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Su felicidad y su fe.
Solo habían resultado ser pasajeras.
De nuevo nada había resultado como él lo había planeado.
Emma y Norman querían escapar con todos los chicos del orfanato, y eso lo había puesto en una situación complicada, había tenido que empezar a manejar los hilos de ambos bandos, por un lado, reajustando el plan de escape para hacerlo más viable y seguro, mientras que con Isabella, seguía brindándole toda la información, como parte de trato. Y por un tiempo eso había funcionado. Sin embargo y de un momento a otro todo se estropeó por que la muy maldita disolvió su trato con él.
Todo había acabado.
Ya no tenía esperanza
Habían luchado por nada.
Emma estaba herida y Norman sería enviado matadero, dejándolos sin tiempo de nada. ¿Cómo había ocurrido algo como esto? ¿Por que?
El chico prácticamente había perdido el control, Norman no podía morir. ¡No podia ser real! El lo respetaba y sobre todo lo estimaba demasiado. Norman siempre fue más lógico y menos imprudente que Emma y, por lo tanto, confía más en él. Era su hermano.
¿Por qué?
¿Porque? No había aceptado el plan de escapar antes de su envió, en cambió se había dejado morir.
No hay esperanza.
(...)
13 de Enero del 2046
El pobre chico se encontraba en la peor de las situaciones. Estaba con el corazón hecho trizas. Resignado morir. -¡Norman!
-Pronunciaba con dolor al recordar a su inocente hermano. Estaba cansado y no sabía exactamente cuanto tiempo había pasado. De hecho ya no le importaba cuanto tiempo había pasado, miró a su alrededor, sabía que su inevitable muerte llegaría pronto y de cierto modo sentía que lo merecía. Merecía morir por ser tan cobarde y no poder salvar a ninguno de sus hermanos.
De pronto la puerta que daba al comedor se abrió. -¿Ray? -al escuchar su nombre el muchacho alzó un poco la mirada, topándose con el preocupado rostro de Anna. No quería verla, no soportaba la idea de fallarle con la promesa de un futuro juntos lejos de orfonato.
-¿Por qué estas aquí? Mamá se molestará si te encuentra a estas horas en el comedor -habló sin expresión en el rostro.
-Me asegure de ser muy silenciosa -y tras decir aquello cerró la puerta. -Estoy aquí, para acompañarte.
-¿Qué?. No necesito compañía. No seas tonta. No quiero estar con nadie. -una terrible furia lo invadió y sin pensarlo empujó a la chica.
El bello rostro de Anna se obscureció, mostrando que una terrible pena la invadía de forma arrasadora y dolorosa. Sin embargo, no tenía intención alguna de dejar solo a Ray.
-Lo siento Anna -varias lágrimas salieron de sus ojos empapando sus mejillas. El no quería que ella se sintiera mal, pero todo lo que estaba pasando lo había superado. El simple hecho de recordar a aquellos que había perdido le dolía. -Es que en este momento, lo único que siento es dolor. Solo quiero morir para que todo esto acabe. No tengo nada por que vivir, tengo miedo. Norman ya no está y no puedo hablar sobre esto. Así que solo déjame aquí. No quiero que me odies.
Molesto se dio la media vuelta dispuesto volver a la obscuridad.
Anna se acercó mucho mas a el, tocando vez su mejilla. -Nunca podría odiarte, Ray -lo abrazó con todas sus fuerzas. Sorprendiéndolo por completo. -Todo este tiempo te he visto sufrir por la partida de Norman. Ya no comes, no sonríes y ni siquiera me miras ¿Cree que te dejaré morir?.
-¡Basta Anna! -habló fuerte resistiéndose al contacto.
-No soy tan lista como tu o Emma, o Norman. Pero no soy tonta, no me importa si no quieres hablar, no pienso dejar que mueras en la oscuridad. Yo, te prometo que encontraré una solución, no importa de qué forma. Haré cualquier cosa para que quieras vivir otra vez -Esas palabras le dieron de nuevo esperanza a Ray. -Pero si esto no resulta, quiero pedirte un gran favor.
-¡Anna!
-Quiero que de todos modos sonrías Ray...
Ray sollozó con dolor tras oírla hablar. Ella estaba utilizando sus propias palabras. Sin intención dejó escapar un suspiro y después solamente dejó que los brazos de Anna lo cobijaran, era como si se hubiera quedado sin fuerzas, tanto que dejó caer su cuerpo. -No tenga miedo por favor. yo estoy contigo, mi querido Ray.
Lo había decido al fin. Quizás el ya no tendría la oportunidad de escapar, pero de algo estaba muy seguro y eso era que no le negaría la oportunidad a Anna y a los demás.
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El 14 de Enero despertó con una extraña alegría. Todo lo comenzó con una extraña tranquilidad. Inició su día con un semblante menos frío, hizo todas sus actividades matutinas y al finalizar los exámenes se dirigió hasta su amado árbol.
La suave brisa de ese día movía su negra cabellera, su pequeño rostro carecía de emoción en ese momento y su mirada se perdía a través del verde bosque en el sus hermanos seguramente jugaban.
Echó para atrás la cabeza y por breves segundos sonrió mientras miraba al cielo. Eran casi las 12 del día, así que ya no podía esperar mas y comenzó a caminar de regreso con rumbo al lugar en el que Anna últimamente pasaba el día.
-siempre logras encontrarme.
-Es que eres mala escondiéndote -de la nada, el atractivo chico le tapó el paso.
-¡Quiero mostrarte algo -Dijo Ray ofreciéndole su brazo.
Sin dudarlo Anna aceptó con gustó y lo siguió hasta una zona un poco alejada en el bosque. Un lugar donde se encontraba un árbol extremadamente alto. Sin poder creer lo sucedido. -¿Que hacemos aquí? -miró con sorpresa el conocido árbol.
-¿Recuerdas este lugar?
-Claro que si -Sonrojada se rascó la mejilla. -Fue en este lugar donde te declare mi amor cuando tenía 5 años y tu me rechazaste. Le había apostado a Nat que dirías que si o subiría el árbol hasta lo mas alto ¡Ay, que pena! -se cubrió la cara muy sonrojada. -Yo no pude escalar ni la mitad. ¿Por qué me trajiste hasta aquí?
-Lo siento Anna.
-Que dices, eso fue hace ya mucho tiempo. Ya no importa -Sonrió animada, siendo sorprendida por Ray, quien había sujetado sus manos.
-Debí decirte que si, pero en ese tiempo no tuve el valor, y me quede callado.
Los ojos de Anna se abrieron de golpe y después solo sonrió. -Ray
-Así que prácticamente Nat debió perder, pero como el cobarde fui yo, voy a ser yo quien cumpla la apuesta.
-eso fue hace mucho, no vale la pena, mamá podría regañarte.
-No importa -Decido se acercó al árbol dispuesto a escalarlo, pero ella lo detuvo abrazándolo por detrás. -¡Oye! Ya te dije que no es necesario. ¡Así que por este momento olvida al mundo y abrázame fuerte.
Con una sonrisa se separó por un instante, luego término acortando la distancia, tocó su mentón con la yema de sus dedos y en un delicado acto la abrazó tal y como ella lo pedía. Su corazón latía muy rápido, sentía un calor ardiente en el pecho, «¡Dios estoy tan feliz justo ahora!» pensó con ironía.
La rubia lo abrazaba con todas sus fuerzas, chocando suavemente con su varonil pecho. Sonrojada alzó levemente la vista y por unos segundos observó en silencio el rostro del chico.
-Gracias Ray.
Ray Sonrió, por fin podía comprender los sentimientos que Norman tenía por Emma.
Ya no tenía dudas, estaba seguro era de que la amaba y si ella vivía entonces el tambien.
CONTINUARÁ...
Hola después de mucho al fin actualice, estoy lista para dar conclusión a todo esto.
Espero y alguien continúe leyendo esto. XD
Bueno
Sin mas me despido. Gracias por leer y perdón por las faltas de ortografía, si les gustó no olviden votar o comentar. Como siempre su opinión es muy importante para mi. ❤❤
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