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El chico se despertó mirando el techo, las cortinas de su habitación habían sido abiertas y los rayos llegaban justo en su cara.
-¡Mira que buen día! -exclamó Didier apoyándose en la ventana.
-Si querías ver el dia podías haberlo echo desde tu cuarto -murmuró Edmond sentándose en la cama.
-En tu cuarto se ve mucho mejor, además, te ves muy lindo durmiendo -respondió con una sonrisa mirándolo.
-Eso se llama acoso -sonrio levantándose de la cama y tomando su ropa.
-Aja, hoy tengo que salir, se nos está acabando la comida.
Edmond se tenso al escuchar eso, tenía un muy mal presentimiento de eso, así que se cambió rápidamente y agarro su mochila.
-Voy contigo.
-¿Seguro? Odias salir.
-Si -le dio una pequeña sonrisa y se acercó a el- sal de la ventana, te van a ver.
-Oh, claro -sonrio y se alejo de la ventana caminando hacia la puerta- el desayuno está listo, te espero abajo.
El chico salió de la habitación y Edmond miró hacia la ventana, el sol recién estaba saliendo, pero era mejor que salieran lo antes posible.
...
-Hace tiempo no salíamos juntos -hablo Didier con una gran sonrisa mientras caminaba.
-El sol me quema los ojos -respondió su compañero cubriéndose con sus manos.
-Pronto llegaremos al persa*, ahí hay sombra.
-¿Crees que haya comida ahí? Digo, es un lugar lleno de comida, el primer sitio que las personas pensarían en saquear.
-La mayoría piensa eso, y al pensar eso, no van, por eso tengo el presentimiento de que debe quedar algo, lo dice mi hambre.
Edmond sonrio al escucharlo y soltó una pequeña risa, llamando la atención del contrario.
-Hey -hablo con una sonrisa- ¿De qué te ríes? Mi plan es brillante.
-Claro que sí, esperemos que tu hambre tenga razón, pero seguramente la mayoría de cosas que queden estén expiradas.
-Bueno, si no tenemos suerte, podemos seguir buscando en algún otro lado, nunca debes perder la fe -respondio aún sonriendo.
...
-¡Didier!
Ese era el mal presentimiento que había tenido.
Se habían separado solo por unos segundos, y ahora el chico estaba rodeado por una horda de infectados, veía como intentaba desesperadamente cargar su pistola, y en un momento, está callo al suelo.
Al ver esto, reunió todo el valor que pudo, agarro con fuerza su mazo y corrió hacia la horda, noqueando a varios con este.
Se coloco frente a su amigo, sosteniendo el mazo con fuerza e intentando no temblar del miedo, y el contrario, al verlo, rápidamente tomó su pistola, la recargo y se coloco a un lado de él, tomando su mano y dándole una pequeña sonrisa.
...
-¿Te duelen mucho?
-Estuve golpeando a diestra y siniestra con un mazo que pesa unos 100 kilos, ¿que crees tu? -murmuró el chico dejando el martillo a un lado de la puerta y tirándose a un sillón.
-Bueno, ve el lado bueno, si no hubieras estado ahí con tu mazo seguramente habría muerto, además, conseguimos comida -hablo con una sonrisa dejando las mochilas encima de la mesa.
-De algún modo... Sabía que eso pasaría, por eso fui -murmuró mientras se daba media vuelta para mirar el techo.
-Tu gran inteligencia te hizo evolucionar como humano y ahora ves el futuro -se burló su amigo mientras se sentaba a los pies del sillón.
-Didier.
-¿Si?
-Saldremos juntos desde ahora, si sales solo vas a terminar muerto.
-Gracias por tenerme esa confianza -hablo con una sonrisa- pero esta bien, no me quejo de tenerte conmigo cuando salga.
-Yo tampoco me quejo de tenerte conmigo ahora -respondió sonriendo.
-Volvimos bastante tarde -murmuró mirando por la ventana- ¿Quieres ir a dormir? Yo haré guardia esta noche.
-La haces todas las noches... Yo me quedaré a hacer guardia, igualmente no tengo sueño.
-¿Estas seguro?
-Si, ahora vete antes de que te pegue una patada en la cara por no hacerme caso.
Didier sonrio y se levantó del sillón, dejó su pistola encima de la mesita de noche y fue a su habitación.
Edmond suspiro y se sentó en el sillón, mirando la pistola que su compañero le había dejado en la mesa.
¿Que hubiera pasado si el no hubiera estado ahí?
...
Persa*: feria gigante, osea, no feria de carnaval, feria de puestos donde se venden weas
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