RAYO DE SOL

La desesperación invadía la habitación, el reloj avanzaba y la puerta no se abría.

Al final, la tristeza ganó y la desconfianza empezó a jugar con su mente.

Se levantó de la cama y salió de la habitación para ir a la de Melissa.

—Melissa, es hora de irme a mi cita. ¿Quieres que te lleve dónde tu amiga y luego te recoja? —La pequeña notó la tristeza en su voz y se preocupó.

—Kira, ¿Estás triste? ¿Por qué?. ¿Hay algo malo con mi sobrino?

—No princesa, claro que No. Es solo que... Estoy nerviosa y ansiosa por saber si tendrás un sobrino o una sobrina.

—Yo estoy muy emocionada, por eso te esperaré aquí. Vete tranquila que Rocky me cuida. —La pequeña sonrió. Kira se acercó y le dio un beso en la frente.

—No tardo, cualquier cosa me llamas.

—Si, estaré esperando aquí. —dijo y le dio un beso en el vientre.

—Portate bien, ya regreso.

Bajó las escaleras, Tania y Cindy estaban ahí esperando por ella, Kira  había llamado para pedir que la acompañaran.

—¿Qué paso Kira? ¿Por qué tienes esa cara? —Sus ojos se humedecieron y por más que quiso, no pudo contener el llanto.

—Carajo ¿Qué hizo el idiota del pinki para que estés así? —preguntó Cindy.

—Se fue a ver a Valeria. —respondió en medio de su llanto—. Dijo que vendría para irnos juntos y no lo hizo. No quiero ir sola.

—Tu marido es todo un caso hermana. Después de todo lo que pasó, aún se conmueve con el dolor de esa. Ya no te preocupes por eso, aún tiene tiempo para llegar a la cita, ya verás como aparece. —dijo Tania. Eso le dio un poco de consuelo.

—¿Crees que llegue allá?

—Claro, así qué ya no llores, eso le hace daño al bebé. Tranquilizate ¿De acuerdo?

—¿Por qué no me ha llamado? —Insistió—. ¿Por qué se fue con Valeria en vez de venir con nosotros? Y...

—¡Ya Kira!, No te martirices más. Damián es muy caritativo, se conmueve por cualquier cosa y solo quiere ayudarla. Es solo eso.

—Eso lo entiendo Tania, pero pudo enviarle el dinero que le pidió a una cuenta, enviar a Rocky o que sé yo, pero ¿Por qué ir él personalmente? ¿Por... —Cubrió su rostro para desahogarse.

—Tienes razón en eso, pero piensa que tal vez tenía algo importante que decirle, algo que debía ser frente a frente, ya deja de llorar por favor y confía en él.

—Estoy de acuerdo con la Taniecita. No te preocupes más por ella, estoy segura que con el dinero, la muy... Se irá muy lejos y no sabremos más de ella.

—No te tengo de otra ¿verdad?

—Así es, hermana y vámonos ya.

—Si, ya verás que se aparece en la clínica Kiracita, mejor limpiate esas lágrimas que no pueden verte así, recuerda que tienes una imagen que cuidar. Los fans están ansiosos esperando que publiques si es niña o niño.

—Ok —respondió resignada.

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Después de pensar y meditarlo mucho recordando las súplicas de su esposa, Damián ya no estaba tan seguro de ir a encontrarse con Valeria. Detuvo el auto al escuchar el insistente sonido de su teléfono, lo tomó creyendo que era su esposa y rió irónico al ver que era su suegro quien llamaba.

—Juan, hola. Supongo que ya estás enterado y llamas a sermonearme.

—Hola Damián, no. No te voy a decir nada, ya estás bastante grandecito como para saber lo que haces, pero lo que haces, efecta a mi nena y no soporto saber que llora. Así que enviame la dirección que ya te alcanzo ahí.

—¿Me vigilará ahora? ¿Kira le pidió que me espíe?

—No fue ella.

—Cindy. ¿Cuando dejará de ser tan chismosa? —dijo molesto.

—Solo se preocupa por ti, como tú lo haces por ella y yo por mi princesa. Y si acompañarte calmará un poco su tristeza, lo haré.

—Supongo que no tengo opción ¿Verdad?

—Ninguna. Tal vez el saber que no fuiste solo, la calmará.

—Ok, no tardes.

Aceptó pensando en que su suegro tenía razón, colgó la llamada y envío la ubicación. Era una pensión en un barrio no muy... Fiable, pero no estaba tan lejos.

Decidió esperar por él, parqueó enfrente de la casa y unos 20 minutos más tarde por fin llegó. Al verlo bajar de la camioneta con su mirada de reproche dudó un instante, la imagen de Kira vino a su mente y pensó que era mejor ir a casa por ella e irse juntos a la cita. Bajó también de su auto y cuando quiso decir algo, la puerta de la pensión fue abierta.

—Gansito, creí que no vendrías, vi el auto por la ventana, pero no sabía que eras tú hasta que te vi bajar. —Saludó Valeria con una sonrisa, la cual se borró en cuanto vio a Juan—. ¿Por qué vienes con él? Creí que vendrías solo —Ninguno de los dos respondió.

Los ojos de Damián se clavaron en ella con lastima. Se notaba que no la estaba pasando nada bien, había perdido algo de peso, se veía demacrada, su cabello estaba un poco maltratado y tenía ojeras, señal que no ha dormido bien.

—Damián..Mi nombre es Damián, no Gansito.

—¡Oiga usted!, necesito hablar con Damián a solas, así que usted se queda aquí afuera. —Tomó la mano de Damián y lo llevó adentro, cerró la puerta y lo condujo a su habitación. —Pasa Gansito.

—Ya te dije que no me llames así. —dijo observando el lugar.

—Es un asco, pero es todo lo que puedo pagar, no tengo un empleo porque gracias a Zulia nadie quiere contratarme, excepto para los puestos más miserables y ya gasté todos mis ahorros. El empleo que tengo también apesta.

—Ten —Extendió su mano con un sobre que tomó de su saco—. Aquí hay dinero suficiente para que puedas vivir cómodamente por unos meses.

—Gracias —respondió tomando el sobre, lo abrió y suspiró con alivio.

—Hablé con un amigo, está dispuesto a contratarte en su agencia de modelos en cartagena, debes estar ahí el viernes para que lleguen a un acuerdo sobre el pago, te dará un departamento mientras te acomodas, tiene todo lo que necesitas, me encargué de eso.

—No pienso irme de aquí sin tí. Además será una perdida de tiempo, en cuanto Zulia sepa meterá sus manos y me despedirán.

—Te aseguro que en esta ocasión no será así, mi amigo es dueño de esa agencia y Zulia no podrá hacer nada porque no lo conoce y porque él es muy correcto, no tiene nada con que amenazarlo. Estarás bien ahí. Te lo aseguro.

—Aceptaré solo si tú vienes conmigo Gansito, vámonos juntos a cartagena o a otro país y empezamos de cero —Se acercó para acariciar su rostro—. Tu me amas, y yo también te amo, sé que cometí errores, pero ya aprendí la lección. Te juro que esta vez las cosas serán diferentes, seremos felices por fin. Te daré los hijos que tanto deseas y...

—No Valeria, ya no me interesas. No pienso dejar a mi esposa ni a mi hijo. Estoy feliz con ellos y los amo.

—¡Mientes! no la amas. Estás con ella solo por...

—Adiós Valeria. Cambia tu vida, hablaré con Zulia e intentaré persuadirla para que te deje en paz, lo prometo.

—¿Lo ves? Me amas aún, lo sé porque estás aquí, quieres protegerme y aunque lo niegues Gansito, tu sabes bien que es así —Tomó su rostro e intentó besarlo pero fue detenida—. No te resistas a esto, la estás engañando a ella y también a tí, a quién amas es a mí, lo veo en tus ojos.

—Te equivocas Valeria, no me busques porque no estaré más para tí, vine aquí para dejártelo bien claro. Es la última vez que acudo a tu llamado, empaca tus cosas y vete a Cartagena.

Eso la molestó y a la vez la entristeció, estaba segura que Damian cedería. El dolor en su pecho le hizo sentir furia y desesperación. Sus lágrimas corrieron con desenfreno al sentir su corazón romperse.

—Nunca serás feliz con ella Gansito, no te engañes. —dijo con resentimiento.

—Ya lo soy —respondió dando la vuelta para salir e irse a casa.

—¡Damián! No te irás con ella ¿Me entiendes?. —Sacó de su bolso una pequeña pistola y le apuntó—. Si cruzas esa puerta te juro que te dispararé, prefiero que mueras a tener que verte con esa estúpida mosca muerta.

—Hazlo, dispara, pero aún así no impedirás que vaya a casa con mi familia.

—Te lo advierto Damián, no estoy jugando, no te atrevas a dar un paso más.

Sus advertencias no fueron escuchadas, Damián caminó hasta la puerta.

»¡Detente! —gritó desesperada al no lograr que se detuviera, sus lágrimas corrieron y con su orgullo lastimado, apretó el gatillo.

El sonido del primer balazo alertó a Juan y el sonido de un segundo, lo hizo temer lo peor, corrió lo más rápido que pudo hasta abrir la puerta con desesperación, subió las escaleras a prisa y al ver a Damián tendido en el suelo lleno de mucha sangre le hizo pensar en el sufrimiento de su rayo de sol, se acercó a Valeria en cuanto notó que pretendía disparar de nuevo y quiso evitarlo..

—Baja esa arma niña. ¿Qué has hecho?

—No se acerque, alejese o le juro que también le dispararé a usted. Quitese de mi camino. —Sus manos temblaban de los nervios.

La angustia de Juan lo hizo dudar, pero ver a su yerno así le dio fuerzas para enfrentarla e intentar desarmarla, forcejeó tratando quitarla de su mano y entonces... El arma se disparó dando un impacto justo en el corazón.

Los ojos de Valeria se abrieron consternados, dejó caer el arma y fue hasta Damián.

—Gansito, lo siento. Por favor abre los ojos —Le dio la vuelta para sotenerlo en sus brazos—. Gansito —Sus lágrimas cayeron sobre el rostro de Damián haciendo que los abriera.

—Ga-ta —Intentaba hablar, pero la sangre que salía por su boca no lo dejaba —Ga-ta mi amor.

—Deja de nombrarla, deja de... —Se asustó al ver a la mujer de pie en la puerta observandolos.

—¡Ay Dios! ¿Qué pasó aquí? Llamaré a la policía.

—No, yo, yo... fue un accidente. —Tomó el arma y le apuntó a la señora, dueña de la pensión—. ¡Quitese de la puerta! —La mujer asustada obedeció, Valeria tomó su bolso, el sobre y corrió huyendo de la escena.

La mujer tomó su teléfono, marcó al 118 y luego al 112.

Se acercó a Damián al verlo intentar levantarse y entonces lo reconoció, su hija era su fan y tenía su cuarto empapelado con fotografías suyas.

—Joven, no se mueva. Ya viene la ambulancia.

—Ju-an —Tosió—. Ayu-delo.

—Ya no hay nada que hacer joven.

El sonido de las sirenas de la ambulancia avisó que había llegado, la señora bajó corriendo a abrir la puerta y los guío hasta la habitación.

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Las lágrimas de felicidad bajaban por sus mejillas mientras observaba el monitor, se sentia deseosa de contarle a su esposo que sería padre de una niña.

Su felicidad se apagó al escuchar un grito desgarrador por parte de Cindy. Se levantó de la camilla y salió del consultorio a toda prisa.

—¿Qué pasa? ¿Por qué estan llorando? —preguntó desesperada y asustada por verlas llorar con desenfreno. —Oigan, ¿Por que no responden? —Sus ojos se empezaron a humedecer.

—Kira, tenemos que irnos. —Logró pronunciar Tania, se acercó a ella y tomó sus manos—. Algo pasó y... papá.

—¿Qué le pasó a papá? Díganme por favor —pidió en medio de su angustia.

—Tranquilizate, respira y por favor tómalo con calma o no te diré  nada.

—Está bien, pero ya dime por favor.

—Papá está en el hospital. —Mintió por temor de que algo le sucediera al bebé.

—Vámonos entonces, no se queden ahí.

En el camino Tania se encargó de  informar a los demás y cuando llegaron al hospital, ellos ya estaban ahí. Kira se sorprendió un poco al ver a Gonzalo con sus ojos rojos, a Susi en los brazos de Mario que la consolaba y al Mr. recostado en la pared agobiado. Era obvio que algo le ocultaban porque ellos definitivamente no estaban así por su papá.

»¿Que está pasando? Y exijo que me digan la verdad. —Sintió la mano de su hermana apretar la suya, Susi se acercó y tomó la otra.

—Kira, recuerda que estás embarazada y por ese bebé no puedes alterarte. —dijo Susi.

—Ya díganme qué sucede de una vez por favor —suplicó.

—Tu papá fue con Damián a ver a Valeria y ella, ella les disparó.

—¿Qué? ¿Cómo que les disparó? —Su respiración se aceleró— ¿Damian también está aquí?

—Si.

—¿Cómo está? ¿Cómo está papa ¡Díganme de una maldita vez!

—Damián... está muy mal Kira y tu papá... No sobrevivió al disparo. Lo siento.

—No. Mientes, eso no es cierto. Mi papi no puede estar muerto. —Dirigió su mirada a Tania y luego a Cindy que lloraba—..Por favor. Díganme que no es cierto. —Tania asintió colocando su mano en el rostro. —¡Papi, papito! No. —gritó dejándose caer de rodilla y dejando salir su dolor. Su llanto conmovía a todos en el pasillo. —Quiero verlos, déjenme verlos.

—Kira papá no está aquí, la ambulancia solo trajo a Damián. No queríamos decirte solas, te trajimos para estar todos contigo en cuanto supieras. Tu quédate aquí con tu marido que Cindy y yo nos vamos a la morgue.

—Yo voy con ustedes, también quiero ver a papá, por favor, por favor llevenme. —pedía en medio de su dolor.

—Cálmate Kira, estás muy alterada. — dijo Gonzalo.

—¡No puedo y no quiero!

—Kira, sé que quieres estar con papá, pero tú lugar es aquí con Damián, te necesita y aunque me duela decir esto, papá ya no está, puedes verlo más tarde.

—Ahí viene el doctor —avisó Gonzalo.

Kira se acercó para preguntar por su marido.

—Buenas tardes Doctor, dígame por favor ¿Cómo está mi esposo?

—Señora Díaz, estamos haciendo todo lo posible para mantenerlo con vida, la cirugía detuvo la hemorragia, pero su esposo perdió mucha sangre y necesitamos una transfusión con urgencia, su tipo de sangre es poco común y no tenemos en el banco de sangre. Les pido por favor conseguirla lo más pronto posible —explicó.

Las lágrimas de Kira bajaron con más fuerza.

—Quiero estar con él, déjeme verlo por favor.

—Lo siento, pero...

—¡Quiero verlo, déjeme verlo!

—Kira, ven. Siéntate aquí y bebe esto, es un té, te hará bien —dijo Susi, luego la sentó en una de las sillas que estaban ahí.

—No quiero nada, solo quiero verlo Susi.

—Lo harás, pero tienes que controlarte, le haces daño a tu bebé ¿Acaso no te importa?

—Mi papá murió, mi esposo está allá dentro debatiéndose entre la vida y la muerte mientras que esa maldita mujer anda suelta por ahí, ninguno de nosotros tiene su tipo de sangre. ¿Cómo quieres que me calme? ¡Maldita sea! No puedo, ni siquiera sé que será de mi si Damian también...

—No lo digas, Damián saldrá de esto y estará contigo cuando nazca mi sobrina, te pido hermana que seas fuerte. —ecpresó Tania.

—No soy como tú Tania. No tengo tu fortaleza para lidiar con problemas de este tipo.

—No lo soy, ¿Crees que no me duele esto? Claro que sí, me duele y mucho, por supuesto que me duele saber que ya no veré más a papá, que mañana despertaré y él no estará esperándome con un rico desayuno, que ya no estará para apoyarme, no estará en mi boda y... —No pudo seguir, su dolor se desbordó en lágrimas.

—Tania.

—Debemos actuar y conseguir la sangre para Damián, llorando aquí como María Magdalena y gritando histérica no lo salvarás Kira. Necesitas estar en tus cabales si quieres ayudarlo.

—¿Qué tienes planeado?

—Haré un comunicado pidiendo ayuda a los fans para que vengan aquí si tienen su tipo de sangre, y ustedes —Señaló a todos—. Harán los mismo con cada uno de sus contactos, si es necesario ofrezcan dinero.

—Por favor, hazlo rápido hermana —Asintió.

Tania se fue a un rincón del pasillo, sacó su teléfono y comenzó a hacer un vídeo en vivo solicitando la ayuda, ofreció una recompensa para motivar a que vinieran, luego se despidió de su hermana y se fue con Cindy.

Las notificaciones de apoyo para la banda llegaban como rayo, pero ninguno que los alentara.

La desesperación de nuevo llegó al pasar un poco más de una hora y ningún donante aparecía, la angustia y la fé empezaban a desaparecer entristeciendo a todos los presentes.

Todos estaban sumidos en su dolor olvidando que había una pequeña sufriendo también en casa, veía su programa favorito cuando este fue interrumpido por las noticias de última hora informando lo ocurrido.

—Por favor Rocky, llévame al hospital, quiero ver a mi hermano.

—Niña Melissa, no la dejarán entrar.

—No importa, yo quiero ir Rocky. No quiero que se muera como mis papitos —Sus lagrimitas conmovieron a Rocky.

—No llore niña. El señor se pondrá bien, ya lo verá —Limpió las lágrimas de la pequeña y le dio un dulce abrazo—. Espere a qué la señora llegue, traerá magníficas noticias, tenga fé niña.

—¿Que haré mientras llega?

—Rezar, recemos por la salud del señor. Estoy seguro que Díos la escuchará porque es usted un angelito niña Melissa —Rocky se colocó de rodillas, juntó sus manos y la pequeña lo imitó, repitió cada palabra que decía con la esperanza de ser escuchada.

—Dios salva a mi hermano por favor, prometo portarme bien, solo tráelo a casa con nosotras. Amén.

2/3.

Hola, hola. Perdón perdón, dije que este sería el último pero se alargó mucho por qué ideas vinieron a mí mente así que lo dividí.

El último capítulo lo subo mañana.

Muchas gracias a todos. Bendiciones.

Posdata: no se mucho de criminalística y google no ayudó,  ven un error me lo hacen saber para corregir. Gracias