Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

☀️Capítulo XX☀️

Capítulo dedicado a.@Maval0911 gracias por seguir todas mis historias.

@Mar777ZM . Gracias por apoyar mi historia.

************************************

DAMIAN

Dicen que las cosas necesitan tiempo para hacer lo que tengan que hacer y es justo eso lo que ella necesita, igual que yo. Ambos lo necesitamos. No puedes ofrecer algo que está dañado.

Aquella vez en el hotel cuando la vi por primera vez, una sensación extraña recorrió mi cuerpo, creí entonces que era la tristeza reflejada en sus ojos lo que me conmovió y por eso la seguí, pero cuando la vi en la cocina observándome, me sentí nervioso y supe, que era algo más.  Quise negarme a aceptarlo porque no quería volver a creer, ni confiar en nadie y ella, me inspiraba mucha.

Reconozco que lo de mi Ex-Gansita me dolió como un putas porque yo en verdad la amaba, tenía muchos planes con ella, pero con lo que hizo se cayó la imagen que tenía de ella y todos mis deseos de firmar una familia. No lo digo por ponerme el cuerno, sino por no tener el valor de decirme en mi cara que ya no quería seguir conmigo porque soy un don nadie y ella simplemente quería un hombre que le diera todo lo que yo nunca podría. Sé bien que no lo hizo por amor, me ama y de eso no tengo ninguna duda. De todo esto lo que más me dolió, fue ella.

Recordé todo el dolor que tenía en su corazón a causa de eso, todas las lágrimas que derramó por él, por un hombre que la lastimó y aún así ella repetía y repetía que lo amaba. Confieso que en ese momento sentí envidia de él, también pesar, el tipo tenía un gran amor, puro, sincero y lo perdió por otro que no lo vale. "Pobre de él", será un gran golpe cuando se de cuenta. Yo en cambio haría cualquier cosa por tener uno así.

Me enojé con ella por amar a alguien que no se lo merecía, estaba enojado con ella por sufrir de esa manera, estaba enojado con ella por intentar hacerse daño, estaba enojado con ella por no haber aparecido antes y por hacerme pensar que la vida es muy injusta.

En el bar, cuando cantamos juntos sentí una conexión entre nosotros, y en la fiesta cuando nos besamos, no sé que carajo sentí, solo sé que fue algo diferente y extraño. Quería volver a sentirlo y comprobar que era eso que me pasaba con ella, por eso la besé de nuevo, más suave para sentirlo mejor. Quería sentirla, quería tocarla, pero cuando lo nombró a él me hirió, y no por ego, sino porque a pesar de los días y lo que pasó, ella aún pensaba en él. Me detuve entonces porque no quería que cuando despertara se arrepintiera, tal y como sucedió en la mañana. Mi intención al verla huir era molestarla un rato, pero luego la vi llorar y decidí ser sincero para que no tuviera otro dolor en su corazón, con el que tenía era más que suficiente. Comprendí que era mejor para ambos sanar las heridas antes de cometer un error y salir lastimados de nuevo. Tal vez ahora que han pasado seis meses pueda responder la carta que le escribí para pedirle que lo...

—Pinki, te buscan —gritó Cindy sacándome de mis pensamientos.

—¿Quién? —Devolví el grito.

—No sé, es una vieja, preguntó por ti y dijo que era urgente.

Me levanté y salí a ver de quién se trataba. Ahí estaba una mujer de piel morena sentada en el sofá con una carpeta sobre sus piernas, al verme se colocó de pie y... 

«Es bastante alta, un poco más que yo» pensé mientras la observaba.

—Buenos días señor Díaz, soy Sonia Cortez, del ICBF.

—Buenos días señorita, ¿En que le puedo ayudar? —pregunté, tenía mucha curiosidad.

«¿Qué hacía el ICBF buscándome?»

—Señor Díaz, seré breve. Estoy aquí porque su padre, el señor Danilo Díaz...

—No me interesa saber nada de ese señor que nos abandonó a mi madre y a mí, así que...

—El señor falleció hace tres días en un accidente automovilístico cuando venia para acá.

—¿Qué dijo? ¿Murió? ¿Venia para acá? ¿Para qué?.

Un nudo se formó en mi garganta, la mano de Cindy apretó la mía en cuanto lo notó. Después de todo, él era mi padre y me dolió saber que murió.

—El señor lo estaba buscando desde hace años, hace unos días dio con su paradero, venían para acá cuando ocurrió el accidente, pero esa no es la razón por la que estoy aquí.

—¿Venían? ¿Quienes?, Dígame. Si no vino a decirme sobre su muerte, entonces ¿A qué vino?

—Estoy aquí porque de las tres personas que viajaban en el vehículo, una sobrevivió. —diji acercándose a mí—. En estos momentos se encuentra en la clínica San José. —Sacó algo de su carpeta y me la enseñó, era una fotografía de una niña, miré a la mujer porque estaba confundido.

«¿Por qué me la enseña?»

—¿Quién es ella? —pregunté observando  la foto.

—Su nombre es Melissa Díaz, tiene ocho años, está sola, asustada y destrozada, sabe de usted y está esperándolo —Se atrevió a tomar mis manos—. Si se niega a cuidarla, será llevada al ICBF para ser puesta en adopción.

☀️☀️☀️☀️☀️☀️☀️

La ansiedad y el temor me estaban consumiendo. Estaba a solo unos pasos de la habitación 323 de la clínica San José. La señorita Cortés entró primero con una enfermera, ya llevaban mucho rato adentro y ya no aguantaba tanta aflicción, abrí la puerta despacio y entonces la vi. Vi a la pequeña sentada en la camilla de espaldas a mí, la enfermera le estaba colocando algo en el rostro, a su lado había una pequeña maleta de color rosa.

Mis piernas temblaban del temor, me quedé inmóvil sin saber que hacer o decir.

—Melissa, ¿Cómo te sientes hoy? —preguntó la señorita Cortés a la niña al verme.

—Bien —respondió cabizbaja. Su voz era muy dulce, pero se escuchaba triste—. Señorita, ¿Vino porque mi hermano va a venir a buscarme, o porque me van a regalar a una familia? —Escuchar eso me partió el corazón, me hizo recordar cuando estuve en su lugar.

—Ya estoy aquí —La pequeña volteó a verme y una sonrisa se dibujó en su hermoso rostro, su cabello castaño estaba recogido en una cola alta, una venda cubría su mejilla derecha y sus ojos mieles como los míos, se llenaron de lágrimas. Se bajó de la cama y corrió hasta a mí para abrazarme.

—Creí que no vendrías y me dejarías como papá y mamá, ellos se fueron al cielo y no me llevaron —dijo en medio de su llanto. Me agaché para estar a su altura y limpié sus lagrimitas.

—Perdón por hacerte esperar, yo... no sabía de tí, ni que estabas aquí y... —Mis ojos me traicionaron y las lágrimas brotaron.

—Lo sé, papá siempre me habló de tí y vinimos a buscarte pero... Ya no están y me quedé solita.

—No, no lo estás. Yo estoy aquí, contigo.

—¿Vendrás conmigo a mi casa? —preguntó y no supe que decirle.

—Melissa, recoge tus cosas y ya volvemos por ti, necesito decirle algo a tu hermano.

—Si señorita Cortés —Obedeció.

Salimos de la habitación hacia el pasillo, supuse que lo que tenía para decirme era incómodo para la pequeña. Aquí afuera estaban Cindy y Gonzalo que apenas nos vieron se levantaron para venir hasta nosotros.

—Escuche señor Díaz, debo decirle que aparte de usted, la niña tiene un abuelo por parte de la madre, el señor está en un ancianato y no puede hacerse cargo de ella, los familiares por parte del padre no quisieron atendernos, así que prácticamente usted es el único familiar que tiene y debe estar seguro del paso que dará, es una gran responsabilidad a la que se enfrentará señor Díaz.

—Lo sé, no dejaré que la lleven a un orfanato, sé bien lo que es estar en ese lugar y no tener a nadie que te quiera cuidar, así que no se preocupe, lo haré.

—Si, usted tranquila señorita que nosotros la cuidaremos bien. —intervino Cindy señalándonos a los tres.

—Eso me alegra mucho. Bueno señor Díaz, tiene que venir conmigo para que firme unos papeles y darle unas recomendaciones, también le informo que una psicóloga le realizará visitas previas para verificar que la niña se encuentre bien bajo su cuidado.

—No hay ningún problema. —respondí.

—Algo más, tal vez le interese saber que la policía encontró un expediente. Ahí dice que su padre lo había estado buscando desde que supo que su madre murió —Dio un paso hacia adelante—.  Regresó por usted y le dijeron que el ICBF se lo había llevado, fue a recogerlo pero cuando llegó, usted se había escapado. Lo buscó por las calles todos los días sin obtener resultado hasta que tuvo que volver por cuestiones laborales y económicas. El señor dejó su búsqueda en manos de las autoridades, pero por su ausencia, la policía dejó de hacerlo. En una de sus pocas visitas conoció a la madre de la niña, con quién tiempo después se casó y se radicó de nuevo en Granada. Unos años después tras intentar concebir, por fin la señora Díaz se embarazó de la niña. El señor Danilo logró ahorrar dinero suficiente y por fin pudo contratar un investigador, quién dio con su paradero aquí en Bogotá. Leí el expediente y creí que querría saberlo.

No pude responder nada, solo me quedé ahí con el dolor consumiéndome al saber todo eso, la culpa se apoderó de mí y mis lágrimas corrieron.

»Bueno, iré por la niña. —dijo la mujer al verme así.

Cindy y Gonzalo enseguida me abrazaron, me conocen bien y sabían que me sentía miserable.

Todo este tiempo pensé que mi padre me había abandonado y lo odié por eso, lo odié más cuando mamá enfermó unos meses después que se fuera a otro país buscando una mejor condición de vida, con la promesa de enviar por nosotros. Envío dinero un tiempo y luego nunca más supimos de él, un par de años después mamá murió dejándome solo, me enviaron al bienestar familiar cuando ninguno de mis tíos quiso hacerse cargo de mí, esos mismos que ahora la rechazaban a ella.

Lo único bueno de ese lugar, fue Cindy, ahí nos conocimos y nos hicimos amigos, dos semanas después decidí escapar y ella escapó conmigo sin pensarlo. Tuvimos ayuda, por eso nos fue fácil hacerlo.

Vivimos en las calles un tiempo, en un refugio que mi primo nos consiguió, nos ayudó mucho, pero igual tuvimos que hacer de todo para poder comer a diario, cantaba a cambio de comida y ella limpiaba autos por monedas, nos escondíamos para que no nos atraparan y nos llevaran de nuevo a ese horrible lugar, luego conocimos a la abuela, como la llamó Cindy y con eso conquistó su corazón. Nos llevaba comida, ropa a nuestro escondite y un día, decidió llevarnos con ella. Nos trajo a su casita, aquí en Bogotá, nos cuidó y nos dio todo su amor durante diez años hasta que falleció de vejez.

A mí viejita le debo mucho, lo que soy, también mi primera guitarra con la que aprendí a tocar.

—Ya estoy lista —La voz de la pequeña me sacó de mis recuerdos.

Me separé de los chicos que aún me abrazaban, extendí mi mano a la pequeña y ella la tomó.

»¿Iremos a casa?

—Si princesa, vamos a casa, pero a mí casa, que a partir de hoy, también es la tuya.

—¿Ya no volveré a la mía? ¿Y mis muñecas?.

—Te compraré otras —dije preocupado porque no sabía de dónde sacaría dinero para eso.

—Yupiiiiiii.

☀️☀️☀️☀️☀️☀️☀️

La tarde se nos pasó entre papeles y charlas con psicólogos, facilitó las cosas el que Cindy viviera conmigo y de paso estuviera aquí. Nos dejaron ir por fin y pudimos irnos a casa.

Estábamos acomodando las pocas cosas que Melissa traía en mi habitación porque no solo hay dos aquí, así que tendré que cederle la mía. Según la psicóloga, ella debe tener su propio espacio y estar cómoda, pero hoy dormirá con Cindy y ya mañana veré como hago para adecuarla para ella.

Al principio estuvo algo prevenida, tímida y muy callada, pero después de un rato agarró confianza con Cindy y hablaron casi toda la tarde. Melissa habla mucho y ahora en vez de una lora parlanchina, hay dos en casa.

Después de cenar, Gonzalo decidió irse y la pequeña por fin se durmió en mis brazos cansada. La llevé a la habitación de Cindy para acostarla, la arropé y salí para irme a mi habitación.

Me senté en la orilla de la cama pensando en papá, en lo equivocado que estuve, en Melissa y en lo que debía hacer de ahora en adelante.

Lo más sensato es conseguir un trabajo estable porque aunque la banda está dando dinero gracias a la ayuda de Tania, no es suficiente para darle a Melissa lo que ella necesita.

Respiré hondo y tomé la única foto de papá que tenía y nunca me atreví a romper, el remordimiento me estaba matando y unas cuantas lágrimas se me escaparon. Cerré mis ojos y coloqué mis manos sobre ellos tratando de calmar mi angustia. De pronto sentí como unas manos se posicionaron en mis hombros, supuse que era Cindy, pero luego me di cuenta que no era así, el olor de su perfume era distinto, era un olor que da paz, ya lo había olfateado antes y reconocí a quien pertenecía, levanté mi mirada para asegurarme que no fuera un error, pero lo era. Me sentí aliviado al verla ahí mirándome nerviosa, me levanté y sin preguntar qué hacía aquí,  la abracé fuerte, mi corazón palpitó rápido, mucho más cuando sus brazos también me abrazaron logrando que me sintiera mucho mejor.

—Estoy aquí contigo, no estás solo en esto —Su dulce voz me reconfortó.

Ella es esa luz que se mete en la oscuridad y te ilumina, como un rayo de sol.


Gracias por leer ☺️.

Muchísimas bendiciones y espero que les guste este capítulo. Melissa estaba en mi idea desde un principio, solo q tardé en incluirla.

Mañana tendrán capítulo.

Yupiiiiiii ¿verdad?

Muchas gracias.

🥰☺️😜😘😘😘😘😘

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro