KIRA

Dos días, faltan dos días para el cumpleaños de Mao y aún no me resigno a creer que este será el primer cumpleaños que pasaremos separados.

«¿Qué haré con todo lo que había preparado para él?»

Se supone que serían dos semanas y estaría aquí antes de la fecha, pero ahora resulta que hubo un problema con la entrega de los diseños, no se sabe por qué, solo que llegó la mitad y por supuesto Mao debe resolverlo, tendrá que esperar a que llegue el resto para verificarlos, por eso tendrá quedarse tres o cuatro días más en Medellín.

Las modelos ya están aquí en Bogotá y según sé, Valeria pidió permiso por cuatro días para ir a ver a sus padres porque al parecer hubo una emergencia con ellos. No sé bien el chisme y tampoco me interesé en averiguar.

«Lo siento mucho por ellos»

Me gustaría estár con mi Mao en Medellín apoyándolo con todo ese problema que lo tiene estresado.

«Y ayudarlo a desestresarse como a él le gusta, claro». Reí al pensarlo.

Lo extraño muchísimo y creí que él también a mí, pero cuando le dije que iría se negó, aunque le expliqué que papá no se molestaría, pues tenía su permiso por ser un asunto en el que yo debía apoyarlo. Confieso que eso me hizo sentir muy triste porque creí que me querría a su lado para aliviarse un poco.

Esta ultima semana ha estado bastante alejado, lo he sentido muy raro, siempre está ocupado y cuando lo llamo nuestras conversaciones no son duraderas como antes, supongo que es el estrés y ahora con lo ocurrido debe estar agotado, eso realmente me preocupa mucho.

Tomé mi teléfono y decidí llamarlo.

—Hola mi amor, ¿Cómo estás? ¿Cómo van las cosas?

—Hola Sol, ya casi lo resuelvo.

—¡Qué bien mi amor!, no sabes cuanto me alegra escuchar eso —Me sentí aliviada—.  ¿Entonces estarás aquí para tu cumpleaños? mira que te tengo una sorpresa, te va a gustar muchísimo mi amor.

—¿Sí? Y ¿Qué es?

—Ah no, no diré nada. Más bien responde si vendrás.

—Me encantaría decirte que si, pero la verdad es que no.

—¿Y si voy hasta allá? Así pasamos juntos y nos divertimos  ¿Qué te parece la idea mi amor?

—No Sol, regreso en tres días como te había dicho. No creo que sea buena idea que vengas, no voy a poder estar contigo, te aburrirás aquí sola.

—Contigo no me aburro para nada, además puedo acompañarte y ayudarte también en lo que necesites, después de todo, me estoy preparando para eso.

—Gracias por preocuparte, pero no es justo para ti, mejor no, Sol.

—Pero Mao, a mí no me imp...

—Sol, he dicho que no. No seas necia, obedece por favor. No te comportes como una malcriada. —Me regañó.

—Es tu cumpleaños mi amor, quiero que la pasemos juntos, aunque sea solo un ratito en la noche ¿Si? no te molestaré, esperaré a que llegues del trabajo muy juiciosa en tu habitación, por favor. —supliqué.

—Sol, hazme caso, mejor espera a que yo llegue, prometo que haremos todo lo que tú quieras ¿Ok? —propuso, no estaba conforme, pero la idea me agradó un poco.

—De acuerdo—contesté no muy convencida.

—Lo entiendes ¿Verdad?

—Si, te esperaré aquí.

—Así me gusta, que seas obediente.

—Cambiando de tema, quiero contarte algo, imagínate que el direc...

—Sol, lo siento, me tengo que ir, te hablo más tarde —Colgó y no pude contarle que el director de la universidad me escogió por mis calificaciones para que continuara mis estudios en Estados Unidos con una beca.

Me entristecí un poco, pero entendía que estaba preocupado y yo lo estaba distrayendo, aunque esa era la idea, que se olvidara un rato de todos esos problemas que lo atormentaban y sintiera un poco de paz.

☀️☀️☀️☀️☀️☀️☀️

Estaba aburrida y sola en casa sin nada que hacer. Tania se había ido a visitar a Laura, papá estaba en el trabajo y llegaría muy tarde hoy. No tenía otra opción más que marcarle a mi hermana y pegármele.

—Hola Kira ¿A qué debemos el placer de escuchar tu voz?

—No seas dramática Tania, te hablo todos los días.

—Si, ajá.

—Estoy aburrida ¿Me les puedo unir?

—Claro, pero nada más te digo que vamos a hacer travesuras y en la noche nos vamos de... RUMBA —gritaron esas dos al unísono muertas de la risa.

—¿Se van a tomar en un día de semana?

—Nos, porque si vienes, tú también lo harás ¿Te apuntas o no? —Lo pensé un momento y la verdad no quería estar sola.

—De acuerdo, pero ya sabes. Nada de emborracharse —aclaré.

—Si, aburrida, lo que digas. Estamos algo retirados, te mando la ubicación y nos vemos acá.

—Ok, me cambio de ropa y salgo para allá.

Me coloqué unos jeans negros, un top del mismo color y un saco amarillo encima. Recogí mi cabello en una coleta, apliqué un poco de maquillaje, perfume, tomé mi cartera y fui a la dirección que me envió.

Agarré mi teléfono para avisarle a papá que iría con ellas y que probablemente llegaríamos tarde. También le envié un mensaje a Mao avisando dónde estaría.

Cuando llegué, Tania me estaba esperando afuera recostada en la puerta de la casa.

—¡Hasta que por fin llegas Kira!

—Perdón, el tráfico estaba horrible.

—Bueno, bueno. Entremos que quiero presentarte unos amigos.

—¿Amigos? ¿Qué no conozco a tu amigos ya?

—Unos que no conoces y vinieron a la fiesta.

—¿Fiesta? —pregunté con incredulidad.

—Si, es que Laura y yo pensamos que sería mejor hacer una fiesta aquí y no salir a un bar dónde si nos emborrachamos, correríamos algún tipo de peligro. Sus padres nos dieron permiso, así que estaremos bien cuidadas aquí.

—Ya veo, ¡Qué rápidas son para planear cosas!

—Bueno hermana, solo tienes que decir "fiesta" y en menos de lo que canta un gallo, tienes a todos reunidos en un mismo lugar y con lo necesario.

—Eso veo.

Llegamos al patio de la casa, donde había una piscina llena de chicos y chicas gritando, jugando con una pelota y bailando alrededor. Tania me llevó a una mesa donde estaba Laura con tres chicos y una chica.

—Chicos, ella es mi hermana Kira. Salúdenla —Levantaron todos sus cervezas.

—Hola Kira, nos da gusto conocerte — dijo la chica.

—Hola —Sonreí con pena.

Me acerqué a Laura para saludarla de pico ya que era la única que conocía. Ella se levantó y pasó su brazo por mi hombro.

—Kira, que bueno que viniste a divertirte con nosotros y saliste de tu cueva. Mira, te presentaré unos amigos. —Señaló al primero que estaba a su lado. Un chico de cabello negro, ojos cafés, tés blanca y digamos que guapo—, él es mi primo Thomas. Luego señaló al chico de ojos negros, cabello negro y tés morena—. Él es Simón, amigo de Thomás y ella... —Señaló a la chica de cabello corto arriba de los hombros, tés blanca y ojos grises sentada al lado de Simón—, ella es Claudia, novia de Simón y por último—, Señaló al chico rubio de ojos azules y tés muy blanca— Y, él es Samuel, le decimos samo.

—Hola a todos. —dije.

Me hicieron espacio y me senté al lado de Claudia, empezamos una plática entre todos bastante agradable, de pronto Thomás, sugirió meternos a la piscina y todos estuvimos de acuerdo, quería divertirme así que subí a cambiarme y colocarme un traje de baño que Laura me prestaría porque no traje, me mostró varios diseños, pero escogí el amarillo verdoso por ser más... "tapadito" los demás eran de dos piezas muy, pero muy diminutos.

Tania se colocó uno de dos piezas no tan pequeño.

Se le veía muy bien a la enana.

Laura se colocó uno negro que llamó bastante la atención en cuanto bajamos.

Todos estaban ya dentro de la piscina jugando con una pelota gigante la cual lanzaban de uno a otro. 

Tania fue la primera en entrar a la piscina, luego Laura y por último yo.  Nos unimos al juego por un buen rato hasta que la tarde se pasó tan rápido como un rayo.  La música empezó a sonar fuerte y la mayoría salió de la piscina para bailar y beber un trago.

Tomás tomó mi mano en vista que yo no salía y me llevó afuera del agua para que bailara con él y lo seguí. Mi hermana bailaba con Samuel, Simón con Claudia y Laura no sé con quién.

—Bailas muy bien Kira —dijo Tomás mientras movía mi cuerpo al compás de la música.

—Gracias, tú tampoco lo haces mal  —Sonreí.

—Oye, me dijo Tania que tienes novio y que te vas a casar en pocos meses. ¿Estás segura?

—¡Qué chismosa es mi hermana! Y si, estoy muy segura.

—De acuerdo, y ¿Tu novio no es celoso? Digo, porque estás aquí bailando conmigo en un traje de baño que se te ve increíblemente bien —Coqueteó.

—Él sabe que estoy aquí, está muy seguro que lo amo y que jamás haría algo indebido, menos en su ausencia —Sonreí orgullosa para que entendiera que no tenía ni la más mínima posibilidad y no intentara nada.

—¡Qué suertudo! Me da un poco de envidia —Reí.

—¿Qué hay de ti? ¿Tienes novia? —Curiosee.

—No, estoy soltero y a tú disposición.

—No me digas, lo tendré en cuenta —Ironicé y él rio.

Seguimos bailando la siguiente canción y la otra hasta que Laura gritó:

—¡CHICOS! chicos, juguemos. Los que quieran vengan acá.

—¿A qué jugaremos? —preguntó Tania.

Laura levantó una botella de whisky y nos las enseñó.

—Juguemos a...  reventar globitos

—Buuuu, ¡Aburrido! —Se quejó Simón.

—No, no lo es, se los aseguro. —Destapó una caja enorme que estaba detrás de ella y nos hizo seña con sus manos para que nos acercáramos—. Se armarán en parejas y van a tomar un globo. Cada uno contiene un papelito de un color,
aquellos que saquen el amarillo...  Deberán contar su secreto más sucio.

»Los del color azul, deberán hacer un baile bien sensual quitandose una prenda, encima de esta mesa y... Beber dos sorbos largos de esta botella, el color rojo que solo hay uno, les digo, ese color tiene un premio para dos. ¿Juegan?

—¡Jugamos! —gritamos todos.

—Todo sea por el premio —dijo Claudia.

—¿Y cuál es el premio? —pregunté con curiosidad.

—Un pase doble con todo pago para ir al... Cineeeee, ah y también una tarde en el Spa de papá —Enseñó los boletos—. Ahora escojan a su pareja y tomen un globo, recuerden que deben reventarlo sin usar las manos, ni los pies y tampoco los dientes, no sean tramposos

Cada pareja tomó un globo y empezó con la tarea de reventarlo. Thomas y yo nos lo colocamos en el vientre y nos abrazamos y apretamos lo más fuerte que pudimos hasta reventar el globo, un papel de color rojo cayó al suelo, lo tomé y grité emocionada.

—¡Rojo, rojo!

«El rojo es el de la buena suerte»

Thomás me lo arrebató de las manos y saltó emocionado haciéndome saltar con él para luego darme un abrazo. Cosa que me desconcertó.

—Bueno, tenemos ganadores, los demás,  a sacar sus cochinadas —dijo Laura señalando la mesa.

Uno a uno fueron subiendo a la mesa, algunos con vergüenza y otro no tanto, sacaron sus asquerosos secretos, yo solo estaba ahí con la boca abierta escuchando cada cochinada que decían, se me abrió mucho más cuando fue el turno de Tania.

—Yo, me...  Me besé con una chica hace un par de días —Volteó a verme apenada—. No me veas así, solo tuve curiosidad y ya, además solo fue uno, lo juro.

«Miren a mi hermanita».

Luego los que sacaron el papel azul comenzaron a subir a la mesa en parejas para hacer su baile.

Fue divertido verlos hacer el ridículo y agradecí al todo poderoso el que no me hubiera tocado a mi estár encima de esa mesa bailando y bebiendo de esa botella.

En poco tiempo el frío empezó a hacer de las suyas, así que nos colocamos de nuevo la ropa para seguir con la pachanga.

Me sentía tan bien que me asusté por tanta felicidad. Fue un día grandioso, acepto que hace mucho tiempo no me divertía de esa manera y no me refiero a rumbear, me refiero a sentirte bien, libre, sobre todo muy feliz contigo misma y con las personas que te rodean, en un lugar donde por primera vez; Mao no estaba.

Lo ilógico aquí era que solamente me sentía feliz con él y creía que nadie más podría hacerme sentir igual.

Hasta hoy.

Un poco largo lo siento.🤗🤗

¿Qué tal el día de sol?

Se divirtió muchísimo.

Gracias queridos lectores.
El próximo capítulo será dedicado al que tenga más comentarios en este.
Gracias.