☀️Capítulo VI☀️
VALERIA
Ya tengo la reserva para mi cita con Mauricio, tengo que aprovechar que va a estar completamente solo el día de hoy porque su noviecita se irá a buscar su vestido de novia y no estará pegada a él como un chicle.
Es una pena que no lo vaya a usar.
Tania me habló ayer y me contó sobre la cena de compromiso en casa de los padres de Mauricio, tenía que hacer algo y decidí llamarlo a pesar de saber que no respondería, quería que pensara en mí mientras se comprometía oficialmente con la estúpida de Kira.
Le dejé un mensaje diciéndole que lo estaría esperando hoy en el "Capitalino Restaurant" para almorzar, solo esperaba que no me plantara porque me había dado cuenta que estaba tratando de evadirme, se resiste aceptar que siente cosas por mí, pero no lo logrará.
Escogí un vestido negro escotado hasta las rodillas ceñido al cuerpo y unos zapatos rojos de tacón, quería verme radiante, pero no vulgar y no se pudiera resistir. Miré mi reloj y ya eran las 9 y 30 de la mañana, aún me quedaba mucho tiempo para alistarme y salir a...
Dejé mis pensamientos al sentir unos brazos rodearme por detrás y un beso en mi sien.
—Hola gansita —Su aliento al hablarme cerca de mi oreja me causó un corrientazo.
—Gansito ¿Cuándo llegaste? —pregunté sorprendida, giré para tomar su rostro y besarlo.
—Acabo de llegar y me vine a verte gansita, no sabes lo mucho que te extrañé.
—Yo también gansito —dije mientras le daba besitos—. ¿Tienes hambre? ¿Quieres algo? Te ves cansado —Me preocupé al ver sus ojeras.
—La verdad si, condujimos toda la noche y no he dormido casi nada, pero tenía muchas ganas de verte y aquí estoy.
—Te prepararé algo de comer, ve y date una ducha mientras tanto.
—¿Tan mal huelo? —Arrugó sus cejas
—Apestas —Olió sus axilas una a una y yo reí—. No es cierto, es para que te relajes —Me besó de nuevo y se fue a mi habitación.
Unos minutos más tarde y ya bañadito, mi gansito se sentó a comer los huevos revueltos con tostadas y jugo de naranja que le preparé. El pobre estaba hambriento, se acabó todo y le serví otro plato. Lo observé cuidadosamente mientras comía su desayuno. ¡Dios! se ve tan sexy sin camisa y las pocas gotas que corrían por su pecho me hacían desearlo con desespero. En ese momento quise retractarme y dejar todos los planes que tenía en mente para quedarme con él y...
—¿Qué tanto me ves? —preguntó con picardía. Me levanté de mi asiento y me senté de piernas abiertas sobre las suyas pasando mis brazos alrededor de su cuello.
—A ti, eres muy guapo y sexy Gansito — respondí mirándolo a los ojos.
—¿En serio? —Levantó una ceja y me dio una media sonrisa.
—Si, y no te hagas que lo sabes. Te aprovechas de eso para tu conveniencia —Carcajeó, no aguanté más las ganas que tenía de besarlo y lo hice.
Nos besamos con muchas ganas y deseo, mi gansito se levantó de su asiento conmigo encima y me llevó hasta la habitación, me dejó sobre la cama despacio, quité mi blusa y él me ayudó a quitar mi pantalón mientras mordía su labio observándome, sabía el por qué, llevaba puesto un conjunto de encaje de su color favorito; Azul, como el cielo que tanto le gusta mirar. Se subió encima de mí y me besó ferozmente mientras me acariciaba llevándome al borde de la locura, haciéndome el amor como solo él sabe hacerlo.
☀️☀️☀️☀️☀️☀️
Exhausto, mi gansito se quedó profundamente dormido en poco tiempo.
No dejaba de observarlo, lo amo y sé que también él a mí, me lo ha demostrado.
«¡Dios! No quiero lastimarlo»
Pensé y pensé, y después de un buen rato de imaginar mi futuro a su lado, me vi haciendo el que hacer de la casa, cuidando a cinco niños mientras esperaba que llegara, con la cena lista, desaliñada y oliendo a cebolla.
No, No quiero eso para mí. Merezco una vida mejor.
Decidida, le di un beso en los labios y me levanté despacio para no despertarlo, tomé la ropa que había escogido junto con mi maquillaje y salí de la habitación.
Me alisté lo más rápido que pude para ir al encuentro con Mauricio, tenía unas horas antes que mi gansito despertara y notara que no estaba, el pobre estaba trasnochado, además me encargué de que también estuviera muy agotado, así que dormirá como una roca por horas.
Mi auto viejo aún está en el taller, así que tuve que tomar un autobús para llegar y gracias al cielo pude hacerlo a tiempo. Habían pasado alrededor de unos 30 minutos y Mauricio nada que llegaba a nuestra cita. Empezaba a preocuparme de que me dejara plantada, tomé mi teléfono y justo cuando le iba a marcar, lo vi cruzar la puerta del restaurante.
Me lo quedé viendo casi con la boca abierta, se veía realmente guapo.
"Le queda el blanco" su porte y elegancia lo hacía resaltar entré los demás hombres que estaban aquí, entendí por qué la tonta de Kira estaba loca de amor por él, incluso no dudaba que yo podría estarlo algún día también. Apenas se acercó a mi mesa se sentó, quedando en frente de mí
—Hola Valeria, disculpa la tardanza. —saludo cordialmente.
—Hola Mauricio, creí que no vendrías.
—Tuve un inconveniente, disculpa por hacerte esperar. —dijo mientras se acomodaba en la silla.
—No te preocupes, no esperé mucho.
Llamé al mesero para que nos trajera el menú, escogí una ensalada de atún y Mauricio pidió salmón asado.
«Esto me saldrá costoso, pero valdrá la pena porque hoy, Mauricio caerá rendido a mis pies»
Mientras esperábamos, me habló sobre el viaje a Medellín y lo que íbamos a hacer allá, cambié de tema haciéndole preguntas sobre él, sus gustos y todas esas cosas que se deben saber hasta que el mesero trajo nuestro pedido y empezamos a comer.
Miré mi reloj y entonces me preocupé, el tiempo había pasado rápido y tenía que irme si quería llegar a casa antes que mi Gansito se despertara. Mauricio no paraba de hablarme de sus anécdotas más divertidas y yo ni siquiera le ponía atención de los nervios.
—Eh, Mauricio gracias por haber aceptado mi invitación, disculpa lo descortés, pero ya debo irme, espero no te molestes, es que... mi amiga Angie está esperándome en casa, quedamos de pasar la tarde juntas y hacer cosas de chicas —Fue lo mejor que se me ocurrió.
—Claro que no, ve con tú amiga. Muchas gracias por la invitación, pasé un rato agradable.
—Me alegra mucho Mauricio, quería recompensar un poco todas las molestias que te he causado —Miró fijamente mis ojos.
—¿Quieres que te lleve? No vi tu auto en el estacionamiento.
—Aún está en el taller.
Pensé en decir que no, pero sería más rápido llegar a casa si él me llevaba en vez de tomar el autobús.
—Si, si no tienes ningún compromiso claro.
—Ninguno.
Lo vi sacar su tarjeta y lo detuve.
—No, no. Yo te invité, así que yo pago y no insistas. ¿Ok? —Sonrió guardando su tarjeta. Tomé mi billetera para ir a pagar y recoger la comida que había pedido para llevar.
Subimos al auto y en 30 minutos ya estábamos en la entrada del edificio.
—Gracias por traerme Mauricio —Le sonreí.
—No hay de que, y... Gracias de nuevo por el almuerzo.
Esta vez le sonreí coqueta mientras colocaba un mechón de mi cabello detrás mi oreja.
—Fue un placer —dije mirándolo fijamente a los ojos—. Bueno, ya debo irme, nos vemos en Medellín.
Me acerqué para despedirme con un piquito muy lento en la mejilla, por su expresión supe que quería besarme pero no se atrevía, así que decidí hacerlo yo. Sin apartar mi mirada de la suya pasé mis dedos por su mejilla hasta llegar a sus labios, cerró los ojos y supe que era el momento perfecto. Lentamente acerqué mi boca a la suya hasta que nuestros labios se juntaron dando paso a un beso muy suave, me separé un poco y él abrió los ojos observándome unos segundos para luego subir sus manos a mi nuca y llevarme hasta su boca y besarme con más intensidad, su lengua me invadió y yo lo seguí sincronizándonos muy bien, una de sus manos bajó a mi muslo y fue entonces que lo empujé con brusquedad.
—Perdón, no debí... Lo siento, discúlpame Mauricio, fue un impulso que no pude controlar. Tú tienes novia, yo también y esto está mal —Abrí la puerta del auto y salí casi corriendo.
—¡Valeria espera! —Lo escuché llamarme, me detuve porque no quería que me siguiera.
—Vete Mauricio, esto no debió pasar. Por favor vete —pedí y entré al edificio.
Le pedí al portero que no lo dejara pasar y me fui rápido a mi departamento.
Abrí la puerta muy despacio para no hacer ruido, quité mis zapatos antes de entrar y justo cuando iba a colocar la comida en la mesa, la puerta de mi habitación se abrió provocando en mí, un gran susto.
—¿A dónde fuiste gansita?
—Gansito, ya despertaste —Sonreí tratando de ocultar mis nervios—. Fui... a comprar comida. —Levanté la bolsa que traía en mis manos.
—¿Y para ir a comprar comida te vestiste así? —Cuestionó señalando mi atuendo, me acerqué nerviosa a y lo abracé fuerte.
—Claro que no, yo quería verme hermosa para ti cuando despertaras y... —Las lágrimas brotaron de repente al recordar lo que acababa de suceder con Mauricio, por más que quise no pude contenerlas.
—¡Hey! ¿Sucede algo? Si es así dímelo gansita, sabes que puedes contar conmigo.
—No, no sucede nada. Es solo que te extrañé mucho y ahora que estás aquí yo tengo que irme a Medellín, quería que pasáramos tiempo juntos porque hemos estado algo distanciados —Me sentí horrible por tener que mentir aunque fuera a medias.
Desde que decidí formalizar con Damián, nunca le había faltado, hasta hoy, y no podía con la culpa.
»Por favor gansito, bésame y dime que me amas, quiero escucharlo, necesito escucharlo. —Limpió mis lágrimas y me besó dulcemente.
—Te amo Valeria —susurró muy cerca de mis labios.
—Y yo te amo Damián, no lo dudes, pase lo que pase, oigas lo que oigas, veas lo que veas, nunca, jamás dudes de mi amor por ti. —Lo abracé más fuerte.
—¿Por que me dices eso Gansita? ¿Qué es lo que esta pasando? dímelo por favor, confía en mí. —Me dejé llevar por el remordimiento y lloré sin decirle absolutamente nada.
Perdón, perdóname gansito.
Disfruten la lectura.
Bendiciones 😇🙏🙏.
Perdón por la tardanza. Sorry.
🥺
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro