutsu.
Y justo al poco tiempo, el sexto hizo presencia también, saludando a todos.
Aunque por parte de Naruto, este solo observó a Sasuke quien, apartado como era lo usual, se encontraba mirando a través de una ventana.
Sin más tiempo que perder, y con el pequeño Shina en sus brazos, ya que Sakura se había ofrecido para asistir en el parto de la pelirroja, el rubio se levantó y caminó hasta el Uchiha.
-¿Estás bien?- preguntó.
-Lo estoy... solo que también estoy un poco nervioso- confesó.
Nerviosismo... un sentimiento poco usual en Sasuke, por no decir que nulo. Pero si podía sincerarse con él mismo, a otra persona no se lo hubiese revelado. Con Naruto era distinto, tenía la confianza suficiente para hacerselo saber puesto que, lejos de una amistad, una hermandad era el lazo que los unía.
Aunque la reacción del Uzumaki, quien se encontraba sonriendo de manera amplia, lo sorprendió un poco.
-Carga a Shina, te ayudará a practicar, ya que vas a tener que cargar a Anzu-chan cuando la veas- dijo.
Al inicio había pensado en declinar la idea de Naruto, pero tras escuchar el por qué le estaba ofreciendo cargar a su hijo, aceptó.
Y así, el Uzumaki ayudó un poco en acomodar correctamente al pequeño Shina en el brazo de Sasuke.
Tras ellos, Kakashi no planeo en interrumpir aquella interacción, pero le hizo sonreír. Sobretodo porque nunca se había imaginado a Sasuke de esa manera.
Aunque por el lado del Uchiha, este se encontraba observando al pequeño de los Uzumaki, quien era alguien con suma curiosidad por el cabello tan largo que Sasuke poseía.
-Igual de inquieto que tu padre- dijo.
Aunque con un rostro de incredulidad, Naruto lo miró, pero sonrió también.
-Lo haces bien ¿quién lo diría?- mencionó Naruto con una sonrisa.
Girando un poco para observar la ventana nuevamente, el pequeño Shina miraba el como pequeños copos de nieve comenzaban a caer desde el cielo.
Una ligera nevisca estaba comenzando.
-¿Uchiha Sasuke?-
Se escuchó proveniente de una enfermera.
Y mientras Naruto tomaba en brazos de nueva cuenta a Shina, la voz de Sasuke hizo presencia también.
-Soy yo- respondió.
Sonriendo, la enfermera comentó que Karin había tenido un parto sano y sin inconvenientes.
-¿Desea verla ahora o prefiere esperar hasta que acomodemos una habitación para ella?- preguntó la enfermera.
-Quiero verla- respondió el Uchiha.
Sonriente, la enfermera habló.
-Sigame, por favor-
...
Habiendo cumplido todos los protocolos para ingresar a una área sanitizada y esterilizada, el Uchiha ingresó.
-Muchas felicidades, a los dos-
Identificando la voz, pudo ver a Sakura.
-Gracias por ayudarla- respondió el Uchiha.
Asintiendo, Sakura solamente sonrió.
Girando nuevamente, observó a Karin, quien le extendía una mano.
-Ven, acércate- decía.
Y haciendo caso, el Uchiha tomó su mano, haciendo lo que decía... para después poder observar a la pequeña Anzu en brazos de su madre.
-Es una niña muy hermosa ¿no lo crees?- le preguntó.
Al observar a su hija, una sonrisa casi automática se marcó en los labios del Uchiha.
-Lo es- respondió.
Aunque lo próximo que observó, fue a Karin levantándo a la pequeña, ofreciendo de esa manera la oportunidad para cargarla.
-Es tu turno de cargarla, seguro que se muere por conocer a su papá- dijo.
Con algo de nerviosismo, el Uchiha se inclinó un poco para tener menos dificultad de sostenerla con su brazo... aunque al lograr cargarla, este la miró.
-Es muy tranquila- comentó.
Sonriendo, la pelirroja habló.
-Estoy segura de que eso no me lo sacó a mí- dijo.
Tras escuchar eso, Sasuke giró para mirar a Karin quien, con la felicidad más grande que podía haber en ese momento, se encontraba, aún, sonriendole.
-Gracias- fue lo único que pudo decir.
Y así, aunque los dos no hayan ido por buenos caminos años atrás, ambos supieron enmendar los errores del pasado.
En ese instante recibían el fruto de la evolución personal que ambos habían conseguido. No todo sería perfecto, nada lo era, pero se las arreglarían... como lo venían haciendo hasta ese momento.
Y una vez más, Konoha le daba la bienvenida a una miembro más de la nueva generación.
Una nueva Uchiha había nacido.
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