Capitulo 1
Arrepentida
Cindy
Mirar la luna en vez de reconfortarme y hacerme sentir mejor logra todo lo contrario, me gusta observarla en las noches por mi ventana desde que Juan no está conmigo. A él le debo esto, le gustaba y lo hacíamos juntos cada noche antes de irnos a dormir. Aún después de su partida lo sigo haciendo para recordar todas nuestras anécdotas, pero hoy, la luna me reprocha. Puedo sentir sus ojos mirarme a través de ella con melancolía, decepción y enojo hacia mí.
En el fondo yo misma me veo así.
¿Cómo es que terminé en la cama con un desconocido?
Pues, culpa del alcohol.
Es una buena excusa para sentirme mejor y no reprocharme el hecho de que ni siquiera sé su nombre.
La luna brilla e ilumina con sus rayos al tipo desmayado en la cama. ¡Si que tiene el sueño pesado! o tal vez está así de lo borracho. Es jodidamente guapo, eso no se puede negar, y su cuerpo bien tonificado me está haciendo dudar en si irme o no, eso es muy raro porque el hombre no pasa de los 30 años, o eso creo.
Esto es nuevo para mí porque desde que mis hormonas despertaron, siempre optaron por elegir a alguien mucho más grande que yo, no es que no viera el atractivo de muchos chicos de mi edad en aquel entonces, pero cuando se trata de empatizar, mi corazón siempre elige la experiencia.
Mi primer... mi segundo novio tenía 26 años y yo 16, así es. Era diez años mayor que yo, fue todo un conflicto y la verdad no pude seguir con la farsa. De ahí en adelante mis parejas han sido siempre mayores, por eso ahora estoy confundida.
Si, definitivamente fueron los efectos del alcohol, bebí mucho anoche y casi no recuerdo como accedí a acostarme con él, solo recuerdo que fui a un bar a donde una fan me invitó, insistió e insistió hasta que me convenció. Cuando llegué al sitio la tipa me dio una mesa, una botella y después de beber unas cuantas copas, lo trajo a él diciendo que era otro fan, de ahí en adelante no recuerdo nada de nada, no sé que pasó y tampoco deseo recordarlo.
Mi conciencia me reprocha y la culpa me está destruyendo por dentro, siento que traicioné a Juan y quiero olvidarlo, quiero creer que esto jamás pasó, como dice la canción; si no me acuerdo, no pasó.
Tomo lo que falta de mi ropa, los zapatos y me los coloco sin hacer algún tipo de ruido que pueda despertarlo, aunque lo dudo, cuando ya estoy vestida y tomo las llaves de la mesita de noche, caigo en cuenta que esta es mi casa y no me puedo ir.
«¡Mierda! Lo traje a casa»
Bien, ahora sí quiero despertarlo.
—¡Oye, tu! Levántate y lárgate de mi casa ahora mismo —Hablo fuerte y el tipo se remueve, recojo su ropa y se la lanzo encima—. Vístete y vete. —exijo.
—Baja la voz —pide el imbécil cubriendo sus oídos.
—¡No! es mi casa y hago lo que se me da la gana. Levántate de mi cama. —ordeno. Él se sienta y ríe.
—Hoy me corres y anoche me pedías que me quedara —Se levanta por fin y...
¡Dios! está completamente desnudo.
«Cogieron, ¿Qué esperabas?». Me regaño mentalmente.
Lo observo boquiabierta porque está muy bueno el tipo.
—Vete. —digo mirando a otro lado.
—¿Por qué? —cuestiona. Lo escucho levantarse de mi cama y entonces lo miro—. Si quieres te dejo repetir lo de anoche y así te deleitas con esta ricura -Me lanza una sonrisa pícara que lo hace ver mucho mejor.
Reconozco que por una extraña razón, su propuesta me parece tentadora cuando el recuerdo de la noche anterior viene a mi mente, el revolcón que me dio fue grandioso, es muy bueno en la cama.
«Tengo que aceptar que fue el mejor polvo que me han dado»
—Ah, solo quiero que te vayas, olvida que estuviste aquí. Esto jamás pasó. —Trato de volver a mi sano juicio.
—Claro, me usas para saciarte y luego me votas —Lo fulmino con la mirada-. Anoche me pedías que me quedara, te besara y rogabas para que te cogiera y cuando estaba dentro de ti, pedías que te diera más duro y...
—¡Lárgate, fuera de mi casa! —No quería seguir escuchando sus idioteces aunque fueran ciertas, hice todo lo que dice, pero no voy a reconocerlo.
—¿De verdad no quieres repetir? -Se acerca demasiado y eso me incomoda- ¿No quieres volver a sentirlo dentro de ti? Prometo hacerte gemir mucho más de como lo hacías anoche mientras me pedías más.
Escuchar eso solo me hace sentir peor, la culpa y el remordimiento me van a matar aquí mismo y ahora, me siento la peor mujer del mundo y la más zorra de todas. Mis ojos arden y las lágrimas empiezan a caer.
—Ya cállate —Mi voz se quiebra—. Yo solo quiero que te vayas, vete por favor. —Al ver que no se mueve y me mira con pesar, me enojo—. ¡Fuera de mi casa! Largo. —Me acerco a él y golpeo su pecho, lo hago una y otra vez hasta sacarlo a empujones sin importar que está desnudo.
No entiendo por qué no se resistió, pero ahora puedo escuchar sus gritos pidiendo su ropa, la tomo, abro la puerta un poco, lo suficiente para que quepa mi mano y se la tiro. Cierro la puerta y mejo caer despacio pegada a ella para llorar desconsoladamente como una niña pequeña en el rincón de su cuarto.
No sé en que mierda pensaba cuando me acosté con él.
Mi Juan debe estar molesto conmigo, lo traicioné, le falté a su amor. Le juré que nunca estaría con otro hombre que no fuera él y rompí mi promesa. Aunque no esté a mi lado, en verdad pensaba cumplirlo y le fallé.
No entiendo cómo ni por qué terminé en la cama con él, no lo recuerdo. Me he embriagado antes, he salido con varios hombres, pero nunca me había acostado con ninguno de ellos, ni en mi peor estado de embriaguez, solo pensaba en él; En Juan, pero anoche...
Limpió mis lágrimas y dejo que mis pensamientos me envuelvan, luego de no se cuanto tiempo, mi cabeza empieza a doler, me levanto para buscar unas aspirinas, las ingiero y me acomodo en la cama para seguir con mis penas hasta que me quedo dormida.
🌙🌙🌙🌙🌙🌙🌙
El molesto sonido de mi teléfono ya me tiene harta, lleva un buen rato sonando. Seguramente es Damián otra vez llamando a molestar, anoche no le respondí ninguna de sus llamadas y estoy segura que hoy no me va a dejar en paz. Sé que se preocupa, pero odio que se meta en mi vida, lo hace desde que decidí irme a vivir sola a un pequeño departamento que renté.
Hace más de un año que vivo aquí y aún no lo entiende. Al principio él no estuvo de acuerdo, insistió que me mudara de nuevo con ellos ahora que la casa tiene más espacio, pero me negué, ellos ya tienen una familia y no quiero incomodar, ya saben, el casado casa quiere y si me quedaba estaría de más allí. La Taniecita igual insistió en que no la dejara sola en esa casa que ahora, sin Juan, es inmensa. Me negué también porque quedarme ahí sería tortuoso para mí, la acompañé solo dos semanas después de regresar de mi viaje de huida, estuve en casa de Lu. Ella y yo nos conocimos en el pueblo cuando la Taniecita y yo fuimos a calmar un poco el dolor por la pérdida de Juan. Creí que después de irme de casa ella y el Sebas se irían a vivir juntos pero no fue así. En vez de él, fueron el Gonzalo y el Daniel quienes se fueron a vivir con ella. Ellos estuvieron dándole apoyo, especialmente cuando por no estar en sus cabales, sus planes de boda con Sebas se cancelaron e incluso terminaron, bueno la verdad es que la Taniecita lo mandó al diablo, la pobre estaba tan destrozada que no quiso arrastrar a su novio con ella. Tardó cuatro meses en darse cuenta de su error e ir a buscarlo para pedir cacao, ahora están juntos de nuevo, pero nada de boda por el momento. Nada volvió a ser como antes entre ellos.
Mi teléfono sigue insistiendo, y decido responder fastidiada.
—Pinki, ¿No tienes una esposa a quién cogerte? Se va buscar a otro que si lo haga, mira que hay muchísimos hombres guapos que mueren por hacerlo. Después no te quejes.
—¡Por Dios Cindy!, hasta que por fin te dignas a contestarme, ¿Dónde estabas? Cómo estás?.
—Fui a un bar a beber y luego me vine a casa, no te preocupes que estoy bien, estoy cansada y deseo dormir un rato más, Damián.
—Son las once Cindy, te estamos esperando para la grabación.
«Carajo, se me olvidó»
—Bueno, bueno ya voy. Deja el estrés, te vas a poner viejo rápido.
—No te tardes, tenemos que hablar seriamente de tu actitud, ya no eres una niña.
—¡Qué bueno que lo sabes! soy un adulto, sé cuidarme y no tengo que darle explicaciones a nadie —Cuelgo la llamada enojada. Ya estoy harta de que quiera controlar mi vida aunque esté cometiendo estupideces.
Estoy dolida aún, tengo heridas que sanar y aunque ya me hice a la idea de que Juan no estará más a mi lado, no puedo superar su muerte y... Todavía lo amo, tal vez por eso mi estúpida conciencia me quiere volver loca.
La verdad es que fui muy feliz el poco tiempo que Juan y yo estuvimos juntos después de las adversidades que vivimos para superarlo, son recuerdos que nunca olvidaré, quedarán guardados en lo más profundo de mi alma.
Juan, mi Juan.
Nunca voy a olvidarte, pero debo continuar con mi vida por muy dura que sea sin ti.
Tú me hiciste olvidar, tú me hiciste... Dejar mi dolor atrás. Te amo, te juro que te amo.
Perdóname. Perdóname por lo que hice.
Hola buenas noches.
Aquí el primer capítulo (12-02-2023) como prometí, recuerden que habrá uno cada domingo. Muchas gracias por el apoyo y espero que disfruten
en la historia.
Les recuerdo que hay un primer libro "RAYO DE SOL" sus protagonistas
son otros, pero Cindy siempre ha estado ahí
Bendiciones y gracias por leer 🙏😊.
Baner by gege_redwood
Muchas gracias 😊
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