TANIA

¿Se puede extrañar a alguien tanto?

Si, así extraño a mi hermana.

Tal vez porque siempre hemos estado juntas, casi desde que nacimos. Nos llevamos solo un año de diferencia, mamá se embarazó apenas terminó su dieta, así que mientras yo crecía por fuera, ella crecía por dentro de mamá.

Hablo con ella todos los días, pero no es lo mismo que tenerla aquí en casa con nosotros.

Han pasado cinco largos meses desde que se fue y aún no me acostumbro a su ausencia, al igual que papá. Lo he visto llorar viendo sus fotografías y limpiar sus lágrimas diciendo que es un sucio en su ojo cuando lo descubro.

En vacío se siente y eso que los chicos han sido una gran fuente de motivación para mí y una gran compañía. Recuerdo cuando los llevé a casa a cenar tres semanas después de que llegamos de Medellín como les prometí, esos días estuvimos muy ocupados en el club y por eso no habían podido venir, los pobres estaban muy nerviosos hasta que se dieron cuenta del gran tipo que es mi papá.

Cindy no paraba de mirarlo y coquetear con él, cosa que todos notamos. Recordé la charla que tuvimos sobre él y pensé que hasta sería lindo que anduvieran.

«Si en serio le gusta, no me importaría.
Allá ella y sus gustos extraños»

En fin, les he conseguido uno que otro trabajito con unos conocidos en fiestas, eventos y algunas presentaciones de la universidad, están felices por eso. He aprendido a quererlos y me da mucho gusto ayudarlos, casi convivo con ellos para no sentirme sola. Apenas salgo de la u, me voy con ellos y vuelvo a casa en la noche para esperar a papá a que llegue del trabajo y pasar tiempo juntos, pero el día de hoy tiene una reunión y va a llegar muy tarde. No quería estar sola, así que invité a Cindy para que me acompañara en casa, creí que aceptaría encantada, pero me dijo que no podía porque tenía algo importante que hacer, entonces pensé en Gonzalo, pero recordé que él tenía una cita con Daniel, quién vino a visitarlo desde Medellín y al parecer van a empezar una relación estable, me alegro por ellos. Damián no responde el celular y no se dónde está, y con los otros miembros del grupo no tengo suficiente confianza aún como irme a embriagar con ellos.

Laura, Thomas, Esteban ¡Ay no! Mejor me voy a un bar a divertirme un rato yo sola.

Busqué en mi armario algo que ponerme y una vez lista tomé mis llaves, cerré bien y subí al taxi que ya me esperaba fuera.

—¿A dónde la llevo señorita?

—Lléveme al mejor bar que conozca —pedí.

—Claro, conozco uno que le va a gustar, está un poco retirado, pero es un buen lugar para divertirse.

—Bueno, Entonces lléveme ahí.

☀️☀️☀️☀️☀️☀️☀️

No sabía cuánto tiempo había pasado, pero ya me sentía algo cansada de tanto bailar, saltar y gritar como loca. La música sonaba mientras yo seguía moviéndome, bebí un trago que tenía en la mano y seguí divirtiéndome. Al sentirme agotada me devolví a mí mesa para servirme otra copa de whisky. Me he bebido más de media botella y ya sentía sus efectos en mí, los chicos ya lo notaron y varios se han acercado a mí mesa como lobos hambrientos acechando su presa, todo apunta a que lo soy. Estoy ebria y muy fácil de devorar, eso es lo que creen, pero aún estoy en mis sentidos para rechazarlos a todos y cuidarme de ellos. Solo de recordar como terminó la última vez, no quiero volver a saber nada de desconocidos amables por más sexys que se vean.

Taboo, de Don Omar comenzó a sonar y me levanté porque me encanta esa canción, empecé a cantarla aunque no lo hacía nada bien como mi hermana.
Grité y bailé hasta que decidí subirme en la mesa para continuar con mi baile, los hombres empezaron a silbar y a gritar cuanta cosa se les ocurrió, algunas de ellas lindas y otras un poco pasadas de tono, pero no me importaba, yo solo quería ser feliz y olvidarme de todo. Olvidar que Kira no estaba conmigo y que Sebas seguramente estaba con Wendy haciendo...

«Lo que te gustaría que te hiciera a ti»

me dije.

¡Rayos! Vine aquí a divertirme y ahora me siento deprimida al recordarlo.

Derramé una lágrima y ya no quise seguir con el espectáculo, intenté bajar de la mesa, pero se me hizo difícil porque no sé en qué momento se volvió tan alta, sentí unas manos sujetar las mías y logré por fin bajar. Observé a la persona que me ayudó y reí consternada.

—¡Mierda! estoy viendo alucinaciones de lo borracha que estoy —dije entre risas tontas.

—Tania, oye ¿Te sientes bien? —froté mis ojos y los abrí de nuevo para asegurarme.

—Sebas ¿Eres tú?.

—Si, no estás alucinando —Me dio una hermosa sonrisa, me perdí en sus ojos un momento hasta que me percaté de la presencia de Mauricio y lo señalé.

—Tú, no te atrevas a hablarme hijo de tu puta...

—Cálmate, tranquila solo queremos ayudarte. —dijo el idiota.

—No quiero tu ayuda imbécil. Tu, tu tienes la culpa. Tú le rompiste el corazón a mí hermana y por eso, se fue a Estados Unidos y nos dejó. —Dejé salir unas lágrimas al recordarlo.

—¿Sol se fue? —preguntó sorprendido.

—Si, ¿Tan poco te importa mi hermana que ni siquiera sabias eso? ¡Que imbécil eres! No sé por qué Kira se enamoró de ti. ¡Ojalá te haya olvidado! Y encuentre a un hombre de verdad —Tapé mi rostro un momento para llorar y luego las coloqué en mi cintura después de limpiar mis lágrimas. —La extraño y... Ya no quiero seguir aquí, me voy a casa.

—Te llevaremos. —respondió sebas.

—No, Mauricio no. Él ya no es bienvenido en mi casa —protesté en medio de mi borrachera.

—Está bien, yo te llevaré. Mao no irá ¿Ok? —Asentí—. Mao, oye...

—No te preocupes Sebastián, llévala a casa y asegúrate de que esté bien. Yo tambien me iré, nos vemos.

—Hablamos después, no creas que nuestra conversación terminó.

—Dale.

Sebas y yo salimos del bar, yo apoyada en él porque casi no podía mantenerme en pie, me cargó después de que casi caigo y me metió a su auto, en la parte trasera. Condujo a casa mientras yo hablaba de tonterías, lloriqueaba y reía también. De pronto sentí el motor apagarse y a él bajar del auto, abrió la puerta para ayudarme a bajar.

—¿Las llaves? —Señalé mi bolso y las buscó hasta que las encontró.

Abrió la puerta de la casa y yo me metí corriendo, me tropecé con el tapete y caí boca abajo, me quedé ahí acostada hasta que Sebas me ayudó a levantarme.

—Vamos, te acompaño a tu habitación para que descanses.

—No quiero subir esas escaleras, mejor me quedo en el sofá —Se lo enseñé.

—Hay otra solución —dijo y me cargó de nuevo—. ¿Cuál es tú habitación?

—Arriba, segunda puerta y tiene mi nombre. —sonreí mientras me sujetaba de su cuello.

—¿Si? ¡Qué bien! ¿Cómo no lo imaginé?. —ironizó. Subió las escaleras conmigo en brazos y una vez dentro, me dejó suavemente sobre la cama, quitó mis zapatos y me arropó con mi cobija.

—Ya estás sana y salva, buenas noches Tania. Descansa —Lo tomé de la mano para que no se fuera.

—No te vayas Sebas. No me dejes sola tú también —Me senté y lo halé con fuerza obligándolo a sentarse muy cerca.

—No te dejaré sola, estoy aquí  —Me acorruqué en su pecho sintiendome protegida—. Me quedaré hasta que te duermas ¿Te parece bien?

—Si —respondí, luego me quedé en silencio disfrutando de su calor. Lo amo, estoy enamorada de él desde hace mucho tiempo—. Sebas.

—¿Si?

—¿Te acuerdas del día que resbalé y casi caigo a la piscina, pero tú me atrapaste?

—Lo había olvidado, pero ahora lo recuerdo.

—Ese día te vi, pero tú no a mí.

—Si te vi.

—No, tu mirabas a todas las chicas que estaban ahí, menos a mí. Viste a muchas, luego llegó Wendy y... entonces me resigné. Me hice a un lado para que fueras feliz con ella —dije con tristeza— Te amo, siempre lo he hecho, nunca te lo dije y tampoco te diste cuenta. No te preocupes, yo jamás haría algo como lo que hizo  la zorra de mi ex amiga. Wendy me agrada y jamás la lastimaría —Me separé viéndolo a los ojos—. Vete, vete antes que haga algo estúpido. Estoy ebria y muy habladora.

—Perdón por no haberte mirado en ese entonces, perdón por... Ser un imbécil, Yo... Si te vi, tarde pero lo hice, lo hago ahora.

—¿En serio? ¿Qué hay de Wendy?

—Terminamos, ya no estamos junt... —No lo dejé terminar cuando ya tenía mis labios sobre los suyos. Me correspondió un momento, pero luego me apartó, tomó mi mano y la besó.

—Tania, en verdad me gustaría estar contigo, pero no así. Estás bastante tomada y sería muy abusivo de mi parte dejarte hacer esto. Duerme y mañana hablamos.

—Ya es mañana. —río.

—Técnicamente si, pero... Te veo luego ¿Ok?

—Ok.

Me acosté de nuevo en mi comoda cama y él volvió a arroparme, se despidió con un beso en mi frente y luego salió de mi habitación. Suspiré y cerré mis ojos despacio para quedarme profundamente dormida.

☀️☀️☀️☀️☀️☀️☀️

En cuanto abrí mis ojos en la mañana, digo mañana porque aún es temprano.  Me levanté muy feliz, tenía recuerdos vagos, pero el de Sebas diciéndome que ya no estaba con Wendy y que quería estar conmigo lo tenía intacto. Ni Siquiera la resaca me quitaba esta dicha.

Después de bañarme y vestirme bajé a la cocina para preparar algo de comer pero me encontré con la sorpresa de que papá ya estaba ahí, bailaba y silbaba mientras preparaba algo que olía muy rico, parecía contento al igual que yo.

—Hu, hum, ¿Se puede saber a qué se debe tanta dicha? —Volteó a verme sonriente.

—Nena, buenos días. Ya te iba a despertar para que comieramos juntos.

—Gracias papi, pero no me cambies la conversación. A ver, ¿La conozco? ¿Cómo se llama? ¿Es bonita? —carcajeó.

—¿Ya no puede uno levantarse de buen humor porque tiene que ser por alguien? Tú también te ves de buen humor,  ¿Debo suponer que es por alguien?

Acertó, pero no podía contradecirlo.

—Eh, no. Claro que no, solo dormí bien anoche.

—Pues yo igual nena. Ven, comamos y luego salimos por ahí. ¿Te parece?

—Claro. —respondí viéndolo con curiosidad.

«¡Aquí hay gato encerrado! Más bien Cindy encerrada»

Ya lo averiguaré.

Una vez terminamos el desayuno, papá se fue a vestir y yo me quedé esperándolo en la sala revisando mis redes sociales, también hablaba con Kira por Whatsapp contándole sobre papá y mis sospechas. Mi corazón palpitó de la emoción cuando llegó un mensaje de sebas, mensaje que leí enseguida dejando a Kira en visto.

Sebas en línea.

Hola, buenos días bonita. Necesitamos hablar. Paso por ti a la una para ir a almorzar. ¿Puedes? 🙏

Hola Sebas, saldré con papá y no sé a que horas regrese. Lo Siento. 🙈

Descuida, llámame en cuanto llegues y te recojo. Qué te diviertas con tu papá.

Ok, Gracias.

Estaba súper emocionada, parecía una niña a la que le habían comprado un juguete nuevo. Siempre había esperado este momento y no podía creer que ahora estuviera pasando.

Seguramente debía estar soñando, pero
si es un sueño, no quiero despertar.

☀️☀️☀️☀️☀️☀️☀️☀️

Daba vueltas nerviosa y me sentí aún peor cuando escuché el timbre y papá salió a abrir la puerta.

—Buenas tardes Juan.

—Buenas tardes Sebastián, ¿Pasó algo? ¿Qué te trae por acá.

—Nada señor, vine a ver a Tania. —dijo mirándome, papá me miró también y yo mordisquee mis uñas.

—Bueno, entonces pasa.

Sebas siguió y me saludó con un beso en la mejilla.

—Hola Sebas.

—Yo, los dejo para que hablen —dijo papá y se fue al estudio.

—Siéntate Sebas ¿Quieres que te traiga algo? —Estaba nerviosa.

—No gracias.

Me senté también, ni me atrevía a mirarlo por lo avergonzada que me sentía por todo lo que le dije anoche, él río al verme mordisquear mis uñas, se levantó y vino hasta a mí, tomó mi mano y me hizo colocarme de pie.

—No tienes por qué sentirte avergonzada, así que mírame —pidió y yo obedecí—. Así está mejor.

—Sebas yo... Bueno, es que tomé mucho anoche, dije muchas tonterías y...

—Me dijiste que me amabas, eso no fue una tontería —Sonrío—. Ya lo sabía —dijo y eso me tomó por sorpresa.

—¿Lo sabías?

—Si, si me di cuenta, Tania. Te aprecio mucho por ser la hermana de Sol y no quería hacerte daño, por eso me alejé. Yo estaba con Wendy y sabía que... El asunto es que, ya no. Y me gustaría intentarlo. Sé que acabo de salir de una relación y tal vez pienses que quiero sacar un clavo con...

—Si quiero —Lo interrumpí—. Ya no quiero perder más tiempo, ni esperar a que otra venga, quiero ser yo quién esté a tu lado Sebas, pero dime algo antes ¿Hay alguna posibilidad de que tú y Wendy se reconcilien? Porque si es así, entonces no. No quiero ilusionarme y después salir con mi corazón roto como mi hermana.

—No, ninguna. Es definitivo —Una sonrisa se dibujó en mis labios.

—Bien, entonces ven aquí y bésame —rio y tomó mi rostro para besarme muy tierno.

«Por fin mi sueño se hacía realidad»

Gracias por la lectura.

Les deseo muchas bendiciones 😇🙏🙏.

Espero les haga gustado. Hace rato quería escribir sobre ella y me decidí.

Además porque Sebas tiene algo importante que hacer y ... No les digo más.

Muchas gracias.