KIRA

Caminaba despacio del brazo de papá con mi sencillo vestido, el cuál decidí usar el día de hoy. No lo compré en una boutique, ni en un almacén lujoso. Lo conseguí en la tienda que queda a un par de cuadras de mi nueva casa y agregué accesorios. Por supuesto Tania protestó por no ir a comprar un lujoso vestido, pero la verdad no era necesario. Con que Damián y yo estuviéramos felices y ellos nos acompañaran; era más que suficiente. También porque decidimos usar solo nuestros ahorros, que eran pocos. No me estoy quejando por ello, me refiero a que es algo que hicimos y decidimos los dos, por supuesto ella no se quedó quieta, no sé cómo hizo pero, decoró la iglesia con flores blancas y organizó una pequeña fiesta en nuestra casa. Toda esta locura de casarnos así, ocurrió de la nada y fue porque al llegar al hotel dónde nos fuimos a descansar, la recepcionista nos llamó señor y señora Díaz. Nos pareció muy lindo y eso nos dio la impulsiva idea.

No puedo negar que hoy me siento muy, muy feliz y a la vez nerviosa. No todos los días una se casa con el hombre que ama.

Mi corazón palpitó con fuerza en cuanto lo vi de pie esperando por mí con una gran sonrisa, le devolví una igual en cuanto papá me entregó a él y él tomó mi mano.

«¿Se puede ser más feliz de lo que ya eres?

Si, y ahora estoy completamente segura»
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Tiempo después...

El tiempo pasa muy rápido, no hace mucho que nuestra canción 'Casualidades', estuvo en la lista de las más pedidas en todas las emisoras del país, la más descargada y vista en Youtube. Nuestra página ahora tiene muchas visitas y likes, en la calle nos reconocen. En estos momentos nos estamos preparando para el lanzamiento del segundo álbum. Fue increíble, Blu Fonte se hizo conocido rápidamente en la ciudad y en unas semanas en todo el país cuando el vídeo clip de la canción, salió en vivo  desde las páginas que Tania nos creó, nuestras redes personales colapsaron, nuestros teléfonos no paraban de sonar ni un segundo a tal punto que nos desesperó y tuvimos que cambiarlos. Los seguidores aparecieron como arte de magia y nuestra casa empezó a recibir visitas de personas que ni siquiera sabíamos que conocíamos.

Dos meses tardó la remodelación de la casa, Damián logró convencer a la señora de al lado de venderle y ampliamos también el espacio. Ahora tiene un gran jardín como su abuela soñaba, cuatro habitaciones arriba, la de Cindy, Melissa, la muestra y una para invitados, aunque ahora quedan dos. Abajo hay un cuarto donde guardamos nuestros instrumentos y todo lo relacionado con la banda, al lado un pequeño gimnasio, tiene también un sistema de seguridad que papá nos hizo instalar, un muro con rejas que cubren la casa y un portón vigilado por una persona que contratamos. Es un poco exagerado, pero papá temía por nuestra seguridad y quisimos complacerlo.

Cindy y él, ahora viven juntos desde hace cuatro meses en mi antigua casa. Están muy bien. Me alegra mucho que papá haya superado sus inseguridades y se haya dado una oportunidad de amar y ser amado, hasta ahora se ven muy felices, tal vez decidan casarse.

Este sábado, es la pedida de mano de Tania, Sebas le propuso matrimonio hace unos días y papá dijo que esta vez se harían las cosas bien, no como Damián y yo lo hicimos hace casi un año, por eso le exigió a Sebas que pidiera la mano de su princesa.

Melissa no quiso dejar la escuela porque ahí tenía a sus amigos y a Alison, su mejor amiga. Damián compró un carro y le contrató un chófer, la lleva y cuida a dónde sea que vaya mientras nosotros no podemos.

Gonzalo aún sigue con Daniel y pronto él se vendrá a vivir a la ciudad, consiguió un trabajo de enfermero acá en un buen hospital, aún no sé si vivirán juntos.

Susi está muy feliz, su pequeña zapatería ya no es tan pequeña. Los zapatos que Mao le compró en aquella ocasión, se los dio a Mery, y ella los incluyó en la presentación de su colección, las modelos los usaron en el lanzamiento de la colección de Macías Moda del año pasado y gustaron tanto que recibieron llamadas preguntando dónde podían comprarlos, eso hizo que Macías Moda se interesara también por una línea de zapatos femeninos. Susi aceptó hacerlos socios con la condición de no quitar la zapatería del barrio, sus empleados vivían cerca de ahí y trasladarla a la ciudad serían muy lejos para ellos. Con la inversión que hicieron, modificaron la zapatería, hicieron dos pisos más para oficinas, planta de producción y bodega. La pobre estuvo muy ocupada y casi no pudo acompañarnos en nuestra gira.

Hoy, es la presentación de la nueva colección de este año y nosotros estamos contratados para tocar. Zulia, prácticamente nos suplicó y no pudimos negarnos, ella está desesperada porque Mauricio aún no regresa de Medellín, él se fue a vivir ahí por varios meses después de lo ocurrido en su departamento, no estuvo en el lanzamiento de la colección del año pasado porque Valeria estaría ahí y no estaba listo para verla por temor a cometer una locura, ella amenazó con demandarlos si la despedían sin motivos legales y la suma por indemnización era alta. Sebas les aconsejó a él y a zulia que la dejaran terminar su contrato y así no le darían el gusto de darle más dinero. Por supuesto Zulia no se quedó quieta, le hizo la vida difícil el tiempo que estuvo en la compañía con la ayuda de las otras modelos, no sé cómo hizo, pero el departamento que Mao le regaló se lo quitó y luego se encargó de que Valeria se fuera lejos. No hemos sabido nada de ella desde entonces, también supimos que Mao está tomando terapias para controlar su temperamento, esto último lo supe por Susi, además porque ella lo ha acompañado a algunas de esas sesiones. Al principio me negué a creerlo porque cuando estuve con Mao nunca tuvo problemas de ira, se enojaba, pero nunca fue agresivo conmigo. Me alegra que Susi lo esté apoyando con eso, se han hecho muy buenos amigos.

—¡Oye! Kira, te estamos hablando —El chasquido de los dedos de Cindy me hicieron conectarme de nuevo.

—Eh, ¿Qué? —pregunté desorientada.

—Decía, que después de esa dieta serás virgen de nuevo. Pobre del Pinki, estará tres meses sin culi...

—¡Cindy! —reproché mientras reía.

—¿De qué se rien? —preguntó el mencionado entrando al salón que nos prestó Zulia para ensayar.

—De que... Soy vírgen. —Jugué.

—¿Ah si? Pues, mira que casualidad. Yo también y se me acaba de ocurrir una magnífica idea.

—¿Cuál? —Sonreí con picardía sabiendo bien para donde iba.

—Tu, yo, un cuarto ¿Por qué no nos estrenamos? o como diría Cindy, deberíamos desvirgarnos. —Carcajee y los demás también.

—¡Huy si!, como si tuvieran algo que desvirgarse. —dijo Cindy riéndose—, y  lo sé bien porque tuve que escucharlos muchísimas veces. —Me sonrojé y entonces fue que noté el atuendo que traía mi amado esposo.

Se veía muy sexy, no sé si son mis hormonas, pero quise ir a ese cuarto para... Mordí mi labio imaginando todo lo que podíamos hacer ahí.
El idiota sonrió de lado y se me acercó al notarlo.

—¿Qué es lo que su perversa mente le hace a este perfecto cuerpecito? señora Díaz. —Me susurró en el oído.

—Es tu culpa, porque estás muy bueno, te ves muy bueno ¿Qué bueno? Estás re-bueno mi amor, ven para acá y dame un beso.  —Lo traje hasta mi y le di un ardiente beso.

—¡Oigan! estamos aquí eh. —dijo Susi.

—No es mi culpa, tengo antojos —dije colocando mis manos sobre mi abdomen.

—Si pues ¡Que antojitos los que te dan hermana!

—A mi no me molesta ser el antojo de tu hermana Tania y si me disculpan —Me tomó por la cintura—. Tengo un antojo que saciar.

—¿En serio van a fornicar ahora y aquí? —Cuestionó Gonzalo

—Es mi trabajo como futuro padre complacer los antojos de mi mujer embarazada. No quiero que mi hijo nazca con la boca abierta por no hacerlo. —Me dio un pequeño besito y yo lo abracé.

—Hu hum, disculpen la interrupción —El carraspeo por parte de Zulia llamó nuestra atención. No estaba sola, Mery y Mauricio estaban a su lado, y me observaban.

«¿Estuvieron escuchando todo el tiempo?»

»Solo quería darles las gracias por venir y... pedirles otro favor.

—¿Qué favor necesitas? —preguntó Damián.

—En realidad el favor es para Mery —La miró. —Mery, diles tu.

—Hola a todos, yo queria pedirle a las muchachas que por favor usen dos de mis diseños, fueron hechos  especialmente para ustedes y sería un honor para mí si los usan, si no es mucho pedir.  Siendo honesta, si ustedes los usan, atraerán más clientes para mis diseños porque son un ícono y... Todas las chicas querrán comprarlos en cuanto las vean usarlos. —Cindy y yo nos miramos.

—Nombe doña, el honor es para nosotras usar un diseño suyo. ¿Sabe cuánto tiempo quise comprarme uno de esos modelitos? Uff, no tenía plata pa' comprarlos así que... Será un gustazo.

—Bien, entonces vengan conmigo y se los enseño.

—Espera Sol. yo... ¿Me das unos minutos por favor? —Mauricio pidió, se veía nervioso y yo me sentí perdida.

Todas las miradas estaban sobre mi pero  la de mi esposo era la única que me importaba. Lo miré buscando su aprobación y un guiño de su ojo me hizo saber que no le molestaba. Luego dirigí mi vista a Susi quién me sonrió, su mirada y la de Mauricio conectaron en complicidad y entendí entonces que ella sabía que quería Mauricio conmigo.

—Eh, si. Dime.

—Ven.

Lo seguí, caminamos unos cuantos pasos hasta quedar un poco retirados sin salir del salón

—¿Qué necesitas, Mauricio? —Estaba inquieta.

—Sol, yo... Solo quería pedirte perdón. Yo, nunca lo hice como debía y... Perdóname. Perdón por cada lágrima que derramaste por mi culpa, por no haber sido lo suficientemente hombre para decirte la verdad y por ser un egoísta impidiendote brillar como lo haces ahora, por no dejarte ser tú al cien por ciento, por... Perdoname por favor.

—Mao, ya no tiene caso, además fue mi decisión complacerte. Debí luchar por mis sueños y no lo hice.

—Si lo tiene Sol, necesito escuchar que de verdad me perdonas.

—¿Necesitas aliviar tu conciencia? —Sonrió.

—Me conoces bien. Intento ser una nueva persona y tú perdón es todo lo que me falta. —Sonaba sincero—. Vivimos muchas cosas juntos Sol, momentos que no podremos borrar, fuimos amigos, amantes, compartimos tanto y no es justo que por mi inmadurez ahora no podamos siquiera ser amigos.

—No fue mi culpa Mao, tu...

—Lo sé, por eso quiero disculparme. Quiero que... —Reí.

—¿Quieres mi aprobación para salir con Susi?

—Eh, No. Nosotros somos amigos y yo... ella, merece alguien mejor, además no estoy listo para...

—Claro, bueno Mao. Yo te perdoné hace mucho, en cuanto sané mi corazón, si quieres oírlo. Ok, te perdono —Palmee su hombro y el sonrió—. Espero que esta vez hagas las cosas bien y aprendas a controlar tu pene.

—¡Sol!. —recriminó. Creo que se sonrojó y me burle.

—Con ellos aprendí a dejar el pudor, no tienen pelos en la lengua al hablar.

—Si, los escuché, también lo de tus extraños antojos. —Reí avergonzada.

—¿Cuánto tienes? —Observó mi abdomen.

—Ocho semanas.

—Felicidades, serás una grandiosa madre.

—Gracias —dije y di la vuelta para irme.

—Sol —detuve mis pasos y voltee.

—Nunca cambies, eres maravillosa, él es un suertudo por tenerte y yo un un idiota por perderte.

—Los tres lo somos —dije.

—Si, ese bebé también será afortunado de tenerlos.

—También, pero me refería a tí. —Frunció su ceño—. Susi es grandiosa, estoy segura que esperará todo el tiempo que necesites para sanar, así que no la cagues, somos una manada dispuesta a defenderla, incluso de tí.

Volví con mi equipo para ir por los atuendos de Mery y por fin terminar con el ensayo.

Al llegar la hora de la presentación, nosotros daríamos inicio y luego las modelos harían lo suyo. Los medios estaban presentes y en cuanto comenzamos a tocar, los flashes de las cámaras brillaron, dimos un gran espectáculo sin duda.

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Tres meses después.

Esperaba ansiosa que fuera la hora para ir a la cita del ultrasonido, por fin hoy sabría el sexo de mi bebé y estaba emocionada, quería volverme loca comprando sus cositas hoy mismo después de saber.

Quería tenerlo en mis brazos y darle pronto un hermanito para que crecieran juntos, como Tania y yo.

—¿En que piensa mi Gata? —Sonreí al sentir los brazos de mi hombre rodearme.

—En nuestra vida juntos.

—¿Algo que decirme? —preguntó con dudas.

—Si. —Me soltó.

—¿En serio? Y ¿Qué es?

—Que, me haces muy, muy feliz. Que cada día que pasa le agradezco a Dios por traerte a mí, que te amo muchísimo y que... —Un beso de su parte me hizo detenerme.

—Me asustaste. También te amo. Los amo.

—¿Y tú porque estás listo? Aún falta para la cita con la doctora mi amor. ¿Estás ansioso?

—Algo, pero es que... Voy a salir un momento —Mi sonrisa se borró.

—¿No me acompañarás? ¿A dónde vas?

—Claro que sí, no tardaré.

—¿A dónde vas? —Volví a preguntar, su silencio me hizo saber que no me gustaría la respuesta y cuando rascó su nuca lo confirmé.

—Voy a... Ver a Valeria. —Bajó su mirada.

—¿Qué? ¿Por qué? ¿Cómo es que habló contigo? ¿Cuando?

—Gata, mi amor.  No te lo tomes así, solo iré a verla para darle el dinero que me pidió, está muy mal. Zulia no tuvo piedad con ella, me llamó hace un par de días para pedirme ayuda y...

—Y corres a dársela. —dije con tristeza, algo dentro de mi se revolvió, estaba celosa.

—No es así, yo solo... te juro que después de esto nunca más, la volveré a ver, ni hablarle. Lo prometo.

—Haz planeado esto hace un par de días y hasta hoy me lo dices Damián —Sentí tanta tristeza que no pude contener mis lágrimas. El embarazo me tiene muy sensible.

—Gata, no te pongas así por favor. Yo solo quiero tener mi conciencia tranquila, no podría sentirme bien sabiendo que pude ayudar a alguien necesitado y no lo hice, me conoces.

—Hazlo, ayúdale, pero no vayas, envíale todo el dinero que quieras, con Rocky o hazle una transferencia, consignale de una sucursal, pero no vayas. Por favor mi amor, te lo suplico.

—No tardaré, lo prometo. Estaré aqui para irnos juntos a la cita. Por favor, no te molestes conmigo, solo entiendeme.

—No me pidas eso, si quieres ayudarla eres libre de hacerlo, no te puedo obligar, pero no me pidas que te apoye porque esta vez no lo haré —Se acercó para darme un beso en los labios pero me aparté—. Si no vienes en dos horas me iré sin tí. Igual te estaré esperando en la clínica por si te interesa saber el sexo de nuestro hijo.

—Gata por ... —Salí de la habitación cerrando la puerta con fuerza. Estaba molesta y a la vez muy desilusionada.

No entiendo por qué, sé bien que él ayudaría a cualquiera que lo necesite sin importar quien sea, incluyendola a ella, pero... Creo que mi enojo es por habérmelo ocultado, él sabe bien que hubiese cedido y haberla ayudado juntos.

Se fue, y ya no puedo hacer nada más que esperar por su regreso.

Parte 1/3

Hola, con el próximo capítulo llegamos al final de la historia.
Muchas gracias por acompañarme hasta aquí y esperar con paciencia.

Gracias y bendiciones para todos.

(22-07-23)