Muchas gracias fiore0217
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KIRA

Desde niña he sabido bien lo que quiero, a pesar de tener tan poca edad era muy madura, conocedora de cosas que otros niños de mi edad no podían entender. Mi madre murió cuando yo tenia 8 años y desde entonces solo éramos mi papá, mi hermana y yo. Hasta que él apareció enfrente de mí ese día de sol; resplandecía con fuerza, sus fuertes e imponentes rayos iluminaban su rostro haciendo que sus hermosos ojos cafés brillaran como estrellas en el cielo nocturno, cuando su mirada y la mía se conectaron supe que; Mauricio Macías sería el hombre a quién amaría por siempre y para siempre. Con solo doce años mi corazón lo supo y hoy, con veinte, estoy completamente segura de ello.

¿Se puede ser más feliz de lo que ya eres?

Claro que sí, así me siento justo ahora y en este momento. ''completamente feliz''

Mauricio y yo cumplimos cuatro años de relación el día de hoy, vine a su departamento a preparar una sorpresa para celebrarlos juntos. Él no se lo espera y estoy segura que se sorprenderá. Cena, globos, pétalos de rosas y por supuesto, las velas no podían faltar. Me sentiría más orgullosa si la cena la hubiese preparado yo, pero resulta que hasta el agua se me quema así tuve que pedirla a un restaurante, obviamente pedí su platillo favorito, todo lo demás si lo hice yo solita.

Un corazón de pétalos rojos sobre la cama, velas alrededor de su tina y... Un conjunto de lencería roja que sé, le encantará, hacen parte de la velada.

El rojo es su color favorito.

Al mirar mi celular me di cuenta que ya casi era hora de que mi novio llegara a casa, lo llamé en la mañana para darle las felicitaciones y decirle que estaría muy ocupada con un proyecto de la universidad, así que no me espera. Será una sorpresa.

Apenas escuché la puerta abrirse supe entonces que era hora del show.

''Vamos Kira, deja la pena y saca la perra que hay en ti''

Me dije y me acomodé a un lado de la cama con una pose muy sensual, no exagerada porque no quería dañar el corazón.

La expresión de Mauricio al abrir la puerta me indicó que había cumplido con mi cometido y lo había sorprendido, observó el lugar detalladamente y luego a mí.

—Hola mi amor, feliz aniversario. Aquí tienes tu regalo. —dije con tono de voz muy sensual, le guiñé mi ojo mientras mordía mi labio inferior.

Sonrió y se acercó muy despacio mientras quitaba su chaqueta, se subió a la cama y fue directo a mi boca para besarla dulcemente.

—Feliz aniversario Sol, en serio que no me esperaba algo así. —susurró sobre mis labios.

—Pedí tú comida favorita mi amor —Acaricié su rostro mientras él recorría mi muslo con una de sus manos, la lujuria se reflejaba en su mirada.

—Me encanta como se te ve ese conjunto —Mordió mi labio despacio provocando una corriente eléctrica en todo mi cuerpo—. Quiero comer, el postre primero —Metió su mano para acariciar sobre la tela de encajes, mi parte intima. Ansiaba mucho más que eso y reí.

—No mi amor, comerás la cena primero, luego el postre y después... —Aparté su mano despacio y me levanté de la cama, me señalé dándome una vuelta muy lenta—, podrás comer este rico y suculento postre —Carcajeó.

—Cómo ordene mi, Sol.

La cena estuvo acompañada de una botella de vino, también su favorita, la cual terminamos rápido.

—También tengo una sorpresa para ti Sol —Sacó una cajita de su bolsillo del pantalón y... ¡Dios!

«¿Es lo que creo qué es?»

La abrió despacio y observé el precioso anillo dentro de la cajita, lo sacó de ahí, tomó mi mano y lo colocó en mi dedo mirándome fijamente a los ojos.

—Mao... —Colocó su dedo en mi boca.

—Sol... —Sonrió y mi corazón palpitó acelerado esperando escuchar las palabras que tanto deseaba y había anhelado—. Como sé que me dirás qué si, no lo preguntaré —Mi sonrisa se borró de la decepción—. Pon la fecha para cuando lo desees.

—Mauricio mi amor, yo quiero una propuesta, no seas anti cursi. —Hice pucheros.

—Pero tú dijiste que no se pregunta algo si ya conoces la respuesta, ¿Lo recuerdas? —Asentí—. Bueno, pues yo ya sé la respuesta y... —Me lancé a él y me apoderé de su boca dándole un beso intenso interrumpiéndolo.

—Está bien mi amor, no importa porque igual te amo y estoy muy emocionada por esto. Y... Si, tienes razón, acepto, eso ya lo sabías.

Me levantó de mi asiento y me cargó hasta la habitación, le pedí que me bajara porque tenía otra sorpresa para él.

Encendí su teatro en casa y coloqué por medio del Bluetooth la pista de una canción. Tomé la pequeña silla que había traído para el baile, comencé a cantar y a bailar muy sensual, baile que no pude terminar porque fui jalada hacía la cama.

—Mao mi amor, aún no término. —reproché.

—¡Oh sí! ya acabaste con eso, ahora tienes que acabar con esto. —Señaló el bulto en medio de sus piernas. Sonreí con picardía y lo apreté, gimió ante eso y empezamos con nuestro encuentro de amor.

☀️☀️☀️☀️☀️☀️

Los deslumbrantes rayos del sol iluminaron la habitación haciéndome abrir mis ojos. Recordé lo maravillosa que había sido la noche anterior y sonreí como tonta, y es que si, Mauricio causa ese efecto en mí. Lo amo y lo he amado desde que lo vi por primera vez en casa de sus padres. Mi padre trabaja con el suyo y ese día nos invitó a una cena familiar, aunque yo solo tenía doce años supe enseguida que el amor había tocado a mi puerta.

MAURICIO MACÍAS RODRÍGUEZ, es y será, el amor de mi vida.

Lo amo con tanta fuerza que siento que mi pequeño corazón no resistirá tanto volumen.

En aquél entonces Mauricio tenía 18 años y solo me veía como la dulce niña de la cual debía cuidar, su rayito de sol como me empezó a decir desde que le dije mi nombre, mamá lo escogió porque eso significa. Rayo de sol, y según ella y papá, yo había llegado en un momento de oscuridad para ambos, después del nacimiento de mi hermana, los doctores dijeron que ya no podría embarazarse de nuevo, eso causó una gran depresión en ella, lo catalogaron depresión post parto y cuando se enteró de mi existencia su mundo entero se iluminó. Un pequeño rayo de sol habitaba su cuerpo. ''yo''

A pesar de tener poca edad lo miré distinto a todos los niños, bueno, Mauricio era seis años mayor que yo, y en aquella época tenía otros intereses, pero yo me enamoré. Con el tiempo nos hicimos amigos o eso creía yo. Iba a su casa con la excusa de que me ayudara con mis tareas solo para poder pasar tiempo juntos, todo marchaba bien hasta que su papá decidió enviarlo a estudiar a otro país. Confieso que fueron los cinco años más tristes de mi vida por estar separada de él.

Todo cambió cuando regresó en vacaciones y me miró a los ojos. Ya no era la dulce niña, ahora tenía 16 años y toda yo había cambiado, menos mi amor por él. Sus ojos me miraron diferente y dejé de ser su rayito de sol para ser solo "Sol", así me llama ahora.

También recuerdo la vez que nos besamos por primera vez en la fiesta de cumpleaños de mi hermana Tania, nos escabullimos entre la multitud a un lugar mas solitario, el jardín favorito de mama, estaba en la parte trasera de la casa pero a pesar de estar alejado, tenia muchas luz proveniente del sol. Ahí fue donde mi Mao me dijo que le gustaba y por supuesto le confesé mis sentimientos hacia él, justo al terminar mi confesión, me dio mi primer beso.

Lo recuerdo como si hubiera sido ayer.

Empezamos a salir a escondidas porque Mauricio quería esperar a que yo
cumpliera la mayoría de edad para contarles a nuestros padres, lo entendía, eran seis años de diferencia el 22 y yo 16.

—¿En qué piensas Sol? —La voz de Mao me trajo de vuelta.

—En ti, como siempre mi amor. Eres tú quién siempre está en mis pensamientos.

—Amanecimos romántica, por decirlo de una manera elegante y no de la otra. —Me sonrió, se removió para mirarme a los ojos. Pasó sus dedos por mi cabello con ternura.

—¿Cursi? ¿Cliché?. Tal vez, pero no me canso de decirte lo mucho que amo. Porque lo hago Mao. Te amo y a veces siento miedo de amarte tanto, yo... No soportaría perderte.

—Eso nunca va a pasar, quiero estar contigo por el resto de mi vida Sol. No lo digo con frecuencia, pero sabes que te amo. —Mis ojos se humedecieron de emoción dejando salir unas lágrimas mientras besaba sus ricos labios.

—Ven, vamos a bañarnos, te invito a desayunar. —Asentí sonriente y él limpió mis lágrimas.

Después de una fantástica ducha juntos y digo fantástica porque para que les cuento lo que hicimos ahí, nos fuimos a desayunar a un restaurante cerca de aquí.

Soy muy feliz y quiero seguir estándolo por siempre a su lado, eso no quiere decir que no hayamos tenido nuestros problemas y discusiones como cualquier pareja. No sé qué nos depare el destino, todo lo que sé, es que lo amo.

Hola, bienvenidos.
Este capítulo se me borró tratando de editarlo. Así que. Es nuevo y necesita mucho amor con sus votos y comentarios.
Muchas gracias.