☀️Cápitulo XXXIV☀️
RAYO DE SOL
Sabiendo que su ex-cuñada no se detendría y que lo más probable es que hiciera otro alboroto ahí mismo, Mauricio no tuvo más remedio que permitir "la charla" en la sala de juntas y no seguir llamando la atención de la gente afuera y menos de la prensa.
—¿Qué es lo que pasa? ¡Díganmelo ahora mismo. —exigió Zulia molesta.
—Pasa, que aquí tu querida cuñadita, está levantando falsos contra Sebas, lo está acusando de intentar aprovecharse de ella. ¿Puedes creer?
—¿¡Que ridiculez es esa!? Sebas sería incapaz de hacer algo como eso —aseguró Zulia.
—Exacto, pero aquí el problema es que el imbécil de tu hermano, le cree a la muy zor...
—Tania, mide tus palabras, no te permito que insultes a mi prometida —interrumpió Mauricio.
—¿Tu prometida? ¿Te vas a casar con esa? Pues pobre de tí. Te lo mereces por imbécil.
—¿Por qué me ocultaste esto Mauricio? Y tú —Señaló a Valeria—¿Cómo te atreves a difamar así a mi niño?
—No estoy difamando a nadie Zulia, se que es difícil de creer pero es la verdad. Puedo contarte todo lo que pasó en su oficina ese día —trató de justificarse.
—¡Ya deja de mentir maldita perra! y mejor diles que inventaste todo eso solo porque Sebas descubrió todas tus mentiras y te enfrentó. —contraatacó Tania.
—Eso no es cierto estúpida. —Se separó de Mauricio y fue hasta Tania—. Yo no tengo la culpa de que tú novio sea un morboso pervertido, pero tal vez tú si la tienes, seguramente no lo satisfaces lo suficiente. Eres igual de aburrida e insípida que tu hermana y por eso quiso probar a una mujer de verdad. —Tania se burló.
—¡Ay Valeria! Es más que obvio que estás respirando por la herida. Primero que nada, esa aburrida e insípida, tiene muerto de amor a su novio —Tania se acercó y la miró desafiante—. Damián está embobado, tragado, perdidamente enamorado de ella y... Tu no eres una mujer "verdad" —hizo comillas —. No eres más que una basura, arribista y men... —El fuerte golpe resonó en la oficina. Valeria estaba enojada, las palabras de Tania le habían dolido.
—¡A mi me respetas, estúpida!
Tania sobó su mejilla, con ira se lanzó en su contra logrando tomar su cabello tan fuerte que el grito de dolor de Valeria alertó a todos afuera.
Mauricio logró separarlas tomando a Tania en sus brazos, no le costó trabajo porque la chica era pequeña, pataleaba y gritaba que la soltara con mucho rencor y desprecio hacia Valeria.
—¡Suficiente! No voy a permitir que hagan un escándalo aquí. Les exijo respeto o si no las mando a sacar a ambas. —Amenazó Zulia.
—Lo siento, pero es que esta, me saca de mis casillas. —Se disculpó Tania.
—Perdón cuñada, ella me ofendió y como comprenderás, debía defenderme. ¿Lo entiendes verdad?
—Si yo estuviera en su lugar Valeria también haría lo que fuese para defender a mi hombre si alguien intenta difamarlo, pero esa no es la manera correcta, solo lo empeora.
—No estoy inventando nada, puedes confiar en mí, ¿Acaso no te lo demostré con esa cláusula en mi nuevo contrato que me hiciste firmar? —Se defendió Valeria.
—¿Estás completamente segura de lo que dices Valeria? —preguntó Zulia acercándose lentamente, su mirada la desafiaban—. Piensa bien en lo que vas a decir porque creo incondicionalmente en la inocencia de Sebas. Te advierto que haré lo que sea necesario para demostrarlo, si descubro que me mientes, no me va a importar que te estés acostando con mi hermano. Te haré pagar por tu osadía sin ninguna compasión por tí. —Su fría e intensa mirada hizo que Valeria sintiers un poco de temor.
—Zulia, bajale al tono. No la amenaces, Valeria no está sola, me tiene a mí para defenderla, incluso de tí. —Intervino Mauricio.
—¡Tu te callas Mauricio! esto es con ella. —Tania río en burla—. Valeria, te lo preguntaré una vez más ¿Estás segura de lo que dices?
—Eh, yo, nosotros estábamos hablando y luego él, y Angie dijo que... —Se abrazó a Mauricio al no encontrar las palabras adecuadas y sentirse descubierta—. Amor, ya no sé, me están haciendo dudar. A lo mejor tienes razón y me confundí, estaba nerviosa, me asusté y pensé lo peor cuando me atacó, Sebastián fue muy agresivo conmigo, mi mente en ese instante me llevó a los amigos de papá y a todo lo que me dijo Angie. —Usó sus lágrimas para conmoverlo—. Lo siento, ahora no lo sé, creo que tal vez exageré.
—¿Entonces la tal Angie es la causante de todo este enredo?
—Yo no dije eso Zulia.
—Si lo hiciste. —confirmó Zulia.
—No, yo...
—Déjala en paz Zulia. ¿No ves que está nerviosa? —pidió Mauricio, abrazó a su novia y la sentó en una de las sillas—. Cálmate amor, está bien. Lo importante es que reconoces tu error.
—Le debes una disculpa a Sebas y se la darás ahora mismo Valeria. No puedes andar por ahí lanzando acusaciones que pueden ser destructivas, niña. —dijo Zulia con exasperación.
—Lo siento. En verdad lo siento. Haré lo que dicen, me disculparé con él.
—!No pueden estar hablando en serio! ¿Una disculpa y asunto arreglado? Pues no, no estoy de acuerdo. —reprochó Tania.
—¿No querías limpiar en nombre de tu novio? Pues ya está hecho, ya puedes irte tranquila Tania. —dijo Mauricio.
—¿Me estás corriendo Mauricio? —No hubo respuesta de su parte—. Bien, me largo, pero antes iré a ver si Sebas ya llegó porque quiero ver como esa —La señaló—, le pide disculpas y no me lo vas a impedir. —Salió dando un portazo.
Afuera la esperaban Cindy, que había llegado con Gonzalo, Damián y Kira anciosos por saber que había sucedido ahí dentro.
—¿Qué pasó Taniecita, le arrancaste los pelos? —preguntó Cindy al verla salir.
—La estúpida se retractó, pero no como quería. Supo jugar sus cartas con Mauricio. El idiota no hizo más que defenderla.
—Bueno Tania, lo importante aquí es que ya todo quedó claro y las cosas no pasaron a mayores. —dijo Kira.
—No del todo, aún me falta la tal Angie, Valeria dijo que por lo que ella le contó se confundió y porsupuesto quiero hablar con ella.
—No es necesario Taniecita, mientras tú estabas allá dentro, nosotros hablamos con ella y con la otra también. Pa' resumirte el chisme, resulta que la tipa se le ofreció al Sebitas y como este la rechazó pues...
—La resentida inventó todo eso ¡Huy maldita hija de... Pero ya me va oír ¿Y la otra?
—Esto si te va a interesar, la otra dijo que recibió dinero. No pudimos sacarle la sopa de cuál de las dos le pagó porque logró huir como la cobarde que es y no sabemos a dónde fue.
—¡Que Malditas! Ah, pero esto no se va a quedar así, ya verán esas estu...
Fue interrumpida por el sonido de su teléfono, lo sacó de su bolso y respondió la llamada. Los otros la miraron curiosos al notar cierta sonrisa en sus labios y verla alejarse hacía el rincón. Sintieron mucha más curiosidad cuando Tania pegó un grito de emoción y empezó a saltar como niña que recibe un regalo deseado.
Definitivamente el de la llamada no era Sebastián, porque él acababa de llegar y la observaba con la misma curiosidad que ellos. Obviamente el grito llamó la atención de Mauricio, Zulia y Valeria que de inmediato salieron a curiosear.
—¿Y ahora qué pasa? Los voy a mandar a sacar a todos. Revoltosos. —protestó Zulia
—Lo siento, lo siento Zulia, pero es que... ¡Dios no lo puedo creer! Mi plan funcionó y estoy muy feliz por eso. —Corrió a abrazar a su hermana emocionada, después a Damián y luego a Cindy.
—Nos tienes en ascuas Taniecita, dinos ya qué fue eso que te puso tan felíz. Desembucha de una vez. —pidió Cindy desesperada por saber.
—A-garrense —Su gran sonrisa no se borraba, buscó algo en su bolso y se lo extendió a Damian.
—Esto es... ¿Es un demo? —Ella asintió—¿Pero cómo? ¿Cuando lo hiciste? Y... El dinero ¿De dónde lo sacaste Tania?
-—Mi amigo me ayudó con eso, es un genio y solo necesitó el material que tengo aquí —Enseñó su teléfono—. Era una sorpresa y... El dinero me lo dio Sebas. —Se acercó a él y le dio un besote en los labios—. Mi amor precioso, te tengo dos super noticias. Ya todo se solucionó con la arpía de Valeria, tu nombre está limpio.
—Gracias por...
—No amor, gracias a tí por confiar en mí y por ayudarme con Miguel. Esa es la otra noticia, mi plan funcionó como esperaba.
—¿De verdad? —Asintió—. Eso es estupendo. ¿Ya les dijiste?
—No, no ha dicho nada ¿Tu ya sabes Sebitas? Abre la boca y echamos el cuento completo, estamos ansiosos por Dios.
—Que sea Tania quién se los diga, ella hizo todo.
—Tania, ya dinos por favor. —suplicó Kira.
—Envié seis demos a varias disqueras y uno a Miguel Saavedra, Mike me ayudó con eso. Bomba music no aceptó grabarlos, pero... los recomendó con Sky music, hace un rato me llamaron para decirme que nos esperan en sus instalaciones.
—¿!Qué!? ¿Es en serio? No me digas que tenemos una cita? —preguntó Damián muy emocionado.
—No Damián, es mejor que eso. Les gustó tanto que quieren grabar lo más pronto posible. Nos esperan la próxima semana para firmar el contrato y empezar con la producción de "nuestro" primer álbum discográfico, digo nuestro
porque soy su manager, por lo tanto también es mi grupo.
Kira y Cindy gritaron de felicidad, se abrazaron para luego correr a los brazos de Damián quién no podía decir nada de la emoción que sentía en ese instante, estaba en shock. Sus ojos se humedecieron y lágrimas corrieron una a una.
Por fin su sueño más anhelado, por el cual había luchado tanto y casi se daba por vencido, se hacía realidad.
—Felicidades mi amor, lo lograste. Por fin tu esfuerzo y lucha serán recompensados —Al igual que él, Kira dejó salir unas lágrimas—. Te lo mereces.
Cindy se fue a abrazar a Tania y también a Sebastián.
—Lo logramos. —corrigió Damián, río y levantó a la chica del suelo dándole unas cuantas vueltas, la dejó de nuevo en el piso y las manos de Kira atrajeron su rostro para darle un cálido beso.
—Por fin pinki, después de tantos años luchando por esto, hoy gracias a la Taniecita y al Sebas, lo hemos conseguido hermanito —Damián dejó a Kira para ir a abrazarla a ella de la misma manera y luego fue darle un abrazote a Tania. Kira se unió y Cindy arrastró a Sebas para que se uniera también.
Las miradas estaban puestos en ellos, especialmente la de Valeria, estaba conmocionada. Su Gansito grabaría un disco, sería famoso y seguramente pronto tendría dinero. Dejaría de ser un don nadie y ella no estaría ahí con él para celebrarlo. Moría por ir a abrazarlo, besarlo y darle apoyo, quería celebrar con él su triunfo pero no podía hacerlo. Ahí estaba Mauricio y peor aún, él estaba abrazado a Kira.
—Hay que llamar a los otros, esto debemos celebrarlo con un rico helado porque la manada se creció y no hay dinero pa' más —dijo Cindy. Los demás rieron.
—Estoy de acuerdo con eso, salen caros y más, si son tragonas como tú, Cindy. —comentó Tania riendo.
—Óyeme Taniecita, aquí la única tragona es la Meli. ¡Ay! y hablando de ella, tenemos que traerla también, aunque se acabe la heladería la mocosa.
—Me parece bien, llamemos a todos. —apoyó Damián.
—Esperen, esperen. Aún nos falta alguien más, aunque se haya querido encamar al pinki, Kiracita. Ella se ha portado bien, ha sido un amor y eso la hace parte de la manada, además ustedes ya arreglaron ese asuntito y ahora son amiguitas así que, llamaré a la Susi también y de paso; que traiga a la Meli con ella.
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Esperaron en la sala de juntas por el resto del grupo mientras le contaban a Sebastián lo que sucedió ahí hasta que por fin llegaron.
Se despidieron de Zulia quién los acompañó también y bajaron a recepción encontrándose con Valeria y Mauricio, los miraron sin detener sus pasos para llegar a la salida.
Afuera estaban, Susi, Melissa, Leo, Mario y el Mr. Esperando por ellos.
—Bueno ¿Ahora sí nos dirán por qué estamos aquí? —preguntó Mario.
—Vayamos a la heladería y allá les contamos. —dijo Cindy.
—A ver si entiendo, Cindy ¿Me hiciste salir de una reunión importante solo para ir a comer un helado, que pudimos comer otro día? —reclamó Susi.
—Tenía que ser hoy Susi porque es un día muy especial y queremos compartirlo contigo. Ya eres parte de nosotros.
—Muchas gracias, pero la verdad no es un buen momento, aunque la verdad, ya me dio curiosidad saber que eso tan importante que...
Detuvo sus palabras al ver a las dos personas observarla sin disimulo, una de ellas tenía su mirada fija en ella haciendola sentir incomoda. Todos se giraron a mirar y se encontraron nuevamente con Valeria y Mauricio, esta vez ambos tenían sus miradas fijas en Susi, especialmente Mauricio.
En realidad no la observaba a ella, sino al vestido rojo que la chica traía puesto.
»¿Qué tanto me ven? ¿Se les perdió una igual o qué? —Espetó con fastidio.
Mauricio se acercó a ella hasta quedar frente a frente, observo bien el vestido y la miró a los ojos.
—Ese vestido ¿De dónde lo sacaste? — cuestionó Mauricio con tono autoritario.
—Eso a ti qué te importa. Además, ¿Quién rayos eres? —respondió con agresividad.
—¡Responde! —ordenó él.
—¿Disculpa? —Susi hizo un chisquido con la lengua, colocó sus manos en su cintura y lo miró desafiante—. Pues, no se me da la gana. Tú a mí no me das órdenes, pobre iluso. —Pasó por su lado golpeando su brazo con su hombro—. Larguemonos de aquí ahora mismo a la dichosa heladería. —Sugirió y todos obedecieron confundidos.
¿Qué sucede con ese vestido?
Se preguntaron.
Parte 1/2
Holaaaaa.
Por aquí de nuevo 😁.
Gracias por leer mi historia...
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