Creía que todo acabaría al momento de fingir que todo lo que sucedió fue parte de un extraño sueño, sin embargo no era así.

Cada vez mi apariencia cambiaba y el deseo de consumir sangre aumentaba,

Era el momento de saber la verdad, saber sobre mis orígenes.

Aprovechando que mis padres no se encontraban decidí escabullirme en su habitación.

A pesar de que he entrado varias veces, en esta ocasión se siente tan ajeno.

Arrastró la silla del tocado de mi madre para subir a la parte de arriba.

Recuerdo que cuando tenía seis años mi madre se encontraba guardando unos documentos en esa parte, algo raro ya que los documentos personales de cada uno de los miembros de la familia se encontraban guardados debajo del colchón para mayor acceso.

Sin embargo, esos papeles fueron guardados en ese lugar.

Mi madre al ser descubierta bajó inmediatamente.

Le pregunté qué era lo que guardaba ahí y ella respondió que algunos álbumes que cabían en su mesita de noche.

Por lo cual no le tome importancia.

Con el paso de los años olvide aquel detalle.

Pero ahora necesitaba averiguar qué era lo que guardaba en aquel lugar.

Me subí a la silla para descubrir que mi estatura no me permitía alcanzar ese lugar.

Bajo de la silla para ir a buscar la escalera pero al pasar por el pasillo noto que la puerta se encuentra abierta además de que hay un rastro de ceniza.

Un ruido se escucha el cual proviene de mi habitación que está al fondo.

Sin pensarla dos veces salgo corriendo de la casa para buscar ayuda.

Aunque dudo que logren ayudarme cuando lo que está adentro no es algún humano intentando robar.

Eran vampiros, lo sé porque últimamente mis sentidos comenzaron a estar en alerta además de poder diferenciar si lo que me rodeaba era humano o no.

Los latidos de los humanos era de un aproximado de sesenta a cien por minutos, en caso de un adulto, el de un niño era un poco mayor, mientras que el de los vampiros era menor que el de ambos y en otros casos no lograba percibir el latido de su corazón.

Comienzo a correr al sentir la presencia de los vampiros a mis espaldas.

¿Qué debería hacer? ¿ir a casa de irish?

Aun estaba molesta por todo lo que me oculto, además era una posibilidad de que enviara a sus subordinados y capturarme.

No tenía a dónde ir y tampoco tenía mi celular para llamar a mis padres y advertirles que no entraran a la casa.

Me escondo en unos arbustos esperando que no note mi presencia pero todo es en vano.

Los vampiros me han encontrado y están a nada de acercarse a mi.

Sin embargo, un aullido a mis espaldas los pone en alerta.

Miro hacia atrás para ver a un enorme lobo con pelaje blanco.

«mierda esto se pone peor»

De manera sorprendente el lobo pasa a mi lado y se lanza a atacar a los vampiros los cuales huyen despavoridos, a excepción de uno que queda aplastado por la enorme pata del lobo.

Escucho como su espalda cruje y estoy segura que ha sido partida a la mitad.

El vampiro grita del dolor para luego ser liberado.

No le da tiempo de recuperarse porque la pata del lobo se dirige a su rostro.

Me giro para no ver la escena.

Cierro los ojos como si eso evitara que escuchara el sonido de su cráneo quebrarse.

Tal vez yo sería la siguiente de sus víctimas.

El lobo comienza a caminar en mi dirección pero una vez me ignora.

Tan solo queda inmóvil frente a mí por unos segundos.

Segundos en los que me percato de que sus ojos lila me miran fijamente.

No era un lobo, era aquel vampiro que me encontré del otro lado.

Cuando se da cuenta que lo reconocí se gira y comienza a caminar hacía el bosque, de esa forma me indica que lo siga.

Hago lo que me piden y lo sigo.

Llegamos hasta un riachuelo en el cual a la orilla hay un par de ropajes antiguos seguros pertenecientes a él.

A pesar de que no escucho lo que me dice me giro para permitirle volver a la normalidad.

Escucho cómo sus huesos crujen para acomodarse, seguro eso a de doler.

Lo segundo que escucho es agua salpicando, seguro se está quitando los restos de sangre de aquel vampiro para luego vestirse.

Miro el cielo para mirar la luna que hoy es luna llena.

—ya puedes voltear.

Me doy la vuelta para verlo acomodarse su ropa.

Tenía un estilo vintage, aunque posiblemente eso era la moda en su mundo.

Camisa de botones beige, pantalones de vestir cafés que hacía juego con su chaleco y zapatos cafés que se mancharon con el lodo que hay a los alrededores ya que en la tarde llovió.

—¿sucede algo malo?

—si tus ropa está fuera de moda—comentó

—pero si eso es lo que hay en las tiendas del pueblo—responde

—bueno si alguien nos ve diremos que usas alguna de las modas que abundan en internet aunque dudo que salgamos de aquí o me equivoco.

—si no puedo ir más allá del bosque.

—¿Por qué? vas a desaparecer o algo por el estilo.

—no, solo te llevaré hasta allá para que te mezcles entre los humanos, si los vampiros que envió la reina pasan el bosque serán cazados por los asesinos de Ixora.

—¿Es por eso qué no puedes ir conmigo?

—si además se supone que yo soy el que lideró el escuadrón de vampiros.

—espera ¿vienes a matarme?

—bueno esa es mi orden, pero no me atrevo a matarte tú y tu hermano son los únicos herederos al trono, ustedes son los únicos que deben impedir que traigan de vuelta a Asher.

—¿al primer rey?

—¿Cómo sabes de él?

—me lo mencionó Razvan, además no soy la única candidata al trono, el rey, es decir mi padre biológico tuvo una hija más, es hermana de Razvan, no puedo darte más detalles en caso de que le informes a ella.

—no le diré nada, como te he dicho yo no estoy de acuerdo en sus decisiones además tengo la teoría de que ella mandó a matar a mi familia.

—¿quieres vengarte?

—no, no solo quiero evitar que ella libere a Asher, hay rumores de que se encuentra en Ixora, es por eso rompieron una de las normas para buscarlo. La reina desea que la gloria de los vampiros vuelva.

—quieren volver a tener el poder de los dos mundos.

—Así es su alteza.

—no me digas de esa forma.

—mil disculpas señorita...¿Cómo la debo llamar en este mundo? Posiblemente le cambiaron el nombre.

—me llamo Raven Silva, encantado de conocerte...

—Perdone mis modales, mi nombre es Cayden Ardelean, es un honor conocerla princesa.

No se que era peor ser llamada hija de la luna azul o princesa.

Ambos nos ponemos en alerta cuando escuchamos unos pasos.

Inmediatamente Cayden me pone detrás de él para protegerme.

Me sobresaltó al escuchar un gruñido salir de la garganta de mi acompañante al ver el uniforme de los asesinos de leyendas.

Está por lanzarse a atacar cuando se baja la capucha de su uniforme revelando que es Daemon.

—Daemon ¿Qué haces aquí?

—¿Lo conoces?

—Es un amigo por así decirlo.

Tan solo nos habíamos visto dos veces aun así respondí que era alguien cercano a mi para evitar que terminara como el vampiro que intentó atacarme y de paso no empeorar las cosas con los asesinos de leyendas.

—detectamos varias presencias de vampiros por esta zona así que vino con mi padre y otros compañeros a buscar a los vampiros, sin embargo no esperaba toparme con el cadáver de uno y contigo siendo protegida por un vampiro de Clemantis, el cual me pregunto qué hace aquí ¿vienes con ellos?

Se sentía una tensión en el aire, en cualquier momento una batalla se desataría en el bosque y eso llamaría la atención no solo de los vampiros o de los demás asesinos de leyendas sino también de Irish.

Me pongo en medio de ambos.

Muestro mis colmillos intentando amenazarlos.

—Si intentan pelear no dudaré en atacarlos—advierto.

—Sería un honor que sea mordido por la hija de la luna azul quiero averiguar qué si al ser un vampiro puro me convierta en un humano.

Sus ojos rojos brillan con intensidad como si la idea de ser mordido por mi le diera placer.

—idiota.

Por otro lado Cayden se mantuvo quieto tan solo respondió que sí era mi orden no atacar al traidor no lo haría.

Daemon aparta su vista de mi para observar a Cayden.

Se aparta de mí como si nada y avanza hacia Cayden.

—te lo advierto si lo intentas atacar ordenare que te mate—amenazó

—tranquila solo quiero verlo de cerca.

Se pone en alerta esperando un ataque del asesino de leyendas, el cual nunca llega, Daemon se limita a observarlo.

—espléndido, no pensé tener a un mestizo cerca de mi, nunca imagine conocer a un mitad lobo, mitad vampiro, no quieres unirte a mi fracción.

—no quiero ser parte de los traidores que se unieron a los asesinos de leyendas—responde

—para tu información ninguno accedió a unirse por voluntad, a excepción del desquicio de mi padre, el resto fue obligado o se unían a ellos o los mataban.

—¿padre? ¿Eres un vampiro puro?

—si un vampiro nacido en cautiverio, pero no es momento para contar mi traumarte infancia sino para acabar con los vampiros que se acercan, por lo que deduzco son salvajes o me equivoco.

—si solo hay uno que es convertido.

—oh, ya se cual es.

Daemon alza su pierna la cual impacta en el rostro de un vampiro.

Otros dos se acercan los cuales son vampiros salvajes.

—no esperaba que la encontrarás antes que yo, acaba con ella como ordenó la reina, no quiere errores en el plan—ordena

Cayden me ve, espero que me ataque pero él hace un ademán de negación.

—oye tu, te dejo que acabes con él, mientras que yo acabo con los dos salvajes.

—por esta ocasión te dejaré lucir frente a ella.

—¡Traidor! Así le pagas por haberte dejado con vida, eres un desconsiderado, hubieras muerto cuando la reina mandó a matar a tu familia—grita

Las manos de Cayden se cierran en un puño aún así lo ignora y deja que Daemon se enfrente a él.

La lucha comienza, Cayden lucha con los vampiros salvajes mientras que Daemon con el convertido.

Mientras que yo los observo.

Me siento inútil al ser una espectadora, no obstante, ellos son vampiros que han sido entrenados desde una edad temprana.

A diferencia de mí que he vivido como humana en un mundo de aparente paz en el cual era agredida por humanas.

«soy patética»

Estoy tan sumergida en mis pensamientos que no me percato de que varios vampiros salvajes se acercan a mi hasta que escuchó los gritos de Cayden y Daemon gritando mi nombre de manera simultánea.

Cuando reaccionó ya es demasiado tarde, las garras del vampiro se clavan en mi espalda las cuales atraviesan mi cuerpo.

—tu sangre huele deliciosa—murmura

—¡no lo hagas! O serás envenenado—grita el convertido

Pero es ignorado, sus colmillos se clavan en mi cuello.

Grito por el dolor al sentir sus colmillos clavarse en mi piel.

Siento como mi sangre es absorbida por la criatura pero se detiene y se aleja de mi.

Sin tacto alguno aparta de mi espalda su mano, provocando que comience a perder sangre.

El vampiro comienza a gritar para luego caer al suelo.

Una vez en el suelo su cuerpo comienza a convulsionar.

—te dije que su sangre estaba maldita.

Los otros vampiros al ver a su compañero retorciéndose en la tierra salen corriendo.

Los que pelean con Cayden intenta huir pero son asesinados por él.

Deja de moverse por lo cual pienso que ha muerto.

—lo has matado eres un maldito monstruo—vocifera el convertido

—quieres callarte, estoy de mal humor, me han ganado la oportunidad de ser el primero en probar la sangre maldita.

Sin tacto alguno, Daemon le arranca la cabeza con sus propias manos.

Cayden se acerca al vampiro tirado en el suelo para comprobar su estado para nuestra sorpresa se levanta de golpe.

El color naranja de sus ojos ha desaparecido ahora han vuelto a un color marrón.

—¿Qué me has hecho? Monstruo.

Ahora su corazón late como el de un humano cualquiera, eso significa que ha vuelto a ser humano.

De esa forma compruebo lo que mencionaron en la fiesta. Que mi sangre era veneno para los nacidos bajo la luna roja pero no era para matarlos era para volverlos humanos.

Daemon le da un puñetazo dejándolo inconsciente.

—no debiste hacer eso.

—se lo merecía por meterse en nuestra pequeña fiesta. Además debemos ir por los otros vampiros antes de que les informen de tu traición.

—tienes razón.

Ambos están por seguirlos, pero yo caigo al piso.

Ambos alterados se acercan,

Justo en ese momento se escuchan pasos acercándose.

—esto no es bueno debemos llevarla a otro lado o ellos nos atacaran.

—No dejaré que la lleves con los tuyos.

—no lo haré pero necesito sangre humana para eso debemos ir a su casa y buscar a sus padres adoptivos para que la salven.

—¿estás loco? No pienso permitir que beba sangre de humanos.

—lo dices tú, eres un vampiro, seguro tienes alguien que te proporcione sangre.

—quieren callarse, me estoy desangrando además de los que se acercan están a nada de llegar, sin embargo, no se preocupen, es Irish, solo déjenme aquí para que ella me de sangre.

Esas son mis últimas indicaciones antes de quedarme inconsciente.